Dicen que una mujer enamorada (y un hombre, claro, pero yo hablo desde mi perceptiva) es capaz de hacer cualquier cosa por el ser amado. Lo que sea. Desde lo más difícil y rompedor para su estilo de vida y forma de pensar, hasta las cosas más sencillas y cotidianas, como acompañarlo en sus aficiones deportivas, musicales y su afección por la peores películas de acción que haya conocido el celuloide. Para algunas mujeres, en el concepto "lo que sea" entran cuestiones como hacerle de comer, tenderle su cama o recoger la ropa sucia que su amorcito dejó tirada en el piso del baño. Dicen. Claro que cada quien tendrá establecidos sus límites de lo que es hacer cualquier cosa por el amado. Bien lo dijo Blaise Pascal: el corazón atiende razones que la razón ignora. Pero suponiendo que usted está enamorada de un fanático indómito del futbol (o usted es el enamorado de una futbolera de hueso colorado... se dan casos), deporte que a usted le excita tanto... como mirar por TV el apareamiento de osos polares; al punto tal de martirio, que le parece mucho más divertido hacerle de comer o recoger su ropa sucia... antes que asistir a ver un encuentro de fut el domingo a mediodía. Parece tan simple decir NO; cuestión de responderle al dueño de su corazoncito:
“Mi rey (o mi reina) el futbol es uno de los 50 millones de temas de este mundo que me son completamente inclusive, así que no me pidas que te demuestre mi amor chutándome un encuentro futbolístico, porque eso no sería demostración de amor… sino una prueba de sacrificio”.
En realidad nada de malo tendría responderle así. La cuestión es que -se supone- la convivencia en pareja incluye este tipo de negociaciones (no quiero llamarlos concesiones porque luego se hieren sensibilidades). Ddebe tener su encanto ser fan, aficionado incondicional de algún equipo y jugador de futbol. Eso me digo cada domingo, al ver pasar a mis vecinos ataviados con la camiseta de su equipo de futbol favorito. Cuando los veo tan entusiasmados, me digo que es una lástima que algunas carezcamos de tal sensibilidad o desprendimiento para gastar nuestros afanas en vitorear -y dejar medio hígado mientras le tiramos bronca a los de la porra del equipo rival- a 22 hombres que corren tras un balón en un campo de futbol. Claro, siempre habrá días más terribles que los domingos de futbol... los lunes de futbol americano. La diferencia entre ambos, yo, que ignoro las reglas y maravillas de ambos deportes, la reduzco a su mínima expresión: en el futbol cabe la posibilidad de que con sólo ver unos minutos de la liga italiana, una disfrute la contemplación de la mítica belleza de los hombres italianos. En cambio en el futbol americano, los jugadores van ataviados de tal forma que no sólo es imposible verles el rostro, sino también constatar si esa musculatura tan apabullante es toda suya o sólo se trata de un mero camuflaje. Recuerdo la penuria de un super bowl. Oh my god: casi cinco horas que se me hicieron como 24! Qué horror de aburrimiento. Ya no sabía si sentarme, pararme, correr, bostezar descaradamente o qué. Y mientras yo me desgañitaba para medio disimular mi hartazgo, el susodicho parecía abducido por las jugadas repetidas hasta el cansancio en la TV. Ni siquiera el concierto roquero del medio tiempo, logró sacarlo de sus elucubraciones sobre las jugadas que el equipo de sus amores debería intentar si quería coronarse. Después de ese penoso día, decidí dejar la pena en el congelador… y nunca más volví a chutarme semejante suplicio.
Pero estos son los temas leves. Hay cosas mucho más profundas e importantes, merced a las cuales uno acaba, incluso, modificando su manera de pensar y ver la vida… hasta límites inimaginables. Aunque al final, creo, siempre llega a descubrirse el límite después del cual ya no se está dispuesta a aguantar… por mucho que se ame. Ahorita recordé el límite del amor de un personaje femenino de una divertida -aunque en el fondo es un drama- novela llamada La Hescritora, así con h. Historia en la que (h)amor también se escribe con h dada su imperfección. Y en donde la protagonista profesa un amor ciego hacia su pareja: un vaquetón mujeriego que se siente mejor de lo que en realidad es y a quien ella cumple todos sus caprichos y antojos: desde lavarle su ropa hasta lo que sea. Así por años. De todo le tolera como si no tuviera límite… hasta que una noche él le confiesa, un poco forzado, su infidelidad. Y es entonces, en medio del dolor que tan repentino descubrimiento le causa, cuando ella descubre su propio límite de aguante: en plena cena romántica (que ella iba a pagar), durante la cual lo había sorprendido con el obsequio de una costosísima estilográfica de plata, porque él también pretendía convertirse en (h)escritor. Antes de abandonarlo en el restaurante, aguantándose las lágrimas más de rabia que de dolor, la hescritora tiene la suficiente lucidez para arrancarle de las manos la costosa pieza de escritura francesa que acaba de regalarle. Está dolida, casi no puede contener la explosión de llanto que ya siente venir, pero esa joya le costó demasiado dinero... como para dejársela a ese mal agradecido...
Y hablando amores ilimitados, llegó el plazo para mi publicación mensual en el blog colectivo Escribidores y Literaturos: aquí la liga a mi relato por si todavía les quedan ánimos de seguir leyéndome: etapa superior
*****
imagen: Le baiser, Aguguste Rodin.
53 comentarios:
jajajaja
bueno... creo que el amor ... o los partidos hay que vivirlos alguna vez y solo asi sabremos.. a que estamos dispuestos
o.O
aunque es peor salir con un sport billy
aquel que todo el dia quiere hacer cualquier deporte... menos el deporte de besar*te en un sofa comodamente¡
jajaja
Excelente análisis mi querida amiga!
Yo estoy enamorado, pero no loco.
No cocino, vivo a delivery, no lavo la ropa a nadie, detesto el fútbol, y no hay concesiones de ninguna naturaleza.
Dónde está el secreto de estar enamorado y seguir con mi pareja como si fuera el primer día? NO CONVIVIR!!!!!!
Ya pasé por esa experiencia, y nunca más la repito. No hay nada mejor que el noviazgo eterno, cada uno en su casa y nos vemos cuando realmente tenemos ganas. Y cuando eso sucede, lo único que acepto es compartir las películas de acción, esas que cualquier encefalograma plano pueda comprender.
Me mataste con: le excita tanto como mirar por TV el apareamiento de osos polares, jajajajajaja!!!
Muchas gracias por la visita.
BESOTES HERMOSA Y BUENA SEMANA!
Marichuy...
Figurate que hay una cantante que me hace pensar seguido en ti: Françoise Hardy...
En una de sus canciones, una de mis favoritas, llamada "La Sieste" ella dice una frase del amor cotidiano que me encanta: Si t'es a vendre je t'achète, J'irai jusqu'à vendre tes chaussettes....
Creo que el amor a veces nos obliga sin darnos cuenta a dar las máximas pruebas de amor en la vida cotidiana: Lavar ropa interior sucia, doblar calcetines, lavar platos, preparar comida y tender camas. Y nadie parece darse cuenta, incluso aquel que lo hace!
El amor, como la poesía se encuentran en nuestro vivir cotidiano: preparar un sándwich, planchar una camisa llenar una lavadora, hacer una lista de compras y depilarse el cuerpo.
En cuanto a aventarse un partido de fútbol... Por Yoan Gourcouf, yo SI lo haría!
Un beso afectuoso querida!
LO PEOR DE TODO ES LA ILUSIÓN, VA FORMANDO EN LA MENTE, LA CONVICCIÓN DE LA RELACIÓN PERFECTA, DE LA ENTREGA TOTAL.
EL LIMITE, CREO, SE LLAMA LEALTAD.
TODO MENOS OTRO AMOR.
ABRAZOS QUERIDA MARICHUY.
Jo
Pues sí, ya lo viví y de ambos futboles. Y ya supe: el fut americano me es mucho más insoportable.
Nunca he conocido aun Sport Billy
Stanley
Gracias. Nada de excelente, pero hoy me divertí y mira que en el fondo es un tema desgraciado.
¿Cómo, que estar enamorado y estar loco no son sinónimos? Jajá.
Y sí, eso dicen: que la monotonía de la convivencia mata el amor.
Je, es que no me imagino nada más aburrido que eso del apareamiento de los osos polares.
Besos y gracias a ti
Rodri
Estoy de acuerdo en todo, es así. Lo complicado es impedir que esa cotidianidad, de al traste con la pasión y la chispa.
Me encantas por tu espíritu de sacrificio, jajá. Querido, por Yoann Gourcuff, yo haría más, mucho más, que chutarme un partido de fut.
Besitos
Querida Abuela
De acuerdo: el límite, y la regla principal al mismo tiempo, debía ser la lealtad.
Un abrazo
La hescritora... una divertidísima novela que yo siempre imagino haciendo pareja con la de "El amor dura tres años", de Beigbeder. Será que sacrificio rima con vicio, y por eso a veces resulta no sólo inevitable sino irresistible. Al menos por un rato.
Abrazos reencontrados,
Que la literatura sana pero alguien (generalmnente escritor) debe hacer antes todo el trabajo sucio. Y que, con la pena, ganaste un premio cuya naturaleza sólo conocerás visitando mi blog.
Estar enamorado es como una tremenda borrachera, que tras el efecto de las feromonas, se anda uno arrepintiendo de lo que hizo "por amor" e inclusive que ese individuo o individua era "el amor de la vida" Pero en fin, por eso no me enamoro y prefiero el placer consciente de amar sin enamorarme. Así lo único que uno no está dispuesto a hacer es a estar con alguien que no quiera compartir. Amar es compartir, enamorarse es ilusionarse generándose las más caras e irreales expectativas. Amar es evitarse las expectativas, pero también cuidando no caer en la indolencia o la indiferencia, digo yo
Saludos, besos y mucho amor, adoradísima y admiradísima Marichuy :D
Pos si, son concesiones. Yo debo chuparme horas de películas que no soporto, y ella fines de semana repletos de fútbol, de Argentina, de España y de Inglaterra. Más carreras, tenis y a veces, algún que otro deporte menor. Por el contrario, le lavo los calzones, para que se sienta un poco más feliz con su amorcito...
Ivanius
Sip, muy divertida, aunque en el fondo es una tragedia... como la vida.
Abrazos
Canalla
Lo bueno de tener amigos escritores (como vos comprenderás) es que ellos hacen, aun sin saberlo quizá, el trabajo sucio por uno.
Ya me enteré de mi premio. Nomás por tratarse de ti, no despotricaré como el caso ameritaría. No; no es cierto, la verdad me divertí mucho leyendo tus sugerencias (muy de acuerdo con ellas, dicho sea de paso y aunque yo no sea escritora ni ninguna autoridad en la materia).
Un beso
Doc
Será por eso que a veces me sienta mal: soy pésima bebedora, nunca me he emborrachado (con alcohol).
Yo sostengo que el amor ataranta. Sin remedio.
Besos
Curiyú
Pero miré nomás: un estuche de monerías resultó usted... hasta lava los calzones. Eso sí que es una maravilla ¿También cocina?
Un beso
Te confieso que soy una esposa bien tradicional. Asi me educaron y no tengo ningun conflicto con esto. La clave esta en casarte con alguien que comparta tus gustos. Asi las concesiones no duelen tanto!
Besos!
Adorada,
Este es un posteo idóneo para que vuelva a poner la frase que siempre repito hasta el cansancio, y que conste que esta no es de mi master, esta es completita de mi autoría y basada en años de descalabros y sinsabores:
El amor, es cuestión de inteligencia. Ahora que si el amor es ciego, entonces ya no es amor (en mx tenemos un bien adjetivo para eso y que acaba en "ismo").
«Deslumbramiento del día, pájaros amarillos en la mañana. Una mano desata tinieblas, una mano arrastra la cabellera de una ahogada
que no cesa de pasar por el espejo. Volver a la memoria del cuerpo, he de volver a mis huesos en duelo, he de comprender lo que dice mi voz»
¡Precioso!
Oh Marichuy: la cocina es mi especialidad. Si estuviese cerca la invitaría a probar uno de mis manjares. Moriría de placer, comiendo un surubí con champignones o un matambre a la pizza.
Y se lo juro, en mi casa cocino yo, y mi chica es muy feliz con eso y engorda a pasos agigantados.
Besho
Por amor se hacen muchas tonterías que pasado el tiempo nos parecen incomprensibles.
También por amor se dejan de hacer otras, que cuando pasa la fiebre nos arrepentimos de no haber realizado.
Unas veces por no llegar, otras por pasarnos.
Iré al link, suelen ser cosas estupendas.
Besos amorosos...¡claro!
Pero bueno, que mala fama tenemos los que de verdad hemos hecho y seguimos haciendo todo por la amada: desde cerrar un libro y abrir otro en la biblioteca de la vida, hasta darle un riñón o ahorrar 3 años para poder vivir 6 meses en Europa.
me ha gustado, me ha gustado esta divagación, es interesante ver como narras la dualidad amor-futbol, seguramente alguien te hizo pasar tal martirio, abrazoazulyorodesdeaquí, el sur!
Es más fácil ver un buen partido de NFL que de fucho.
Pero es igualmente fácil emocionarse con uno y con el otro... claro... mientras sea la Champions League y no la liga mexicana que es la solución al insomnio.... ni yo juego así de mal caray!!!!
Y.... jajaja es típico... las mujeres hidealizamos al hamor...... hasta que claro, el amor aterriza al mundo real.
Un abrazote mi estimadísima Marichuy!!!
Pelusita
he ahí el secreto: si tu te sientes bien así, lo demás (incluidas las opiniones ajenas) es lo de menos.
Un beso
Querido Tessitore
De lo más pertinente tu frase. Gracias.
Y sí, la Pizarnik estaba tocada pro los dioses.
Besos
Curiyú
No debe haber mejor manera de morir... que en plenitud de placer.
Lástima que vivamos tan lejos :P
Un beso con antojo de matambre de Pizza.
"También por amor se dejan de hacer otras, que cuando pasa la fiebre nos arrepentimos de no haber realizado."
Tan cierto mi querida Virgi. Tan cierto. Y peor, cuando al final descubres que más que amor era mero obnubile.
Un beso y gracias
Sigilo
Pero por Dior ¿cuál mala fama? Yo no estoy hablando mal de los adorables hombres. Lo aseguro: esa no fue mi intención. El "malo" de esta historia es el de la Novela (de Cuca Canales) "La hescritora"
Saludos
Karenina
Bueno esta divagación pretendía ir más allá del fut tocar un poco la dualidad amor-concesiones.
Abrazos
Jes
Tú, que eres experta en ambos futboles, mejor sabrás. Yo, que no lo soy en ninguno, guardo pésima experiencia del Super Bowl y del fut americano en general. En cambio el futbol, por lo menos tiene ejemplares como Paolo Maldini y Yoann Gourcuff... para compensar un poco.
El amor dura, diría algún filósofo del desencanto, hasta que despertamos del sueño (a veces, de un batacazo).
Abrazos
Que no se muera el fútbol, para esas tardes en que las chicas, muy afectadas, salen a tomar el te, o quién sabe.
Edmundo
Pretendí ir más allá de la mera anécdota futbolística. El fondo no era despotricar contra el fut. En verdad.
Pensé que la hescritora iba a sacar una pistola y le iba a tirar directo a los ojos y la verdad que el super bowl para mi es pesadídimo. No se puede comparar con el fútbol, beleza de juego, jo. Una compañera arguye que mientras los maridos miran fútbol ellas deben divertirse y de la manera más desacarada.
saludos
Mario
Nooo, la escritora sólo quería recobrar la costosa estilográfica.
Las chicas sólo quieren divertirse, ¿qué hay de malo en ello?
Vuelvo a aclararlo: el fondo de este post no era despotricar contra el fut, sino lindar los límites del aguante en pareja.
Saludos
Mi querida Marichuy... regresé anoche de la otra Ciudad de los prodigios. Te leo de mañana, desayunándote... Y me dejas estupefacto por tus negaciones literarias... jajaja... es que eres una coqueta... Mira que escribir “Debe tener su encanto ser fan, aficionado incondicional de algún equipo y jugador de futbol. Eso me digo cada domingo, al ver pasar a mis vecinos ataviados con la camiseta de su equipo de futbol favorito. Cuando los veo tan entusiasmados, me digo que es una lástima que algunas carezcamos de tal sensibilidad o desprendimiento para gastar nuestros afanas en vitorear -y dejar medio hígado mientras le tiramos bronca a los de la porra del equipo rival- a 22 hombres que corren tras un balón en un campo de futbol”... ¡Y te quedas más ancha que larga!... jajaja... ¿Y qué fue de tu devoción desmedida por Zinedine Zidane? Cuando empecé a leer tu blog me llamó la atención tu cualidad de fan-hooligan por esa maravilla de hombre y jugador... ¿Reniegas de tu pasado? Anda, ve a releerte con melancolía...
Bromas aparte... es una delicia leerte de nuevo...
Besos a tu capricho...
Pau
Habría que definir el grado de "enamoramiento" para saber exactamente hasta dónde llegamos por el ser "amado"
Yo,el Fut ni por AMOR DEL BUENO.... jajaja
¿Y Qué? A mí sí me gusta ver en TV el apareamiento de osos polares...
genial tu entrada... y no tuviste tú la culpa pero no pude evitar pensar en los extremos más terribles, en esas mujeres que admiten la violencia sobre sí mismas o, más terrible aún, sobre sus hijos, al grado de preferir complacer al amante que salvaguardar la integridad de sus hijos... como en aquella película de profundo carmesí
Querido Pau
El futbol no me gusta. En cuanto a Zinedine Zidane, él se cuece muy aparte. Incluso, de la belleza de Paolo Maldini y Yoann Gourcuff. Una cosa es mi devoción por Zidane (inamovible) y otra que yo haya visto más de 15 minutos de un partido de fut. Y te repito a ti, como ya le repetí a todos: el tema no era el futbol sino los límites hasta dónde, en nombre del amor se puede aguantar, ceder, conceder etc., en una relación y para ello es que tomé al fut como un ejemplo común.
Besos
Work's
"Y qué? A mí sí me excita mirar por TV el apareamiento de osos polares, mil veces antes que el fut".
Sublime
Besos
Bichi
Pues sí, las hay que en su ceguera de amour fou o de absoluto amor, cancelan la dignidad y el respeto por sí mismas. Tristemente.
Abrazo y gracias
Concuerdo con todos esos filmes! Son gloriosos! Y sabés otro que me gustó mucho? Peau d´an. Visualmente era maravilloso!
Gracias y besotes guapa!
jeje, pues si el futbol es una de las cosas mas tortuosas que pueda existir, pero en mi caso lo es todo a la inversa, yo odio el futbol y a mi queridisima novia no. asi que ella ve futbol y yo peliculas o History Chanel (que aburrido.
Yo creo que dormir juntos en la misma cama es la forma mas rapida de romper una relacion: dormir todos los dias los 365 dias del año por mas que ames a sea chica o chico puede resultar rutinario y es la causa por la que ocurre la mayoria de rompimientos (modesta opinion mia claro esta) asi que siempre es bueno, si el o ella quiere ver su partido o novela dormir en otro cuarto, es mas dormir siempre en camas separadas, no genera rutina y el amor se agranda...
Saludos. y paso a escribidores...
Stanley
Qué bien que coincidimos. Recientemente, por fin encontré en México el DVD Región 4 de 'Belle de Jour'.
Ese film que me comentas, no lo he visto; lo buscaré.
Besos
Luis
Eso estuvo mejor: la fubolera es ella. Bien. Una de cal por las cientos de arena.
Saludos y gracias.
Vaya,Vaya!!
Yo debo venir de otro mundo, porque no consigo adaptarme a ese tipo de cosas. No soy empleada,niñera,menos su madre. Para andar por los rincones de la casa recolestando las cosas, son otros tiempos. Ahora las cosas son compartidas. Desde cocinar - Hasta lavar los platos juntos. El estar "enamorada" no le da, derecho de obtener beneficios del otro... Son de ambos.
Hay cosas a las cuales yo no asistiría, una de ellas es el Fútbol. Dado que no tengo conocimiento, menos soy seguidora - fanatica de dicho deporte. No me inspira ni siquiera, ver los musculosos que son esas 11 personas. Cuando alguien ve fútbol en casa, yo escucho música(a dios gracias existen los audifonos) son lo mejor. Es algo que va en el ADN de los hombres hablar de Fútbol, pero tengo un amigo que es igual que yo. Cero interés en ese deporte.
Hasta ahora el único sacrificio fue, ir a un concierto de música, el cual no era de mi gusto. Fue un suplicio, agónico. Hasta que comencé a bostezar, tapandome la boca(eran pequeños). Después de eso, dije no más...
Ciento que el estar en pareja, no es un tema de sacrificarse por el otro. Es compartir de forma grata, sin imponer condiciones. Menos de obtener el poder - dominio sobre el otro. Somos adultos, humanos, pensamos actuamos y razonamos. Creo en los espacios de cada uno, en el fondo seguimos siendo humamos...
Rayos!
Que comentario más extenso, espero no haberte aburrido... Besos, querida!!
Yo paso con el futbol y con ese tipo de amor también, jajaja...
El corazón tiene forma de balón.
Muy divertido tu texto. Y tanta verdad.
Pd. A veces hay sacrificios que valdrían la pena pasar, ejem: estar sentada al lado de Juanito Villoro viendo un partido. Uf. Jajajaja.
Abrazos.
Saqysay
Qué difícil, convivir con la cotidianidad a cuestas pero haciendo todo porque esta no mate el amor ni vuelva un suplicio de aburrimiento la convivencia.
Para mí, el peor sacrificio musical sería un concierto de reggaeton. Más que sacrificio por amor... un castigo divino.
Nada de exceso de comentario, querida.
Un beso
Clarice
Y seguro Juan Villoro te explicaría los detalles técnicos. Yo tengo su libro "Dios es redondo" (me lo regalaron cuando el Mundial de Alemania).
Un beso
Hola Marichuy!
Me has arrancado varias sonrisas con tu narración, que, de costumbre, es magnífica.
Contribuiré humildemente con dos aportes: Es distinto el "enamoramiento" como etapa, del "amor". El primero, constituye una euforia emocional y hormonal (de hecho, algunos psicólogos lo comparan con la "locura momentánea"). El segundo es un acto humano, racional y volitivo, se cocina a fuego lento y nunca es codependiente.
El enamoramiento dura cuando mucho dos años, pone al cerebro en un estado bioquímico semejante al que experimentan quienes inhalan cocaína: literalmente es "un viaje". Y es en su nombre que la gente comete todo tipo de locuras, que dan pretexto a sinnúmero de novelas.
Al terminar el enamoramiento sucede una de tres posibilidades:
(1) La ideal: damos paso al amor, en el cual la pareja construye un proyecto juntos y donde efectivamente se dan las negociaciones, las cesiones, los sacrificios y también las recompensas que se idealizan en las películas. Pasa por varias etapas, pero lo importante es la apertura (en esta relación es perfectamente posible decir "no quiero /no voy a hacerlo" y no hay reclamos ni berrinches de ningún lado).
(2) La más común: la relación "se enfría" y entonces uno de los dos, o ambos, deciden terminar la relación. Es común en esta etapa que si uno de los dos desea continuar y el otro no tiene la valentía de romper con todo, surgen las "aventuras". (La expresión "se nos acabó el amor" o "nos ganó la rutina", en realidad hacen referencia a que terminó el estadio de euforia compartida...)
3) La más peligrosa de todas: se vuelve tóxica y se convierte en una relación de codependencia o abuso emocional. En ésta, la "víctima" vive tratando de ganarse la aprobación y el gusto del "verdugo", el cual va abusando cada vez en mayor medida de su poder, imponiendo límites absurdos a la víctima, socavando su autoestima y controlando todos sus actos.
Dicho lo anterior, concluyo que cuando viste el partido de Fútbol americano: (a) Estabas enamorada, (b) eres muy generosa y (c) fuiste asertiva al darte cuenta que no era lo tuyo y no reincidir. Es genial darle a cada quien su propio espacio. (No tenemos que compartir todo!)
Y la novela, sin duda, es un caso de abuso emocional. Lo triste es que, en la vida real, la mujer, después de quitarle la pluma y abandonar el restaurante, seguramente le volvería a llamar a la semana, para regañarle... y volver con él...
Abrazo!
J. (Antes "G").
Jorge
Wow, qué gusto que has regresado.
Gracias por tu muy puntual comentario; claro y preciso.
Pues sí, lo mas triste y común quizá no sólo sea que el enfriamiento amoroso sea la etapa siguiente del enamoramiento, sino lo otro: empecinarse en una relación tóxica. Pasa y más a menudo de lo que quisiéramos.
Je, creo que aguanté un -y sólo uno- Super Bowl, en un esfuerzo supremo de compartir todo. Pero con eso tuve. Never again je.
Un abrazo y gracias
Escribir definitivamente escribir aunque para ello deba uno de pensar a veces y aunque sea solo un poco, para aquellos que gozamos de las letras las cercanas las que nos identifican nos distinguen y nos empatan ahi donde todos somos libres, en mis letras, en tus letras.
EN LAS LETRAS.
EDSON.
Y no he cambiado ni de Sistema Solar ni nada sigo en esta misma esfera girando involuntariamente a velocidades vertiginosas, Visitando a los amigos cuando se puede cuando la velocidad lo permite.
Descubriendo todos los enigmas de la vida de uno por uno.
Salu2.....
EDSON otra vez.
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