escribir

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva; arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.[Georges Perec]

febrero 02, 2010

la vida en un hilo

 Hay tres cosas que jamás he podido comprender: el flujo y reflujo de las mareas, el mecanismo social y la lógica femenina [Jean Cocteau]

Hace algún tiempo escribía aquí un relato sobre una mujer que busca contradecir, ya no al destino sino al insomnio que la aqueja [insomnio], mismo que ha decidido aprovechar, perdida toda esperanza de que las infusiones de siete flores y tilo surtan efecto, mediante el tejido de colchas. La particularidad de sus tejidos, radica en que lejos de seguir un patrón determinado (copiado de algún libro de labores), crecen y toman forma al ritmo de su imaginación, la cual parece hacerse más y más desbordada, conforme los días insomnes se acumulan. Nunca olvidaré que la escritura de ese texto, fue un poco como las colchas que tejía mi protagonista: empecé a escribir sin tener una idea clara de cómo terminaría mi historia y hacia el final de la misma, yo tecleaba llevada más por una fuerza ajena a mí, que por voluntad propia, tal como si las letras llegaran y se acomodaban a su gusto. Fue un texto algo extraño, que aún no sé si  llamar "metáfora de la escritura" (o de la imaginación, tan íntimamente ligadas) o simplemente verlo como una más de mis divagaciones. En cualquier caso, lo más difícil fue dar la puntada final, cortar el hilo a mi tejido. Traigo a colación esto porque anoche leía un cuento llamado Tejamos, tejamos, mano enloquecida [incluido en la antología Cuento de mujeres solas], que me trajo a la memoria mi sencillo relato. El cuento versa sobre la vida de tres mujeres de tres generaciones, aparentemente contrapuestas, pero unidas de manera indisoluble por los hilos de su sangre, del derrotero de sus existencias y hasta la historia de ese pueblo perdido en los confines del frío en el que han nacido. Un pueblo sin nombre del que lo único que conocemos es la dureza de su clima, la cual será karma y medio de vida de esas tres mujeres, pues los crudos y largos inviernos harán indispensables las colchas de lana que Dolores -la protagonista y puente de unión entre la primera y tercera generación- teje sin cesar en un anticuado telar, un viejo armatoste según su anciana madre. El tono sencillo y melancólico de la historia, permite sentir el frío de la noche interminable en la que Dolores teje sin descanso, mientras su madre vive sus últimos minutos y también, palpar la profunda soledad que anida en ese gris pueblo y en esastres mujeres. Dolores no intentó jamás escapar a su destino de tejedora solitaria y por el contrario, decidió perfeccionarse en el desempeño del arte familiar. Su hija abandonó el pueblo en busca de una nueva vida, de un lugar donde no habitara la tristeza ni la soledad a la que veía como una maldición desde los quince años, cuando conoció el mito griego de Las Moiras [tres hermanas responsables de vigilar que el destino de los hombres se cumpliera conforme a lo establecido; quienes eran representadas como hilanderas -o tejedoras- que manejaban los hilos de la vida de los ahombres y así como hilaban su nacimiento y discurrir por el mundo, también se encargaban de cortar los hilos que los ataban a la vida, cuando, a su juicio, les había llegado la hora] y temió que ningún hombre quisiera casarse con ella por miedo a que alguna de las tejedoras mayores, un buen día decidiese cortar los hilos de su existencia. Pero al final regresó (Kavafis dixit… again).

Dispensen por relatarles –y de forma tan simplificada- un cuento ajeno, cuando lejos estoy de ser una reseñadora, pero tanto la historia de Tejamos, tejamos, mano enloquecida, como el mito de Las Moiras y de paso mi relato del insomnio –autocitarse debe ser más imperdonable que reseñar cuentos-, me llevaron a recordar una idea en torno al oficio de escribir, el oficio de soñar (y que quiero pensar, vale lo mismo para los verdaderos escritores, como para los meros aficionados a contar divagaciones o relatos, como es mi caso).

La escritura, es también el tejido de sueños en donde el escritor, escribidor o divagador, hila vidas; es amo y señor del destino de otros; maneja los hilos mueven el discurrir de sus personajes y decide cuando nacen, cómo viven y se desarrollan y hasta donde llegan antes de que sus hilos sean cortados, lo  mismo porque los mate o porque sus personajes desaparezcan de escena... a semejanza de Las Moiras vestidas de hilanderas, celosas guardianas del cumplimiento del plan de vida, diseñado a saber por qué Dios del Olimpo. Pero el escritor, escribidor o divagador tiene una ventaja sobre Las Moiras: puede hacer que sus personajes nunca mueran, brindarles la oportunidad de escapar de su destino, crearles una vida fascinante en donde la muerte no tenga permiso. Y ya entrados en la divagación, se crea o no que los seres humanos, en algún momento de nuestra vida y aún contra nuestra voluntad, sólo somos une petite meionette actuando el guión escrito por otros, Las Moiras casi podrían ser las antecesoras del Grand Guignol surgido a finales del Siglo XIX. 

Y sin embargo, el circulo no se cierra ahí, pues la escritura -escribidera o divagación escrita- brinda la oportunidad de ejercerla, temporalmente desde luego, de titiriteros de las vidas de personajes ficticios y al mismo tiempo, de la propia…

«Siempre he dibujado. Escribir, para mí, es dibujar. Anudar las líneas de forma que se vuelvan escritura, o desatarlas de forma que la escritura se convierta en dibujo. De ahí no salgo. Escribo, trato de limitar exactamente el perfil de una idea, de un acto. Al fin y al cabo, acecho fantasmas, encuentro el contorno del vacío, dibujo» [Jean Cocteau, Opium. Diario de una desintoxicación. Editorial Letras Vivas, México, 1999, p. 73]


lienzo: La Tejedora. Buenaventura Planella
afiche promocional de una función de grand guignol, hacia fines del siglo xix

63 comentarios:

QUANTUM dijo...

AAAAHHH !!

¡Cómo disfruto de estos post!

Leer así, en una sencillez muy cálida como si estuviese en un cómodo sofá tomando una bebida caliente y disfrutando, quizá, de una galletita.

Marichuy, a seguir disfrutando del día !!

Kix dijo...

Sí que debe ser cierto! Ya había escuchado eso yo de que a los escritores de pronto les sale de algún lado el estar tecleando las historias como si las letras llevaran vida propia! Eso de crear debe ser maravilloso!

Un abrazo mi adorada Marichuy.

Georgells dijo...

Hola Marichuy!

Los escritores se vuelven entonces Demiurgos de los mundos que crean. Sin embargo, sus creaciones, cuando alcanzan cierta categoría, persisten en la memoria y en la vida de la gente, se impregnan en la cultura, a veces con mayor fuerza que sus autores, quienes son olvidados y enterrados. Repitiendo acaso aquella rebeldía Satánica contra un plan divino que no le cuadra...

Quizá por eso existe una cierta fascinación con las historias de autoreferencia. "Si una noche de invierno un viajero..." de Calvino, me sorprendió una noche leyéndome a mi mismo, al lado de una persona. Por supuesto no era sobre mi... ¿o sí? ¿Cómo saber si toda la literatura al final no está siempre escrita específicamente para aquel que está leyéndola en ese instante? Y es que el texto está muerto hasta que nuevos ojos se posan en él, pues se establece un diálogo y cada ocasión y cada lector son distintos...

En fin, demasiadas divagaciones para una mañana. Prefiero no pensar más, antes de darme cuenta de nuevo de aquello que siempre quiero olvidar...

Abrazo!

G.

marichuy dijo...

Quantum

Pues gracias por disfrutarlo

Saludos

marichuy dijo...

Kix

Pues eso dice y al menos en el relato de la insomne tejedora, algo así me pasó (cuando escribo a deshoras, a veces lo hago casi sin pensar)

Un abrazo, querida

Champy dijo...

Que maravilla verdad?

Ya sabes como soy de cerrado, y año con año vuelvo a mis lecturas de siempre...pues releyendo a uno de los que tanto comentamos tu y yo, él dice algo muy intereante que hace poco tambien me lo dijo la MAFIS, o no me lo dijo a mi pero a laguien se lo dijo esa sabia mnujer: El tremendo impulso e influencia que crea el escritor sobre quien lo lee, como te puede conducir de tal manera que huelas la podredumbre y que percibas el miedo, que te erizes de pasión y que envejescas en un calabozo.... Y luego te topas con seres noestamente sencillos que no puedes menos que adorarlos cuando descubres que atraparon tu historia y la contaron a miles de seres como tu a kilometros y kilometros de distancia....

Hasta gusto da que lo manejen a uno esos seres, cuando estoy en medio de una lectura que me está apasionando (es cuando detecto la marca que dejará en mi) y me pregunto que tenía o tiene este tío por neuronas....

Quien te gustaría que manejara tus cables?

A mi Bolaño...y que me llevara a conocer a Archimboldi, y que mi cercanía con él me hiciera llegar a Santa Teresa y resolver todo lo chueco en esa mágica ciudad... se vale soñar.

Lo malo es que ya está muerto y no me queda mas que soñar.

2046

Unknown dijo...

Creo que es imposible abstraer del todo al que escribe de lo que se escribe, de algún modo en la curva de alguna letra queda plasmada la fuerza con al que presionas las letras, tu voz…..pero sea pues que sigas dejándote llevar….abrazo!

e. r. dijo...

Hola, Marichuy
creo que este poema viene al caso.
Saludos

De Vicente Aleixandre

El poeta se acuerda de su vida

Vivir, dormir, morir: soñar acaso.
“Hamlet

PERDONADME: he dormido.
Y dormir no es vivir. Paz a los hombres.
Vivir no es suspirar o presentir palabras que aún nos vivan.
¿Vivir en ellas? Las palabras mueren.
Bellas son la sonar, mas nunca duran.
Así esta noche clara. Ayer cuando la aurora,
o cuando el día cumplido estira el rayo
final, y da en tu rostro acaso.
Con un pincel de luz cierra tus ojos.
Duerme.
La noche es larga, pero ya ha pasado.

Canalla dijo...

Cierto: escribir es como hilar con hebras multicolores que solo las tijeras del hilandero cortan. Pero no siempre tiene control sobre todo ese proceso. Los personajes seguido se rebelan, se revelan y develan mejores urdimbres, para fortuna de quienes los leemos. Ahora mismo pienso en Borges o Bioy Casares, en Onetti. Como caer en paracaídas. Sabes que llegarás al suelo, pero pocas veces en donde. Un beso.

MauVenom dijo...

Soy un mortal más que teme (con un poco de vergüenza) las labores de Láquesis, Átropos y Cloto

desde la universidad me imaginaba totalmente dependiente de su hacer y decidir

y aún me causa incomódidad, lo confiezo

pero bien dices que de alguna manera, los escritores e incluso los inexpertos mezcladores de letras son dueños de destinos y pueden, en el mejor de los casos ser salvadores eternos

es un regalo que nos dio la cruel creación a los que necesitamos hablar de más

en cuanto a la mala costumbre de tejer yo me identifico un poco con Aracnea... con el retar al destino y condenarse.

En fin.

Besos desde la telaraña.

marichuy dijo...

Georgells

Creo que, aún el más impersonal de los escribidores o simples divagadores por escrito, como yo (que no soy propiamente impersonal), siempre deja algo de sí en cada renglón que plasma

"¿Cómo saber si toda la literatura al final no está siempre escrita específicamente para aquel que está leyéndola en ese instante?"

Por lo que respecta a esta pregunta tuya, parafraseando esa línea sobre la poesía (aparecida en el filme “Il Postino”), la literatura, las historias, al final de cuentas son de quien las necesita.

Un abrazo

marichuy dijo...

Champy

Una maravilla, sobre todo esto:

"cómo te puede conducir de tal manera que huelas la podredumbre y que percibas el miedo, que te erices de pasión y que envejezcas en un calabozo..."

Aunque más que saberte conducir, es saber expresar, saber poner las palabras precisas, crear las atmósferas, las sensaciones indicadas. Pero también tiene que ver con el momento, la circunstancia en que los lees. Yo, a Bolaño lo leí en mal momento; entonces, por más que pueda admirar su estilo, su calidad literaria, su envidiable y asombrosa capacidad para crear personajes y dotarlos de una riqueza extraordinaria, nunca he podido sentirme totalmente conectada con él.

Fíjate que más que con escritores renombrados y con novelas súper famosas, yo me he conectado con varios personajes emanados de historias sencillas, que, dadas mis circunstancias y necesidades, las volvieron entrañables para mí. Y a mí también me gustaría que los hilos de mi historia, en algún momento los hubiera guiado Marguerite Yourcenar, la Marguerite de los “Cuentos Orientales”; pero sobre todo, la que escribió “Fuegos”, en medio de una pasión desesperada… (hay de otras?)

Besos sin titiritero

marichuy dijo...

Toño

Conozco algunos que afirman ser capaces de dejar a la persona, cuando se ponen frente a la hoja en blanco (o la pantalla de la compu). Lo curioso es que, al menos uno de ellos, parece escribir con el alma. Así que yo... me mantengo escéptica.

Un abrazo

marichuy dijo...

Ever

Quizá esto que pongo no venga mucho a cuento, pero tras leer esa línea del Príncipe de Dinamarca, me acordé de lo que sigue, cuando habla del país no descubierto, el dolor no sentido, la oquedad que no te ha lastimado… la muerte, pues. Y aluciné que, quizá, estas puedan dibujarse con palabras: quedará irreal, acorde a tu imaginario… pero algo quedará. Pero mejor Shakespeare par decirlo

"Morir... quedar dormidos...
Dormir... tal vez soñar!
[...]
Pero hay espanto
¡allá del otro lado de la tumba!
La muerte, aquel país que todavía
está por descubrirse,
país de cuya lóbrega frontera
ningún viajero regresó, perturba
la voluntad, y a todos nos decide
a soportar los males que sabemos
más bien que ir a buscar lo que ignoramos" (Hamlet Acto III, escena 1)

Saludos

marichuy dijo...

Canalla

Si, verdad? No es del todo acertado, afirmar que el escribidor tiene total voluntad sobre sus personajes. En mi descargo, diré que eso que comentas (y más, después de ver a quienes mencionas), puede apreciarse, en especial y en toda su bella dimensión, en escritores de verdad (así como vos). Para los demás, en algún momento es posible enfrentarnos ante esa disyuntiva: dejar que el personaje tome un giro que no necesariamente deseábamos (o al menos no deseábamos en un principio), o bien, tratar de girar el hilo, quizá forzándolo un poco, hacia a donde uno quiera. Claro que en cualquiera de los casos, existe el riesgo: en el primero, el personaje puede desbocarse y en el segundo, quedar demasiado constreñido.

Un beso

Marina Agra dijo...

marichuy, te voy a contar: a veces, cuando pasan unos días sin que encuentre el tiempo para entrar a los blogs que gusto de leer, y finalmente logro sentarme a disfrutar, llego al tuyo con la cabeza abierta, lista para leer y sorprenderme. Y no me desilusiono.

Me gustó tu reseña, como siempre me das ganas de leer. Y me gustaron tus ideas: los hilos del escritor y eso que pasa cuando nos disponemos a escribir y lo que sale es tan sorpresivo para el papel como para nosotros.

Un beso grande!

marichuy dijo...

Mau

Era usted muy exquisito (será que ya estabas en la Universidad). Lo mío fue más simple, infantil: en el kindergarten y en la primaria –y soy hija de la educación pública-, a menudo nos daban funciones de teatro guiñol, espectáculo que me fascinaba, pero al mismo tiempo, solía ponerme triste debido a la suerte que corrían algunos de los pequeños personajes (como morirse o ser abandonados). Y desde entonces, mi miedo era justo ese: que ese pequeño mundo teatral, no fuese sino un reflejo o una metáfora de la realidad, en donde algunos, con más suerte, tendrían en su poder el control de los hilos, mientras a los otros, sólo les quedaría la opción de representar el guión escrito por alguien más.

Y quizá por eso, uno desarrolla tanta fantasía: para ahuyentar los miedo y luego las teclea, aún sin ser, ni remotamente, escritor. O como diría Alejandra Pizarnik (que si lo era).

“Y cuando es de noche, siempre,
una tribu de palabras mutiladas
busca asilo en mi garganta
para que no canten ellos,
los funestos, los dueños del silencio”

Un beso enmarañado

marichuy dijo...

Marina

Gracias por tu amable comentario; pero tú, sí que hilas historias.

Un beso

Dolores Medel dijo...

Marichuy:

Hace poco recuperé mis sueños, sabes? Y aún no me he sentado a escribirlo, debería. Soñé que me moría, y al morir debía pasar por tres "fases", por decirlo así. Una era la de morirse y aprender a volar. La otra era algo así como aprender a ser un muerto y la última era la de ser invisible y asimilarlo. Una maravilla. Soy más feliz cuando sueño...

Curioso, hace rato estaba viendo algo sobre Shakespeare:

•somos del mismo material del que se tejen los sueños, nuestra pequeña vida está rodeada de sueños•


Abrazos

mario skan dijo...

El escribidor o aquel que imagina relatos de personajes que viven en el lugar que quieren, hacen, piensan, respiran, cantan, vuelan, navegan, discuten en la luna, se pierden en las entrañas de la tierra o lo que imagine el escritor ama hacer esto. He leídos algunas entrevistas a escritores que cuentan cuando sus personajes de novelas comenzaron a tener vida propia y empezaron a hacer lo que ellos querían o el caso de Gabo que dice que lloró toda una tarde cuando murió Buendía. Hay otros escritores que dicen que eso de que los personajes toman vida propia y se les escapa al escritor es un bolazo enorme, cómo no va a poder gobernar el mentor de ficción a su creación, piensan.
Apasionante tema Marichy, me gustó mucho este post.
saludos

JP dijo...

-- marichuycita! efectivamente, escribir es un oficio de telares y redes que surcen nuestras vidas, el buen escritor es un sastre que nos hace andar desnudos por la calle sin que nadie note nuestra falta de ropa, vivan las letras que nos alimentan el alma!! Vivan las divagaciones de Marychuycita!!!

Ju dijo...

Marichú,

Tu "INSOMNIO" también me gustó mucho. Digo también porque ya es un clásico que me gusten tus textos.

"Esas alucinantes jornadas nocturnas en las que gracias al insomnio descubrió imágenes, fuerzas y sensaciones hasta ahora desconocidas, se habían convertido en lo mejor de su existir. No, no quería que el insomnio la abandonara." GENIAL.

Sabés?? Me acordé de Silvina Ocampo, y sus "Ejércitos de la oscuridad", cuaderno de anotaciones nocturnas, luego libro, que dedica a Alejandra.

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-3879-2008-02-02.html

SO: "Desde la infancia veo en la oscuridad total de un cuarto, cuando estoy por dormirme, una suerte de raudo ejército azul y colorado que avanza en dirección a mí hasta que se pierde y vuelvo a recuperarlo en otro ángulo de la oscuridad, donde aparece para hacer la misma trayectoria. Me dirán que ese ejército podría ser un campo sembrado de jacintos, los hay rojos y los hay azules. Podría ser también el tablero de un juego con fichas vistosas, pero nunca se me ocurrió que pudiera ser otra cosa que un ejército de soldaditos vestidos de azul y de colorado que avanzan unidos como un solo soldado. Ese ejército fue siempre para mí el ejército de la noche. No sólo en la noche hay oscuridad, ya lo sé, pero de todos modos en el sitio en que lo vi con más frecuencia fue en la noche, que para mí es un sitio, el más importante del mundo. En el momento en que aparece el ejército de la noche pienso, recuerdo, elucubro ideas e imágenes que no reconozco durante el día. Y ese ejército de pequeñísimas ideas, de recuerdos, de imágenes de mi mente pugna por vivir y trata de matarme porque sus divisiones son a veces mansas como corderos o dulces como la miel, pero otras veces silban o gritan o manejan cuchillos y venenos, se agazapan en los infinitos laberintos inexplorados donde las pierdo de vista para volverlas a encontrar en el sitio donde las espero de nuevo: la oscuridad."

En algún artículo sobre el libro:"Cuando la ciudad duerme ella continúa tejiendo y destejiendo en un mismo movimiento. Le basta escribir imágenes de sí misma claras, contradictorias, precisas y borrosas a la vez: como si jugara, como si nunca abandonara definitivamente la niñez, ni siquiera siendo la hacedora de palabras que conjuga tradiciones propias y ajenas para destilar su propia lengua. Y, sin embargo, la reescritura infinita dice, también, que nada, ni siquiera la palabra es definitiva. Nada se dice de una vez."

Silvina Ocampo es sin duda una de mis escritoras preferidas.

Abrazo Marichú!!

pd: ¿Porqué la protada del libro Cuentos de Mujeres Solas se ve una mujer cuasi deprimida?? Sola= depresión??

pd2: ¿¿Para cuándo los Cuentos de Marichuy??

virgi dijo...

Hola Marichuy!
Después que empecé a cogerle el gusto a escribir estas cosillas que cuelgo, motivada siempre, o casi, por imágenes, entiendo lo que dices de ese frenesí que a veces nos entra sin saber por qué ni cómo.
Para mí está siendo una experiencia muy grata y estimulante. Nunca pensé verme escribiendo en un blog y además contactando con tantas personas a la que sólo conoces por lo que lees de ellas, por los hilos que van tejiendo. Así que toda esta urdimbre que creamos se entrelaza con la de los otros y forma un tapiz inmenso y sorprendente.

Gracias siempre por esa cabecita "reflexionadora"

karenina Beltrán dijo...

holahola marichuy...tu texto me remonto a una pelicula: las bordadoras de Eleonore Faucher...este oficio tiene la peculiaridad de entrelazar no solo hilos sino historias, cuentos y para no irnos muy lejos los bordados chiapanecos y sobre todo los de Zinacantán son preciosos y llenos de significados...abrazo de buena puntada!

marichuy dijo...

Lola

Me encanta tu sueño; qué significado más interesante. Espero que pronto, muy pronto decidas escribirlo.

•somos del mismo material del que se tejen los sueños, nuestra pequeña vida está rodeada de sueños•

Qué bella frase, ¿de La vida es sueño?

Un abrazo

marichuy dijo...

Mario

Linda forma de describir "los poderes", por llamarlos de alguna manera, del escribidor.

Tal vez con la nada oculta intención de seguir alimentado la fantasía, me gustaría creer en lo que cuentan esos escritores: que, a veces, los personajes adquieren "voluntad propia" Pero… a saber, cada quien su historia y su manera de verlo, supongo y hasta de explicar un hecho que en el fondo no resulta tan ilógico.

Gracias y saludos

marichuy dijo...

Jota-pechocho

Jeje, nomás porque vos lo pedís: seguiré divagando, sin importar que más de una vez… el hilo se me enrede en el telar o, peor aún, no encuentre el punto donde cortarlo.

Besitos

marichuy dijo...

Jules

Qué linda con su comentario, tan amable. Y además, le agradezco que se haya tomado el tiempo para ir a leer mi post insomne... de hace un año.

Y más, todavía, le agradezco, traerme a Silvina Ocampo (con todo y el link de Página 12)

"Sufría de insomnio, contó en alguna entrevista, desde la niñez, aunque sufrir, tal vez, no sea el verbo más adecuado para describir esa situación en la que con lápices, lapiceras, plumas, acometía sobre cuadernos y papeles con esa sabiduría plena, con palabras precisas, generalmente propias, y en ocasiones –pocas– ajenas"

Qué bella imagen, la de estos lapices, lapiceros y plumas, acometiendo sobre los papeles en blanco.

Le mando abrazos bajo la lluvia y el fuerte viento

marichuy dijo...

PS, Jules

No vaya a creer que adrede obvie sus dos PS; fue un lapsus

PS1. Ambas muy ciertas: su apreciación y la creencia de que mujer sola, es igual a mujer depresiva. Algo que, me perece, no necesariamente es cierto.

PS2. ¿Para cuando mis cuentos? Huy, no tengo talento para eso, Pero gracias pro preguntar, jeje

Salutes

marichuy dijo...

Querida Virgi

Ahora que mencionas cómo es que te nacen las palabras, cómo vas hilvanando tus historias, me acordé de algo que siempre he querido hacer: escribir un pequeño relato, sobre las sensaciones que me producen ciertos lienzos. Uno de ellos, una impresionante obra de Rembrandt colgada en las paredes del Museo del Ermitage.

Lo mismo cuando se comienza a escribir un texto, que cuando se inicia en la blogueada: uno sabe -más o menos- cómo empieza, pero difícilmente tiene idea de cómo será su discurrir.

Un beso y gracias

marichuy dijo...

Kerenina

Grata película la de “Las Bordadoras"; sensible y a ratos dura, pero sin gritos estentóreos. Una mirada lánguida y melancólica sobre la vida de estas dos mujeres, que van bordando hermosas labores al tiempo que bordan, remachan o remiendan sus vidas. Hace siglos que la vi (y por ahí la tengo en DVD, por cierto); hasta hiciste que me dieran ganas de volverla a ver.

Un abrazo

MBI dijo...

La vida en palabras, en imágenes, en nada...y todo por comenzar de nuevo...

MBI dijo...

La vida en palabras, en imágenes, en nada...y todo por comenzar de nuevo...

malbicho dijo...

qué señora reflexión, me has atrapado en tu red de ideas hiladas y en las historias que me das conocer

gracias

marichuy dijo...

Tatiana

Yo te aviso; gracias por la invitación.

marichuy dijo...

Bichi

Gracias a ti, por dejarte "atrapar"

Abrazo

jess dijo...

Huy me acordé de un capítulo de los Simpsons donde Lisa tejía un parche nuevo a una colcha heredada por no sé cuántas generaciones... que al final es destrozado por el perro de la familia.

Cada vez veo que las palabras "destino", "karma", "nostalgia", se empeñan en aparecer frecuentemente frente a mí......

Quizá es hora de cumplir un destino.

Un abrazo Marichuy!

saqysay dijo...

Pese a ser una mera aprendiz, en esto de la escritura, para mi, el escrito es como dibujar, en donde a través de cada letra elegida minuciosamente expresas sentimientos, alegrías, nostalgia, rencor, pasión o simplemente angustia.

Como dices tu escritor-escribidor, es capaz de traspasar todo eso, mediante la lectura, de en forma simple. Muchas veces las ideas son efímeras, pero comienzas a
presionar las letras, para obtener un excelente resultado.

Como siempre he dicho, una palabra bien dicha, vale más que mil palabras sin sentido, mal dicha.

Me agrado,tu post...

Mil cariños!!

marichuy dijo...

Jess

Huy qué determinante suena:

"Quizá es hora de cumplir un destino"

Si me permites, yo diría que más bien es hora de seguir adelante con el tejido de tu historia, de dar una que otra puntada de fantasía y de seguir sin parar.
Que de existir algo ten determinante como el destino, éste habrá de cumplirse cuando llegue el momento. Mientras, podrás darte una que otra vuelta por la vida.

Un abrazo

marichuy dijo...

Saqysay

Ahora que te leo "escribir es como dibujar", recordé un bello comentario que nos dejó Malbicho, en otro blog, respecto de un fragmento escrito por Marguerite Duras:

"qué manera de pincelear una imagen"

Y así es, los buenos escritores logran eso: dibujar imágenes a través de sus letras. Lo que es lo mismo, tejer sueños. Y por eso me gustó ese pequeño fragmento de Cocteau.

Ya sabes lo que dicen: más (letras) no significa mejor.

Un beso y gracias

marichuy dijo...

MBI

Todo y nada; tal cual. A veces, unas cuántas líneas significan todo para nosotros. Pero en otras... el libro de una vida, no basta.

Saludos

Anónimo dijo...

se toma de la mano la imaginacion y se sube uno al tranvia de los deseos del scritor... pero cuando esto se logra no se viaja solo... lo acompaña., cuerpo, alma y pensamiento y por que no recuerdos...
abrazos friolentos
y sigue hilvanando letras que a muchos nos gustan tus tejidos

=)

marichuy dijo...

Ana

Gracias. Subamos a ese tren y escapemos, momentáneamente, de la cruda realidad.

Abrazos

La abuela frescotona dijo...

cuando era niña, me hacían dibujar las letras, y como tu dices, sigo tejiendo, imaginando vidas y vivencias, jugando a ser hacedora de seres. te abrazo Marchuy

Ju dijo...

Marichú,

Pues de nada. A mi sí me parece que tiene talento como para hacer un compilado de Divagaciones...Pequeñas Divagaciones Ilustradas, es un buen título!! jajaja

Me alegro que le hayan gustado el linkcito de Pág.12. Yo después de leer, corrí a comprarme el libro. Ahora tengo en vista 2 libros que reúnen la narrativa (Cuentos) de Silvina. ¿¿Sabía Ud. que también era una reconocida poeta?? De hecho creo que en Argentina se la conoce más como poeta que como excritora de cuentos. A mí sus cuentos me fascinan, esa mezcla de horror e inocencia que la dejan a una pasmada...

bueno, aqúi le dejo otro linkcito por si le place:

http://vueltaaldia80mundos.blogspot.com/2009/09/dona-primavera-gabriela.html

un fuerte abrazo.

Ivanius dijo...

Serán divagaciones, historias o sueños. Lo que no son (a veces) es sólo palabras, porque es lo que tenemos para lanzar más allá de nosotros.

marichuy dijo...

Jules

Voy a ver si con Silvina tengo más suerte y encuentro en la librería su tomo de Cuentos. Ya te decía que con Alejandra no fue posible.

Gracias por ese link

Abrazos

PS Je, lo voy a pensar seriamente (eso de mi tomo de divagaciones cuenteadas)

marichuy dijo...

Abuela

Ya lo creo que sigue tejiendo (y recordando, que también es fascinante)

Un abrazo para vos

Ju dijo...

Ándele nomás, yo luego lo traduzco al argentino...jejeje

marichuy dijo...

Ivanius

Quiero suponer que las palabras, sólo adquieren verdadero valor… cuando encuentran al receptor de su mensaje. Cuando se establece una especie de conexión, entre el que escribe y el que lee…

marichuy dijo...

Jules

Jajá. Si, ¿verdad? Hasta entre hispano parlantes necesitamos traductor o cuando menos subtítulos (me pasa con el cien cubano y venezolano: a veces, nomás no les entiendo lo que parlan)

Enrique dijo...

Mi querida Marichuy
Ya tenía rato de no comentar en tu blog.
Me gustó esta entrada, y es muy cierto lo que comentas de que los textos parecen hilos de un tejido. A veces es sencillo empezarlo, pero lo difícil es terminarlo.
Me llama la atención el comentario de Canalla, pues a mí me pasa lo mismo cuando escribo. Hace mucho hice un cuento sobre un personaje que cobra vida y se rebela a su escritor al enamorarse de él.
Muchas gracias por compartir este texto.
Un abrazo.

marichuy dijo...

Querido Enrique

Me da gusto tenerte por acá de nuevo. Esos hilos con que se tejen historias, ya sea para plasmarlas en un papel, o para vivirlas en carne propia. Y sí, hay personajes que suelen jugar esas malas pasadas, salirse de control y hacer su voluntad, por así decirlo

Y como tú, Canalla habla por experiencia propia (es escritor).

Un abrazo

Fernando García Pañeda dijo...

Desde que escribo con alguna regularidad he tenido siempre esa sensación, en mayor o menor grado: parecer (o incluso) creerme un dios que gobierna las vidas de mis personajes, pero ser sólo un titiritero en manos de otro ente y de quien sus propios personajes se burlan.
El pintor deshace el blanco del lienzo, el escultor quita la piedra sobrante (como decía Miguel Ángel), el arquitecto envuelve el vacío con formas, el músico rompe y modela los silencios... ¿Y el escritor? Quizá somos dibujantes, como dice Cocteau, pero sin colores ni lienzos.
Cómo me impactó Opio cuando la leí con veintipocos años, preparándome para Les Enfants terribles...
Un abrazo hilado.

marichuy dijo...

Fernando

Creo que en el fondo, aún quien se cree un poco el Dios que gobierna y decide por sus personajes, moviendo a su antojo los hilos de sus vidas, sabe que no es así y que una vez adentrado en la historia de estos, su propio desarrollo tenderá a jalarlo a él (al escribidor) y entonces... aún con todo y su pluma (o el teclado de su laptop) ya no será más que el instrumento de ellos...

Lo que decía Miguel Angel de la escultura, aplica también a la escritura ¿no? A veces, no pocas, hay que quitar todo lo que sobra.

A mí lo que más me impacta de Cocteau, es cómo,en medio de su adicción, en el fallido intento de desintoxicación, tuvo cabeza con qué escribir -y dibujar, porque el libro está lleno de ilustraciones- este impactante texto. Quizá el opio fue, al tiempo que su perdición, su símil de "hada verde".

Un abrazo

Anónimo dijo...

tienes mucha calidez en tus textos, hace tiempo que no venía por aquí, mal hecho..

marichuy dijo...

Jordim

Hombre, favor que me haces; gracias por regresar.

Saludos

Xabo Martínez dijo...

Hilos, Moiras, Relatos, Guiñol. Bueno no conozco el guiñol mas que el de plaza sesamo. A mi pueblo no llegaron, pero los relatos son otra cosa, y los personajes algunos inolvidables, sea que pertenezcan a una obra cumbre o a un cuento anonimo. Hay relatos en que los hilos no se notan, personajes, animales que quedan grabados (narrados) en un pincelazo (Dickens) otros multitudinarios ¿Cuantos personajes habra en el Kim de Kipling? otros tremendamente seductores: Ana Karenina, Madame Bovary, o los problematicos adolescentes de Vargas Llosa o el Torles de Musil. Cada uno me ha inquietado, asombrado (en algunos casos seducido, inspirado, enseñado) pero ya si se pone uno metafisico, o patafisico la cosa se hace mas complicada, porque la balanza se inclina por su riqueza, amplitud, variedad a las vidas imaginarias, mientras que de lado de la triste realidad se queda la unica vida que tenemos, que vivimos y en las que no hay posibilidad de regreso en el tiempo.

Un abrazo meditabundo.

marichuy dijo...

Gab

También me he quedado meditabunda: quizá los relatos en los que los hilos no se notan nada (o apenas) son los mejores ¿no?

Creo que la riqueza y maestría ejecutora del buen escribidor son un hecho, digamos, plenamente establecido y aceptado. Lo que ya no es tan sencillo, me parece, es la conexión de nosotros los lectores con esa historia y sobre todo, con el personaje. Ese clic, es el quevuelve, me parece, inolvidables a unas obras y sólo buenas a otras

Abrazo

Dan d'O dijo...

Alguna vez pensé en las cuerdas de guitarra, en sus extremos, en su vibración, en el sonido que producen en la caja... en como todas estas partes que producen un sonido UNO no necesariamente están conscientes de sí mismas o del todo.

El escritor es tal vez el que toma las riendas, el que dirige el destino de estas cuerdas, el que las recorre para cortarlas... Tal vez el escritor es el que ha salido de la línea que representa la cuerda, ya sea para tomarla o para soltarla y flotar... Y no hay ninguna diferencia entre el escritor "dilettant" y el profesional, al menos no en lo que se refiere al asunto de las cuerdas.

¡Abrazos fuertes, Marichuy!

Fernando García Pañeda dijo...

Pero hay una diferencia: Buonarroti veía en un bloque de mármol lo que le sobraba; nosotros primero tenemos que construir ese bloque antes de quitar el sobrante, lo que complica la tarea :)
Opino lo mismo: sin ese hada verde nos hubiérmos perdido grandes palabras de Cocteau.

marichuy dijo...

Daniela

Aunque a veces, esas cuerdas produzcan sonidos tan inesperados, totalmente alejados de la ida que en principio tenía el "escribidor"; por unos momentos él pensará que es él, y sólo él, quien el único patrono de la obra.

Abrazos

marichuy dijo...

Fernando

Je, gran verdad. Miguel Ángel -que además, tenía un don divino en las manos- ya tenía la materia prima, el diamante en bruto al cual sacarle brillo. En cambio, quienes tenemos “el Don”, primero tenemos que "crear" la materia bruta –a veces rete bruta, je-y luego ir quitando todo lo que sobre.

Mi “hada verde” sería un café negro e hirviente -preferencia por el de Coatepec Veracruz o los Altos de Chiapas-, cuyo mayor efecto (muy agradecible) es despertarme, revivirme cada mañana… lejos, muy lejos, de los efectos producidos por el símil de hada verde en Jean Cocteau.

Un abrazo