Le homme de sa vie, mais Ne le dis à personne

Dos del 11° tour de cine francés

L' homme de sa vie (El hombre de su vida), Delicado film sobre el drama masculino

Para Violeta y Teresa, deseando encuentrn lo que están buscando

D: Zabou Breitman. P: Francia,2006. G: Zabou Breitman y Agnès de Sacy. F en C: Michael Amathieu. E: Richard Marizy. Con: Bernard Campan (Frédéric), Charles Berling (Hugo), Léa Drucker (Frédérique), Jacqueline Jehanneuf (Jacqueline), Eric Prat (Guillaume), Niels Lexcellent (Arthur).

La actriz Zabou Breitman escribe -junto con su guionista Agnès de Sacy- y dirige, en esta su segunda película, la delicada historia de dos hombres cuarentones, muy distintos entre sí, quienes al conocerse durante las vacaciones estivales sufrirán una alteración en sus respectivas cotidianeidades. Por un lado está Frédéric (Bernard Campan), un hombre "felizmente casado" -lo que sea que esto signifique- con Frédérique con quien ha procreado un hijo y forma un típico matrimonio clasemediero, que acostumbra pasar los veranos en su casa del sur de Francia, a donde suelen invitar a otros miembros de la familia; al parecer todos lo años es más o menos igual, más o menos divertido, más o menos predecible, más o menos convencional. Y de pronto aparece su vecino de la casa de al lado, Hugo (Charles Berling), un diseñador gráfico talentoso, exitoso, solitario y... homosexual asumido, que gusta de nadar desnudo en la alberca de su casa a cualquier hora del día, dando con ello un espectáculo que hace las delicias de los curiosos vecinos. Una mañana, Frédéric y Hugo coinciden mientras practican jogging por el bosque, se miran sin apenas rpalabra; pero más tarde, como buenos vecinos, el matrimonio de los “Frederic’s” decide invitar a cenar a su solitario vecino. Esa noche Hugo irrumpirá en sus placidas y rutinarias vidas como algo más que una bocanada de aire fresco; con su estilo desinhibido, divertido y encantador, aunque un tanto cínico; a media cena, con absoluto desenfado el diseñador gráfico les dice que es homosexual, que no gusta de las chorchas familiares más que excepcionalmente y que lo suyo son las reuniones y diálogos entre dos. Al terminar la cena y al tenor de varios tragos digestivos, los dos hombres platican durante largas horas, exponiendo cada quien sus particulares formas de ver la vida, que no parecen tener nada en común: mientras uno vive sin cuestionamientos su monótona vida de hombre casado, el otro repele los compromisos amorosos mediante relaciones ocasionales, más carnales que sentimentales. No obstante, a partir de esa noche se iniciará entre ambos una intensa relación que vendrá a romper más de un esquema.

Sería normal, quizá, que la relación surgida fuese carnal, una especie de aventura sexual de verano. Pero no, la guionista y la directora han optado por el drama introspectivo, dando al conflicto masculino un trato sutil, delicado pero muy profundo, casi melancólico (a lo cual contribuye la música de tango). Resulta estupendo ver como sin gritos estentóreos se retrata el drama íntimo, casi como un soliloquio interno, de Frédéric quien ve como su universo referencial, su vida en calme plein queda, sin más, literalmente volteada patas arriba, sin que pueda hacer nada por evitarlo. Frédéric sufre porque no sabe como asumir el perturbador sentimiento que está surgiendo dentro de él; pero también, sufre porque ya no desea a su esposa y mira como ésta intenta encontrar una razón a ese desapego. En algún Hugo yFrédéric intentarán poner distancia, evitando coincidir en las practicas mañaneras del jogging; sin embargo, será el mismísimo hombre “felizmente casado” quien aún teniendo el tobillo lastimado, acuda a esa cita no establecida para trotar junto a su vecino. Y será precisamente durante esa travesía, en donde surja una de las escenas más conmovedoras del film: obvio, a Frédéric se le acaba de descomponer el tobillo, al grado de que ya no pude dar paso y Hugo (más delgado, pero más alto) los cargará en su espalda durante un largo trayecto de vuelta a casa. La expresión del rostro de Frédéric aferrado al cuello de su vecino, no puede ser más elocuente (la toma es bellísima y plena de simbolismos, con el inmenso campo de girasoles entre el que apenas se vislumbra la minúscula figura de los hombres, como dando a notar la pequeñez humana).

Otra escena conmovedora y dura es la que protagoniza Frédérique, la esposa no deseada, cuando en la habitación oscura, desnuda y deshecha emocionalmente, ruega a su marido que la mire, que la desee, que la ame; éste solo alcanza a contestarle que no puede, que simplemente no puede. Su drama es otro, su fragilidad es mucha, la fractura de su tobillo es metafórica de lo que en realidad le ha sucedido: se rompió la pata, como el mismo dice, pero lo que tiene hecho pedazos, es el corazón.

No estoy segura de si estoy envejeciendo o ablandándome, pero me encantó este delicado film; literalmente me enamoré de el; como para correr a comprarla en DVD, lastima que no estoy en París, porque para que llegue a México va a estar difícil


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L'homme de sa vie de Zabou Breitman
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Para una reseña profesional, ver a Carlos Bonfil:
Le homme de sa vie

Ne le dis à personne (No se lo digas a nadie)
Un buen trhiller, con todo en su lugar


D: Guillaume Canet. P: Francia,2006. G: Guillaume Canet y Philippe Lefebvre. F en C: Christophe Offenstein. M: Mathieu Chédid. E: Hervé De Luze.
Con: François Cluzet (Dr. Alexandre Arnaud), André Dussollier (Jacques Laurentin), Marie-Josée Croze (Margot Beck), Kristin Scott Thomas (Hélène Perkins), Nathalie Baye (Elysabeth Feld-man), François Berléand (Eric Levkowitch).

Guillaume Canet tiene 33 años; a lo largo de su trayectoria artística se ha desempeñado básicamente como actor; Ne le dis à personne es apenas su segunda película como realizador; pero el resultado ha superado las expectativas, tanto, que en la pasada entrega de los premios César y frente a cineastas más experimentados, el joven Canet ha obtenido el reconocimiento como mejor director. Basada en la novela homónima «Tell no one» del estadounidense Harlan Coben, Ne le dis à personne cuenta con adecuado ritmo narrativo, apropiada dosis de suspenso, personajes bien delineados y estupendamente caracterizados; es, en resumen una suerte de thriller romántico muy bien realizado. Llama la atención como, a partir de un relato tan inverosímil, se logre una película así.

La anécdota que da origen a esta historia, decía, no podía se más inverosímil, el Dr. Alexandre Arnaud Beck (un estupendo François Cluzet) es un pediatra parisino que ocho años atrás quedó viudo tras el inesperado asesinato de su esposa Margot (Marie-Josée Croze), a la que ni siquiera pudo reconocer en la morgue pues él estuvo tres días en coma. Cada año al conmemorarse un aniversario más de la violenta muerte, Alexandre viaja a la casa de sus suegros, a escenificar lo que Hélène (una encantadora Kristin Scott Thomas personificando a la mejor amiga del pediatra y también “cuñada”, ya que comparte casa y cama con su hermana Anne Beck -Marina Hands, la misma femenina y sensual Lady Chatterley, del reciente film francés homónimo), define como un masoquista acto de celebración. Pero un día antes de conmemorarse del octavo aniversario, Alexandre recibirá un e-mail que le cambiará abruptamente todo. El mensaje le indica que a determinada hora entre a una dirección electrónica ahí linkeada; y como la curiosidad mató al gato, llegada la hora, entrará al sitio web indicado y al hacerlo verá un pequeño video en tiempo real, donde aparece su esposa… caminando en un estación de metro. A partir de ahí, Alexandre iniciará un trepidante viaje en búsqueda de respuestas y… de su esposa muerta. A través de su travesía indagatoria, Alexandre descubrirá un sinfin de dobleces, imágenes falseadas y dolorosas verdades; incluso actos extralegales, en los que estará directamente implicado su manipulador suegro, así como un acaudalado criador de caballos que busca vengar la muerte de su hijo pedófilo (personificado por el propio director del film, Guillaume Canet), asesinado poco antes de la muerte de la esposa de Alexandre y de cuya muerte acusa a la difunta.

No cuento más porque sería revelar más de lo debido, solo puedo expresar que este thriller resultó otra agradable sorpresa, creo que todo está en su lugar, incluidos los aparentes y falsos culpables, que la bien dosificada tensión y el suspenso logran meter a uno de lleno en la trama, compartiendo la ansiedad y sufrimiento del Dr. Alexandre Beck; a ello se agrega el buen desempeño de todos los actores a los que el joven Canet supo dirigir con habilidad y energía. Quizá el único pero que yo le pondría es el final feliz; para mi gusto hollywoodense; pero supongo que está de acuerdo a la novela en la que está inspirado el film, pero como no la he leído no puedo opinar más.

http://www.filmstalker.co.uk/archives/2007/06/ne_le_dis_a_personne_tell_no_o.html UK IMDB Film details

Trailer (en iglés)

Tell No One Trailer