No tengo estómago para opinar sobre la actual y terrible mexican real politik, nada más de ver las oportunísimas declaraciones de Marcos [este tipo nomás aparece cuando es necesario ¿ahora a quien prestará sus servicios] donde critica el "gatopardismo izquierdista". O sea, nos tocó un nuevo evangelio según San Marcos. De ese Marcos, tan impoluto, tan de extrema izquierda, el que se ha arrogado el derecho de descalificar a priori a la izquierda tibia y pragmática, la que no comparte sus ideales (por cierto ¿cuáles son a estas alturas los ideales del camaleónico y mediático Marcos?). Como siempre, vemos que lo suyo, lo suyo, lo suyo, es despedazar a la izquierda, porque a la derecha y a Fecal ni los toca (chistoso ¿no? en alguien que se dice izquierdista puro al extremo). Eso es lo suyo, eso y aparecer justo cuando es "indispensable"; tal como lo hizo en julio de 2006. Para no variar, velada o abiertamente, dirije sus despotriques vs. AMLO. Siempre tan oportuno Marquitos. [La hipócrita y oportunista aparición de San Marcos, no quita que sea impresentable y reprobable la megaestupidez perredista de apoyar a una yunquista para la gubernatura de Yucatán]. Bueno, ya me desvié; de lo que quería parlotear es que ante situaciones como la arriba descrita me dan ganas de verlo todo como en el cine, estableciendo paralelismos entre dos películas que nada tienen que ver y que sin embargo me encantaron: Children of Men (Alfonso Cuarón, UK-USA 2006) y La Science des Rêves (Michael Gondry, Francia 2006).
La primera, extraordinaria, cruel y fascinante, vendría a ser como la Real Politik y en ella Cuarón nos leva, de la mano del borrachin Theo, en un viaje hacia la esperanza dentro de un mundo apocalíptico y totalmente desesperanzador, todo retratado bajo la mano MAGISTRAL (con mayúsculas) de Emmanuel Lubezky.
En la segunda peli, bella, novedosa, visualmente muy rica, Gondry nos lleva de la mano del hipersensible Stéphane -mediante un juego constante entre lo que es real y lo que ocurre en el mundo onírico-, a través de un viaje que reta a la razón y al pensamiento lineal; mostrando lo que sucede en nuestro cerebro mientras dormimos. Quizá esta película, también sea una vindicación del derecho a soñar.
En cualquier caso, yo me debato entre la vivencia diaria de la jodida mexican real politik y el ejercicio de mi derecho a soñar (por ejemplo que mañana Fecal será menos nefasto que hoy, que el Manolito Espino va a retirarse de la política, que el PRD dejará de surrarla, que Marcos se retirará para siempre a las montanas del sureste mexicano). O quizá mi opción de evadirme a través de algo hermoso como es gozar del arte cinematográfico.
7 comentarios:
Tu reflexión final me recordó un filme de Spilberg; 1941, donde el general encargado de la defensa de la costa suroeste de USA, se evadía de la paranoia de guerra disfrutando el filme de dibujos animados Dumbo. El gran Belushi se robó esa peli.
El cinematografo, con tiempo, ritmo y lenguajes propios; se vuelve parte de la antica fórmula romana de distraer la atención de los ciudadanos con pan y circo.
Enfrentémonos por las preferencias de los posibles ganadores del oscar, consumamos lo que envía Hollywood, y olvidemos una frase de Fito Paéz; "no vine a divertir a tu familia, mientras el mundo se nos cae a pedazos".
Un beso.
Al final sí te ocupaste de los acontecimientos políticos de estos últimos días. ¡Está bien!
Axel
Está usted más irónico que nunca, mon cher. Yo creo que Los Niños del Hombre es lo más anti-hollywood que puede haber. Vamos para mi, Cuarón logró una magnífica película políticamente inconveniente, al contrario de Babel muy buena, pero taaan políticamente correcta.
Saluditos
Erat
Pues si, la política es como mi adicción al café: siempre digo "ya le voy a bar al café" y, obvio, no puedo iniciar el día sin beberme un fuerte y enorme café.
Saluditos
Sabes?
He de hacer un mea culpa, hacia 11995, 1996, cuando leía los comunicados (protagonizados por "durito"), yo era una ingenua estudiante que le llegó a creer al tal Sub. Ahora, será que ya perdí la ingenuidad y me volví más dura, lo cierto es que El Nuevo Marcos, sencillamente me purga.
Gracias por la visita
Sabes?
He de hacer un mea culpa, hacia 11995, 1996, cuando leía los comunicados (protagonizados por "durito"), yo era una ingenua estudiante que le llegó a creer al tal Sub. Ahora, será que ya perdí la ingenuidad y me volví más dura, lo cierto es que El Nuevo Marcos, sencillamente me purga.
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