escribir

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva; arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.[Georges Perec]

agosto 26, 2010

polvos de aquellos libros



Recuerdo que durante mi niñez y adolescencia, cuando mi padre venía a la Ciudad uno de los pocos consejos que solía repetirme (invariablemente en cada viaje y aún cuando en general fuese un hombre poco dado a pretender dirigir la vida ajena según sus parámetros), era el referido a adquirir conocimientos mediante la lectura… más allá del aula escolar. Al recordar aquellos años, considero que en general su conseja no era tan necesaria, pues las propias circunstancias de mi niñez me hicieron proclive a los libros y, por si faltara, tal inclinación se vio reforzada con la estricta disciplina de mi abuela en materia de TV: sólo una hora al día me era permito verla.

Erudición, s.- Polvillo que cae de un libro a un cráneo vacío. Ambrose Bierce. El Diccionario del Diablo)

Traigo a colación esta historia doméstica, porque ayer que malbicho nos recordó la existencia del Diccionario del Diablo, de Ambrose Bierce-, al leer su definición sobre Erudito, una vez adecuada a las necesidades de esta divagación, me vino a la mente mi desordenado andar por los libros y con él la conseja de mi padre de adquirir conocimientos mediante la lectura. Cierto que mi señor Progenitor no pensaba, ni remotamente (nunca ha sido pretencioso ni desubicado; más bien, peca de lo contrario), en erudición ni nada parecido. Pero el hecho de aconsejarme "aprender" mediante los libros, dejando a mi libre albedrío tipo, cantidad y contenido, encarnaba (creo) un riesgo: que yo acabara leyendo, literalmente, cualquier cosa; textos que lejos de ayudar en mi formación terminaran por enmarañar, aún más, mi de por sí enmarañada cabecita. Al final, me parece, no estuvo tan mal el aprendizaje… en lo que a leer se refiere. Pero una cosa es haber leído variado y suficiente, por gusto y no de manera obligada, y otra muy distinta… haber adquirido per se conocimiento, pues nada garantiza que lo leído haya sido procesado de manera adecuada por mi imberbe mente infantil-adolescente (lecturas variadas, dispares y, tal vez, no del todo apropiadas para mi edad). Y esto vuelve a llevarme a la esencia de la definición de Bierce: cuando uno se adentra en los caminos de la lectura (una forma de autoaprendizaje), es un territorio virgen, una página (casi) en blanco, sobre la cual los escritos e ideas de otros irán moldeando una nueva y propia escritura. Pero también, de alguna forma, uno semeja a ese cráneo hueco al que alude con iónica agudeza el escritor estadounidense: una cabecita con poco espacio ocupado… lista para ser llenada con los polvillos de conocimiento que vayan cayendo de los libros que lea. Polvillos que tal vez logren llegar, y rellenar, al lugar adecuado y, con un poco de ayuda, hacer una buena mixtura con elementos tales como las cualidades intelectuales, experiencias y algún tipo de conocimiento no adquirido a través de los libros... pero nada de volverlo erudito.. al menos así lo veo yo.

 



Post Scriptum. De antemano me excuso, en el remoto caso de que algún erudito autodidacta (no conozco a ninguno en mi entorno) leyera esta divagación.


Post Scrptum2 Utilizo la palabra conseja, quizá indebidamente, en su acepción de creencia/idea preconcebida: mi padre me decía que leyera mucho, más allá del aula y tareas escolares, en la creencia de que al hacerlo yo aprendería y adquiriría, per se, conocimientos



*****

51 comentarios:

Ivanius dijo...

Marichuy

Me parecen demasiado familiares estas reflexiones, pero la defnición de Bierce me gustó. En mi época escolarizada se decía que la escuela es el lugar donde los apuntes del maestro se convierten en apuntes del alumno sin pasar por el cerebro de ninguno de los dos. Creo que la erudición tiene que ver más con lo que "hay que" leer o aprender que con aquello que agrada por encontrarlo como incauto cráneovacante y sucumbir a la avidez. Así, digo yo con Sancho Panza, una cosa es llenarse la cabeza de polvo, y otra distinta tener sal en la mollera.

Abrazos condimentados.

Darío dijo...

Yo leí bastante, y sin embargo siento que no me sirvió de nada. Pero eso sólo lo pienso porque mi memoria es demasiado frágil.
Me aterra más, pensar en todo lo que no voy a leer.
De usted, admiro esa capacidad que tiene para relacionar libros con libros. La lectura, se ve, la alimentó en buena forma.
Beso.

marichuy dijo...

Curiyú

No sé si a vos le pasa, que hay libros de los que quizá haya olvidado palabras o frases exactas, tal vez hasta algún pasaje importante y sin embargo es capaz de recordad, casi vivir de sólo volver a pensarlo, la emoción que le produjo su hallazgo, aquella primera lectura. Por lo demás, la memoria, ya lo dijo Santa George Sand, es una gran traidora.

Un beso y gracias por esa flor que acaba de dejarme

marichuy dijo...

Ivanius

Je, esa definición maestro alumno, está buena (y cruel)

A saber qué sea la Erudición (más allá de lo que diga el diccionario), lo cierto es que no creo que equivalga únicamente a llenarse la cabeza de lo que dicen los libros (aún cuando estos sean buenos libros).

Abrazo con frío

Anónimo dijo...

"Antes leía para aprender, ahora leo para olvidar..."
GIOVANNI PAPINI

Pasa el tiempo y uno aprende que lo mejor es desaprender primero, leer como una forma de crecimiento integral, no con rigor academicista sino con afán exploratorio, de crecimiento espiritual a través del intelecto. Así es como surgen tus divagaciones, posiblemente no tenías una certeza que el afan de conocer, y explorar llevan siempre a un crecimiento espiritual cuando comenzaste a leer y a querer aprender. La erudición es algo que no comprendo pero mis lecturas me distraen, como mis propias creaciones, una de mis lecturas más recurrrentes son tus blogs. Eres mi ejemplo en cierto sentido. No es lo que lees, sino cómo lo asumes lo que hace rico y útil cualquier lectura, dice el maestro Enrique QUezadas "no está lo bello en las cosas, lo bello es cómo las ves" Así el saber y la erudición son cosas diferentes

Unknown dijo...

Buen habito el de la lectura, por lo que cuantas te imagino como la niña de la película Ever After, la cual esperaba ansiosa el libro que su padre le traía en cada viaje que volvía a casa. Me quedo con el pendiente de encontrar tal diccionario, un abrazo.

Pau Llanes dijo...

Mi querida Marichuy… hace días que faltaba a nuestra “cita a ojos abiertos” (que no ciega) con tus palabras y divagaciones. Leí tu anterior post con sugestiva admiración y no puedo por menos que regalarte ahora unos fragmentos de uno de mis poetas del alma, mexicano por más señas. Don Efraín Huerta… ¿Recuerdas su poema “Avenida Juarez”? Estoy seguro que sí y que su poesía la guardas en alguna rendija íntima y segura de tu cabecita alocada o cerca del corazón entre tus órganos más sentimentales… Así comienza “Avenida Juárez:

“Uno pierde los días, la fuerza y el amor a la patria,
el cálido amor a la mujer cálidamente amada,
la voluntad de vivir, el sueño y el derecho a la ternura;
uno va por ahí, antorcha, paz, luminoso deseo,
deseos ocultos, lleno de locura y descubrimientos,
y uno no sabe nada, porque está dicho que uno no debe saber nada,
como si las palabras fuesen los pasos muertos del hambre
o el golpear en el oído de la espesa ola del vicio
o el brillo funeral de los fríos mármoles
o la desnudez angustiosa del árbol
o la inquietud sedosa del agua”...

Yo digo que Don Efraín sabía mucho, que era un erudito de la vida y las palabras que la nombran y definen, aunque dijera que “uno no debe saber nada”, etc. A veces somos tan coquetos con las palabras… “Ciudad Juárez” es uno de esos poemas que me hubiera gustado escribir de primera mano… o al menos recordar en su totalidad para recitarlo uno de esos últimos días que todos creemos tener algún mal día por ejemplo…

Además tú sabes que soy un exiliado expatriado… Si acaso una “Matria” en la que creer, refugiarme y ser devoto…

Y sobre lo que cuentas hoy:

El Diccionario del Diablo es uno de mis favoritos repertorios de ironía y mala leche, por supuesto. Lo traigo siempre conmigo entre mis piraterías electrónicas. Pero también llevo conmigo el Diccionario de Doña María Moliner. Mi santa erudita de la palabra define lo siguiente: “Erudición” (del lat. "eruditio, -onis"). En sentido amplio, posesión de conocimientos adquiridos mediante el estudio. En sentido restringido, se aplica a los conocimientos excepcionalmente amplios o profundos en materias que tienen aspecto histórico; como la historia general, la literatura o las lenguas; especialmente, los adquiridos en los documentos o fuentes. “Erudito”, -a: Se aplica a la persona que tiene erudición, a sus obras… Entendido, sabio… “Erudito a la violeta”. Persona cuyos conocimientos o erudición son sólo superficiales

Sólo quería decir que yo aprecio a los eruditos, siempre los he admirado. Me conmueve su dedicación más que sus conocimientos, su generosidad más que su sabiduría. Si no fuera por su trabajo paciente, a veces obsesivo y qué más da, sus ganas de trasmitir y comunicar… Y qué decir de su literatura una vez que se atreven de sus temas y sabidurías… ¿Imaginas un mundo sin Borges, sin Umberto Eco, sin Robert Graves, sin Pau Llanes?

Además me duelen como propios esos insultos bárbaros que nos hacen de vez en cuando a los que ensamblamos pensamientos y juntamos palabras… ¡Son unos intelectuales! ––nos escupen a la cara… ¡Qué saben de la vida estos eruditos! ––nos ningunean… ¡Váyanse a otra parte con su cultureta a cuestas! ––por dios…

Reivindico pues la erudición y abogo por los eruditos de todo pelaje… tanto como por los erotómanos ––Nabokov al frente y Bruno Llanes en la retaguardia…

Eso sí… a los “eruditos a la violeta” que les den morcilla… (se la merecen por cretinos y “lilis”).

Besos húmedos bajo el diluvio particular de cada tarde capitolina…

Pau

marichuy dijo...

Doctor Gurma

Quizá habría que empezar por despojar al acto, vocación, gusto, necesidad por leer, de objetivos ulteriores. No digo que esté mal plantearlos, pero creo que despojándolo de eso, la lectura puede resultar menos pretenciosa e infinitamente más gozosa. Y que cada quien encuentre lo que necesita, lo mejor de la lectura, como de la vida, es que esta te sorprenda.

Un abrazo

Mafalda dijo...

...

Hola. hola.

Aquí pasando a saludar.

Yo leo. Y...¡yap!

Abrazete y saludete.

Mafalda

marichuy dijo...

Toño

Tu comentario me recordó una novelita (no sé que tan bien calificada esté por la crítica) llamada "Un viejo que leía novelas de amor”, del chileno Luis Sepúlveda. No sabes, la ansiedad de este hombre, quien vivía perdido en el último rincón de la Amazonia y tenía que esperar a un comerciante que recalaba ahí cada mes, y quien le llevaría su anhelado tesoro: libros… libros que eran, como lo indica el nombre, Novelas de amor.

Abrazo

marichuy dijo...

Pau

Qué maravilla ese poema de Efraín Huerta ¿conoces sus poemínimos?

Ese Bierce no tenía consideración por nada, qué tal su definición de amor?

"Amor, s. Insania temporaria curable mediante el matrimonio, o alejando al paciente de las influencias bajo las cuales ha contraído el mal. Esta enfermedad, como las caries y muchas otras, sólo se expande entre las razas civilizadas que viven en condiciones artificiales; las naciones bárbaras, que respiran el aire puro y comen alimentos sencillos, son inmunes a su devastación. A veces es fatal, aunque más frecuentemente para el médico que para el enfermo."

No, si yo no reniego de los eruditos. Lo que digo es que el concepto se ha abaratado un poco: de un tiempo a esta parte le llaman Eruditos a muchos que distan largo de serlo. Umberto Eco, es de los que sí merecen el Título (muero por leer su nueva “El cementerio de Praga”, historia situada en el siglo XIX y contada un poco al estilo de la novela decimonónica folletinesca).

Besos después de la lluvia

marichuy dijo...

Mafalda

Y harás bien.

Abrazo

Canalla dijo...

Emplear el término "erudito" en su acepción peyorativa, no habla bien del resto de los mortales :) No, ya en serio: todos somos autodidactas, a menos que alquien crea que una de esas aburridas antologías de literatura universal que le hacían leer en la carrera, o Cálculo de Integrales Circulares 3 le ayudó a solucionar el dilema más nimio de su existencia... Creer que la literatura debe tener otro fin práctico en la vida que hacerla menos aburrida, se castiga leyendo todos los manuales de autoayuda escritos por la estupidez humana tan pronto se llega al séptimo círculo del infierno. Pero conocer la Divina Comedia, estoy seguro, ayuda más que tres másters en la Complutense cuando te das cuenta de que, hagas lo que hagas, un día la palmas. Por cierto, entre mis eruditos autodidactas favoritos figuran Gorki, Hernández, Istrati, London, los Grim, Monterroso,
Dickens, Fernández de Lizardi, Conan Doyle, Bernard Shaw, Onetti y Rulfo (y a Juan ni se le notaba, ¿verdad?)
Un beso.

La sonrisa de Hiperion dijo...

Pasé a echar un ratito de lectura en tu casa, y como siempre me voy encantado...


Saludos y un abrazo.

La abuela frescotona dijo...

MARICHUY, RECUERDO EL SENTIMIENTO DE PODER QUE SENTÍ, CUANDO ME DI CUENTA QUE PODÍA, SABIA, LEER. ERA UNA NIÑITA QUE DE MUY PEQUEÑA FUI A LOS COLEGIOS DE MONJAS, LA LECTURA ERA MI MUNDO FELIZ, LEI TODO LO QUE LLEGABA A MIS MANOS. AHORA A MIS AÑOS, AUN SIENTO QUE ALGO QUEDÓ EN MI MENTE, Y CORAZON, PUES NO OLVIDO MUCHOS DE ESOS LIBROS, CUYA SUSTANCIA DE CONTENIDO, SUPERA MUCHO A LA LITERATURA DE HOY.
ALGUNOS POLVILLOS TENGO, ME RESULTA GRACIOSA LA FRASE...

marichuy dijo...

Canallita

Jajá, yo y mis blasfemias, derechito al infierno voy a ir.

Pero no creas, hay algunos que se creen eso que mencionas.

Todos somos autodidactas. Sí que sí.

"Pero conocer la Divina Comedia, estoy seguro, ayuda más que tres másters en la Complutense cuando te das cuenta de que, hagas lo que hagas, un día la palmas"

Este fragmento lo voy a enmarcar, para tenerlo a mano y podérselo restregar -cuando sea necesario- a mis amigos que no han entendido que lo Doctorado no quita lo Pendejo (con perdón por la fineza).

Un beso

marichuy dijo...

Querida Abuela

Seguro que lo que te ha quedado, guardado entre las brumas del tiempo, es lo que vale la pena. Hay quien dice (nomás que si lo repetimos, luego nos critican y llaman anticuados y no sé cuántos epítetos más), que buena parte de la mejor literatura de la historia, es la que se escribió entre el Siglo XIX y principios del XX.

Un abrazo

marichuy dijo...

La sonrisa de Hiperión

Gracias por la visita

Un abrazo

Pau Llanes dijo...

Querida Marichuy...

¡Cómo desconocer los Poemínimos de Don Efraín! Mira... La Poesía Completa de Efraín Huerta es uno de los libros que me acompañan siempre en mis viajes y por supuesto en México. A diez centímetros del teclado en el que te escribo tengo a los ojos ese "libro blanco" más puro que la nieve del Pico Orizaba... Me regalas una definición diabólica del amor, pues yo te trascribo el poemínimo FRANCISCO I:

Todo
Se ha
Jodido
Menos
El amor

Me anuncias la novela de Eco... Yo también la espero impaciente (a lo mejor me la compro en italiano antes que la traduzcan al castellano)... Te confieso que desde hace años, más de veinte, mantengo con Don Umberto ciertas complicidades, unas veces abiertamente, otras a través de amigos comunes... A ver qué pasa en el cementerio de Praga... Yo estaba en ese cementerio una mañana de diciembre de 1989, al amanecer, tras una copiosa nevada y a -10°... y me paré ante una estela cualquiera (no exactamente) y leí un nombre... Cuando vuelva a mi casa en la isla tengo que buscar la fotografía que hice y te la envío por nuestro conducto directo, te prometo... ¿Qué hacía yo en Praga en diciembre de 1989?... Pues vivir en primera fila la Revolución de Terciopelo... ¿Y qué más?... Pues siguiendo las pistas que Don Umberto me había dejado en su Péndulo de Foucault, ni más ni menos... ¿Recuerdas la frase de salutación de John Dee al Gran rabino de Praga?... "Here comes everybody?"... Te dejo jugando con las palabras, troceándolas y collageándolas de nuevo...

Otro día gris, ma chère amie...

Creo que iré a comprar al City Market esta mañana. Me apetece cocinar algo rico esta noche... Ya te contaré...

Besos chilangos...

Pau

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

Lecturas adecuadas???
Es Díficil establecer un criterio universal....supongo que sólo se llega al individual.

Pelusa dijo...

Estoy de acuerdo, el leer no garantiza el aprender. En la isla, donde casi todos son universitario, se hizo muy comun un refran: "el/ella paso por la universidad" (O sea, la Universidad no paso por el/ella!)

La definicion de Bierce, magnifica! Ya localice el diccionario.

Una pregunta: ¿por que "la conseja"? La primera vez pense que seria un error, pero la segunda ya me hizo pensar...
Besos!

Edmundo dijo...

Es hermoso hablar o escuchar a alguien que ha leído demasiado y no hace ostentación de ello. Es tu caso, creo. Lo leído te supura como el sudor.
Un beso.

virgi dijo...

Yo me iría a una isla desierta con un par de cosas: una manual del cielo, una maquinita de ajedrez, una enciclopedia, un atlas, un diccionario...

Las tres últimas cosas se las debo a mi padre también. De pequeños, cuando le preguntábamos el significado de algo, nos hacía ir a buscar alguno de esos libros. En esa época, tratábamos de hacernos los despistados. Pero fue una semilla extraordinaria la que nos sembró. Mi madre igual, pero con lecturas.
Un fuerte abrazo, querida Marichuy

Xabo Martínez dijo...

Hay libros que nunca debimos haber tomado o leído, hay libros que de tanto deseo de leerlos nunca los abrimos y hay libros que reconcilian, que nos hacen ser (o por lo menos querer ser) otro. Sin el librero de mis hermanas mayores mi vida seguramente habría tomado derroteros muy distintos. Sin embargo el haber crecido con ellos me impulso a tener mis propios libros antes que un librero (ya se sabe el hábito de reproducción de estos) y salvo los libros que celosamente guardamos de las miradas ajenas, hay libros que nunca he dejado. Hay libros que he perdido y vuelto a comprar. Seguramente no soy ni seré un erudito, creo que la diferencia que mencionas la aclaro Heidegger cuando hablaba de la inteligencia del conocimiento, cuando a veces pensamos que conocer mas o saber mas es acumular conocimiento, y no es así, o no lo será si no va acompañado de un autentico deseo de saber, “de un estado de apertura”. Dicho esto solo menciono aquella buena costumbre de Milan Kundera de usar los libros como seña o reconocimiento en sus novelas.
Un abrazo grande y grande

marichuy dijo...

Pau

Buenísimo ese poemínimo d Efraín Huerta; como para repetirlo una y otra vez en estos aciagos días mexicanos.

A mí se me antoja mucho la novela de Umberto Eco, porque al desarrollarse en el siglo XIX pareciera ser una especie de homenaje a la gran novela decimonónica y folletinesca, en la cual toca aspectos de la historia europea de aquella época y por cuya trama discurren personajes reales tan distintos como Freud o Alfred Dreyfus.

Un beso

marichuy dijo...

Pelusita

Utilizo la palabra conseja, quizá indebidamente, en su acepción de creencia/idea preconcebida: el consejo de mi padre era 'leer' en la creencia de que al hacerlo yo aprendería y adquiriría, per se, conocimientos.

Un beso

marichuy dijo...

Edmundo

Je, el menos eso intento (y comparto tu opinión: pocas cosa más incómodas que estar escuchando o leyendo a alguien que hace gran ostentación de su acervo lector).

Un beso

marichuy dijo...

Cuentitsta

Bien dicen, no se trata, a veces al menos, de que sea el mejor libro a secas, sino que sea el mejor libro para tu sentir. (claro, con ciertos límites).

marichuy dijo...

Mi querida Virgi

Cuando era niña, hubo un tiempo en que mi libro favorito era el Pequeño Larousse Ilustrado, en especial la sección que sigue a las hojas rosas; ese y una enciclopedia que mi abuela me había comprado (donde me enamoré del Ermitage).

Un beso

marichuy dijo...

Querido GAB

Supongo que en buena parte de nosotros, el haber crecido viendo a otros leer, de alguna manera influyó, sembró la curiosidad, el deseo de hacer lo mismo.

Me pasa igual: como he sido medio errante, en alguna mudanza se me extravió una caja llena de libros y otra con mi colección de revistas), algunos de los cuales me eran especialmente queridos.

Un fuerte abrazo

Jo dijo...

Ambrose Bierce! tengo el diccionario y pobre de el en vez de libro parece baraja, no he aprendido a cuidarlo pero es ue es de los favoritos, los mas ocurrentes y sin duda hasta de los mas sinceros

los libros siempre son como pequeños espacios que uno puede sucumbir y atravesar otros no tan pequeños mundos.

y al menos te dejaban ver tv en pequeñas dosis que mejor que hayan sido las letras las que te hayan terminado conquistando por referencias

besos!

Jo dijo...

hasta hace poco me reí de alguien que decía que por leer tanto uno se hacia culto.

tenia ganas de echar una trompetilla isofacto.

es cuando digo que ese que se atasca de libros hoy sólo porque le dijeron o se cree esa mentira (incluyendo ir a sitios o bebiendo ciertas cosas) no lo hace màs culto

sigue ignorante aunque se embuchaque una veintena

virgi dijo...

No te dije que la frase de Bierce es una genialidad. Aún lo tengo pendiente.

(también tengo yo ganas de visitar el Ermitage)

Más besos, tesoro

Enrique dijo...

Marichuy
Me resulta curioso cómo la mayoría de los comentarios de tus contactos se ostentan de su vasto repertorio de libros que han leído.
Pero se me hizo genial la frase de Curiyú: “Yo leí bastante, y sin embargo siento que no me sirvió de nada”.
Caray, qué cierto es ese pensamiento (al menos para mí).
También creo que Ivanius tiene razón respecto a que hay que leer los libros correctos.
Un abrazo

marichuy dijo...

Jolie

Suele pasar que de tanto consultarlos acabemos medio deshaciendo los libros.

Y también pasa, más a menudo de lo que debiera, que los libros y el presumir su lectura, se utiliza (como ya dije en este blog alguna vez) como una pose y hasta símbolo de estatus. Hay autores que mucha gente menciona como sus favoritos con el mismo dejo presuntuoso con que otra diría que lo suyo son los bolsos Louis Vuitton… originales. Y al final ni el primero se convierte en erudito sólo por leer a tal o cual, ni la segunda se vuelve elegante y chic al portar el bolso de LV.

marichuy dijo...

Querida Virgi

La agudeza (y acidez) de Bierce resultan de lo más atractivas.

El Ermitage es una belleza. No hace falta decir qute guarda enormes tesoros artísticos (por ej. uno de los lienzos más impactantes que he contamplado: "El Descendimiento de Cristo" de Rembrandt van Rijn), pero a veces creo que el mayor tesoro de ese museo es el edificio en sí: situado a la orilla del Neva, su vista desde el lado opuesto donde se halla la Iglesia de la Sangre Derramada (otra maravilla, apabullante, como son todas las iglesias de aquellos lares) es uno de mis mejores recuerdos de viaje.

Un beso querida

marichuy dijo...

Enrique

Creo que a veces ahí empiezan los problemas, pues dejando de lado la ‘literatura fast’ (que es como la comida ídem, medio chatarra), es difícil, pretencioso y soberbio querer determinar cuáles son los 'libros correctos' Tal vez, en ciertos casos, más que buscar el ‘libro correcto’ a secas… habría que afanarse en encontrar en el libro correcto para uno.

Un abrazo

Ju dijo...

Libros, ahhh esos pequeños insomnes compañeros!!

Marichú, aquí te dejo un linkito que hala sobre estas cuestiones, y me gustó bastante bastante.Salió hace un tiempo en La Jornada de Méx: http://www.jornada.unam.mx/2009/01/18/sem-arguelles.html.

Y aquí un pequeño fragmento, al cual adhiero grandemente: “Toda mi vida leí por curiosidad insaciable, para leerme a mí misma, para poner palabras sobre mis deseos, heridas o miedos; para transfigurar mis penas, construir un poco de sentido, salvar el pellejo.” (M. Petit)

Un abrazo afectuoso.

emilio dijo...

Nunca son de más los consejos de un padre, y el tuyo, desde luego te los daba buenos, aunque veo que no te hacían falta...
Eres una auténtica erudita.... jajajjaja, (es broma), aunque tampoco sería un pecado.
Yo de niño leía más que ahora, leía y releía los libros que me gustaban, podía leerme una docena de libros al mes, así me anda la vista ahora, que cuando llevo 10 minutos los ojos me lloran y debo dejarlo.
Siempre se aprende algo en ellos, aunque no necesariamente cosas trascendentales, que si no, sería polvillo de ese lo que nos entraría por el cerebro.

Un abrazo amiga.

Enrique dijo...

Es cierto Marichuy, hay que encontrar el libro correcto para uno, pero a veces ayudan mucho las recomendaciones de amigos que son afines en tus gustos.
Por eso leo tu blog.
Un abrazote mi querida amiga.

LUIS TORRES dijo...

Recuerdo que de pequeño me soplé todo los miserables, y al final de la lectura me dije a mi mismo, "que carajo no aprendi nada"

Pues si soplarce un clasico de mas de 700 paginas no te garantiza un buan aprendisaje pues muchas veces estas no enseñan nada y mas bien con la moda de los best seller creo que peor aun...

auque tampoco creo que aprendi mucho con Poe, pero mis recuerdos de mis lecturas juveniles son de este autor que desde el primer cuento que lei de el (el corazon delator) me quede asombrado de la prosa de este escritor.


saludos.

marichuy dijo...

“Toda mi vida leí por curiosidad insaciable, para leerme a mí misma, para poner palabras sobre mis deseos, heridas o miedos; para transfigurar mis penas, construir un poco de sentido, salvar el pellejo”

Jules

Me encantó lo que dice Michèlle Petit (bueno el texto de Juan domingo Argüelles sobre la Aubiografía lectora de Mme. Petit).

Abrazo para vos

marichuy dijo...

Emilio

El tiempo es inapelable e implacable: a la degeneración natural del sentido de la vista, se aúna la degeneración (también natural) de nuestras neuronas… y así… ad infinitum hartas degeneraciones más. Y pese a ello o más bien justo por ello, casi como conjuro, hay que leer. Como dice aquí arriba Michèlle Petiti:
“[…] para poner palabras sobre mis deseos, heridas o miedos; para transfigurar mis penas…”

Abrazo

marichuy dijo...

Querido Enrique

Cierto nuca viene mal la recomendación, sugerencia, reseña de un amigo, de alguien con quien se coincide.

Otro abrazo

marichuy dijo...

Luis

Quizá, ya con medio abrir los ojos a otros mundos, a otras formas de decir y hasta de encontrar, en algún momento, un reflejo de nosotros, es suficiente motivo para leer. Y a veces ni eso: no hacen falta motivos (ni resultados) grandilocuentes para ello.

Justo dijo...

Qué buena conseja -hermosa palabra- de tu padre, y a la vista está los frutos que dio..

karenina Beltrán dijo...

los consejos de casa siempre nos dejan algo y en algún momento uno recuerda bien me lo dijo mi madre o padre pero que mejor aprender en el viaje de la vida, pero por lo que te leo marichuy si que has aprendido narrar tus divagaciones...abrazodeluz!

Clarice Baricco dijo...

Me interesó tener el de Ambrose.

Qué bien hizo tu padre y tu abuela con la tv.
Y demás.

marichuy dijo...

Justo querido

La conseja, buena. De los resultados... pues te diré, jeje

Un beso

marichuy dijo...

Karenina

Bueno, no creas que todos los consejos y consejas los seguí... una ha sido rebelde desde chiquita.

marichuy dijo...

Clarice

Creo que un libro muy interesante. Esa acidez e incorrección política, vienen bien de vez en cuando.