escribir

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva; arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.[Georges Perec]

diciembre 16, 2010

hilando

anne julie aubry, medium

La hilandera de la luna, la de las manos sensibles a los destinos humanos, la que sabe leer en los espejos de esa arena que mueve el viento, las vidas escritas en granos volátiles. 
[Alberto Ruy Sánchez sobre Marguerite Yourcenar]

Los deseos y los sueños, como parte de la vida, son cambiantes, aunque haya algunos que permanezcan siempre con nosotros. Aún no contabilizo los sueños adolescentes que perecen intactos con mí. De lo que sí tengo certeza es que el de ser como la Dietrich que se comía (metafóricamente, se entiende) a más de un hombre, lo he dejado hace rato atrás. Ahora tengo uno un poco más etéreo y que sin embargo puede ser más soberbio que noble. Igual de imposible que el de la femme fatale: hilar fabulas, no-ficciones, historias con finales menos tristes y tramas menos crueles. Quiero ser como una hilandera. No luminosa, no la de la luna. Libre de grandilocuencias. Con los deseos y los sueños sin gastar y las certezas aún por construir. Una hilandera, a la manera de las tejedoras antiguas, para tejer más de una historia. Por ejemplo, una donde fuera posible resarcirte de las deudas sin edad ni tiempo, los olvidos del ayer, la falta de porvenir. Una nueva. Una sólo tuya, en la que nadie decidiera por ti. No como una ruptura absoluta con el pasado, sabemos que eso es imposible. Sí como la posibilidad de armar con los retazos queribles de tu vida anterior, otra, quizá no tan perfecta, no tan estúpidamente hermosa y controlada; no demasiado predecible, ni aburrida. Sólo diferente; un poco mejor. Una no-ficción donde la palabra opción fuera eso: una opción posible de elegir de entre un abanico de posibilidades. Otra vida en la que las amarguras no pesaran tanto, los silencios quemaran menos y las ausencias dolieran sin lastimar. No pretendería construirte quimeras ni sueños imposibles. Sólo un sitio en el cual pudieras preservar tus ganas de creer, tus anhelos de ser, la inocencia que aún hay dentro de ti. Un lugar donde el desengaño no terminara venciéndote. Un escenario novel en el que los aullidos del silencio no perforaran el alma, los fríos venidos de tiempos inmemoriales no quemaran dejando cicatrices indelebles y los vientos que acarrean recuerdos dolorosos y se llevan olvidos amados, soplaran con menos fuerza.

Ser como la más vieja de todas las hilanderas, esa que compensa la juventud perdida con los hilos de la sabiduría y la sensatez que sólo con la edad es posible adquirir. Y que pese a los años que carga sobre sí, en su cansado corazón aún en capaz de albergar pasiones y amores con el fuego y la intensidad de los años idos. Tendría que ser como ella, para impregnar con su esencia al tejido de tu nueva vida. Sentarme como ella frente al bastidor y unir, con paciencia infinita, los hilos de tu memoria -esa que sí deseas preservar- con las tramas de la vida por venir.

Eso quiero ser, no hoy, tal vez mañana, un año de estos. Eso quiero ser y sé que sonará soberbio en extremo, que lo es, y lo peor no sé si deseo disculparme por semejante atrevimiento, por anhelar cosas así de disparatadas. Creo que de momento no.

PS no sin una poquita de pena, comento que este mes sí publiqué en el blog colectivo de Escribidores y literaturos, si gustan leer, aquí el link: ella se fue





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45 comentarios:

Darío dijo...

Que extraño: mientras desanudas tu deseo de ser hilandera, vas tejiendo redes preciosas, mágicas redes.
Leerte, es de tal forma una red, que esa especie de monólogo interior, de desnudarse toda, atrapa, seduce.
Me encanta la manera en que desgranas tus recuerdos. Y el hecho de que los tengas tan en mente. Es como si fueras una mesa y ellos tus patas.
Un beso.

malbicho dijo...

ruy sánchez no me gusta mucho que digamos, pero coincido en la inspiración y la aspiración que detona la yourcenar

voy a ver qué nos dejaste hoy

Tessitore di Sogno dijo...

Adorada,
Escribir historias es como proyectarnos en el espacio y en el tiempo. Dice Fernando Vallejo que el narrador omnisciente, fisgón que todo lo ve juega a ser un Dios que no existe. Y sin embargo acá estamos contamos historias donde cada personaje tiene una parte de nosotros. Tal vez ese hilo que queremos usar en ellas refleje el camino que en la vida real queremos seguir.
Muy arropado y con los pies fríos, Te abrazo.

Anónimo dijo...

Un texto muy interesante, además de bien escrito!

MUCHAS GRACIAS POR TODO!!

BESOTES HERMOSA Y BUENA SEMANA!

Anónimo dijo...

"No se habían agotado los temas/ pero no había tiempo para charlar..."
HILANDO
IVÁN GUTIÉRREZ

Me encanta esa actitud, y esa necesidad de manifestar el sentir y el pensar, en una ensoñación amena. Ahí fue cuando recordé que tengo una canción que se llama como tu post. Ahí pues hilamos todos un poco de nuestra propia necesidad de compartir y comunicar.
Besos

Jo dijo...

¿los sueños erán la promesa antelada... de nuestra intuición?

Unknown dijo...

Mas de uno hemos deseado poder hilar y deshilar tantas decisiones, pero a veces ya lo tejido, tejido esta…que tu sueño se haga realidad…

Dora Ku dijo...

Cuantas veces hemos tejido y destejido la maldita hurdimbre, como Penélope, que siempre resulta incompleta o deslucida. Hasta que la vejéz nos sorprende sin haber terminado la labor, y tal vez tan cansadas, tan cansada, como para querer seguir siendo la misma araña que nunca aprendió a tejer.
Me gustan mucho tus elucubraciones.
Con cariño: Doña Ku

virgi dijo...

Tejer y destejer.
Ojalá pudiéramos escoger hilos, colores, urdimbre, tiempo y serenidad para tejerlo todo en la trama deseada.
Por soñarlo nada se pierde.
Estamos en ello.

Besitos, voy al otro, obedientemente.

[ berna ] dijo...

Mrichuy, querida:
Tanto tiempo sin leerte, y me da un poco de pena confesártelo. El tiempo, épocas cambiantes que he estado viviendo. "Crisiada", como me digo a mi misma algunas veces.
Y justo cunado te leo, escribes esta maravilla en la que me puedo identificar precismente cuando no puedo ser más que la hilandera que describes de ese alguien que de pronto trastorna mi vida de una manera tan hermosa y deliciosa. Y pareciera que no importara más nada sino eso, el mantener hilado los deseos, los sueños, la esencia del alma. Lo expresas mejor en palabras porque lo haces de maravilla, yo últimamente lo he bailado hasta el cansancio y afortunadamente el cansancio (el que es peor que el del cuerpo) no llega y no quiero que tan si quiera se acerque.
Asi como he intentado leerte, más veces he intentado escribir, y hoy cuando pretendía hacerlo, decidí leer tu rinconcito y mira cuánta alegría me has generado para seguir con las funciones de Cascanueces que me tienen el cuerpo cansado y el alma volando de "contentura" :)

No prometo escribir pronto, y no prometo "ahora, si" leerte más seguido, pero sí prometo no olvidar tus palabras, tu sensibilidad y esa metáfora de hilandera que me recuerda algun cuento de hada... aunque no sean de mis preferidos.

un bezaso, guapa!

tonymoca dijo...

Este es un texto encantador, da la impresión de que estás tejiendo nuevas historias, nuevas vidas, nuevas esperanzas, todo, desde un simple hilo.

Un abrazo.

karenina Beltrán dijo...

cuando encuentres ese lugar, ese estado de ánimo, me agrego, si por lo menos un instante se pudiera estar asi...esas ganas de ser otra, de remediar el fallo de esta...abrazonostalgico!

La abuela frescotona dijo...

QUERIDA MARICHUY, AMIGA DEL ALMA MIA, HE LLEGADO A DEJARTE MI SALUDO DE PAZ, SALUD, Y AMOR EN ESTA NAVIDAD.
TE ABRAZO

marichuy dijo...

Curiyú

Como el título del libro de Elena Garro: de alguna manera estos son recuerdos del porvenir. Es decir, deseos. recuerdos a futuro.

Un beso y gracias

marichuy dijo...

Malbi

Sí, ya me habías comentado que él no te gusta. A mí hay cosas suyas que sí me gustan, por ejemplo ese ensayo sobre Madame Yourcenar.

marichuy dijo...

Tessitore

Sí, tal vez sea algo así: al inventar (hilvanar) historias, el escritor juega a ser un Dios inexistente.

Un abrazo

marichuy dijo...

Stan

Saludos y gracias por tu visita.

Xaj dijo...

Me leíste la mente, mari. Iba a recomendarte- ya que entre mis manos la tengo- a Yourcenar y sus cuentos orientales. Pero algo me dice, a lo lejos, que ya lo sabías de antemano.

Abrazo bien grande, mexicanita.

marichuy dijo...

Jolie

Creo que los sueños son anhelos, no siempre realizables.

marichuy dijo...

Doc

Es necesidad y, por qué no decirlo, necedad.

Un abrazo

marichuy dijo...

Toño

Pues ojalá no quede sólo en sueño.

Saludos

marichuy dijo...

Dora Ku

Tal vez sea más simple y determinante: esa labor nunca tiene final. De alguna manera siempre será una historia sin final.

Gracias por tu vista
Un abrazo

marichuy dijo...

Virgi querida

Gracias por estar siempre.

Un beso

marichuy dijo...

Berna querida

El ballet (ya lo hemos platicado) es otra forma de hilvanar historias. Siempre, atrás de cada pas de deux, hay una historia que cambia en cada nueva representación.

Gracias por identificarte con estas letras. Que sigas bailando mucho.

Un beso

marichuy dijo...

Amorphis

Hombre, gracias pro tu mirada.

Un abarzo

marichuy dijo...

Karenina

Un abrazo

marichuy dijo...

Querida Abuela

Muchas gracias por el saludo y el abrazo. Va uno de regreso.

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

-hilar historias con finales menos tristes-
eso me encanta, esa era la idea de Cuentos Bajo Pedido, poner en una historia lo que nos gustaría que pasara en nuestras vidas. Pero sucede que a veces hasta para soñar somos un poco fatalistas. Será que no tenemos remedio?

Xabo Martínez dijo...

Hilvanar asi sea historias modestas, es una cualidad de nobleza, (mas que de paciencia como Pénelope), y que el tramado coincida en algún momento con la mirada que anda buscando el telar soñado.

Abrazos muchos.

marichuy dijo...

Cuentista

Pues tal vez en el fondo, aún a sabiendas de que es imposible, queremos creer que sí podemos "tener remedio"

Saludos

marichuy dijo...

Xaj

Je, sí ya los tengo y ya los leí. Tú que escribes de pasiones, deberías buscarte su libro "Fuegos". Creo que te gustaría.

Un abrazote

marichuy dijo...

GAB

Pues no sé si mis modestos intentos contengan un algo de nobleza. Pero de lo que sí estoy segura es que ser como la tejedora Penélope... no se me daría: la paciencia no es mi fuerte.

Un abrazo

Hugo Benitez dijo...

Hilar.... que diriera yo por hilar algo hoy

marichuy dijo...

Santo Dior...

Una de dos: o el fin del mundo se acerca o algún milagro ocurrirá: Hugo ha vuelto! Uff, cuánto sin saber de vos. Un gustazo tenerte aquí.

Un beso hasta el rincón del mundo en el que ter halles.

Gabriel dijo...

No soy quien para criticar sueños ajenos, y menos si son bellos, coleccionando como colecciono sueños rotos que otros fabrican, pero quería decir un cuento hermoso se quedaría en nada si no encerrara un conflicto. Nuestra vida sería más cómoda y segura, probablemente más feliz, pero sin duda considerablemente más aburrida.

No es menos noble ni modesta la tarea de hilar historias virtuales que la tradición de hilarlas oralmente que hacían nuestros padres o abuelos. Es de agradecer que se continúe la tradición, aunque sea a nuestra manera.

Mil gracias.

le cid dijo...

Marichuy...

Me mata que esta vez no se que pasa con las conexiones, cada vez que pincho para venir aquí, me pone en jaque y tengo que encender de nuevo el ordenador... Seguro que es la nieve... Y esta vez no es broma!

Primero que nada, que divagación mas complicada estructuralmente, porque no se por donde comenzar! Bueno, tal vez por los sueños de adolescencia... Cierto, se dejan atrás, pero son los que forman los sueños de adulto. Es decir que nuestra búsqueda del ser "perfecto" esta determinada por ellos y aun si con el tiempo hacemos concesiones, en realidad solo dejamos de lado detalles irrelevantes del perfil que buscamos.

Luego, la Dietrich... Mal ejemplo! Ella se comía lo que le pusieran enfrente, hombre o mujer (y Lucha Reyes sabia de ello algo... y la anécdota es autentica!)A ti mas bien te veo como a una especie de Michelle Morgan en ese "Puerto de Brumas" mítico, amante y amada, pero a destiempo a veces... Es maravilloso esos momentos en que coincidimos en cuerpo, alma y corazón con el rostro que tenemos enfrente, pero son tan raros como los eclipses, y de la misma manera se necesitan un numero determinado de factores para que esto ocurra.

Luego todo=a esta divagación de la tejedora... El otro día me tocó ir a buscar los galones que decorarán las famosas chaquetas de la casa de la doble "C" y me encontré frente a un personaje increíble: Una mujer que a sus casi noventa años sigue siendo la única propietaria del "savoir faire" de dichas garnituras y que entre dos golpes de lanzadera y tres de pedal sale a dar a comer a sus cerdos, porque ella no esta en una nube, sino en una granja, donde una limusina alquilada por la casa le lleva el material necesario para confeccionar los adornos que la alta costura requiere... Curoso, no crees? Tal vez los sueños son algo mas "terre a terre" de lo que creemos. Pero de cualquier manera esa hilandera de historias estoy seguro de que las hila con hilos de plata...

Las canas son entonces necesarias a crear historias y mundos, porque cuando somos jovenes creemos que la vida nos pertenece y que tiene una deuda con nosotros, que nos dará todo por nuestra "linda cara", pero con el tiempo nos damos cuenta de que es mentira, la vida no da, mas bien toma, todo es préstamo y en general los intereses son caros: a veces la pérdida del ser amado, de una u otra manera, para siempre o por un tiempo... Otras un trabajo que nos pesa y nos "come" el tiempo de amar y "jugar"...

Pero mi carga de canas, amarguras, decepciones, ausencias y dolor no la cambio por otra, porque son como las envolturas de papel de ciertos dulces, esas que estiramos con la uña y metemos en medio de un libro, mitad para no perder el hilo (hilo es la palabra definitivamente) de la lectura y mitad para recordar el sabor del dulce.

Así cuento los regalos que me han sido hechos y los que aun no he recibido. Anoto lo pagado y espero la factura de mi presente.

Mañana en la mañana vuelvo a esa granja apartada de París, donde voy a buscar el material para crear sueños baratos, esos que se pagan con el dinero, pero donde tendré también que esquivar algunas "popo" de vaca y otros animales para proteger mis zapatos, lo que me dará una o dos anécdotas chuscas mas que rememorar algún día.

Y así, si la hilandera tiene tiempo todavía, tal vez pueda hacerme su amigo y robarle uno o dos de sus tan codiciados secretos...

Un abrazo friolento, desde mi soledad inesperada (Bob y Seb tenían que llegar hoy, pero se han demorado a causa de la intemperie y de la imposibilidad de aterrizar en París...)

Clarice Baricco dijo...

Me ha gustado muchísimo tu sentir. Me llevaste a la imaginación mientras hilabas, pero más que eso, las ganas de llevar a cabo tus deseos que muchos son los mismos que los míos.
No hay porque sentirse que es atrevimiento, al contrario, creo que muchos lo queremos.

Abrazos amiga.

marichuy dijo...

Gabriel

No creas que soy miembro del club de los optimistas ni devota de Miguel Ángel Cornejo, Paulo Coelho y ‘filósofos’ similares. Nada más lejano. Pasa que siempre he fantaseado con ese mito de las hilanderas que tejen sueños como quien teje vidas paralelas. No, desde luego que no, anhelando la felicidad total, la perfecta existencia (así lo digo aquí), pero sí un poco para compensar las crudezas de la vida. Mientras te respondo viene a mi mente una escena en el libro (y del film) El Amante, de la otra Marguerite, la Duras. Ahí, ella, la joven que vive en Indochina siendo absolutamente infeliz y pobre, sufre por los maltratos que su hermano mayor le propina a su amado hermano pequeño y una noche le jura que se convertirá en escritora sólo para poderle escribir una historia mejor, una menos trágica. En la vida real, el hermano pequeño murió antes de ser ella una gran escritora y contrariamente a sus sueños adolescentes, sus libros lejos están de hablar de historias dulces y con finales felices. No obstante, son ricos, llenos de pasión y de grandes momentos. Y lo que es mejor, aún sin ser dulces y dichosas, al escribirlos ella pudo jugar con otras historias, con otras vidas que de alguna manera le resarcieron de las carencias vividas en la Indochina de su infancia. De esa clase de hilandera es la de la que la aporreadora del teclado de este blog habla.

Gracias a ti

marichuy dijo...

Le Cid

Qué ganas de conocer a esa Madame de las dos C entrecruzadas.

Ojalá que con la popó de vaca que probablemente se pegue a tus finos zapatos, puedas traer a casa alguno de los secretos de esa Madame Holandera.

Un abrazo con frío, deseando que la nieve dé una tregua a París.

marichuy dijo...

Clarice

Como hilandera que eres, sabía que comprenderías mis disparatados anhelos.

Abrazo

le cid dijo...

Ufff...

Que no se que pasa con blogger que me come los comentarios.

Solo para decirte que serìa tonto ir allá con mis mejores galas para terminar por ensuciarme. Soy mucho menos sofisticado de lo que te piensas! El problema es que luego el chófer me ve feo porque apesto... Y si digo chófer es porque no se conducir, no porque me las dé de muy "popof"... Mas bien es que jamás aprendí a conducir! Feo defecto.

Y ya se que no te gustan estas fechas, ni los discursos cursis, así que solo te mando un fuerte abrazo así, sin fecha especial de entrega, solo porque me dio gusto leer esta entrada y porque sentir frío me ha dado la impresión de estar vivo.

Ni ponche, ni árbol, ni nada mas...

marichuy dijo...

PS Fe de Erratas:
Madame Hilandera*, no Holandera. El pretexto que me salva es que la i y la o están juntitas.

marichuy dijo...

Le Cid

No son propiamente las fechas lo que me disgusta, sino todo lo demás. En especial la parafernalia que se empeña en vendernos al idea de que la gente se vuelve mejor sólo porque es Navidad, la dizque magia de la época y, sobre todo, los villancicos. No sabes qué tortura ayer en un supermercado, mientras hacía una larga fila: Tatiana y Mijares cantando no sé qué cursilada. Para echarte a correr. Sorry querido, pero a veces me gana mi face de Madame Amarguetta.

Otro abrazo.

PS Lo de tus finos zapatos se me quedó por la imagen de la Madame de las dos C.

le cid dijo...

Marichuy...

Que he soltado una carcajada enorme! Ja ja ja!!! No ne habia caido lo de la madame Holandera! Te propongo dos opciones: primera Holida, marca de salchichas muy baratas, y segunda Xaviera Hollander y su larga lista de escritos porno-socio-eroticos...

Creo que mañana voy a tener que aguantarme las ganas de reír, pues si vieras a la señora, esta mas cerca de la primera opción que de la segunda!

Y no era reproche preciosa! Si a mi también me purgan esas cursiladas y "cuyonnades"( termino que remplaza en Francia la palabra "pen**jada") de que si el espiritu navideño o que si la tarjeta Am-ex compra la felicidad. Yo mas bien son los olores, los colores y los ausentes... Cierto, es cursi, pero al menos esos valen la pena.

Y nada, que ese disco de Mijares y "Gatiana" me lo regaló mi hermana hace unos años y cuando lo tiré a la basura, ni los ratones lo mordieron!

Me voy carcajeando todavía!

Gabriel dijo...

Marichuy,

No tenía la menor duda acerca de que pudieras ser seguidora de Coelhos y similares, aunque reconozco que no deja de ser un alivio que me confirmes que efectivamente NO lo eres. Lo cierto es que sólo pretendía hacer una pequeña broma un tanto osada (quizás también un tanto pedante, para qué negarlo) sobre cuestiones técnicas a la hora de contar historias y de paso "desdramatizar" un poco. Me temo que no estuve demasiado hábil en el intento. En todo caso espero que no haberte molestado con mi "boludez".

A decir verdad, no me veo capaz, ni suficientemente temerario, como para realizar exégesis sobre lo que escribes. Simplemente intento disfrutar con ello... y agradecértelo.

Salud ;-)