A Palestinian collects body parts in a classroom at the Abu Hussein United Nations. (Lefteris Pitarakis/AP)
Una imagen que resume lo que Benjamin Netanyahu llama «ejercer nuestro derecho a la legítima defensa». Y nadie, absolutamente nadie (con poder para hacerlo, se entiende) hace nada por detener esta masacre. Digo, porque las condenas de la ONU no sirven para un carajo (y al humanista gobierno de Israel le conmueven casi tanto como asesinar a cientos de niños).
Un crimen de guerra es un crimen de guerra. Soslayarlo bajo la excusa de la «legítima defensa» se llama hipocresía, doble moral, por no decir carencia absoluta de madre.
5 comentarios:
Ayer leí esta publicación tuya, no atine a comentar nada, me quede muda...anoche mientras leía las noticias, solo atine a pensar: ojalá mis palabras (y las de muchos más) sirvieran para acabar con todo ese dolor y muerte.
Supongo que este tipo entra en una categoría que superó a la ya conocida de "hijos de puta", alineándose con los peores asesinos de la historia. Un abrazo.
Karol
Sé que nuestras palabras (y ni siquiera las de gente con poder de influencia) no sirven de nada. Aun así, y aunque suene pueril, creo que es peor guardar silencio.
Saludos
Darío
Eso comentaba con alguien anoche: el término «hijo de puta» ya le queda pequeño a este tipo…
Un abrazo
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