Rafal Olbinski
Una multitud histérica se apresta a lapidar a la mujer adúltera. Jesús interviene: «Que aquel que jamás haya pecado le arroje la primera piedra». Todo mundo se detiene, salvo otra mujer, mucho más joven pero muy digna, que avanza con gran adoquín y aplasta salvajemente la cabeza de la pecadora. Jesús entonces dice: “¡Mamá, echas todo a perder!”.
—Muertos de risa, Gérard
Genette, Figuras.
8 comentarios:
Sí solté la carcajada.
María siempre inmaculada, perfecta, sin pecado concebida... y además madre!
Más vale con ella que contra ella.
;)
Mau
Las madres son de armas tomar. :)
Beso
Las madres siempre madres.
Qué bueno.
Besos
Ja! Pero es verdad...María hizo todo los esfuerzos para arruinar la carrera del brillante Jesús...Un abrazo.
Mejor de risa que de otra cosa :D...Saludos
nunca imaginé a Maria como una madre o suegra fastidiosa, algunos comentarios me resultaron interesantes, saludos querida Marichuy
jajajjaja muy bueno
Y así, en pocos renglones, María de pronto, volvió a ser deliciosamente humana...
Grazie.
G.
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