Dice un refrán mexicano: para todo mal, mezcal y para todo bien... también. Otro tanto podría decirse de la música de Frédéric François Chopin, la cual debería formar parte de la canasta medicinal básica. Ser indicada por los médicos, en lugar de pastillitas propiciadoras de dicha artificial. Una dosis de Chopin cuando haga falta acariciar el alma con la suavidad de la seda:
Para todo mal, Chopin y para todo bien... también.
Su Nocturno No. 20 no tiene precio.
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Este es un no-post.
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