escribir

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva; arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.[Georges Perec]

septiembre 06, 2010

digestivo en ayunas

aperitivo.- Moría por tener uno así. Había sido el objeto de mi deseo desde el día en que lo descubrí en la página central del catálogo de conocido almacén departamental y su brillo acerado me atrapó como si de un galán de cine se tratara. Un diseño moderno y ergonómico, decía el catálogo del citado almacén donde hay que ser totalmente palacio para ser. Tras enterarme de sus características y constatar que su precio no era estratosférico, sin pensarlo me dirigí a la sucursal más cercana. Una vez ahí, sin detenerme a mirar nada, subí al cuarto piso decidida a comprar el codiciado adminículo. Nada más acercarme al mostrador de electrodomésticos, un amable y sonriente chico se acercó para atenderme y minutos más tarde ya tenía en mis manos el di-vi-no cuchillo eléctrico marca Krups Modelo GVD241, con cuchillas de acero alemán templado cuyo filo jamás se desgastaría. Ni falta hizo que el chico se esforzara por convencerme de comprar tal maravilla, así que sin mayor tardanza firmé el voucher respectivo. Salí del almacén feliz. Era muy probable que en mi recién iniciada vida fuera de la casa familiar, alguna vez no tuviera qué comer, pero a cambio contaría con el instrumento idóneo para cortar rebanadas perfectas (de aire), lo mismo en alimentos frescos que congelados y tan fácil… como deslizarse sobre mantequilla.  



directo al plato fuerte. Seis meses después de la feliz compra, yo seguía sin estrenar el cuchillo eléctrico. Seis meses viviendo sola, ya con varias reuniones realizadas en mi depa de soltera, y todavía no había probado las sedosas cuchillas del Krups. Pero por fin había llegado la oportunidad. Qué mejor ocasión para estrenarlo y comprobar la calidad del acero alemán, que rebanando la pechuga del jugoso pavo ahumado congelado. El día, un frío 25 de diciembre cuando después hacerme la remolona entre las sábanas, harta de escuchar los reclamos de mi estómago dejé la cama y tras una ducha tibia entré en la cocina con el propósito de cocinar algo… sólo para comprobar que en el refrigerador, salvo café, yogurt, no había nada para comer ¿Y quién va al supermercado un 25 de diciembre? Nadie. Al menos, yo no. Así que no me quedó más remedio que sacar el pavo refundido en el congelador desde semanas atrás. Al ponerlo en el fregadero el pobre animal sonó como piedra, pero yo, ansiosa por estrenar mi cuchillo, ni me inmuté pues el acero alemán era infalible. Una vez que lo acomodé recargándolo contra la pared interior del fregadero y sosteniéndolo con mi mano izquierda, me dispuse a rebanarlo, comprobando que efectivamente el desliz de las cuchillas del Krups era veloz, perfecto, aunque no con la suavidad de la mantequilla cayendo sobre pan recién tostado, sino como debió deslizarse la guillotina sobre el cuello de María Antonieta. Así lo habría sentido el ave muerta de existir tal posibilidad y de igual forma lo sentí yo cuando en cuestión de segundos el filosísimo cuchillo se me resbaló y de la congelada pechuga del pavo fue a dar, directo y sin escalas, a la falange media de mi pulgar izquierdo sin que yo pudiera hacer nada para evitarlo. El roce del frío acero penetrando en mi piel me hizo reaccionar de inmediato, aunque no lo suficiente y mis reflejos todavía adormecidos apenas alcanzaron para aventar el cuchillo y el pavo, al tiempo que un borbotón de sangre saltaba frente a mis azorados ojos. 

digestivo.- 25 de diciembre, una de la tarde, ciudad desierta, mi familia volando con rumbo a las costas de Oaxaca y yo con un botiquín de primeros auxilios tan exiguo como mi refrigerador, viendo la sangre correr dentro del lavabo, imparable, inmune a los chorros de agua y alcohol. Finalmente, como pude cubrí la herida y salí en busca de un doctor. Por suerte, a tres calles se ubicaba el Hospital Infantil y hacia allá me dirigí ansiosa, mientras el rastro de mi sangre teñía de rojo las aceras de la colonia Nápoles. Hospital casi vacío, doctores con cara de desvelo a causa de la guardia o de la cruda, poco personal administrativo, todos con malos modos, y yo salpicando de sangre sus inmaculados pisos. Cuando se dignaron atenderme me asignaron a un jovencísimo doctor -quizá haciendo su internado-, quien con displicencia empezó a desinfectar mi herida y luego buscó la forma de parar la sangre. Cuando lo consiguió se dispuso a suturar, aunque por su tosquedad e impericia más parecía estar zurciendo un costal de yute. Finalmente terminó con un remache igual de malhecho y dio por concluida mi cura. Una vez que liquidé la cuenta, salí a la fría calle y camine de regreso a casa. Nada más llegar, me dirigí a la cocina y sin ninguna delicadeza tomé por las patas al ave todavía congelada y la refundí en el congelador de donde sólo salió semanas más tarde para ir directo al basurero. El pre-cio-so cuchillo, una vez lavado y devuelto a su estuche, quedó guardado en lo más alto de la alacena. El hambre se me olvidó, pero para calentar mi helado cuerpo y de paso digerir el susto, me tomé al hilo dos tragos dobles de Grand Marnier, los cuales, además de proporcionarme un rico calorcito, me enviaron de regreso a la cama de donde no salí sino hasta la mañana siguiente… con rumbo al supermercado. Fin del romance con el Krups. Si alguien lo necesita, está semi nuevo.


*****

58 comentarios:

emilio dijo...

Si... y es que son un peligro esos cuchillos eléctricos. Yo también caí, lo tengo y sólo lo he utilizado para cortar unos cables metálicos, lo que me costó una eternidad y casi un dedo.

Un abrazo.

Darío dijo...

Odio los cuchillos, aunque pobres, no tienen la culpa de que ese destino le hallan dado los dioses.
Por otra parte, que todo sea eléctrico, comienza a ponerme nervioso. Habrá inodoros eléctricos?

virgi dijo...

Te leí de un tirón, bordas el relato de principio a fin, sin un parpadeo. Ojalá los romances que terminan se cortaran así, ¡zas! de un tajo.

Besitos

jess dijo...

Pues a mí sí me gustó y me llamó la atención.
XD

Siempre he odiado que tooooodos los cuchillos de casa (que es tu casa) nunca tienen nada de filo.

Siempre tengo que estar utilizando mis dientes como aborigen porque nomás no cortan nada de nada.

Pobre de ti Marichuy.... tan enamorada que estabas de tu adquisición para terminar aventándola y casi, casi maldiciéndola... jijiji....

Un abrazote linda!!!

Jo dijo...

es que a veces ciertas compras resultan una suerte de cosas que no decian en el instructivo...

Yo no quiero ser chica palacio :S

marichuy dijo...

Emilio

Un chuchillo de cocina lo has utilizado para cortar alambre? Vaya, tú si que eres extremo. Yo de plano, no lo he vuelto a utilizar

Un abrazo

marichuy dijo...

Curiyú

Yo tengo una relación extraña con los cuchillos: odio que no tengan filo, pero me dan pavor los muy filosos.

Ya existen los inodoros eléctricos (algo parecido)

marichuy dijo...

Virgi querida

Ojalá, verdad? Que todo pudiese terminarse así tan de tajo... que los amores dolientes pudiesen cortarse de una vez y para siempre… tal como la cabeza de María Antonieta: de una sola cuchillada.

Gracias y un beso

marichuy dijo...

Jess

Me pasa lo mismo: igual de salvaje, muchas cosas las abro con los dientes y en mi casa (cuando vivía con la familia) los cuchillos nunca tenían filo.

Me gustan con filo, pero no tanto como el mi cuchillo alemán

Un abrazo

Tessitore di Sogno dijo...

Los medios tienen ese poder, adorada, de hacernos creer que necesitamos lo que no nos es útil. Pero ahí vamos felices a enriquecer a los oligarcas, al sanborns por el nuevo ipad. ¿Qué pare qué sirve, compadre? pues qué importa compadre, para lucirlo con el vecino, para insuflarle oprobio al coworker. ¡Que ya salio el nuevo ipod, el nuevo iphone!... ¡vale!, a reciclar el anterior! ¿Qué no tiene dinero? ahí están los meses con CAT%0. ¿Qué su categoría da para una mejor zona residencial, que el vecino es un petardo? ¡A qué espera, cámbiese! que para eso se inventaron las hipotecas a 20+ años! ¿Qué diría el pobrecito de Carlos Marx si hoy día visitara oligopolilandia y descubriera que somos pioneros en inventar la maquinita esa para controlar las mentes. Ya hablando en serio, adorada, cuando llegué a la partecita esa del dedito me ha dolido hasta a mi! Un abrazo cariñoso de lunes lluvioso! Ah y espero que el mood del viernes sea cosa del pasado.

Nash dijo...

Jajaja.. disculpa que me ría, pero dime.. cómo recordaste ahora a ese cuchillo?? bueno, supongo q después de lo que te hizo sería difícil de olvidar, pero ¿por qué lo recordaste ahora?

Yo sólo tengo un cuchillo, con muy poco filo, necesito otro, pero no lo quiero eléctrico.. ahora me peleo con una cosa q sirve para licuar pero no es licuadora :(, maldita mercadotécnia.. ahora hasta estoy apunto de mejor comprarme un molcajete.

Saludos!!

Darío dijo...

Me estás jodiendo? Este mundo está perdido con inodoros eléctricos!

marichuy dijo...

Curiyú

Jajá. fíjate que hace un tiempo, en Berlín, me tocó ver un inodoro ambulatorio genial. Claro que funcionaba con agua, pero todo el mecanismo era eléctrico; todo, incluido el autolimpiado entre usuario y usuario con un cepillo que parecía manita de robot y el agua que corría dentro dl inodoro más parecía una ráfaga eléctrica que un chorro de líquido.

Un beso

marichuy dijo...

Cuetzpallin

Yo también me río... ahora. Y aunque quisiera no puedo olvidar el cuchillo, ni el evento ni al pavo asesino: a diario veo la cicatriz que me dejó el costurero ese del Hospital Infantil Privado (jajá).

De haber sabido, te heredo mi molcajete: mi abue me dejó uno pero pesa tanto que la verdad un buen día lo regalé.

Un abrazo

marichuy dijo...

Jolie

No creas, el instructivo no engañaba, sólo que no esperaban que en lugar del desliz como mantequilla de sus cuchilas, las de matequilla fueran mis manitas, jajà.

marichuy dijo...

Querido Tessitore

Cierto, la publicidad, sobre todo la televisiva, obra milagros en el consumidor. Pero en mi caso... ni falta hizo: como en la casa familiar los cuchillos nunca tenían filo, yo moría por uno que si cortara. Y aunque me salí con mi caprichito… bien caro que lo pagué, jeje.

Sobre el mood del viernes, sólo puedo decirte que hoy (desde ayer)

I’m in the mood for love (conoces el film de Won Kar Wai?).

Besitos

Tessitore di Sogno dijo...

Adorada,

Cualquiera con una hypersensibilidad como la mia ha visto todas (o casi todas) las pelis de WKW, en mi caso he visto ITMFL, 2046, Happy Together y My Blueberry Nights, siendo desde luego 2046 la insuperable (aunque ya se que tu te quedas con deseando amar, como acá le pusieron).

Lo que si es que nunca olvidaré aquella dama bajando los escalones con su bote para tallarines, la lluvia al son de Yumeji's Theme y los besos nunca dados. Una pena.

marichuy dijo...

Querido

Eso dicen: "2046" es su Obra Maestra. Pero qué quieres que te diga, para mi "In the mood for love" es la película, la película de Won Kar Wai y una de mis favoritas de toda la vida.

Besosss

Edmundo dijo...

Uy, esto si que me dolió más que las decepciones del amor. Te prefiero cursi y no cortada por un cuchillo.

marichuy dijo...

Edmundo

Jajá, me hiciste reír. Temo que la cursilería no es como la gripe, es decir... no se alivia.

Un beso

Tessitore di Sogno dijo...

Adorada, lo acabo de leer y viene como anillo al dedo con el temita de hoy:
http://www.elpais.com/articulo/portada/elpepusoceps/20100905elpepspor_7/Tes?print=1
Un besazo!

Ivanius dijo...

Los objetos de deseo no tienen por qué ser útiles, basta con que impacten al presupuesto, al tiempo o al espacio.

Lo bueno es que después se reciclan, como seminuevos. Y así pueden dar lugar a más versiones de una historia.

Abrazos biodegradables.

Anónimo dijo...

Yo quiero el cuchillo. Las historias de codicia, ambición, pasión, sangre y final tajante me encantan, más si existe un mudo testigo a milado que lo recuerde.

Besitos rehabilitantes y condescendientes adorada y admiradísima Marichuy, adorable relato; sorprendente y perturbador destino para la relatora; lamentable destino para la herramienta.

QUANTUM dijo...

Marichuy

Quizá no se lo imagina... pero disfruto visitar su blog.

Anónimo dijo...

Lamento Marichuy el accidente, son las tribulaciones de vivir solo (tengo varias experiencias de ese tipo).
Además es evidente que la cocina no es el lugar más visitado de tu morada. Sos de las mías, nosotros no nacimos para estas tareas.

Y la próxima vez, en lugar de un cuchillo comprate un foulard de Hermès, es más lindo y menos peligroso!

BESOTES HERMOSA!

malbicho dijo...

han de ser interesantes tus ventas de garage

=)

Tessitore di Sogno dijo...

Por cierto, adorada, me quedé con el temita del cine: ¿ya viste las flores del cerezo? a mi me pegó durísimo (más duro que la vida soñada de los ángeles o 2046). Lo menciono porque es una obra de arte y no apta para sensibles, porque los destroza sin piedad pero porque al mismo tiempo es tan sutil y tan hermosa que vale la pena el sacrificio.

Oye adorada, a ver si con este climita lluvioso te vas a tu cafecito gourmet, ese que me dijiste el otro día en la Nápoles o Del Valle (no recuerdo bien en donde), con un libro de la Yourcenar y un álbum de fotos de Jonathan Rhys Meyers encueradito como dios nos lo trajo al mundo. Rodeada de tan magnánimo escenario sentirás que el otoño se ha adelantado y luego vienes acá y me cuentas qué tal te ha funcionado.

Ah por cierto, por ahí vi que unos lectores te dicen adoradísima y como yo te digo adorada ya me sentí menos.. snif!

marichuy dijo...

Querido Tessitore

Gracias, muy buen artículo. (no vaya usted a creer que soy una consumista; bueno, nomás de libros y películas... y café).

Besosss

marichuy dijo...

Ivanius

Pues te diré: algunos objetos del deseo son muy útiles, amén de ensoñadores o placenteros.

Abrazos

marichuy dijo...

Querido Doc

Es usted un fetichista. Lo único malo es que el cuchillo ya no tiene el rastro de mi sangre en el acero; de lo contrario, vaya que sería un fetiche, jajá

Abrazos y gracias

marichuy dijo...

Quantum

A veces, lo he llegado a imaginar.

marichuy dijo...

Querido Stanley

Jajá, eres malo: a mí si me gusta la cocinada. Creo que cocinar no sólo es un arte, también es un placer mayor. No obstante, coincido... muero por un foulard de Hermès.

Besos

marichuy dijo...

Bichito

Tú no tienes corazón.

Abrazos

marichuy dijo...

Mi querido Tessitore

'Las flores del cerezo' me pareció magnífica, pero a saber qué mood andaba yo porque no me pegó tan duro como la de Won kar Way (In the mood for love) o 'La vida soñada'. De la misma directora (Doris Dörre), te recomiendo una comedia ligera y mordaz (por aquí en el blog tengo un viejo post al respecto), llamada Männer (Hombres, hombres…). Muy disfrutable.

Ja, usted no se me sienta que quiere menos, jamás (y de mi parte igual: mucho corazón de pollo, pero le cabe harto amor).

¿Creerás que Bombón Rhys Meyers, me gusta más vestido? Mi afección a él llega al punto de haber visto algunos capítulos de "The Tudors" (harta pena de confesarlo).

Besosss

PS Mándame un mail (en mi perfil de blogger está mi correo)

[ berna ] dijo...

Y tu crees que yo quiero un cuchillo que tenga tendencias a picar dedos humanos?? no gracias!
Qué simpática descripción. Estaba perdida, lo se, y sigue siendo un gustazo leerte de nuevo marichuy-ita.

La abuela frescotona dijo...

SUELE PASAR QUE NUESTROS ROMANCES TERMINEN IGUAL, CONSUÉLATE, A MI ME PASÓ LO MISMO, PERO CON UN CUCHILLO NN, SIN MARCA Y SIN FILO, PERO ME REGALÓ TRES PUNTOS EN LA MANO
MARICHUY, LA PRÓXIMA NAVIDAD, PÁSALA CON TU FAMILIA...
ABRAZOS QUERIDA AMIGA

marichuy dijo...

Berna

Pues yo si quería uno. Ya no más (jamás lo he vuelto a tocar).

Me da gusto tu regreso

Un beso

marichuy dijo...

Querida Abuela

Y cortarse con un cuchillo sin filo es una ironía.

La cena de Navidad (24) sí la pasé con mi familia, pero lo de ir a Oaxaca no pude por compromisos laborales.

Un abrazo

g. neidisch dijo...

Aquella sonrisa me esperaba
oculta sobre el plato
dos yemas amarillas me amenazaban
mis vuelan pies del norte al sur del comedor
solo necesitaba el cuchillo
recuerdo su ausente filo
el calor me hizo pensar en mi sexo más filoso
la sonrisa llegó, a mi rostro
el calor se llevó las llemas
el frío me trajo esta cicatriz
no, mi sexo no es tan filoso

Unknown dijo...

Disculparas la sonrisa, pero suele pasar con esas compras que de pronto nos hacen tal felices y tardamos meses en usarlos…además no se , los cuchillos eléctricos no s eme hacen el mejor invento, en verdad que no…

marichuy dijo...

George

Zaz... y del cuchillo eléctrico, cuasi asesino, pasamos (y sin escalas) al miembro viril masculino... toda una hazaña

Besosss

marichuy dijo...

Toño

Por lo general pasa que si no estreno la compra casi de inmediato, se me olvida que ahí la tengo y luego pueden pasar meses sin que yo recuerde esa compra que antes me pareció tan necesaria.

Ahora resulta... que a todos les parecen innecesarios los cuchillos eléctricos… jajá

Anónimo dijo...

Gracias Marichuy por tu visita!

BESOTES!

Unicornio dijo...

Heroica Marichuy:

Es (casi) increíble que en 2 dos tristes post 2, me haya convertido en tu cuasi-admirador: el asunto de "lo cursi" y el asunto del bisturí-doble-mecanizado-nazi.

Usalo una vez más (nomás para evitar traumas a futuro)... pero SIN conectarlo o activarlo (si es de baterías). Empléalo para serruchar un buró demasiado alto, un póster demasiado pretencioso o un árbol genealógico demasiado traumatizante, jeje!

Después de todo, como nos decía un eximio profesor de profesores, cirujano altruista, para nada plástico: "la hoja del bisturí es sólo una herramienta: lo que la hace divina o infernal es la mente y las manos de aquél que la maneja".

¡Bienvenida a los héroes que nos dieron patr... !

(Ooppsss! Perdón por el exabrupto Bicentenárico. Tú sabes, ya casi es un "mantra" de tan repetido, eso del "Bicuentenario". Va de nuez:)

¡Bienvenida a los héroes anónimos que presumen orgullosos sus cicatrices de la Vida! Ahora puedes decirle a alguien interesante que sufriste de esa herida intentando salvar una vida (la de tu dedito pulgar, but of course... los Unicornios nunca mienten... si acaso, exageran un poquito, ejem...).

Cuídate mucho cuando uses cuchillería germana. Aún tienen los resabios del tal Wotan,y luego tienen "vida propia" (sobre todo, cuenta una leyenda, cuando no sienten la seguridad y decisión en la mano que la porta).

Un saludo nada cursi (recuerda del post anterior: YO no dije nada de lo que dije!), pero solidario, de parte del

espadachín Unicornio...

P.D. Confieso que... Yo también caí alguna vez en las garras de la maldición "Totalmente Palacio"... pero era una inofensiva cámara SLR Canon que tenían en rebaja, y después de todo, creo que yo fuí el ganón, jijiji!). Buenas Noches, Marichuy!

marichuy dijo...

Stanley

Nada que agradecer

Beso

marichuy dijo...

Querido Caballero del Cuerno Cuaco

Muchas gracias por la comprensión, hasta que alguien no me reclamó por comprar un cuchillo eléctrico alemán. Vaya usted a saber, diría Freud, qué significado exista detrás de mi obsesión por tener uno. (la entrada anterior hablando de cuchillos eróticos -en La fille sur le pont- y ahora mire, un cuchillo nada erótico).

'Volver a usarlo pero sin conectarlo', jajá, se pasa usted.

Si yo le confesara, cargo conmigo innumerables heridas de guerra, unas visibles y otras, las más dolorosas, imperceptibles a simple vista.

Ni siquiera caí victima de la publicidad Totalmente Palacio: el catálogo llegó a casa de mi tía y ahí fue donde lo vi, pero ya le traía ganas desde antes. Y no fui a la tienda para sentirme "totalmente palacio", publicidad que, dicho sea de paso, me parece mamonérrima.

Un abrazo

g. neidisch dijo...

Hmm.. los cuchillos en la cocina. ¿Sabes algo? a Andreu le encanta esa barrita magnética bajo la alacena, detrás de la máquina de café, donde cuelgan todos nuestro cuchillos.
Algunos dicen que al cocinar cada cuchillo tiene un uso, que para carne, que para verdura, etc. Otros que cada cuchillo tiene un dueño, o sea, que el cocinero corta de todo con el mismo cuchillo, siempre enjuagándolo antes de cambiar de objeto cortado.
hmm.. si o fuera eléctrico, deberías regalármelo.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Que forma tan diferente de decir las cosas, por eso me encanta pasar por aqui...

Saludos y un abrazo.

marichuy dijo...

George

A mí también me gustan esas barritas, será porque los cuchillos me atraen de una forma rara.

Te lo regalaría si no fuera eléctrico. Claro que sí.

Besitos

marichuy dijo...

La Sonrisa de Hiperión

Gracias por pasar y por el abrazo. Va uno de regreso

Anónimo dijo...

uy nena, que mala experiencia, =0( te juro ue senti el dolor... soy re coyona para la sangra, la veo y sin falta me desmayo no la tolero si de algo estoy segura en esta vida es que yo no pude ser medico o enfermera, veterinaria o pollera nada que tuviera que ver sangre.. no, no es lo mio.

Mi mama siempre ha dicho que los cuchillos alemanes son los mejores y cuando fui a comprar mis primeros el 90% chinos.. aaahh.. que trabajo encontrar unos buenos, pero si.. valen la pena aunque ya sabemos que hay que aprender a usarlos, el filo es algo de cuidado. Los electricos, fijate que yo no tengo uno... y no se me ha ofrecido hasta ahora. ya te buscare para que me lo prestes ;)
que estabamos bien cerca por lo que veo, estaba en Vermont =0p en fin.. aquellos tiempos.

un beso nena.

marichuy dijo...

Sonis

Experiencia que ahora me da risa; mucha.

Yo creo que los cuchillos alemanes (y suizos) son los mejores. De los hombres, me cuentan que también que son los mejores por ser los más fieles(los alemanes). Pero de esto último, a diferencia del filo de sus cuchillos, no puedo dar fe.

Besos

Clarice Baricco dijo...

Me reí mientras te leía. Aclaro que no fue de burla. Fue de gracia, además que yo ni loca se me antojaría un cuchillo de estos, jajaja...ya que el arte de la cocina no se me da. Si yo tuviera ese cuchillo no estaría aquí y no por suicidarme, si no ya me imagino las cortadas.
En fin, que ese cuchillo lo compraste para que se contara la historia, así que no fue mala inversión.


Besos.

marichuy dijo...

Clarice

Créeme, ahora yo me río mucho de mis chocoaventuras con el pavo asesino.

Gracias por tu mirada

Un beso

Lulu dijo...

Juajuajuajaujuajua...
Bien dicen que la realidad supera la ficción...
Yo creí que estaba hablando de un personaje, un cuentito corto!!

Vaya manera de anunciar y propagandear a uno de los objetos más "must have" de su venta de garage, Miss.

Me voy a copiar la técnica, no se vaya a creer... jajajajajajajaja...

Abrazos enormes!:D

marichuy dijo...

Miss Lulú

El Krups no está en el catálogo de la venta de garaje. Está a disposición de quien se lo quiera llevar y lo use sin destazarse una mano. e más, si lo consigue, hasta le doy una plata a cambio, xD

Abrazo

Lulu dijo...

Juajuajuajuajuajuajuajua!!
MIss! Qué gracia me dió su comentario!!!

Bueno, pero le salió asistente "caza-Krups"? Alguien se encariñó con él?

Yo, como lo que soy yo es vegetariana ovoláctea o "pescetariana" ocasional... pues, qué le digo que no me hará falta ni un tantito? Sino, con todo gusto!:D

Suerte le deseo en la búsqueda de un amante de su antiguo fetiche culinario... Abrazote!

marichuy dijo...

Miss

Pues no, ahora resulta que a NADIE le gustan lo cuchillos eléctricos ¿usted cree se semejante cosa? Yo no.

Abrazo