Hay quienes afirman que la semana debería durar de lunes a sábado. Y es que para una gran cantidad de personas, los domingos, lejos de ser el día más esperado, resultan ser el más aburrido, odioso, triste y hasta deprimente. Algo que podría parecer un poco contradictorio, considerando que normalmente uno no trabaja y por ende, puede pasársela tranquilamente haciendo lo que le plazca; librarse del trafico citadino y necedades patronales; levantarse tarde, desayunar sin prisas y comer en familia... o simplemente quedarse en la cama todo el día; si es que lo aguanta, por supuesto, porque a algunos la cama prolongada nos cansa (me refiero a estar echados en la cama sin hacer nada). Y sin embargo, los domingos tienen mala reputación; según algún estudio, cuya confiabilidad desconozco, son el día de la semana en que más suicidios se registran [hace tiempo leía sobre una obra de teatro -presentada en España en 1995- basada en textos de Maux Aub y Charles Baudelaire, llamada Los domingos matan más hombres que las bombas]. Quizá la tristeza asociada a los domingos radique en su silencio, falta de movimiento y, en muchos casos, la soledad que conllevan. O será que ya nos hemos habituado tanto al caos diario, las aglomeraciones, prisas y tensiones, que cuando nos encontramos sin ellos, no sabemos qué hacer y hasta los extrañamos.
Pese a que mi día favorito de la semana es el viernes, yo no odio los domingos; aunque reconozco que si lo permito, pueden acarrearme algo de desgano... y que en un tiempo me llenaron de hartazgo. Si se ha convivido con un fanático del futbol, se entenderá lo poco gratos que pueden ser los domingos, con el susodicho apoltronado frente a la tele, viendo todos los partidos habidos y por haber -sean o no de su equipo favorito- y con la única actividad adicional de manipular el control remoto. Posiblemente el futbol televisado, junto con las aburridas comidas familiares, sean las razones más invocadas por los anti-domingueros. Es curioso, pero me resulta extraño no encontrarme dentro de los que odian los domingos. Aún sin ser fan de esos comelitones familiares, los domingos no dejan de tener un encanto especial para mí. Quizá más en el pasado que ahora, pero hay algo de ellos que los hace queribles: su sabor y su aroma. Los domingos me saben y me huelen distinto a cualquier día de la semana; de lunes a viernes me saben y huelen igual: levantadas casi al amanecer, prisas y presiones laborales. Su sabor y su aroma son los del café recién molido y el panqué de naranja horneándose; ya lo dice el lugar común, los dos placeres más grandes de esta vida empiezan con C, pero de momento sólo hablo del segundo [placeres y pecados... alimenticios]. Al lado del sabor y aroma, el otro encanto que le encuentro al domingo, es su cadencia. Tenía un maestro en la Universidad que siempre nos recordaba la importancia de la cadencia, del ritmo pausado pero bien definido y controlado, "hay de aquel que pierda la cadencia" solía advertirnos. La cadencia es indispensable, lo mismo para cocinar y disfrutar de los alimentos, que para caminar, admirar una puesta del sol y hacer el amor (bueno él no lo decía así; pero si la cadencia es indispensable para todo, supongo que aplica). Y el ritmo del domingo es el de la cadencia; algo casi en desuso en el mundo de hoy, donde la gente vive corriendo sin descanso, sin que esto le signifique llegar más rápido ni con mayor precisión.
Me gustan el sabor, el aroma y la cadencia del domingo... y ustedes ¿odian los domingos?
Pese a que mi día favorito de la semana es el viernes, yo no odio los domingos; aunque reconozco que si lo permito, pueden acarrearme algo de desgano... y que en un tiempo me llenaron de hartazgo. Si se ha convivido con un fanático del futbol, se entenderá lo poco gratos que pueden ser los domingos, con el susodicho apoltronado frente a la tele, viendo todos los partidos habidos y por haber -sean o no de su equipo favorito- y con la única actividad adicional de manipular el control remoto. Posiblemente el futbol televisado, junto con las aburridas comidas familiares, sean las razones más invocadas por los anti-domingueros. Es curioso, pero me resulta extraño no encontrarme dentro de los que odian los domingos. Aún sin ser fan de esos comelitones familiares, los domingos no dejan de tener un encanto especial para mí. Quizá más en el pasado que ahora, pero hay algo de ellos que los hace queribles: su sabor y su aroma. Los domingos me saben y me huelen distinto a cualquier día de la semana; de lunes a viernes me saben y huelen igual: levantadas casi al amanecer, prisas y presiones laborales. Su sabor y su aroma son los del café recién molido y el panqué de naranja horneándose; ya lo dice el lugar común, los dos placeres más grandes de esta vida empiezan con C, pero de momento sólo hablo del segundo [placeres y pecados... alimenticios]. Al lado del sabor y aroma, el otro encanto que le encuentro al domingo, es su cadencia. Tenía un maestro en la Universidad que siempre nos recordaba la importancia de la cadencia, del ritmo pausado pero bien definido y controlado, "hay de aquel que pierda la cadencia" solía advertirnos. La cadencia es indispensable, lo mismo para cocinar y disfrutar de los alimentos, que para caminar, admirar una puesta del sol y hacer el amor (bueno él no lo decía así; pero si la cadencia es indispensable para todo, supongo que aplica). Y el ritmo del domingo es el de la cadencia; algo casi en desuso en el mundo de hoy, donde la gente vive corriendo sin descanso, sin que esto le signifique llegar más rápido ni con mayor precisión.
Me gustan el sabor, el aroma y la cadencia del domingo... y ustedes ¿odian los domingos?
La imagen que ilustra esta entrada, Casa de Luís Barragán, representa un buen colofón para un domingo cadencioso: los últimos rayos del sol entrando por la ventana que deja ver un apacible jardín.
80 comentarios:
Curiosamente mi marichuy yo no es que odie los domingos pero siempre encajaron con lo que describes, aburridos, un poco tediosos sosos sin chiste pero irónicamente este domingo en especial ha sido emocionante y creo que hasta extraño ja
y eso que siempre dije que a mi no me gustaba el Fútbol. Y bueno, a decir verdad hasta Silvio Rodriguez ¿no le dedicó una canción al septimo día?, otros hasta le dedican frases populares como lo de "ya tuvo su domigo 7" y que decir que desde tiempos antiquisimos las homilias son dominicales siempre las "estelares"
pero eso si yo ni me levanto temprano en domingo ni corro a misas
la verdad es que no soporto mucho la cama...
bueno...
mmm...
sola
acompañada... ja después de medio dia jajaja
saben a mercado, despensa, lucha libre, café y pintura fresca!!! A carcajadas con los amigos no vistos en meses y los familiares no olvidados que solo veía por internet. Saben a muchedumbre apresurada por surtir la despensa y regresar a ver la final.. Saben a cerveza y risas, a recuerdos, a esperanzas y a disfrute, antes del nuevo adiós!!!
De chico, los domingos me ponían a volar papalotes, a ir de pequeña travesía con mis primos a los lugares más cercanos de la provincia Mexiquense y logramos conocer la diversidad y riqueza arquitectónica, gastronómica y cultural en general, (municipio por municipio casi) del Estado de México. También me remiten a visitar museos aunque no fueran por tarea escolar. A la casa del Lago (Aúnn conservo una caricaura que me hicieron de chico en Chapultepec) Cuando no había de ésto, estaba en Tepoztlán, justo donde ahora reinicia mi hisotoria contemporánea. De repente, desde los once los domingos fueron apícolas, desde los 18 de tocadas discretas en improvisados mini-festivales culturales de los municipios del área metropilitana, de trabajo en granjas... No obstante tengo presentes algunas comidas familiares de esas de estereotipo, que para mi se volvían todo u suceso social, porque en casa era el "último recurso" del domingo. Ahora me recupero de las desveladas, organizo mis consultas pendientes, sigo tocando, sigo con mis abejas, y a veces, si me apuré en la semana y hay "maratón del Dr. House" en la tele, me drogo por horas con la caja idiota mientras, al amparo de esta droga tranquilizadora, con guitarra en mano y cuadernito pautado, anoto borradores de rolas nuevas... Cuando nuevamente sea pareja con alguien, recordaré probablemente que se puede hacer los domingos en pareja :)
Saludos y besos ya muy cerca del final de este domingo maravilloso donde arreglé una nueva canición, di consulta y planifiqué mis avances en Tepoztlán para el próximo mes!
P.S. ¡Por supuesto! Aunque yop refiero los martes o los viernes, también los domingos tienen tintes luchísticos en la Coliseo, ese histórico edificio del D.F. en donde puedes olvidarte incluso, de que es domingo...
Mi querida Marichuy!
Debo confesarlo, por falta de tiempo no leí, tu escrito. Espero poder pasar pronto. Por qué lo que tú, escribes, para mi es imperdible.
Debo decirte que se me viene una semana complicada, decisiva, en cuanto a un diagnostico de una enfermedad. No es a mi, pero es una persona muy cercana.
Ruego a Dios, que no sea nada grave, ni complicado.
Te dejo, millones de cariños. Que estés bien...
lo que ocurre con los domingos es que están envenenados, ya sabes que despides de las 8pm hay que comenzar a guardarse para el día lunes..jejeje.
A mi los domingos me saben a mucha calma, a sol y libros, a salir de compras y a caminar tranquilo…bueno no dije un sabor , pero a eso me saben los domingos!!! jejeje!
Dies Dominicus... No es mi favorito por obvias razones, prefiero el Sabbath definitivamente.
Para mi los domingos son simplemente el fin antes de que vuelva a empezar el ciclo de lo cotidiano, simplemente volver a empezar la semana, a planearla, trabajarla y si se puede disfrutarla. mi día favorito es Jueves...por que trabajo de martes a jueves..pero creeme que cuando tenía trabajos que mi ultimo día era Viernes, adoraba los viernes....quiero los días según me convenga.
Jolie
Jajá, si hasta futbolera me saliste (by the way: goooya).
En cuanto a los tiempos en que me arrastraban a misa dominical... gracias a Dios, je, han quedado atrás.
En fin, me da gusto tu emocionante domingo de hoy (goooooooooya, esta va directa a la jeta de de Calderón y Germencito Martínez, por el infinito odio que le profesan a la UNAM).
Besitos de lunes madrugado
Mad Scientist
Mira¡ Mis domingos de no hace mucho, sabían exactamente a eso que mencionas.
(y aunque el futbol ni me gusta tanto; solo pro el gusto que me da imaginar el berrinche que deben tener los miembros de la derecha panista: Gooooooooya).
Docotor Gurma
En ciertas partes de este país, los domingos en pareja, son un poco así como yo decía: la mujer resignada, viendo como su compañero se apoltrona casi todo el día frente ala Tv, sin hacer nada más.
Quizá la infancia, sea la etapa cuando los domingos no solo no resultan odiosos, sino que de hecho... son nuestro día favorito (con todo y la llevada a misa, je)
Felicidades por su buen domingo.
Un abrazo
Saqysay
Por favor ni te disculpes.
Que todo salga bien, querida.
Un beso
Toño
Lo realmente feo del domingo, es que que el lunes hay que madrugar para ir a trabajar, je.
Abrazos
Abraxas
Yo lo sé, mi estimado Diablo, debes odiar el domingo, jajá
Valnouveau
Jajá, eres como yo... por eso mi día favorito es el viernes.
Abrazos
Le he agarrado gusto a los domingos. Al principio sí, los odiaba, desde chamaco, me cae, ya no habían caricaturas a partir de las 12, todo era programación pa' mayores. Cuando me hice no-niño descubrí que la programación no era apta para nadie, demasiado aburrida para ser pa' niños y demasiado ñoña pa' ser pa' grandes.
Pero tiene su encanto, como el encanto de la cruda que se va.
Liniers decía que el Domingo es el Chaplin de los días, porque uno se la pasa tristealegre.
Todos los asuntos que planteas me interesan.. yo adoro la cadencia de los domingos.
Permíteme que te adjunte otro enlace.. http://tiburonesenkorador.blogspot.com/2007/10/no-s-cmo-se-hace-la-medicin-de-la.html
Eso sí, ¡¡fútbol noooo!!
(También me encanta Au revoir les enfants).
En mi caso lo paso òptimo hasta el atardecer, especialmente en otoño o invierno. Esa final de domingo, anocheciendo, debo decirte que se me suele hacer algo difícil. Pero la mañana, las salidas, la familias, estàn excelente.
Un beso
Querida se dice popularmente que la persona que odia los domingos es que no esta feliz en su trabajo, así que piensan que a día siguiente regresarán a su rutina.
Yo llegue un tiempo a odiarlos, y me quejaba amargamente, hoy por hoy, los disfruto, agradezco que se domingo, sin comidas familiares ni nada por el estilo, pero los domingos son para hacer NADA, es lo mejor claro que si le sumas un lunes de puente largo, se vuelve aún más dichoso mi domingo.
Creo que ese sentimiento existe en todo el mundo, Her BB odiaba sus domingos, creo que ahora lo pasa muy bien, tranquilos los dos, a veces habrá fútbol, pero en realidad a mi me gusta verlo, he dejado de verlo porqué sufro más que gozarlo. Y los gritos de Her BB es para reírme más.
Lo que odio los domingos es el ruido de las ambulancias y las patrullas, aunque usted no lo crea aumentan más esos ruidos los domingos que los sábados o viernes por las noches, que terrible verdad?
Saludos y Feliz Lunes.
Dilbetina
hola, marichuy!
a mí me encantan los domingos. es mi día favorito.
garcía márquez decía en un artículo que los domingos se parecen a señoras gordas sentadas. creo que también dijo sudando, o algo así. aquí en buenos aires hay un bar llamado los antidomingos y hacen shows esos días. en asunción había un bar antidominguero, que sorteaba bebida y plata ese día, y todos terminábamos borrachos.
en cambio a mí, que siempre fui feliz al no hacer más que permanecer, siempre me han gustado los domingos.
besos
-- querida marichuy, hace rato que trabajo los domingos por la maniana pero por las tardes ya es domingo, a veces comer en familia y otras ver una pelicula, ya no tiene el encanto dem cuando era ninio y solo queria ir a la casa de mis primos a jugar, pero los domingos pese a que solo los disfruto medio tiempo siguen siendo deliciosamente Calenturientos, Comestibles y Cajetosos, jojo, si, con C, besos
Odio los domingos que no tienen fútbol, odio los domingos sin asados ni pastas, pero es solo un día mas... Un beso
nop, no sólo no los odio sino es uno de mis siete días favoritos (-je-, estoy en plena efervescencia, usted disculpará), cuando sí eran días medio estériles era en la primaria, cuando debía acabar la tarea para el otro día y no tenía el material completo y ninguna papelería disponible, y de la televisión salía la horrible voz y presencia de raúl velasco después de toda una tarde de futból
pero ya sea con un suicidio neuronal masivo frente a la televisión, con una de esas eternas sobremesas familiares después de un pequeño festín, o con los pies torturados de tanto recorrer las calles en un paseo urbano o de correr sobre el pasto en un paseo bucólico, mis domingos se han vuelto más felices (también porque me quité esa fea costumbre de leer el aviso oportuno buscando entrevistas de trabajo -je, je-)
Yo no odio los domingos... porque es mi único día de descanso total, snif. Y es que trabajo de lunes a sabado; antes mi día favorito también era el viernes, pero mientras no tenga de nuevo un trabajo de lunes a viernes no recuperarará su status.
Pero, desde siempre: a mi si me gustan los domingos
Tanto como odiarlos, no. Obvio que el sonido de una transmisión de fútbol me brota (no me agrada el fútbol), carezco de familia, desde luego no tengo el problema de los almuerzos domingueros, pero reconozco cierta melancolía que me atrapa en el crepúsculo dominical. Ya en el horario de la cena, nuevamente estoy bien.
Muchas gracias por visitarme, y por sonreirte.
BESOTES HERMOSA Y BUENA SEMANA!
P.D. Gracias por la foto de la casa de Barragán :D
m. Isaac. V.R:
“[pero] tiene su encanto… el encanto de la cruda que se va”. Ups, digamos semiencantador, entonces.
La definición que da Liniers, me encanta “Domingo es el Chaplin de los días, porque uno se la pasa triste-alegre”.
Saludos
Justo
La cadencai es lo mejor....
Voy a ir buscar esa entrada
La verdad no que me enloquezca el futbol, pero algunos futbolistas… síííí; usted perdonará la frivolidad.
Un beso cadencioso
PS "Au Revoir les enfants" es, quizá, mi película favorita sobre el tema del holocausto. Me parece sutil y sensible; pero sobre todo, carente del menor asomo del chantaje o la lacrimogenería barata, tan usuales en el cine cuando se aborda ese tema.
Marcelo
Será que te pase eso, debido que en otoño oscurece muy temprano; pero como el otoño es mi estación favorita, igual me encantan esos atardeceres ocscuros, sea lunes o domingo.
Un beso
Dilbetina qerida
De ser ciertas ambas creencias populares (la que tu mencionas y la del “sentimiento anti domingo”), significaría que demasiadas personas son infelices en su trabajo
Sobre Herr WW, de lo que me a tocado ver en Europa, hay regiones en las que los domingos parecen días muertos: todo cerrado.
Herr WW futbolero y gritón? No me imagino a un alemán gritando en un partido de futbol
Abrazos
Ever
Poca gracia me hace, enterarme de ese artículo de García Márquez. En cambio, me parecen muy originales esos bares de Buenos Aires y Asunción. Es más, acá en México deberíamos copiar la idea, pues los domingos casi todos los restaurantes y bares cierran temprano.
Un beso
Jota pe
Querido, perom qué trabajador¡¡
Usted sí que conjuga bien las C del placer…
Besitos
Como un perro viejo
La falta de asados y pastas... ups, eso sí que me parece odiable,
Un beso
Malbicho
Querida, con futbol toda la tarde y de remate Raúl Velasco, los domingos debieron ser horrendos
“un suicidio neuronal masivo frente a la televisión”
Jajá, De verdad que con ciertos programas, ver tele equivale justo a eso.
Un abrazo
Kyuuketsuki
En tu caso, más que queribles, los domingos son… justos y necesarios
PS Me da gusto que aprecies esa imagen de Luis Barragán; a mí me encantó
Stanley
Tienes razón, lo peor de los domingos no es el futbol en sí, sino los gritos de los cronistas de la TV y radio… y de los vecinos que las ven a todo volumen y encima, los secundan en la gritería
Un besote
Bueno, yo los odio según lo que esté haciendo o con quien esté. Si es un domingo de playa tranquilo, un brunch o aperitivo con las amigas, día de lluvia leyendo...
en fin...
a pan de panificadora
a angustia de ir al otro día a la escuela
a matiné de domingos (en la prehistoria, je)
A mí me saben a:
Café y Hot Cakes....
Familia...
Tequila y música...
Cocinar con calma algún platillo extravagante o pedir a domicilio si la flojera es mucha...
Leer...
Ver una película rentada...
Sí... me gustan los domingos... un remanso de paz dentro del acelere de toda la semana....
Tan sólo con la fotografía, los jardines y el rosa de Luís Barragán me han salpicado la retina...ya he sentido paz...aunque sea lunes y tengamos toda la semana por delante....aunque el Domingo no sea mi día favorito...
No me gustán los domingos porque saben a despedidas...
J:-)
Aló!
Soy JL, el cinéfago. ¿Qué te puedo decir sobre los domingos que no sepas ya? ...en mi caso a veces tienen más ocupaciones que el resto de los días de la semana juntos. Con todo, siempre procuro pasármela bien.
Gracias por el comentario en "Slumdog...". Sobre cómo ver "Gomorra" y otras exquisiteces, basta con que acudas a tu pirata favorito, que por lo regular son hombres (y mujeres, claro) de mucho mejor criterio mercantil que los programadores de cines comerciales (y uno que otro espacio cultural que conozco).
De momento te recomiendo que donde veas "Hunger" (http://www.revistacinefagia.com/2009/06/hunger/) la compres de inmediato.
CHAU!
Para mi los domingos no tienen una carga negativa pero si mucha melancolía. Asocio los domingos con la escuela religiosa y las torres de la iglesia, el sonido de las campanas y las calles vacías de mi infancia.
con el tiempo los domingos se convirtieron en asado y fútbol como Ud. bien dice Marichuy, asado acompañado de vino o cerveza junto al río o , simplemente debajo de la parra.
Hay una canción de sui generis que menta al lunes como el inicio de nuestra gran ruina llamada: Lunes otra vez, creo que el lunes es el día mala onda por lejos, pero hace un tiempito que encaro a todos los días con energía y optimismo.
como siempre, muy interesante tu entrada, nos leemos.
saludos
Me gustan... aunque desde que volví a la escuela es el único día que tengo para mí y para la casa, entonces ya no es tan divertido. Me gustan porque si no vi mis novelas gringas entre semana, ese día las puedo ver.
:)
Me gustan...
Yo sí odio los domingos, son grises por antonomasia. Me deprimen al extremo y de ninguna manera los disfruto, siempre son lo mismo! Es lunes y ya me encabroné nomás por acordarme del domingo, chingau!!
Un beso en lunes con sabor a domingo
NO, no odio los domingos, es que simplemente me disgustan menos el resto de los días...
Me encantan los domingos, me chocan los jueves.
Siento que estoy en el limbo, en el domingo puedo hacer lo que se me pegue la gana y puedo comer lo que se me pegue la gana.
Besos golosos, Marichuy....
A
Sue
Bien cierto... todo dependerá de las circunstancias.
Saludos
Pez
En la Cineteca Nacional, todavía hay matiné infantil sábados y domingos y luego ponen buenas películas
Workohálika
Con excepción de los hot cakes (ups), huelen rico tus domingos.
Besitos
Amo los domingos
como sus mercados y el sol
y que no hay tráfico
y que como lo que se me da la gana
y que cuano mi rara vida me lo permite corro en las mañanas
o desayuno en un lugar agradable con mis amigos
y camino por un parque
y converso con mi madre y paseo con gran tranquilidad
y están un día antes de los lunes
que amo también porque regreso al ritmo de mi propia locura.
Besos Mari
José Luís
Nada que agradecer; por fin encontré un crítico al que no le fascino "Slumdog...".
A poco los piratas venden este tipo de películas?, me refiero a Gomorra y a la de "Hunger". Sobre esta última, vi tu reseña, pero como ni idea, preferí abstenerme; pero gracias por la recomendación y la visita.
Saludos
Mariano
"lunes como el inicio de nuestra gran ruina llamada"
Ni más ni menos, je
En cuanto al futbol, no sé en la Argentina, pero acá en México gran parte de la población femenina lo odia, o eso dicen y por eso, los domingos traen esa carga negativa.
Saludos
Jeanne
Te voy a mandar una foto de una de sus creaciones que más me gusta: una casa en tonos rosa mexicano y azul cobalto.
Saludos (que mala onda lo del avión)
Latita
No sabía que habías regresado a la escuela; cuando he tomado clases los sábados, el domingo me da por flojear.
Besito
Cache
No es que me de gusto que los odies; pero por lo menos ya apareció alguien, que responde a ese perfil señalado en el estudio ese que menciono.
Besitos
Exenio
Uy... qué positivo, je
Querida A
Para mi, el domingo es día de levantarse tarde, ver películas, leer y comer sin preocupación. Y veo que no soy la única, que lo ve como el día de la comida antojable y pecaminosa.
Besos tragones
Mau
Antes me encantaba ir a los tianguis dominicales; pero ahora ya casi no lo hago.
Y si, suele ser el día en que desayuno con mis amigos, aunque también lo hacemos en sábado.
Pero insisto, lo que no me gusta es que el lunes hay que madrugar.
Besos bucólicos
Querida mía:
Ya hemos hablado domingos atrás de cómo estos días a veces son difíciles de sobrevivir, tal vez porque son los días que uno enfrenta la posibilidad de abstraerse de la vida común, de la gente, del presente ... y suele beberse recuerdos en un delicioso café. La nostalgia es otro de los sabores del café dominical, pero en eso ya estamos bien de acuerdo.
Mi querida Marichuy:
A mí los domingos me saben a drogas socialmente aceptadas: metilxantinas y a feniletilaminas sucedáneas... claro que los domingos, los San Valentines y las navidades matan más que las bombas: es cuando la sociedad te refriega en la cara que tú eres un ente apartado, solitario.
Un abrazo melancólico.
Hola Marichuy!
como estas?
los domingos, un dia cargado de quehaceres domesticos en todas sus variedades :S
quizá lo unico que me gusta de este día es que le pongo especial atención a mi jardín y al finalizar el día ver a mi alrededor orden y limpieza total y ahora si.... un cafecito?
una pregunta: cual es el otro placer más grande de esta vida que empieza con C, uno ya lo mencionaste, y el otro?
se me vienen un sin fin de palabras
por ejemplo Cachondez
=D
perdona mi ignorancia
Susana
Es cierto, querida hasta hemos platicado, por este medio, en pleno domingo lleno de nostalgia.
Se me antojó un café illy... pero no aquí.
Un beso
Querida Aurore
De por si, los días de San Valentin y de navidad, no son precisamente mis favoritos; así que imaginármelos en domingo -y yo dentro de ellos, claro-, si me parece un poco cruel.
Un abrazo igual
Ana
Auch, en lo que a mí concierne, con excepción de cocinar, las labores domésticas no son precisamente mi hit.
En cuanto a tu pregunta, ups hasta haces que me ruborice, pero aquí van: los dos placeres más grandes que hay en esta vida (dicen) son comer y coger... en el orden de tu preferencia.
Saludos
Yo amo en general el fin de semana, me sabe a comidas familiares (que si me gustan), a cascarita de basquetball, comida diferente, bici, paseo, tiempo para arreglarse diferente, misa, antonjito, etc. El deseo de levantarse tarde, por cierto sin éxito, porque aunque quiera yo abro el ojo por ahí de las 7 u 8, pero bien puedo desayunar ir al baño y volverme a amodorrar jajajaj.
Sólo el domingo por la tarde es que empiezo a sufrir para querer preparame con tiempo para el lunes sin conseguirlo. Por lo que en general inicio el lunes muuuuuuuuuuuuuuy cansada jajajaja
Hola Querida Mari
... pues hacer ela mor todo el Domingo, entre risas, sabanas revueltas, helados con cerezas rojisímas, y algunos rayos del sol colandose por entre las cortinas, es sin duda una maravilla sublime.
Pero hay unos Domingos aghhhhhhhhhhhh...
Un abrazo
Aló!
...je! cuando en Cinefagia nos referimos al capitán Barbanegra nos referimos a cualquier puesto pirata de tianguis o a la salida de alguna estación del metro, aunque por lo regular nos damos nuestro "scouting" por Tepito algún sábado. Neta encuentras lo que quieras (...o casi), con decirte que ahí es donde se surten los cuates que venden cine "artie" en la facultad de Filos o a la salida de la Cineteca... y los propios tiangueros, but of course...
Por ejemplo, todos los videos que ponemos en el vodpod de Cinefagia son de películas que YA están rolando por ahí.
CHAU!
JL
Uy, Marichuy!
Yo los odio a veces, por etapas... Pero ahora los amo porque descanso los domingos y cuando trabajas en prensa, tener libre el mismo día que el resto de los mortales, neta es alivianador, puedes ver a tus cuates, a tu familia, etc.
Recuerdo una temporada en que odiaba los domingos, cuando era niña y amigas/os de la cuadra se iban a ver a sus abuelos o hacer cualquier otra domingueada, yo me quedaba sola, soportando ver el fut, luego otro partido de fut, luego Acción pa ver más fut, pero lo que relamente odiaba era Siempre en Domingo, me cae... Era horrible, sobretodo tomando en cuenta que en mi casa había una sola tele y nada de sistema de cable... Mejor salirse al patio a inventar travesuras. Qué bueno que no existe más Siempre en Domingo, lo sigo aborreciendo, aaaahgggg!!!!!!!
Besos domingueros en martes de tentación, yeah!
PD. Goooooooooooooooyaaaaaaa!!
Soy jarocha, pero le voy a los Pumas.
Los domingos futboleros me inspiraron a amar a la UNAM, ja!
Querido Potter
Nomás de leerte, me has despertado unas ganas tremendas...
... y eso que apenas es martes, que cuando recibí tu comentario estaba en mi oscurantista y censora oficina y el día estuvo medio nublado y algo frío (uno de mis ambientes favoritos)... pero, hasta el helado de chocolate amargo, o las cerezas naturales dadas de boca a boca, se me han antojado.
Besos
José Luis
Mira... y yo que jamás me adentrado pro aquellos lares, con fines de compra cinéfila, aclaro.
Gracias por el tip
Cuentos bajo pedido
Tengo la impresión de que tu eres de las pocas personas que disfrutas cualquier día y llueva, truene o relampaguee.
Me da gusto y hasta algo de envidia, je.
Lola querida
Puagh, bueno es que la programación dominguera del canal de las estrellas es... horrorosa. Cualquier niño se sentiría deprimido, je.
¿Y qué me dices del nefasto Chabelo? Uta creo que a ese lo soporto menos. ¿Todavía existe?
Besos de martes-casi miércoles y siiiiiiii:
Goooooooooya
Para mí, los domingos son días de amanecer tranquilo, café y escritura. Pero sólo las primeras horas. Luego todo son luchas a toca penoles y sables desenvainados con los piratas de la casa. Al final, huelen a dulce de niño tras el baño. Muy dura y cansada, pero es una buena vida la de mis domingos.
Un abrazo, Marichuy.
fernando
Tus mañanas huelen y saben parecido a las mías. Sobre tus tardes, creí que tus criaturas eran mosqueteros, je... o ladrones de alta alcurnia, como Fantômas.
Un abrazo de miércoles
Uno de ellos es todo un ladronzuelo, ya lo verás pronto... je,je
Ey yo también quedé babeando con esa idea de los domingos de cerezas y chocolates, etc. Y no sé si será por el exceso de trabajo que he tenido o por la dieta que llevo últimamente en tooooooooooooodos los sentidos. jajajajaja
Cuentos bajo pedido
Uy, estar a dieta -en tooodos los sentidos- es una cosa harto deprimente.
Abrazos
A mi amigo el poeta le duelen los domingos,
le estorban los domingos.
Pero él no sabe que a todos ha pasado
despertar de hastío,
pesar por un instante en el suicidio
o recordar llorando el amor
más fuerte cuando niños.
Él no sabe que todos somos
soledad en el domingo
buscando la mano de los otros,
y en el lamento que a sí mismo se destroza
la memoria dictándonos el drama de ese día.
Tal vez no es el domingo, amigo mío,
sino el silencio, ese ruido interior
que tanto enseña y tanto duele.
Mas para este dolor no hay medicina.
Es el dolor viajero en las edades,
el que siempre ha vivido con el tiempo
habitante en las carnes de los siglos.
Por tres monedas se lo niega
o se lo evade con la risa
y se le inventa un nombre ajeno.
Allí está, como una llaga,
eco del eco en la garganta de los días,
en el andar que vive en cada paso
y sólo muere con la muerte.
No hay medicina, amigo mío,
para el dolor que es ser
en la existencia.
Andrea Montiel
Aurore queridísima
Auch... casi me haces llorar con esta belleza.
No sé qué más decirte... sólo que te mando un beso y mil gracias
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