cuestión de fe

12 de diciembre en México. Será cuestión de Fe, quizá solo la inmensa necesidad de creer y aferrarse a algo, así sea un clavo ardiente, lo cierto es que en México aún subsisten personas que conservan casi intacta su Fe religiosa y por supuesto, su devoción a la Virgen de Guadalupe. No es necesario compartir sus creencias, menos entender cómo es posible que en pleno Siglo XXI haya quienes peregrinen desde lugares remotos, caminado durante días y que incluso, se autoflagelen y desplacen de rodillas -durante varios cientos de metros antes de llegar al templo- para ver a la Virgen en su día. Es posible que en ese tipo de manifestaciones haya más de fanatismo, que de genuina fe; que sean meros actos desesperados de seres buscando, en las alturas divinas, respuestas a pesares y problemas terrenales.

Aunque cada año es igual, sigue siendo impresionante ver a esos hombres y mujeres angustiados y con las rodillas destrozadas, avanzar trabajosamente por el inmenso atrio de la Basílica Guadalupana, mientras las cámaras de TV los enfocan y sus reporteros "enviados especiales" buscan entrevistarlos en pleno trayecto. Tomas como esas, resultan casi obscenas; es chocante ver como la TV mexicana ha encontrado en esas manifestaciones de la devoción guadalupana, otra veta de explotación comercial. El duopolio televisivo -Televisa y Tv Azteca- organiza shows musicales y sus "artistas exclusivos" le cantan las mañanitas a la Guadalupana y algunos hasta lloran, a saber si de corazón o si también sea parte del show. En cualquier caso, es un "espectáculo que usted, amable televidente podrá ver en vivo y en directo, desde la comodidad de su hogar, sintonizando su canal favorito en punto de las cero horas del día 12 de diciembre." Claro que esos artistas cantan desde el interior de la Basílica, no les vaya a dar un enfriamiento; porque también en la devoción existen las clases sociales y una cosa es comerciar con el fanatismo religioso del pueblo mexicano -y de paso ejercer tantito chantaje sentimental- y otra muy distinta que juntemos al pueblo raso con los artistas e invitados especiales; por favor, que también entre católicos hay niveles. Los very important person de las televisoras copan el interior de la Basilica, mientras afuera los verdaderos fanáticos religiosos lloran y oran a la Virgen. Así es México

Milagros Guadalupanos. Uvita era el mensajero en esa oficina, tendría unos 25 años y era simpático, amable y comedido para todo; también, alcohólico. De ahí el sobrenombre de Uvita, derivación de Ubaldo y ganado a pulso merced a la abundante ingestión de brandy a que era afecto el susodicho. Uvita sentía culpa por su alcoholismo y a cada rato prometía dejar el trago, pero siempre volvía a recaer. Buscando otro tipo de remedios, decidió cambiar a los grupos de AA... por la Guadalupana; fue la Basílica, rezó y le juró a la Virgen que haría su mejor esfuerzo por dejar la bebida durante seis meses; a cambio, le pedía a ésta que le diera la fortaleza indispensable para semejante empresa, así como el eventual auxilio en momentos de debilidad. Esto me lo contó muy emocionado un lunes temprano y durante un par de meses pareció cumplir al pie de la letra su juramento; hasta que otro lunes por la mañana lo vi llegar, no con resaca, sino todavía con restos de la borrachera encima; en un momento del día me atreví a preguntarle con la mayor sutileza posible qué pasaba con su juramento a la Virgen de Guadalupe, a lo que el buen Uvita contestó con una sonrisa casi iluminada: "mire licenciada, yo le juré a la Virgencita por seis meses y pues me voy paso a paso, como me enseñaron en AA. Entonces, si tomo un día y otro no, al cabo de un año habré pasado seis meses sin tomar y mi Virgencita de Guadalupe sabrá que no le he fallado".

Así es la Fe, el autoengaño o como usted le quiera llamar.

"Ahora que miedo inútil, qué vergüenza
no tener oración para morder,
no tener fe para clavar las uñas,
no tener nada más que la noche,
saber que Dios se muere, se resbala,
que Dios retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla,
como un campanario atrozmente en ruinas
que desandara siglos de ceniza..."

[Ausencia de Dios, Mario Benedetti, fragmento]




Y hablando de los negocios de la Fe. Con un obvio sentido de la mercadotecnia, la revista Playboy México, dedica su número de diciembre a exaltar la adoración a María... pero a María Florencia Onori, que es como se llama la modelo que posa en la portada ataviada únicamente con un virginal velo blanco. But of course que ya hubo reacciones y rasgaduras de vestiduras por parte de la jerarquía eclesiástica mexicana. Ante dichas quejas, las empresa dueña de Playboy con sede en Chicago, emitió un comunicado en el más puro estilo de Poncio Pilatos... p'a no desentonar, supongo. Y claro, el número de diciembre de este magazine, se ha vendido como pan caliente, 80,000 ejemplares hasta el jueves 11 de diciembre.