escribir

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva; arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.[Georges Perec]

junio 01, 2010

lluvias y sabores

En silencio y sola, al amparo de la oscuridad y acodada en el quicio de la ventana abierta al frío nocturno, contemplaba el paisaje después de la lluvia. Siempre le había gustado perder la mirada en la calle solitaria, desnuda, renovada después de un aguacero cuya furia había alejado todo vestigio de vida. Más de dos horas de tormenta y oscuridad; sin poder hacer nada tan sólo pensar; lo último que deseaba y que no podía evitar. Miraba sin ver la calle tenuemente iluminada por las luces amarillentas, mientras en su mente discurrían noches lluviosas como esta, cuando ella y su madre estaban solas en casa y ella se acunaba en su regazo, temerosa de los rayos y centellas venidos desde el cielo. Con los años sus pueriles miedos quedaron en el olvido; pero no podía evitar que la oscuridad y la lluvia intensificaran la sensación de desolación surgida a raíz de la intempestiva muerte de su madre y la partida dolida de Él -semanas antes del deceso materno- a causa de su negativa a irse juntos casi al otro lado del mundo. Detestaba pensarlo y luego se consolaba diciéndose que era cosa de la lluvia. Él amaba los aguaceros, porque –decía- eran capaces de llevarse todo y porque tras de sí dejaban un sosiego que hacía olvidar cualquier tormenta. Ella solía responderle –con inspiradísima cursilería- que las lluvias ciclónicas, podrían arrastrar consigo cualquier cosa; pueblos enteros incluso; todo… menos los recuerdos. Ahora estaba más segura que nunca de ello (con todo y cursilería), pues en ese instante, muchas noches lluviosas después, su recuerdo permanecía imborrable e intacto el sabor de sus labios en su memoria sensorial. Podía evocar, casi salivando, sus besos, cuyo sabor era una mezcla del aroma propio con el regusto dejado por los Montecristo y el buqué del coñac con que solía acompañarlos y que casi siempre terminaba tomándose ella con la complicidad de él, pues (erróneamente) atribuía al licor su posterior desinhibición. No dejaba de ser una ironía que a ella, no fumadora y repelente al cigarro común, le gustaran así los besos con sabor a habano. Pero así era. Y los extrañaba tanto. Buscando palear su falta, alguna vez se animó a seguir el consejo de Julito -su mejor amigo y dueño de un gran corazón habitado por un sinnúmero de amores alternos-, quien le había regalado una caja de habanos y una botella de coñac para que corroborara que los besos con sabor a Montecristo, y un poco de coñac, sabían todos igual. Pero se equivocó. El Arquitecto con quien se animó a experimentar, según él mismo, todo un experto en las artes amatorias y catador de los mejores licores y tabacos, resultó un chasco. Por más que fuera buen fumador y conociera de elixires etílicos, besaba que daba flojera en vez de emocionar, ya no se diga incitar a otra cosa. Y como los Montecristo no sabían igual en sus labios, ella había decidido conservar la duda respecto de sus demás aptitudes. Lo peor fue que desde ese fallido experimento, el recuerdo de Él era aún más recurrente. Ensimismada en su añoranza, casi brincó al escuchar el sonido del timbre que de improviso la regresó al presente. Si bien no era tan tarde, sí era muy extraño que alguien fuera de visita a esa hora. Cautelosa bajó las escaleras y se aproximó a la puerta sintiendo su corazón latir aceleradamente; antes de abrir, miró por el visor y lo que vio hizo que su pobre corazón casi se desbocara...



Abrió la puerta y lo miró aparentando una serenidad que distaba de sentir, preguntándose ¿qué hacía él ahí a quince meses de su partida y justo en uno de los días en que más lo había evocado? Quiso odiarlo por llegar como si nada; se reprochó sus nervios de quinceañera y deseó desaparecer de la faz de la tierra con todo y el temblor de sus rodillas. (y de otras partes menos púdicas) Todo eso le bullía por dentro, en tanto él la miraba con una sonrisa tímida e intentaba, con voz temblorosa, algo parecido a una explicación y algún otro descargo balbuceante, típicamente masculino. Fueron cinco largos minutos de mirarse sin decir nada, hasta que finalmente le franqueó la entrada. Una vez dentro, sin mayores preámbulos le ofreció un coñaquito para atemperar la fría humedad. Sin decir palabra, él asintió al tiempo que palpaba el bolsillo superior de su chaqueta y extraía un estuche individual de aluminio. Ella respiró hondo, puso la copa de coñac en la mesita de al lado, le acercó un cenicero y se sentó a esperar que fumara en busca de la calma necesaria para hablar; calma que no parecía llegar a juzgar por lo apresurado de sus movimientos. Cuando él hubo consumido un tercio del Montecristo, lo dejó sobre el cenicero y dio un trago al coñac antes de retornar a la silenciosa contemplación de su anfitriona. Harta del nerviosismo e indecisión de él, ella optó por mandar al carajo la sensatez que no tenía, apuró el resto del coñac, se puso de pie y se abalanzó sobre él. A horcajadas sobre sus piernas, lo besó con avaricia como si quisiera sorberle todo el sabor del tabaco y mezclarlo con el buqué del licor que acababa de tomar, para así recobrar el sabor de su nostalgia. Lo besó hasta casi dejarlo sin aliento. Una vez saciadas sus primeras ganas, se apartó ligeramente y mirándolo a los ojos, dijo para sí: Julito no tiene una maldita idea de nada. Y sin hacer caso al desconcierto de él, le lanzó un ¿y a qué has venido? Él sonrió, finalmente relajado, y pegándola hacía sí lo más posible, le contestó: primero me desquito y te beso hasta dejarte sin aire y después, ya sabrás
Y ella supo… ambos supieron…



"Cae la lluvia sobre junio
el espíritu de la mujer que ama
corre en tu cuerpo…
se desnuda en las calles"

Homero Aridjis
 
 
************** 

50 comentarios:

marichuy dijo...

Justo hoy, apenas pasado “El día mundial de No fumar”, vine evocar aquella lluvias y esos sabores tan lejanos.

Tessitore di Sogno dijo...

Y ella era capaz de disfrutar ese rastro de puro y me recuerda a un día que fui a ver un partido chivas-cruz azul en la plaza México, yo que tanto detesto ese nefasto deporte de mal gusto. Lo curioso es que es/fue uno de los días más felices de mi vida. Querida, me encantan éstos relatos de amor, lluvia, recuerdos, pasión. IMHO, solo superados por aquellos donde hablas de abadías. BACI!!

Champy dijo...

Lo que son las cosas... tu pensando en El Vicio y yo en la venganza.... Porque esta vez apoyo al 1000% a Julito!!!

Oyeme mondriga vieja como que se le va así al pobre!!! No hay derecho!!!

Y luego si el lanzado es uno hay lo tahcan a uno de acosador violador aprovechado y no se cuatas cosas !! No se vale....

Bien hizo el infeliz en desquitarse y sacarle el aire...ya si de ahí se siguieron y acabaron a lo que él nooo iba!!! Pues suertuda además de aprovechada!!!

Ahora que ví a mi hermana la Orata en mi rancho nos pusimos una guarapeta horrible, que ni ganas de volver! Pero nosotros porque no conocemos de límites... bueno bueno bueno, nomás con esa desmecatada porque yo soy bien decente!

La lluvia evoca tanto.... hubo unos tiempos no muy lejanos en que yo le tenía pavor, una vez que aclare mi problemita y lo erradique de mi cabecita, como casí todo lo de ese tiempo...ahora tengo otros pedos, ese ya lo supere pero maldita mente que a fuerzas necesita lío....

2046 calurosos besos.

marichuy dijo...

Querido Tssitore

Decía mi Abue: "lo que no has de poder ver... en tu casa lo has de tener". La única desgracia que aún no vivo, en carne propia, es un galán pambolero fanático del América. Eso sí sería un castigo divino, jajá.

Y sobre mis relatos, sólo puedo darte las gracias ¿Relatos de Abadías? ¿Acaso te referirás a uno que publiqué en Escribidores y Literaturos ("En silencio")?

En fin, como sea, te mando las gracias y un besote.

le cid dijo...

Y yo lamento no fumar y no gustar del alcohol, lo que no me impide de disfrutar el humo de los otros y amar a los borrachos! En cuanto a la venganza... Es un plato que algunos gustan en caliente, yo lo dejo enfriar bien y lo como con mayonesa...

marichuy dijo...

Champy

Jajá, tú siempre del lado de los poseedores de corazón de condominio; en eso te hermanas con Julito. Y mira, qué te puedo decir? Por una vez que mi protagonista femenina toma la iniciativa y luego, luego tú vienes a sacar el macho norteño - bárbaro del norte tenías que ser, jeje-, que llevas dentro.

Por supuesto que yo la apoyo (faltaba más). Después de quince meses de aguantarse las ganas, de salivar recordando aquellos sabores y el otro, cuando regresa, se hace el chiveado, el apenado, el que no sabe cómo empezar. NO. A eso es a lo que no hay derecho, digo yo (y mira que disto largo de ser una feminista recalcitrante). Y por cierto, nada de borracheras descomunales, eh... tan sólo era un coñaquito para los dos.

Y te informo que a mí me quedó la impresión de que después de sacarse mutuamente el aire… empezaron a sacarse otras cosas…

Besitos

marichuy dijo...

Le Cid

Yo nunca, jamás, ni un intento en la adolescencia, he fumado y en realidad bebo casi nada, apenas un poco de vino. Pero toda mi vida he convivido con fumadores (así que soy lo que se dice una fumadora pasiva). El olor a puro, a buen habano, no me molesta, En cambio, el olor de los cigarros normales -sobre todo cuando se quedan en el cenicero por largo rato- no lo soporto. Y la verdad es que no aguanto mucho a los borrachos; una cosa es un trago o dos, y otra una borrachera.

La venganza es un plato que se disfruta mejor bien frío. Estoy completamente acuerdo. Sólo debo aclarar que, al menos para mí, en este relato lo que menos hay es ánimo de venganza.

Saludos

Jo dijo...

(tambien te respondes tu propio post)ja

este texto es autobiográfico?
a veces las lluvias torrenciales son las que mas me gustan a pesar de que contagian nostagias y bien tiene razòn aquello de que no se llevan los recuerdos porque los recuerdos no se enjuagan ni con amoniaco

es bueno desquitarse... a horcajadas despues d ela bocanada
:D

Jo dijo...

oye marichuy hace dos .. o media o 12 minutos se ha escrito esto? rayos... me pierdo de el texto otiginal ..

yo que no puedo venir como relámpago....

Unknown dijo...

Me gusto mucho esa frase, la de que las lluvias pueden llevarse todo , menos los recuerdos, bello, muy bello y cierto, no se si conozcas la canción de “Si el llanto Fuera lluvia” te dejo un fragmento de la letra…

Si el llanto fuera lluvia
cuando muere un amor.
Si el llanto fuera lluvia
cuando pesa el dolor.
Sobre la tierra entera,
durante treinta noches,
las lágrimas amargas
derrumbarían las torres.
Si el llanto fuera lluvia
cuando un niño se muere.
Si el llanto fuera lluvia
cuando ríen los crueles.
Sobre la tierra entera
un río gris y helado,
de lágrimas amargas,
arrollaría el pasado.

Champy dijo...

Que maravi-lla!!!

Sacarse todo con alevosía y tesoro...

Antes que todo y tambien al final, seamos lo que seamos, prefieramos lo que prefieramos y elijamos lo que elijamos, somos humanos...osease, animalitos, y por ende habremos de buscar la satisfacción individual, aunque romanticamente digamos y juramos que el techo de la araña y la reversa del cangrejo, la humanidad tarde que temprano brota....diría la corrientotototota de mi hermana: la caca flota.

Oye y defenderlos a ellos me exime un poco de la culpa ma!

Uno no tiene la culpa de haber nacido así! Es lo único que no he elegido en mi vida...y tampoco reniego!

2046 besitos asumidos.

marichuy dijo...

Toño

Gracias, esa frase la acuñe hará cosa de dos años, en medio de un estado de ánimo melancólico. Pero, como diría Víctor Hugo, una melancolía casi dichosa, al constar que los aguaceros torrenciales no habían conseguido llevarse su recuerdo.

Gracias por el fragmento de la canción de Nacha Guevara. fíjate que no conocía (o no recuerdo haberla escuchado).

Saludos

LUMPENPOETA dijo...

La lluvia siempre la lluvia, lo demás llega como ella se va. Marichuy, agradezco sus palabras, deberá saber que este navegante tiene todo menos olvido, una racha como guerra prolongada que deberá terminar antes de ser crónica, pero estamos. Así que seguimos y extraño, si extraño aporrear el teclado, que ya se duele de mis negras atenciones. Gracias, en verdad, Ud. sabe, la palabra tiene el encanto de llamar a los ausentes.

marichuy dijo...

Jolie

Es que originalmente había mandado el post por gmail (ya sabes que en la oficina no puedo bloguear) y cuando se publicó, resulta que salió repetido dos veces el mismo texto. Por eso, en mi hora de comida fue al Cibercafé lo borré y volví a publicarlo.

Y sobre tu segundo comentario, ese comment mío era de prueba -Champy acababa de mensajearme diciéndome que no se podía comentar- y ya no lo borré porque cuando me di cuenta ya había uno de Tessitore.

A tu pregunta directa, respondo con una evasiva: cuando uno escribe, las historias o anécdotas relatadas, acaban llevando algo de sí mismo, tal vez algo nimio, pero sí… casi siempre

Ups... será que ante el nerviosismo e indecisión del otro, a veces una tiene que tomar cartas en el asunto… ¿no?

marichuy dijo...

Champy

Ok, tanto como TODO, no te sé decir. Pero bueno, tú mejor que yo (Santa Marichuy sale del retiro, jajá) sabes que tras un largo ayuno, es difícil controlar los instintos y las pasiones (y más, si estas jamás fueron diluidas por el tiempo ni los torrenciales aguaceros)

Je, querido, conmigo no tiene que dar explicaciones, mucho menos buscar compañeros para diluir lo que sea que intente suavizar.

Besitos

marichuy dijo...

Lumpenpo

Si verdad? En ocasiones, si la fortuna nos sonríe, lo que importa llega (o regresa en este caso) justo cuando la lluvia se ha ido arrastrando consigno desperdicios y otros experimentos fallidos.

Nada que agradecer. Mis palabras fueron pocas, pero sinceras: en verdad se le extraña.

Gracias por venir, en medio de su exilio guerrero, el cual deseo termine pronto. Las letras, y desde luego yo, se lo agradeceremos.

Un abrazo

Anónimo dijo...

malo! empieza la lluvia y con ella un cumulo de recuerdos...
pero tambien estoy como tu protagonista...
cuando se llegue el dia de vernos a las caras no sabe la que le espera...
abrazos
=)

Fernando García Pañeda dijo...

Detesto los cigarrillos comunes, su olor y su sabor: nunca los he fumado. Pero me encanta saborear un habano en ocasiones, celebraciones contadísimas (no llega ni uno al año). Como decía un celebrado spot publicitario: no es lo mismo.
Pero a diferencia de él no me gustan los desquites. Prefiero evitarlos, no huir y disfrutar con pausa todo ese tiempo de ausencia que luego necesita desquite. Y seguir, como cómplice sin preguntas ni explicaciones.
Un abrazo.

marichuy dijo...

Ana

Jajá, pues espero que ya llegue ese día. En verdad.

Abrazos

marichuy dijo...

Fernando

Mira qué coincidencia, pienso igual respecto de los cigarros y los habanos.

Y sobre el desquite... era algo metafórico, más un juego de gato y ratón: enamorados pero haciéndose los que no. O al menos eso quise expresar. Por lo demás, yo también voto por la complicidad amistosa, amorosa y sexual.

Un abrazo

La abuela frescotona dijo...

YO, NO FUMO, DE VEZ EN CUANDO COMPRO UNOS "TOSCANITOS", LOS MOJO EN COÑAC, Y DESPUÉS DE UNOS DÍAS, LOS FUMO CON EL MENOR DE MIS HIJOS.
ME TRAEN RECUERDOS DE MI JUVENTUD, Y DE UN FUMADOR DE HABANOS, COSAS DE LOS RECUERDOS QUE SE FIJAN EN UNO...
TU RELATO ES UNA JOYA, HUELO EL ASFALTO MOJADO, SIENTO EL PICOR DEL BUEN TABACO, Y EL BESO...BUENO, POR OTRO RELATO COMO ESTE, TE CUENTO

Darío dijo...

Mirá: el relato te sumerge en imágenes. Casi veo cuando ella quiere sorberle la cantidad de sabores de tabaco y cognac. Es alta escritura, diría mi hija. Beso.

virgi dijo...

Relatas trozos míos, querida Marichuy. Con el sabor de tu relato, me evado entre las volutas del humo...
...
...
...
muy bueno, estupendo, sensual...

Champy dijo...

Ya se... son horribles esos sentires...dicen, que hasta duele.

Yo no dejo que me lleguen esos dolores, mis épocas de ermitaño me hago el amor toooodos los días.

Pero no me hago endejo, tambien tengo mis épocas en que puedo usurpar a cualquiera de tus protagonistas.

Se que soy dívino y paresco un Dios, pero mi humanidad la tengo harrrrrrto clara.

Ay que pena con tu distinguida...

Mejor me voy...

2046

marichuy dijo...

Querida Abuela

Me encantas y hasta se me antojó fumarme un purito previamente remojado en coñac... y yo ni fumo.

La lluvia se lleva la basura y nos trae de regreso los recuerdos.

Un abrazo

marichuy dijo...

Pulgarcito

Gracias, pero lo que pasa es que vos tenés una imaginación privilegiada.

Beso

marichuy dijo...

Querida Virgi

Lo que me parece estupendo, es que encuentres alguna resonancia emocional aquí. Gracias.

Un beso

marichuy dijo...

Champy

Jajá... eso de que te haces el amor todos los días, tiene una lectura que va mucho más allá de lo meseramente sexual.

Vas de gane, creo, si tienes bien clara tu humanidad. Con eso hasta se olvida uno de tu falta de modestia (“sé que soy un Dios”) y de tu férreo control sobre tus emociones (a menos que ya no te quede ninguna por controlar)

Besitos

Champy dijo...

Así es!

Al enunciar el amor que esmeradamente me provoco diario, tu sabes perfectamente incluye la vida que me empecino en desarrolar para tu amigo Champignon!

Oyeme, mi humanidad incluye todas las caracteristicas que puedas enumerar de mi personita, incluídas las citadas por moi, sabes tam,bien que mi sencilez y mi humildad no riñen con mi complejidad.

Y si alguien sabe tambien cual es la emoción que no he podido dominar , esa eres tu, y es mi afliccción panista!!! Sabes que por esos imbéciles soy capaz de convertirme en ya sabes que.

Y no me rajo.

Nomás que mi Sensei no se anima en la levantada.

2046


PS... mi sencillez no me permite protagonizar yo solito.

/ dijo...

Habanos, lluvia y licor. Tres elementos más que sugerentes para contar una bella historia de amor!

ME ENCANTÓ!

BESOTES HERMOSA!

marichuy dijo...

Champy

Se me hace que tu Sensei, bajo el disfraz de punk anarquista es un burgués de lo más fresa (ya con que no me salga PANista de clóset, me doy por bien servida), así que por ese lado... ve perdiendo la esperanza

Besitos

marichuy dijo...

Stanley

Gracias por la lectura y el comentario.

Un beso

karenina Beltrán dijo...

siempre es reconfortante la lluvia y que genera...abrazote!

marichuy dijo...

Karenina

Y por tu rancho, vaya que suele llover con sigular alegría

Abrazo

Champy dijo...

Ay noooo... ni se te ocurra pensar eso.... sería como pensar que...ay no. Que sea lo que sea pero Panista JAMAS!

Ya me voy a poner a chambear, está mañana la Pinche Vieja me ha agotado con tanta babosada.

2046

jose dijo...

Aromáticamente erótico y delicioso.

Nash dijo...

Me pareció un excelente realto, me dejó con un muy buen sabor de boca, y no precisamente sabor a habano.

La lluvia trae muchas cosas, más de las que se lleva; y esos amores que se van pero no se han ido son los que, es su mayoría, dejan los recuerdos más marcados, más sensuales, más desenfrenados.

Felicidades Marichuy, me metí tanto a la historia que a pesar del calor del carajo que hace por acá, por un rato creí que verdaderamente estaba lloviendo.

Ju dijo...

Marichú,

Qué bueno que la protagonista no optó por deshacerse en reproches, y en cambio haya elegido deshacerse en besos y quizás de otras cosas!

Muy femenino esto de: ahora te como a besos, ahora dónde cuernos estabas, ahora...quién sabe?? esa condición tan azarosa del humor femenino...

qué delecia la lluvia, qué delicia los habanos de sabores varios, qué delicia unos buenos besos.

Saluditos. :)

Ivanius dijo...

A veces sucede que los encuentros (y los reencuentros) dejan a los protagonistas sin habla. Claro, del modo como lo describes no provoca queja alguna.

Ambos supieron... y el lector no tiene más qué preguntar.

Abrazos memoriosos.

marichuy dijo...

Champy

Jajá, pero fresa sí: ya no tengo dudas.

Besitos

marichuy dijo...

José

Gracias por tu apreciación

Saludos

marichuy dijo...

Cuetzpallin

Huy qué linda, tú. Agradezco tu conexión con el texto. Y también, comparto esa percepción sobre la huellas indelebles dejadas por los amores que nunca se van del todo.

Je, qué bueno que sentiste algo de lluvia para refrescar el calor (aunque hoy, yo no siento tanto calor)

Saludos

marichuy dijo...

Jules

Creo que, a veces, vale la pena dejarse sorprender; no por los demás, sino por una misma. Y tomarlo así, como se presenta (y ya después “viriguar”, como dicen en mi pueblo, jajá)

Saludos aromáticos

marichuy dijo...

Ivanius

Sipi, real como la vida misma: en ocasiones los encuentros y, sobre todo, los reencuentros, lo dejan a uno sin habla (y ni para qué de intentarla: quizá de haberlo hecho… ellos no habrían “sabido”).

Abrazos ídem

Champy dijo...

No le busques!!!

Juzgarlo tan severamente se me hace que te va hacer acreedora a una serie de visitas muy entretenidas (para mi) pero no muy gratas (para ti).... se me hace que entre Panista y Fresa él preferira.... Como quiera que sea... ya sabes que mi amor está contigo, pero él es mi Senseiiii....

2046

mario skan dijo...

Me gustó la intensidad del relato, la manera que describes la forma profunda de cómo extraña esa chica a su chico. Un narrador que se percata de las más íntimas reacciones del cuerpo, de los aromas y prácticas que crean vicio.
saludos

marichuy dijo...

Mi Champs

Por experiencia sé que idealizar a alguien, casi siempre nos conduce a la decepción.

Besitos medio realistas y medio fresas

marichuy dijo...

Mario

Gracias por la elctura y comentario

Saludos

saqysay dijo...

Esto del "amor" están complejo,a veces, el corazón toma el control de la mente, por ende los hace perder la razón. Para después terminar cuestionandonos el ¿Por qué? reaccionamos así, frente a algo tan cursí.

Me pregunto por qué se fue, en el momento que ella más lo necesitaba. Tal vez sería inseguridad, miedo a enfrentar la situación.

Por último dicen que algunos re-encuentros son placenteros. De seguro yo debo venir de un mundo distinto, hasta la hora, ha sido contradictorio. Será que algunas personas estamos destinadas a vivir en soledad. Mmh?...

Un abrazo, bajo una noche muy húmeda y fría. Besos, que estés bien!!

PD: Adore le imagen, me gustan las fotografías de noche en la ciudad. La luz, y el color de las luces, le dan cierto aire de melancolía.

marichuy dijo...

Querida Saqysay

Creo que tenemos que aceptarlo (por más que nos resistamos a la idea): al estar enamorado, uno se vuelve cursi casi sin notarlo. Y sin remedio.

Pues de todo habrá; seguro que no todos los reencuentros funcionan, pero algunos sí (dependerá de cómo quedaron las cosas antes de la separación, creo).
En cuanto al destino o no a permanecer en soledad... uff, qué fuerte, pero quizá no estás del todo errada.

Un beso

PS la foto me gustó justo por lo que dices: el aire de melancolía que la viste.