fotograma de Heli
Por
fin vi «Heli», el film del cineasta mexicano Amat Escalante que escandalizó a
buena parte del público en el pasado Festival de Cannes. Muchas cosas por
decir, quizá ninguna novedosa. A estas alturas de la descomposición social
mexicana, cuando se han rebasado los 100 mil muertos (más de 120 mil sólo en el
gobierno de Felipe Calderón) de la «guerra contra el narco», cualquier cosa que
diga sonará a cliché. No obstante, ayer, mientras
veía la escena que tanta polémica ha causado, pensaba en que quizá más que su
crudeza lo que debería provocar horror es saber que, aunque sea un film, lo que
ahí se ve no es ficticio. Basta leer las noticias en periódicos mexicanos —en los pocos que aún dan cuenta de ello, pues el
actual gobierno priista cree que si se ocultan las atrocidades de la narcoguerra es
como si no pasaran— para saber que
lo que Amat Escalante retrata en su film es parte de la realidad mexicana. Se
escandalizan por «Heli», cuya violencia es más latente y sintomática que
gráfica, mientras se deleitan con la violencia gratuita y bien retratada que inunda
los films de Tarantino. Cierto, casi todos quisiéramos vivir en un mundo de
caramelo como el que dicen nuestros gobernantes. Quizá por eso da horror saber
que fuera de los idílicos países que ellos dibujan… sólo habita la realidad. Una
más cruda y atroz que la de cualquier película violenta, sea de Tarantino o de Nicolas
Winding Refn. Lo que horroriza es saber que
es real, que sucede cerca de uno, no la violencia en sí.
A
mí, más que la escena de tortura (cruda, sí), lo que en verdad me causó desazón
fue la impasibilidad ahí retratada: la de los niños que pueden contemplar la
tortura de un hombre mientras manipulan un violento videojuego, la del hombre
que filma esa atrocidad excitado por la posibilidad de verlo pronto en youtube, o la de una mujer que prepara la comida en el cuarto de al lado y de vez en
cuando se asoma a ver el espectáculo. Terrible saber que la violencia ha
llegado a un punto, y se nos ha vuelto tan cotidiana, en que ya nada pueda
conmovernos. Eso sí es para llorar. Eso y la inconsciencia del mal: gente que
actúa sin estar plenamente consciente del significado de sus actos. Un hombre
colaboró con los corruptos milicos que secuestraron a una adolescente y, al
mismo tiempo, es devoto de un programa religioso donde se lee la biblia. Una
secuencia tan buena como terrible y de una ironía sumamente cruel: cuando todo está
podrido, no hay religión, dios o biblia que te salve…
***
12 comentarios:
A mi me había pasado con Irreversible, que me parecía que la escena de la violación estaba de más. Pero después caí en el argumento que exponés. El tema es no "ver" esa violencia, pero, subrepticiamente, apoyarla. Como acá también se apoyó a los milicos que torturaron, desaparecieron y mataron. Y después, los mismos pacatos se horrorizan ante una película como Garage Olimpo.
Vamos por Heli, creo que merece ser vista. México me conmueve, de verdad. Acabo de leer La región más transparente, por supuesto, no puedo dejar de asimilar esa violencia política a la de toda nuestra América.
Pero, como se dice ahí, en algún momento, alguien deberá pagar por todos esos muertos.
Un abrazo.
Y se siguen acumulando más, muchos más...Habrá que verla, aun con toda su crudeza.
Saludos!
No la he visto pero entiendo la tragedia de que no sea ficción
Darío
Poco antes de morir [una muerte que creo no esperaba tan pronto] Carlos Fuentes dio una larga entrevista en la cual expresaba su desazón por la violencia que vive México. No obstante, dejaba entrever un poco de esperanza. Esperanza en que la juventud pudiera revertir eso. Tristemente, al menos por ahora, no comparto esa esperanza. No veo la forma en cómo saldremos de esto en el corto plazo. La violencia, la espiral de la barbarie como atinadamente la llamó Le Monde hace un año, no parece poder detenerse tan fácil.
Un abrazo
Cuentos Bao Pedido
Así es: la verdadera tragedia es saber que lo que vemos en la pantalla no es ficción.
Karol
Más los que ni siquiera sabemos.
Saludos
Impresionante lo que cuentas y lo tremendo de nosotros es que nos duele verlo en el cine sin preocuparnos que está más cerca de lo que creemos.
Me gustaría verla, pero a estas islillas no vendrá.
Besitos, querida Marichuy
Yo salí con dolor de cabeza y pensar que es la realidad.
Abrazos fuertes.
Qué pinche está todo en el país para que un film de ficción tan cruento sea apenas un retrato de lo que es también México. Quizá no sea exactamente nuestra Ciudad de México pero lo que Escalante muestra es esa cara de México real que entre tantas ficciones de noticieros televisivos y malos periódicos parece no existir para el resto de los mexicanos.
Me ha tocado conocer varias personas que les sorprende porque les parece exagerada, incluso absurda. A mí también me parece absurda pero por una distinta razón, ellos al ver esta ficción creen que eso no es posible, yo creo que lo absurdo es que haya tantas historias como las de Heli no ficticias y crean que en la realidad del país son imposibles. En fin, allá ellos.
La secuencia final, esa unión de Amor-Muerte (o más bien Amor/Estragos de la violencia) para mí vale todo el film. Y ya.
Un beso, Julio.
Julio
Tienes razón: lo verdaderamente terrible, y absurdo, es que haya tanta gente ofendida por lo mal que nos deja como país la violencia de Heli, como si esta fuera un invento o calumnia. Digo yo, ¿pues en qué país creen que viven?
Un beso
Pero es que no han entendido nada, Mexico esta dividido, como en la época de los cristeros, esa vena que exploró Elena Garro y que no se ha vuelto a tocar desde entonces. Somos el jamón dentro del sándwich global de la droga. La guerra de Calderón fue no quijotesta sino estúpida. Sin embargo el país del norte (baja California sonora y anexas con anhelos separatistas) no ha notado que la izquierda existe, es decir que hay otras formas de vida, pero vamos!!! Ni siquiera hay librerias , te lo digo con conocimiento de causa ya que vivo aquí y no hay un pinche libro en kilómetros a la redonda, como esperar que conozcan cono yo la historia y mitología griegas que es ínfima, pero bueno el pais esta así pero el df vive esta peor vive en ombligolandia, donde creen que lo peor que les paso fue Mancera, pero diablos mejor sigo tomando tranquilo que se me calienta la cerveza y eso ni en el noveno círculo de Dante se perdona. caput
Gabriel
Lo terrible del DF es nuestro egoísmo: lo más reprochable, al menos mediáticamente, a Mancera ha sido el conflicto magisterial, es decir los problemas de vialidad que ha ocasionado. Y la gente en su infinito egoísmo y cerrazón reclama a Mancera como si no supieran que el responsable de este conflicto es el gobierno federal. Digo, en vez de reclamar a Mancera por cosas imputables a su administración, lo hacen por algo que deberían cuestionar a Peña y su inútil secretario de Educación. En fin, así nuestro ombliguismo: México puede estarse yendo al carajo, pero mientras podamos circular sobre Paseo de la Regorma.. nos tiene sin cuidado.
Salud
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