Trabajo en un ambiente tenso, bajo presión constante y soy aprehensiva. Y hay días peores. Hoy fue uno de esos. Entre presiones laborales y contratiempos adicionales, me sentía muy angustiada pensando en cómo resolver varias cosas (todas a la vez, por supuesto, porque aprehensiva y terca). Hasta que sonó la alerta sísmica, luego llegó el temblor —que pareció más largo de lo que fue— y el nerviosismo extremo de una compañera. Y con ello, como por arte de magia, la claridad que me permitió ver las cosas en su justa dimensión. Los contratiempos laborales, tecnológicos y monetarios, así como los malos modos de mi prepotente jefe, se vuelven ceniza ante el poder de la naturaleza, ante las imágenes de la tragedia que vienen a la mente nomás escuchar el “alerta sísmica, alerta sísmica…”
Y sí, la vida es demasiado corta, y los temblores tan constantes e impredecibles, como para malgastarla preocupándose por contratiempos laborales.
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4 comentarios:
Valgame...que hace cuánto no vengo???
Que curioso es esto de la vida verdad tu?
Un día de estos me pongo a teclear, como que hace falta.
2046
Bueno siquiera que sirva para dimensionar las cosas!
Hola, y ahora que he vuelyo. ya no escribes? disfruto leerte. Vuelve!
Hola si creo que si sirve para dimensionar es interesante moldes para inyeccion de plastico
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