escribir

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva; arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.[Georges Perec]

julio 23, 2007

Sobreviviendo a los "blockbusters veraniegos"

Gracias a las copiosas lluvias (y al atasque de "blockbusters veraniegos" en las salas de cine chilangas) me dio por ver Rocco y sus hermanos; digo, para remover el marasmo del verano citadino (si uno no está de vacaciones), nada como la sacudida de este viejo filme de Visconti. Como no soy crítica de cine -nomás criticona-, carezco de elementos para discernir sobre las virtudes técnicas y dramáticas de este fresco italiano, así como si ha envejecido bien o no (ni que fuera vino tinto); solo expongo brevemente algunos comentarios sobre la impresión que me causó en esta segunda vista.

Como todo mundo sabe la historia se desarrolla en Italia, durante la posguerra y gira en torno a Rosaria, abnegada y amantísima madre -la gran matriarca que busca preservar la unión y armonía familiares-, quien en compañía de cuatro de sus hijos: Simone, Rocco, Ciro y Luca, abandona su Lucania natal para trasladarse a Milán, buscando mejorar para su precaria existencia; van a esa ciudad porque allá vive su otro hijo, Vincenzo, quien trabaja de albañil y está próximo a casarse. Desde la llegada a Milán la cosa no pinta bien, pues el hijito no se aparece a recibirlos en la estación de tren y ellos solos tiene que apañárselas para trasladarse a la casa donde el está. Una vez que se encuentran con Vicenzo la cosa no mejora mucho, queda claro que a la futura familia política de éste no le hace ninguna gracia tenerlos ahí de huéspedes, por lo que tendrán que buscar otro alojamiento. Y así, durante las casi tres horas que dura esta película, muchas son las vicisitudes a las que se enfrentan Rosaria, Rocco y sus hermanos.

Para mi lo más interesante de este gran melodrama (por momentos una auténtica tragedia) radica en el enfrentamiento de Simone (Renato Salvatori) y Rocco (Alain Delon). Ambos simbolizan los polos opuestos; el primero, el desencanto, la frustración y la vulnerabilidad ante las agresiones de la gran ciudad; por su parte Rocco personifica la ingenuidad y la bondad extremas, fuera de lugar en un entorno duro y hostil. El enfrentamiento se origina a causa de dos situaciones; por un lado está Nadia (Annie Girardot), ex amante de Simone y ahora pareja de Rocco, a quien conoció cuando este hacía el servicio militar en otro pueblo; por el otro está el boxeo, actividad que Simone desempeñaba y en la que parecía tener un futuro promisorio.

Aquí (como en la vida real y como en el cine mexicano de antaño) el boxeo resulta casi la única opción para salir de la miseria, para ganarse la vida y el respecto de los demás… a puñetazo limpio. Pero mientras Simone anhelaba ser un campeón de boxeo y obtener mucho dinero y reconocimiento; Rocco renegaba de esta actividad, llegando a ella por circunstancias un tanto ajenas a su voluntad y así, casi sin querer, obtiene el éxito como boxeador que Simone dejó por su indisciplina e irresponsabilidad, pero sobre todo porque carecía de la mentalidad y la determinación, quizá un tanto ingenuas, de su hermano menor. Simone, no asimila su doble derrota en el boxeo y en el amor; optando por la salida lógica: desquitarse en forma desalmada de su hermano y de la mujer que lo despreció, a quienes considera responsables de sus desgracias. Toda una tragedia.

El casting, la impecable fotografía en blanco y negro y la maravillosa música de Nino Rotta, contribuyen a la atmósfera decadente y melancólica de esta gran película. Sus lecturas son muchas y quizá, aún ahora a 47 años de su estreno, sus enseñanzas cinematográficas también.

Finalmente, una anécdota en torno a esta película es el supuesto enamoramiento que sentía Luchino Visconti por Alain Delon (y eso que aún no lo veía en Plein Soleil, donde como el amoral Tom Ripley el guapo Alain luce espléndido, como actor y de guapeza), dicen que llegó a exclamar que el actor galo era el “único Rocco posible”. A saber si esto sea cierto, lo que si es que el francés es dirigido con mano amorosa por el maestro italiano, logrando un muy buen desempeño (aunque sus detractores digan lo contrario, Alain Delon fue más que una cara bonita); desempeño que se acentúa con unos soberbios primeros planos del actor, quien a los 25 años lucía todo el esplendor de su apolíneo rostro –la escena en el techo del Duomo de Milan, por ejemplo-, a tal grado que la primera vez que vi Rocco y sus hermanos me angustiaba viéndolo boxear, pensando que le iban a desgraciar su precioso rostro (piedad, yo tenía 15 años).

11 comentarios:

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

¡Uy! Esta película la vi hace muchos años, cuando tenía 16... Tampoco estoy diciendo que haya asistido al estreno, claro.

Pero lo que me aterroriza es que no recordaba nada (¡pos si ni jue hace tanto!); sólo después de leer lo que escribiste, me iba acordando, a medias, de esto y de aquello. Como los libros, ciertas películas hay que volver a verlas.

¿Y dónde la exhibieron? ¿La rentaste?

marichuy dijo...

Erat
La primera vez que la vi fue en una función del Canal 11 (cuando era una buena opción, antes que la estulticia e ignorancia del PAN gobernante le diera en la torre a ese otrora gran espacio televisivo; hasta eso le debemos al inútil de Fox).

Ahora “Rocco y sus hermanos” forma parte de mi personal y humilde colección de cine en DVD; la adquirí -ni modo no hay muchas alternativas de adquisición de filmes- en la tiendita de Slim por devaluados $69.00.

PS Para la desmemoria son buenas las almendras con miel de abeja.

Paxton Hernandez dijo...

Mi DVDteca personal llega a ¡9 o 10 títulos! jaja.

Esta de Visconti se ve bastante interesante y creo que la rentan en los Bloquebusters. Habrá que ir.

Y es que en mi caso me atasco de tanto cine del año en curso, que se me olvida que hay más de 100 años de historia cinematográfica.

Con decirte, que tengo La comedia de la inocencia de Raúl Ruíz y Blanco de Kiewsloski desde hace 10 meses y no las he visto!

Saludos!

Paxton Hernandez dijo...

Ah, por cierto, te dejé un comment en Transformers.

marichuy dijo...

Paxton
Si tu eres un caso aparte, no solo te atascas de cine, sino que en ocasiones repites el mismo filme varias veces (lo de “Imperio” es de antología).

¿Donde conseguiste "La comedia de la inocencia"?

marichuy dijo...

Paxton
Ya no me digas; es se consigue fácil; la película que yo busco (y con la que la confundí “La comedia de la inocencia”), es otra más antigua de Raoul Ruíz -como de 1997- llamada “Genealogía de un crimen”, donde sale un muy joven Melvil Poupaud de asesino.

Champy dijo...

Amiga no eres criticona, Reseñas de maravilla........
Lo que son las cosas, a mi me pasa lo mismo que a muchos de ustedes.....ni me acordaba de nada, absolutamente nada.....bueno, la Belleza de estos seres no es de este mundo (los angeles no son terrenales o si?), y nadie olvida.... Fijate comadre que yo prefiero a Renato, ya vez como soy contreras, te dejo a Alain... Bueno, lo que te queria decir, leyendo tu RESEÑA, iba pensando en Principio y Fin, como que Paz Alicia y El Maestro tambien la vieron y les gusto "La Idea".
Lo que es la edad, la inocencia, las etapas, la VIDA, en aquellos años viendo cine no relacionaba influencias, ahora se me facilita bastante, para mi es evidente notarlas.... Pasate la receta a detalle, con medidas y dosis exactas, asi como la fecha en que la conseguiste para moverme a conseguirla.
Ay esa escena en la ducha tambien es inolvidable!!!
Un Beso.

marichuy dijo...

Chérie
Nunca más de acuerdo contigo. Renato Salvatori es mas tu tipo; ya entrando en la frivolité, Alain todavía me gusta más en otra película italiana que yo no conocía llamada “La primera noche de quietud”, de Valerio Zuni (obvio imposible conseguir en México); la vi en diciembre en casa de mis papás en el canal europeo de cine de cable; ahí tendría unos 36 años y da una actuación soberbia como el hombre perdido de amor por una joven alumna; además, se ve tan guapo que duele mirarlo.

Así es, todos los cineastas tienen influencias de los viejos realizadores y, quizá a manera de homenaje, las reflejan en sus filmes.

“Rocco y sus hermanos” la compré en la tiendita de Slim, no hace mucho y también la vi en Tower Records, ¿hay TR en MTY?

Beso y abrazo

Ernesto dijo...

me gusta Visconti, me fascina Nino Rotta, y el cine italiano en general es mi perdición. sobre la playa, tienes razón, para que ir si se va permanecer dentro del cuarto... pero es que cuando sientes ese sol encima, solo te dan ganas de correr... o será que soy muy hogareño.

marichuy dijo...

Ernesto
Si, será que eres muy hogareño...
o bueno, en la habitación, si se está bien acompañado, resultará más placentero que permanecer tatemándose en la playa.

Champy dijo...

Este ranchote es hipermegamonopolizado por tu cuate Slim amiga......tiene tienditas por todos lados.