La escritura es lo desconocido. (Marguerite Duras, Écrire. Gallimard, 1993).
La escritura en tiempos de internet y la vida virtual. Amén de ser un ejercicio creativo, un arte para unos tan vital como el oficio de vivir, escribir sirve para sacar, en una especie de exorcismo, todos los demonios, dolores, enojos y demás pesares que se lleven dentro. Dicen. Hablo de pesares y no de dichas, lo cual no significa que no esté consciente de que hay quien escribe con el único afán de compartir sus pequeñas y grandes dichas. Debe ser que soy adepta a esa frase vuelta cliché y atribuida a escritores tan disímiles como Tolstoi y Borges, de que los hombres felices no tienen historia. Pero no obstante lo afirmado, no todos encuentran alivio: para algunos, la escritura es un proceso difícil (más allá de lo que cueste poner en letras lo que se piensa y siente), mediante el cual, lejos de encontrar alivio, acaban por hundirse en el dolor al revivir cosas que preferirían olvidar. Si uno tuviera el poder ver hacia adelante y saber cómo van a terminar sus escritos, posiblemente desistiría al primer intento. O tal vez ni siquiera se animaría a intentarlo. En su libro Escribir (Écrire, Gallimard. París, 1993), Marguerite Duras dice que la escritura suele despertar miedo entre quienes se animan a ella. Se teme escribir [interpreto yo] como se teme a lo desconocido. Uno se aterra ante la idea de la imagen que de sí mismo, por mínima y difusa que sea, por más ficticio que sea el texto, pueda devolverle el espejo de su escritura. (digresión: al escribir esto casi puedo sentir a Roland Barthes diciendo «Toda autobiografía es ficcional y toda ficción es autobiográfica»). Claro [se dirán ustedes], pero esto sólo sucede con los verdaderos escritores, no con las humildes blogueras aporrea teclados. Pero no. Si bien nada puede compararse al reto que enfrenta un verdadero escritor cada que inicia un nuevo proyecto -e incluso ya en pleno desarrollo de este-, los que somos meros aporrea-teclados por gusto y/o necesidad (quizá más esto último) también sufrimos, también enfrentamos temores. Tal vez el primero, y más común, sea hallarse frente a la nada. Sentirse delante de un inmenso vacío. Un vacío que en idea habría de llenarse con la escritura, pero que en la práctica se agiganta, se vuelve imposible de llenar. Y en ese momento, los no tocados por la gracia divina, por un talento especial, tememos no poder hilar nada que logre llenar ese vacío y, en un descuido, hasta perdernos en él. Como en cuento de terror: que el vacío, que la nada de la hoja en blanco, la pantalla de la computadora, que es a la vez la inmensidad, nos engulla.
Pero el vacío de la hoja en blanco (la pantalla de la computadora), no es el único riesgo posible. Hay otro del que sólo se es consciente con el paso del tiempo, cuando ya se han padecido sus efectos. Un riesgo que cuyos alcances, en el corto, mediano y hasta largo plazo, pueden ser dañinos. Y no me malinterpreten. No piensen que estoy ensayando una especie de visión inquisidora de la escritura. Mi divagación no va por ahí, sino por el sendero de las múltiples interpretaciones que dicha escritura pueda tener: uno escribe algo simple, una frase que no tiene mayor pretensión que la de ensayar un poco de ironía, un tris de sarcasmo, ser un vehículo catártico. Sólo eso. Y de pronto, sin que se lo espere, sucede que merced a esa frase escrita sin la menor intención de ofender a nadie, uno se ve uno envuelto en polémicas, es acusado de cualquier cantidad de delitos (antisemita, racista, elitista, discriminador, etc. etc.), juzgado, condenado y hasta linchado por los mismísimos defensores de la corrección política y… la tolerancia. Dicen por ahí: nada puede golpear tan fuerte como las palabras (así o algo parecido) y esto vale para quien sin querer hiere la sensibilidad de otros, como para los que en aras de la defensa de esa sensibilidad herida terminan ejerciéndola de inquisidores-linchadores. También sin querer. Dirán.
Y es entonces cuando surge el temor a escribir. Uno empieza a autolimitarse por el temor a que, como rezan los abogados en las series policiacas gringas: cualquier cosa que escriba pueda ser usada en su contra… en una corte mediática.
Pero no. Hay que leer y escribir a pesar de todo, pese a la desesperación y sus riesgos. No: con la desesperación y sus riesgos. Escribir a sabiendas de que lo que se escriba no nos hará ser amados por quien amamos… (susurran desde el infinito las voces mezcladas de Marguerite Duras y Roland Barthes).
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«Escribir a pesar de todo, pese a la desesperación. No: con la desesperación. Qué desesperación? No sé su nombre». Marguerite Duras. (Escribir).
«Saber que no se escribe para otro, saber que estas cosas que escribo no me harán ser amado por quien amo, saber que la escritura no compensa nada, no sublima nada, que es, precisamente, el lugar donde no estás -es el comienzo de la escritura». Roland Barthes. (Fragmentos de un discurso amoroso).
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Concluyo: Nunca he tenido la pretensión de sentirme escritora. Pero me gusta escribir. Intentarlo. Y por eso blogueo, tuiteo… aporreo el teclado sin piedad.
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55 comentarios:
Me encanta la frase de Barthes.
También me gusta leerte. Sin duda eres fiel a la escritura.
Jeanne
Con respecto a las inquisiciones y linchamientos, hay un fragmento: "y que la gente hable, total la gente siempre habla.."
En la escritura, así como en la vida, la gente "habla", y como se dice por ahí a un 50% le gustará lo que hacemos, decimos, pensamos y al otro 50% no, con lo cuál...que la gente hable..ya queda en una hacerse cargo o no de lo que digan/escriban.
Con respecto al Señor Vacío, pues, mi estimada, todos le tememos y nos enfrentamos a él, escribamos o no.
Qué combo a elegido Ud. para esta entrada: yourcenar + barthes, jaja no se anda con pequeñeces!!!!
aquí, el linkito de la canción del fragmento: http://www.youtube.com/watch?v=VB7uqUtp_24&feature=related
saluditos.
"Nunca he tenido la pretensión de sentirme escritora. Pero me gusta escribir. Intentarlo. Y por eso blogueo, tuiteo… aporreo el teclado sin piedad"
...
:)
que hablen los dedos entonces...
marichuy
Qué complicado es esto de darse a entender cuando se ejerce de escribidora: las palabras, las letras, pueden cobrar “vida propia” y, a veces, hasta discurrir por caminos insondables…
Jeanne
Ese fragmento de Barthes es bello, algo duro, pero bello. Me gusta mucho a mí también.
Gracias por tus palabras.
Saludos
Jules
Es cierto, por naturaleza la gente siempre va a hablar. Para bien y para mal, uno nunca puede quedar bien con todo mundo.
No obstante, no crea: a veces los linchamientos mediáticos pueden ser realmente feos, amén de que no pocas veces son injustos.
Jajá: “el combo que me agarré” Y bueno sólo aclara que aunque la Yourcenar es clienta frecuente de este sitio, en este caso se trata de su paisana La Duras. Por lo demás, es un gran par, y con la tocaya Yourcenar… formarían un trío formidable.
Sobre los vacíos, aquí nomás hablaba de la hoja/pantalla en blanco… de los otros vacíos, esas oquedades más profundas, ni hablo.
Abrazo y gracias por la canción.
Jolie
¿O sea que nomás leíste el último párrafo? Digo porque en esta entrada le di su buena aporreada al teclado. Jajá.
Pero igual: seguiremos intentándolo.
Este aporreo de taclas tuyo para mí es una caricia, y me deja dos pasos más cerca de revelar algunos enigmas.
"Escribir a sabiendas de que lo que se escriba no nos hará ser amados por quien amamos" es algo tan hermoso y real que me ha emocionado profundamente.
La belleza te ha visitado, Marichy. Convéncela, dile que se tome otro té contigo, suele ser bastante huidiza!
Un beso
y perdón por cambiarte el nombre!
Una visión interesantísima de lo que es escribir. Es muy difícil contar una historia a través de la escritura (lo sé por experiencia propia), claro que produce temor al comienzo, pues ya sabés de antemano que te van a juzgar, pero nunca sabés por dónde va a venir el palo!
La pantalla en blanco mete miedo, pero hay que superarlo y escribir. Y siempre te juzgarán. De eso, no se salvó nadie hasta ahora, y tampoco nadie se salvará.
Me alegro que te guste Barbra. No me llama la atención, sos una mujer de exquisito buen gusto.
BESOTES PRECIOSA Y BUEN FINDE!
Usted no se limite, no tenga miedo a escribir. No es de las humildes blogueras, sino una escritora de alta escritura. De su escritura bombea sangre, se la siente palpitar. Y esto no es lisonja barata.
Para mí es fantástico leerte. Fíjate que pienso que eres escritora o periodista.
Te has buscado dos puntales gigantescos, Duras y Barthes...¿ves? me gusta venir.
Un abrazo, sigue dándole la papel, al teclado, a lo que quieras...
Nuevamente me siento identificada y mucho con tu texto.
Lo que me queda claro de ti, es que tus manos no tienen "pelos en su lengua" y hablan sinceramente. Escribes con convicción, con esa libertad que te caracteriza. Y no es fácil.
Adelante.
Escribir con el cuerpo de nuestro corazón es nuestra consigna.
Abrazo tus letras.
Pd. El libro desde cuando lo he querido, debo buscarlo.
SI TÚ ME VIERAS... ES ABUSO DE APORREO Y TORTURA A LA POBRE MÁQUINA, CREO QUE SOLO ESCRIBE QUIEN SIENTE ESA NECESIDAD DE VER SUS SENTIMIENTOS, O SU TRABAJO FRENTE ASÍ, PARA SER LEÍDO O NO.
LA CRÍTICA, EL ELOGIO, O LA CENSURA, SON PARTE DEL SENTIMIENTO HUMANO, TODO ES POSIBLE EN LA RAZÓN HUMANA.
ABRAZOS MARICHUY
Que hablen todo lo que quieran... nosotros seguiremos escribiendo lo que nos apetezca... es nuestra elección.
AdrnRds
¿Será que tenemos miedo a escribir o pánico escénico?
Y es que lo que tememos en si, creo yo, son a las críticas, a las polémicas, a las malinterpretaciones. Escribir no es el problema, porque uno puede escribir en la comodidad de la privacidad individual y crear verdaderas obras maestras, pero no cualquiera se atreve a hacer públicas estas cosas, porque, creámoslo o no, mucho de lo que se escribe esconde parte de nuestra personalidad, de nuestras ideas. Podría decirse que estamos más desnudos cuando escribimos que cuando nos quitamos la ropa.
Yo soy una cobarde... publico cosas que le contaría a mis amigos, a mis vecinos, al señor del micro. Cuando escribo dejando a mis dedos aporrear el teclado, sin pensar, sin meditar, sólo escribiendo... eso rara vez lo he mostrado.. me asusta incluso a mi misma lo que escribo, y no es que tenga malos pensamientos, simplemente noto como me desnudé con las letras... y me da miedo ser juzgada, aunque yo diga que no me importa lo que diga la gente.
Un abrazo!
Marcelo
Gracias por lo de las caricias aporreadas. :)
Temo desilusionarte: la belleza es de R. Barthes, yo sólo la interpreté/traduje.
Un saludo y por lo del nombre, no te preocupes.
Stanley
Pues sí, no queda de otra: hay que enfrentar el miedo.
Gracias por la visita
Besito
Curiyú
Uno lo intenta, ya que le salga es otra cuestión. Gracias por sus palabras: lo de la no lisonja me encantó.
Beso
Virgi querida
¿Periodista, escritora? Nada más lejano.
Gracias pro venir a leerme.
Ese par son inspiradores. Quién fuera ellos.
Un beso
Clarice
Cierto: las más de las veces, la escritura es un acto eminentemente visceral. Quizá por ello es que, en ocasiones, produce temor.
Un beso querida
Querida Abuela
Y no creas... casi puedo verte aporreando el teclado. Y se ve que lo disfrutas.
Un abrazo
AdrnRds
Lo que pasa es que en ocasiones, sin querer se mete uno en polémicas que amén de ser desgastantes y no llevar a ninguna parte, suelen lastimar. En eso pensaba.
Saludos
Cuetzpallin
Más que a las críticas se teme a las malas interpretaciones. Recientemente me ha tocado ver (en twitter y el la blogósfera) que de una cosita casi inocua, los lectores han hecho una cosa tremenda, un gran escándalo; llegando a linchamientos mediáticos absolutamente injustificados. Y esto, amén de reflejar doble moral e hipocresía, muestra que en los medios y redes sociales, persiste la intolerancia, en especial en aquellos que la enarbolan y dicen defenderla.
Saludos
"Aquel que diga que no le importa que lo lean, les miente descaradamente. Si no quisiera ser leído, ni siquiera lo publicaría. Eso sí, es muy diferente afirmar que no le interesa cuántos lo leen. Ahí sí estoy de acuerdo. Aunque suene a lugar común, los blogs no se tratan de rating, sino de lectores. Acá no importa el volumen, sino que la gente que está dispuesta a gastar unos minutos de su tiempo lo haga con gusto. Claro que nos gusta un buen tráfico (¡si superan cómo me emociono cuando veo un caudal de comentarios!), pero al final, vale más saber que tus letras le son importantes a alguien más. Sea uno, cien o un millón, lo que escribes enriquece a otros — y su retroalimentación, por supuesto, te enriquece también."
Pepe Flores http://bit.ly/aes3Gqç
Aporrear teclas. Y despejar, a golpe de palabras, los silencios... para que cobren sentido, a veces para mí, y a veces (gratas veces) para otros.
Abrazos tundidos.
¿Cuál será la línea entre un escritor y un bloguero aporrea-teclados?
Me vienen a la mente escritores como Javier Reverte o Isabel Allende que antes de ser escritores fueron periodistas, o lo que es lo mismo la constante práctica en la escritura y sus experiencias en el medio devinieron en un compendio en donde pusieron todo su expertise y se convirtió en un libro, y se volvieron escritores. He escuchado críticas de algunos escritores con cierto renombre que han dicho que los blogueros somos un fallido intento de ser escritores, "degenerando" en cierto modo el medio y hasta el lenguaje. Pero eso me hace volver a replantearme, ¿cuándo se deja de ser bloguero, periodista, columnista, y se convierte en un escritor?. ¿Será el lenguaje?, ¿las vivencias? ¿los libros vendidos? Porque de ser así, Laura y ahora George, bien pasaron de políticos a escritores. Me parece que en ese afán de encontrar un nombre es un tanto la costumbre humana de ponerle un nombre a todo, como si no hubieran suficientes matices y colores por la vida regados. A mí como a ti, me parece que escribo y leo para exorcizar demonios, para encontrar un modo de enfrentar y sanar mis heridas del buen modo, envés de evadirlas, y cargarlas continuamente. Un abrazo de Lunes insidioso, adorada.
y yo bendigo el que aporrees el teclado, así de sencillo..un abrazo enorme!
Querida Marichuy:
Será que nuestros escritos tienen sus propias vías para moverse en el inconsciente de nuestros lectores -o no tienen otro camino para llegar. Una vez instalados allí, se mezclan con todo lo que ya existe.
Si los pudiéramos leer dentro de la mente de ellos, no los reconoceríamos en su cabalidad.
Por eso sólo somos dueños del significado de lo que escribimos mientras lo estamos haciendo y tenemos la posibilidad de corregirlo, borrarlo o dejarlo volar.
Besos
Ivanius
A veces aporrear, es decir escribir, es guardar silencio. Decía La Duras: "escribir es aullar sin gritos".
Abrazos aporreados
Querido Tessitore
No sé, quisiera darte una respuesta pero no la tengo. Creo que el paso a veces ni se nota. Cuando alguien es escritor, normalmente pasa al revés: primero es escritor y luego bloguea, tuitea, etc. Es la experiencia, sí; pero es también, el dominio del lenguaje, la capacidad de hilar historias bien armadas no meras ideas sueltas.
Cuando dices Geoge, ¿te refieres a George Bush? ¿Y tú de verdad crees que él escribió su libro? Yo lo dudo.
Besitos
Toño
Tan bello. Nomás por tus bendiciones... seguiremos aporreando el teclado.
Abrazote
Luis David querido
Primero que nada: qué gusto saber de ti.
"Por eso sólo somos dueños del significado de lo que escribimos mientras lo estamos haciendo y tenemos la posibilidad de corregirlo, borrarlo o dejarlo volar".
Gran verdad. Gracias por recordármelo.
Bosotes y un gusto tenerte aquí.
De vuelta, y con mucha intención... Fíjate que si, en efecto cuando estimulamos la lectoescritura en este tipo de espacios es por mero gusto.
te puedo platicar una historia de una chica cuyo sueño es escribir, que diario tiene letras en sus pasos, y se tropieza con ellas... y de pronto se reencuentra con el mas grande de sus sueños, publicar, en forma.
Si, cierto que no nos podo tenemos declarar escritoras, pero ante quién?
Escribanas, estoy de acuerdo, escribimos porque nos place, pero si complacemos a quien nos lee, no nos volvemos entonces escritoras?
Yo tengo muchas letras guardadas, ya ahora mismo vengo haciendo el ejercicio mental y visual de escribir una y otra vez, hasta que el estilo y la fuerza se plasme, hasta que la vergüenza sea vencida, el miedo sea guardado y me lleve a mis letras y a mis personajes armados a alguna editorial...
Eso sueño sabes? Y mientras seamos escribanas, y leamos al autor que nos gusta, ya sea en blog, o en libro impreso, en twitt o en face...
por cierto, me encuentras en fb com ale ayon.
Un abrazo y gracias por el estimulo mental
Hey, pero habemos de aporrea teclados a aporreateclados, a mi me gusta darle con singular anarquía, no me cuezo con los q esktiman letras e ideas; pero tampoco entro al mundo de los que como tú, hacen de los espacios en blanco; una invitación a la reflexión, una añoranza al pasado, un suspiro al amor no encontrado, un reencuentro con la soledad, una rebeldía contra la injusticia,una inviación a la polémica o simplemente hacen de un espacio en blanco, la historia que te pone el corazón de pollo y los ojitos de Remi.
Lo de menos son los adjetivos que te des o te den; tu no te autolimites ni te arredres con los riesgos, con los espacios en blanco o con la imagen que proyectes. Los primeros son virtuales; los espacios, ya dije en que los transformas; y la imágen que proyectas, entre muchas otras cosas, es deliciosa.
Justo en este momento estoy leyendo Écrire...
"la escritura llega como el viento, está desnuda, es la tinta, es lo escrito, y pasa como nada pasa en la vida, nada, excepto eso, la vida"
hermoso!
me gusta tu espacio
saludos
Grandes verdades,
Arian
Tu comentario es el de alguien que ama la escritura. Gracias por compartir parte de tus sueños aquí. Y la agradecida por la inspiración, soy yo.
Sólo un reclamo: ¿por qué me desapareciste tu blog? Reclamo porque lo extraño.
Un abrazo, te busco allá
Anónimo
Cierto: como todo en la vida, hay de aporrea-teclados a aporrea-teclados. Unos muy enjundiosos; otros, no tanto.
Tu comentario es muy, muy, amable. Gracias por tan bellos conceptos. Me gustaría, algún día, merecerlos. Sólo lamento que los hagas desde el anonimato.
Saludos y gracias otra vez.
Nochestrellada
Qué bella esa cita de ‘Écrire’. Gracias por traerla aquí.
Y gracias, también, por la visita y por tus palabras.
Saludos
Luis
Así es.
Saludos
chale=la=vieja=banda=ya=no=se=aparece=por=
aqui=fresas
Marichuy. Sin meterme en debate, te dire que cuando uno es un lector hecho, es facil notar cuando hay gusto, y cuando se logra transmitir ese gusto. No ire muy lejos para poner un ejemplo: Henry James, es innegable que para el escribir era todo un oficio, pero no logra seducir, no logra transmitir ese gusto. Y hay quien puede escribir unas lineas o muy pocas y da para seguir frecuentandolos, no dire el tan sobado ejemplo de Rulfo, simplemente citare a Lichtenberg que se conformo con dejar fragmentos (restos) de su inteligencia, y esas han bastado para hacerlo perdurar. Siendo el mismo editor del almanaque (asi se le llamaba al periódico de aquellos tiempos) nunca se edito, y dejo instrucciones de que se quemaran sus libretas, (mismas que no llegaron al fuego) en fin. Se te frecuenta por querencia, por gusto. Si es o no es blanco, gris amarillo. ¿Qué mas da?.
Abrazos.
Chilly
Ya ves: todos me abandonan. Tú el primero. Lo cual sólo confirma mi sospecha: eres un fresa de clóset.
Besitos
GAB
A saber en qué radica ese misterio, que hace que algunos logren despertar esa querencia que dices tú; que te invitan a frecuentarlos.
Gracias por tus palabras y tus "frecuentaciones" (sigue sin gustarme la expresión).
Abrazos
Escribir por ejemplo...
Siempre recuerdo esta corta linea de Neruda, y después escribo las peores sandeces!
Me considero como un aporrea teclados como dice Tessi. Pero aun si no escribo bien, lo hago con cariño. Me he dado cuenta de que es mas fácil leer y criticar después... Pide menos esfuerzo y agallas.
A veces decir lo que uno siente o ha vivido requiere una dosis extra de valor, pues en ciertas ocasiones es algo así como "poner la otra mejilla". También, de vez en cuando las palabras nos escapan y derrapan, hiriendo involuntariamente, o tomando formas que no nos esperábamos... algo así como cuando hablamos de amor, hacemos la pregunta equivocada y recibimos la respuesta correcta. Y ese titulo de Serge Gainsbourg que dice "Je t'aime; Moi non plus" es el ejemplo ideal de la falta de atencion a lo que se te pide... De cualquier manera, en el amor todo es creer mas que saber.
Y finalmente, me vienen a la mente esos blogs que uno visita religiosamente, igual que se visita un familiar o un amigo. Esos donde sabemos de antemano que nos harán reír, aprender, enojar, opinar, pero que invariablemente nos dejaran con la impresión de haber aprendido algo.
Seguirás siendo una de mis mejores "frecuentaciones"... ;o)
Un beso para ti Marichuy, y Feliz Sainte Catherine a toda la gente que trabaja en la alta costura!
Boludaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! Estaba leyendo tu post y lo sacasteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!
No sé porqué he tardado tanto en venir, si es un lujo pasarse por tu casa Marichuy.
Ese poema del silencio es... magnífico y este post tuyo es... como una pequeña bomba.
Debo retomar viejas costumbres, sin duda.
Un beso.
Sue.
Hola Marichuy: si no leo escribo eso decía siempre un amigo. Borges anteponía la tarea de lector a la de escritor pero eso era simplemente una frulsería, Borges es un grosso total.
Siempre consideré a la escritura como un acto de exorcismo, sacando toda su carga cinematográfica, escribir para espantar lo que hay dentro aunque, debo confesarte Marichuy, mis dudas son cada vez más gigantes sobre esta concepción.
saludos
Le Cid
El título de la chanson del gran Serge viene bien. A veces, y no sólo con la aporreada del teclado, uno acaba entablando relaciones del tipo: "Je t'aime; Moi non plus".
Un beso y gracias
Curiyú
Usted de verdad va a terminar odiándome. Y yo seré la responsable.
:P
Sue
Bienvenida a este blog. Y muchas gracias por tus palabras . Sobre el poema, fíjate que me lo encontré, buscando otra cosa, en una periódico del año 2000.
Un beso
Mario
Borges un grosso total. Tal cual.
Yo me empeño en creer que la escritura sirve, entre otras cosas, para eso: para exorcizar.
Saludos
Primera vez en tu sitio y me encuentro con este texto tuyo, que me hace que me reconcilie con la escritura...
Ha sido verdaderamente un placer, abrazos.
Ate
Otra aporreadora de teclados.
pd. Me llevo ese fragmento de Barthes...
Karol
Gracias por la lectura.
En cuanto a tu reconciliación con la escritura, el mérito es todo tuyo.
Un abrazo
PD Haces bien en llevarte a Barthes.
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