Mi primer trabajo "oficial" significó mi ingreso formal a la adultez, algo que infiero para nadie resulta sencillo ni olvidable. Y no obstante, mi memoria caprichosa decidió sepultar y dejar sumida en la bruma del olvido, esa temporada tan poco grata. Así había sido hasta que leí Estupor y Temblores, tan sencillo y agradable; pleno de sutil ironía. Conforme iba discurriendo por las desventuras de Amélie-san, regresé sin más a mi primera experiencia laboral. Desde luego nuestras historias no son iguales, pero hay más de una similitud, sin importar que Amélie la hubiera vivido en una empresa que representaba la quintaesencia del valor y el honor empresarial japonés y yo la padeciera en un cuchitril enclavado en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Amélie sufrió en el piso 44 de una impresionante torre desde cuyos ventanales se dominaba Tokio, lo que le permitía fantasear con escapar saltando al vacío. Yo sobreviví a los 13 meses más espantosos de mi vida, en el octavo piso de un vetusto edificio. Trece largos meses sumida en una especie de autismo; tragándome frustraciones, deseos de llorar o ganas de mentarle la madre el tipo que fungía como mi jefe. Orgullosa -y tonta seguro-, me negaba a mostrar inmadurez o debilidad ante mi familia, así que cuando mi abuela preguntaba por mi empleo, yo respondía que la cosa iba bien. Viéndolo en retrospectiva, quizá no fue estoicismo o prudencia lo que me impulsó a mantenerme ecuánime ante el encargo de trabajos cada vez más insufribles e inútiles, sino la creencia en mi obligatoriedad del pago de una cuota, por ingresar al selecto grupo de la «población económicamente activa».
Distante y a la vez parecida, nuestra primera experiencia laboral. Amélie tenía el consuelo de mirar la subyugante hermosura de su jefa Fabuki, a quien describe como una criatura celestial. Yo no. Rogelio -mi Fabuki mexicano- distaba mucho de ser un tipo ya no digamos guapo, sino afable. Creo que me odió desde el momento en que me presentaron con él y le dijeron que yo cursaba el último año de la Universidad en la Facultad de Ciencias Políticas, al escucharlo su único comentario fue: "ah, esa escuelita donde no les enseñan a hacer nada más que leer". Y de ahí en adelante todo fue mirarme por encima de la superioridad de su hombro de Contable experto en sumas, restas y estados financieros. Amélie padecía con la calculadora para convertir en yenes facturas calculadas en marcos alemanes, pero al levantar la mirada se encontraba con la ensoñadora belleza de Fabuki; en cambio, si yo despegaba la vista de los libros en los que me tenían ocupada -para evitar que mi cerebro divagara- me encontraba con Rogelio intercambiando comentario obscenos con el señor que le lustraba el calzado, mientras miraban la Página 3 del Ovaciones -periódico deportivo que merced a su página 3, es conocido como el playboy de los pobres. En un principio intenté comprender a ese hombre cuyo universo parecía reducirse a los libros contables y el futbol. Traté, sin resultados. Nunca logramos entendernos. Él no parecía sentirse a gusto con mi presencia y a mí me incomodaba hasta su forma de mirarme; esa mirada lasciva que de solo posarse en mi me hacía sentir sucia. Amélie fue degradada porque se atrevió a tomar la iniciativa, a pensar por sí misma. Yo ingresé ya degradada: mi labores se ubicaban en esa esfera que el imaginario popular mexicano denomina la congeladora. No servían para nada, pero consumían mucho tiempo y requerían cierto nivel de concentración, con lo cual se evitaba que el empleado desperdiciara tiempo en pensar. Eso creía mi jefe y cada día, incrementaba la carga de mi tortura con nuevos y pesados libros financieros. Y yo sumaba como autómata, mientras mi mente viajaba a lugares muy distantes, esas ciudades que soñaba conocer y en las que fantaseaba estar para soportar esos ingratos momentos. Amélie compadecía a su jefa, pese a que la trataba con despectiva cortesía y no perdía oportunidad para restregarle la inferioridad de su cerebro occidental. La veía esclavizada a su trabajo, pues por ser mujer -una de las cinco que trabajaban ahí, junto a un centenar de hombres- tenía que esforzarse el doble para demostrar su valía y no le quedaba tiempo para tener una relación, menos encontrar marido, su nada oculto deseo.
Epílogo. Amélie Nothomb abandonó el piso 44, la empresa Yumimoto y Tokio; regresó a Europa y trece meses más tarde, publicó su primer libro -un éxito de crítica y público. Y desde entonces no ha parado esta prolífica escritora belga, quizá más reconocida en Francia -donde es publicada- que en su propia tierra. Por lo que respecta a mi, abandoné el piso ocho y ese vetusto edificio; ingresé a un trabajo menos ingrato, con un jefe infinitamente más inteligente y culto, quien me hacía trabajar como hormiguita pero del cual aprendí mucho. Sin contar obligaciones escolares, no he escrito ningún libro… apenas soy una sobreviviente.
«De niña soñaba con ser Dios, luego disminuí mis ambiciones y deseé ser mártir... [...] y descendiendo en los escalones de la dignidad, acabé ocupándome de los retretes masculinos del piso 44 en la empresa Yumimoto. Uno puede extasiarse sobre este recorrido inexorable de la divinidad hasta los retretes. Suele decirse de un cantante capaz de pasar de soprano a contralto, que posee una amplia tesitura: me permito subrayar la extraordinaria tesitura de mis talentos, capaces de cantar en todos los registros, tanto en el de Dios como en el de Madame Pipí» Amélie Nothomb Estupor y temblores.
Distante y a la vez parecida, nuestra primera experiencia laboral. Amélie tenía el consuelo de mirar la subyugante hermosura de su jefa Fabuki, a quien describe como una criatura celestial. Yo no. Rogelio -mi Fabuki mexicano- distaba mucho de ser un tipo ya no digamos guapo, sino afable. Creo que me odió desde el momento en que me presentaron con él y le dijeron que yo cursaba el último año de la Universidad en la Facultad de Ciencias Políticas, al escucharlo su único comentario fue: "ah, esa escuelita donde no les enseñan a hacer nada más que leer". Y de ahí en adelante todo fue mirarme por encima de la superioridad de su hombro de Contable experto en sumas, restas y estados financieros. Amélie padecía con la calculadora para convertir en yenes facturas calculadas en marcos alemanes, pero al levantar la mirada se encontraba con la ensoñadora belleza de Fabuki; en cambio, si yo despegaba la vista de los libros en los que me tenían ocupada -para evitar que mi cerebro divagara- me encontraba con Rogelio intercambiando comentario obscenos con el señor que le lustraba el calzado, mientras miraban la Página 3 del Ovaciones -periódico deportivo que merced a su página 3, es conocido como el playboy de los pobres. En un principio intenté comprender a ese hombre cuyo universo parecía reducirse a los libros contables y el futbol. Traté, sin resultados. Nunca logramos entendernos. Él no parecía sentirse a gusto con mi presencia y a mí me incomodaba hasta su forma de mirarme; esa mirada lasciva que de solo posarse en mi me hacía sentir sucia. Amélie fue degradada porque se atrevió a tomar la iniciativa, a pensar por sí misma. Yo ingresé ya degradada: mi labores se ubicaban en esa esfera que el imaginario popular mexicano denomina la congeladora. No servían para nada, pero consumían mucho tiempo y requerían cierto nivel de concentración, con lo cual se evitaba que el empleado desperdiciara tiempo en pensar. Eso creía mi jefe y cada día, incrementaba la carga de mi tortura con nuevos y pesados libros financieros. Y yo sumaba como autómata, mientras mi mente viajaba a lugares muy distantes, esas ciudades que soñaba conocer y en las que fantaseaba estar para soportar esos ingratos momentos. Amélie compadecía a su jefa, pese a que la trataba con despectiva cortesía y no perdía oportunidad para restregarle la inferioridad de su cerebro occidental. La veía esclavizada a su trabajo, pues por ser mujer -una de las cinco que trabajaban ahí, junto a un centenar de hombres- tenía que esforzarse el doble para demostrar su valía y no le quedaba tiempo para tener una relación, menos encontrar marido, su nada oculto deseo.
Amélie aguantó exactamente un año, el tiempo estipulado en su contrato; pues habría significado una mayor deshonra claudicar siete meses antes, el día que Fabuki decidió asestarle la última humillación degradándola hasta el último puesto de la escala laboral, poniéndola como encargada de la limpieza de los baños. Al finalizar el contrato, Amélie se despidió de cada uno de sus muchos jefes con sonrisitas y agradecimientos; casi pidiéndoles disculpas por no quedarse más tiempo. Por mi parte, aguanté mis trece meses de confinamiento en ese rincón lleno de polvosos libros, como un ratón de biblioteca pero sin ni una sola cosa interesante que leer. Nada es más terrible que hacer un trabajo que no solo no te gusta, sino que además, es tan absorbente como inútil. El día que dije adiós al piso ocho estaba tan feliz de hacerlo y al despedirme de mi jefe, el muy cínico todavía se atrevió a decirme “ahora que ya no trabajarás conmigo, a ver si un día de éstos vamos a comer”.
Epílogo. Amélie Nothomb abandonó el piso 44, la empresa Yumimoto y Tokio; regresó a Europa y trece meses más tarde, publicó su primer libro -un éxito de crítica y público. Y desde entonces no ha parado esta prolífica escritora belga, quizá más reconocida en Francia -donde es publicada- que en su propia tierra. Por lo que respecta a mi, abandoné el piso ocho y ese vetusto edificio; ingresé a un trabajo menos ingrato, con un jefe infinitamente más inteligente y culto, quien me hacía trabajar como hormiguita pero del cual aprendí mucho. Sin contar obligaciones escolares, no he escrito ningún libro… apenas soy una sobreviviente.
Mil disculpas por este texto tan largo.
Estupor y temblores, de Amélie Nothomb.
Año publicación: 1999
Estupor y temblores, refiere a la sensación que debía provocar el Emperador de Japón en sus súbditos.
imagen: Cartel del film Stupeur et tremblements basado en el libro aquí comentado
75 comentarios:
y bueno, a mí me han entrado unas ganas de leer este libro, y de seguir leyendo tu blog que con cada entrada me brinda muy buenas lecturas.
Saludos desempleados...
Ah, me aterra pensar en mi sustento economico. La independencia me llama a gritos, y estoy mas que dispuesto. Pero... ¿De que vivir? Podria esperar a sustentarme de mi pintura, pero para eso podria pasar mucho tiempo (con esta vocacion nunca se sabe). EN algun momento tendre que hacer algo que no quiera, solo espero nunca quedarme trabado en ello (Eso es siempre posible... si uno lo quiere!) y tambien espero mantenerme digno y firme.
Queridisima Marichuy, a usted nunca me la pierdo pero mi tiempo escasea en estos momentos, perdon por no comentar ya (y por no reseñar los conciertos... eso vendra, por el momento debo decir que por unos dias me quede sin proposito. La terible depresion post-evento)
Luis
El libro se lee, literalmente de una sentada. No solo por su brevedad, sino por ser tan ameno y deliciosamente irónico. Será que una disfruta cuando ve reflejadas sus propias desgracias... en otro.
Gracias por tu visita
Deino querido
El arte, don/vocación, como profesión resulta algo inestable. No obstante, el solo hecho de tener ese don, compensa con creces, me parece. Claro que en este país vivir del arte no es nada sencillo; pero actualmente, ya casi nada lo resulta.
Un abrazo y un gusto tenerte acá.
Estimada:
Ha sido un placer encontrar tu blog.
Por lo general, evito los textos largos cuando carecen de audio, pero este en particular me ha cautivado, particularmente porque me ha recordado alguna obscura época de empleado bancario cuando comenzaba mis primeros pasos en el trabajo social.
Hoy soy perfectamente feliz, pero muchos pasamos por aquella etapa en nuestras vidas en que debemos claudicar por lograr un objetivo.
Afortunadamente, para algunos es época pasada.
Buen post
Un abrazo
no cruces el río con botas:
Gracias por pasar, pero sobre todo por leer y comentar en este larguísimo choro. Me siento apenada; usualmente yo evito -justo pro respeto a mis amables visitantes- publicar post tan largos.
Bien dices; quizá no todos, pero muchos hemos pasado por esas obscuras épocas de inicios laborales, en que uno de pronto se siente así... confiando en el último rincón; como la muñeca fea de la canción de Cri Crí.
Saludos
Gracias por la recomendación, siempre es bienvenida una buena reseña sobre una novela que puede llegar a tener significado en nuestra existencia.
Besos!
-- querida marychuycita, que hacer con los jefes? son tan ineptos a veces que lo unico que los sustenta es su mediocridad, pero bueno aqui estamos hablando de lo duro que es llegar a ser reconocido sino como buen empleado si como bueno en alguna otra cosa, pero tu haces bien todo, te felicito porque sobre todo eres una mujer emprendedora y no le hace que hayas tenido un jefe nauseabundo, aqui todos te apreciamos, magnifico texto y para nada largo ni aburrido, todo lo contrario, me quede con ganas de leer mas!
Sabina querida
Usualmente evito recomendar libros, películas, etc. Digo que me gustan o me disgustan y punto (p'a que ne me reclamen, je). Y este libro no es, desde luego, una master piece; tampoco pretende serlo. Pero en esa crónica más agría que dulce y sucedida a miles de km de distancia, vi más de un reflejo.
Besos
Jota-pe
Querido, ¿qué usted no duerme?
En mi pobre carrera profesional solo he tenido un jefe de cinco estrellas, un tipazo.
Es duro llegar a ser reconocido, antes que como profesional, como ser humano. Y me parece que en el caso de Amélie -aunque lo suyo fue tan degradante que raya en la comicidad- hay una explicación en cuanto a las enormes diferencias culturales ente occidente y oriente. Pero en mi caso, fue incomunicación e intolerancia. C'est la vie, mon cher.
Lo bueno fue sobrevivir y aceptarlo como aprendizaje (lo contrario, hubiese sido demasiado deprimente y no lo valía).
Gracias
Alguien lo escribió en un comentario arriba, muy buena la reseña del libro mechada con un fragmento de tu vida, no conozco tu ciudad pero me la hiciste imaginar con la mención al edificio, el jefe nabo-futbolero-baboso y la pila de libros contables.
Los primeros trabajos suelen ser un bodrio y a veces se convierten en verdaderas pesadillas, lo bueno es afrontarlas y sacar enseñanzas de ella..
saludos Marichuy y muy buen post
La recomendacion del libro se antoja, Querida Marichuy. Por alguna extraña razon tengo problemas con las lecturas orientales; creo que (aunque me apene decirlo) mi cerebro esta demasiado occidentalizado, no siempre logro sintonizarme.
Por otro lado, y hablando de los jefes, he tenido algunos especimenes en mi catalogo, que son verdaderamente dignos de mencion por sus 'gracias'
La que falsificaba resultados y me hacia firmar los reportes
La que se doctoro con el plagio de mi investigacion.
La que se bañaba cada cuatro dias y tenia por mascotas algunas miles de lombrices en un hoyo en el jardin de su casa.
UF! y esos son los publicables.
Besos sometidos
A.
Mariano
Jaja, describiste perfecto a mi ex jefe; perfecto, como si lo hubieses conocido. La pila de libros contables, para alguien peleada con la contabilidad, puede llegar a ser una tortura mayúscula.
Gracias por tu comentario
Querida A
Amélie Nothomb es belga y tal como le restregaba Fabuki: por más amor y admiración que sintiera por la cultura oriental -japonesa en especial-, su cerebro nunca dejará de funcionar como occidental.
Jaja, con lo que dices aquí, más lo implaticable -que ya me imagino, je-, podrías escribir una novela como la de la Nothomb.
Mi amigo Uriel solla decirme, cuando me veía atribulada con mi otra jefe explotadora -las mujeres podemos ser aún mucho peores, cuando de joder al empleado se trata: "Chuyita, el trabajo es la penitencia que hay que pagar por el pecado de haber nacido pobre".
A veces creo que tenía razón.
Besos empleados
Señora de las letras impecables
Esta postura a ultranza de compararse con personajes literarios es tan digno de quien lo hace, por ello no es de extrañarse que la Fausta Marychuy le quedé perfecto, generando un espacio augusto… estoy maravillado con tu ejercicio Rogelio-Fabuki, Marychuy-Amélie. Ya mismo trataré de buscar el libro y salir a comprarlo en la tarde.
Un abrazo
Suyas mis letras y mi afecto
Potter
De verdad que me hace usted ruborizar. No fue mi intención, estimado amigo, ponerme a la par de Amélie (comparación que, ni falta hace decirlo, me es estrepitosamente desventajosa); sin embargo, no pude evitar verme reflejada en algunas de sus desventuras.
Lo encantador de su sencilla narrativa, es su humor acidito, su ironía nada sutil; en las antípodas de las rasgaduras de vestiduras y la auto-victimización. Nada más lejano. Eso es lo que más destaco de este breve libro.
No sé haya sido mejor o peor; pero a diferencia de Fabuki, el pobre Rogelio no tenía ningún talento, como no fuera el de sumar y restar.
Un abrazo y gracias
uuuy!... muchas ideas conforme leía, no puedo poner todas -je-, pero primero un breviario cultural -je, je-: en el reino unido la página 3 del the sun, el diario más populachero, también tiene desnudos femeninos, pero a diferencia del ovaciones, ésta página es la catapulta al estrellato (Keeley Hazzel, la actual reina de las pin-ups del s. XXI salió de ahí)
soy muy mala empleada, con excepción de mi primer empleo, en ningún otro he durado más de seis meses, y lo que me hizo quedarme mas de dos años en ese inicial, es que la paga era muy buena y el ambiente de un relajo total, además tenía el reconocimiento y la predilección de mi jefe (de la que estaba enamorada -cabe aclarar-, al contrario del tuyo, el mío era un argentino guapo, simpático y muy culto)
{°.°} (me acabo de dar cuenta que siempre acabo enamorándome de mis jefes -y no todos han sido guapos, simpáticos ni muy cultos-... bueno, creo que me conviene dejar de seguir escribiendo e ir en busca de un psicólogo -je-)
tal vez no me corresponda a mí decirlo pero Educavent (de nocruceselríoconbotas) requiere de un esfuerzo mayor para leer, por eso lo de que no suele leer posts largos, no porque se le hagan aburridos (y menós aún que éste lo sea, todo lo contrario, deliciosas todas tus letras)
un dedo disidente puso un acento donde no iba (pero ya me lo corté, no volverá a pasar)
Malbicho
Con ese breviario cultural me has puesto a pensar ¿entonces la idea de la pág. 3 del Ovaciones, las fotos de esas señoritas tan ligeritas de ropas, no es original? Pucha.
Yo no creo ser mala empleada; por lo menos aguantadora soy, je; ya he durado un buen en mi actual trabajo (y con los actuales niveles de desempleo del país, no quedan muchas opciones). Y mala suerte la mía, solo he tenido un jefe guapo; pero era tan bonito que no me gustaba: hasta su cabeza parecía cincelada por Miguel Ángel. Tanta belleza, algo insípida, no me subyuga; yo prefiero más imperfección, je.
Gracias por la aclaración sobre el comentario de "no cruces el río con botas". Y también, gracias por tu comentario.
Saludos
Marichuy, un poco tarde, pero de regreso al mundo del Blog, creo que la recomendación suena bien. Al ver el titulo pensé en Amelie la película francesa. Gracias por escribir largo y tendido, es como platicamos las mujeres cuando nos encontramos para tomar un café o una chela...largo y sin pausas.
Los jefes...he tenido la suerte de tener en mi vida solo dos jefes, los dos buenos con sus asegunes por supuesto, yo también suelo no ser una perita en dulce, así que por suerte no me he topado con nadie que me vea con ojos de mueble, y si creo que las mujeres pueden ser peores que los hombres, en verdad como jefes creo que regresamos las que nos han pasado.
Lo peor es tener un jefe contador, te comprendo, yo soy contadora, creo no ser tan mala jefa, nunca me he visto así, pero mis compañeros y amigos contadores son en verdad nefastos, los veo y aunque los aprecie en mi vida cotidiana los odio cuando los veo de jefes.
Querida el trabajo es tan feo, que pagan por hacerlo, tal vez algún día puedas dedicarte a escribir un libro, y vender lo que con gusto haces, escribir, eso sería lo mejor que te puedo desear, después de leer tu post.
Normalmente la familia no quiere escuchar las quejas del trabajo, cuando te preguntan sobre como vas en él, es mejor decir que bien, total para que preocupar a las personas con los agobios cotidianos de un día laboral. Solo siento que el lugar donde trabajas no permita que nos comuniquemos tanto como antes.
Saludos y felices pascuas, mañana regreso a trabajar, ver a un jefe enojado por unos días que me vole...pero valió la pena
Un Abrazo de oso
Dilbertina
Dilbertina
Querida, yo tampoco soy una perita en dulce; pero cuando estaba en la Universidad era menos cínica que hoy.
Dicen que ser un buen jefe es una empresa harto difícil; también ser un buen empleado. En todo caso, una buena relación laboral, es un trabajo de dos vías, me parece.
Yo tuve jefa Economista -hoy día, una amiga cercana y una buena persona; pero como jefe era una explotadora, workahólika como es, creía que en este mundo yo no tenía nada más que hacer que trabajar. Y mi actual jefe es ingeniero; también un workahóliko y de tan buena persona que es, todo mundo abusa de él y siempre estamos haciendo trabajos que nos nos corresponden. En fin, creo que es mi Karma.
Un abrazo resucitado
No la disculpo para nada. Le agradezco. Muy buena la entrada. Y, la verdad, sospecho que es mejor que el libro ese. Al menos suena más real, más parecida a la experiencia del común. No se me ocurre que alguien pueda limpiar baños con una sonrisa de agradecimiento. En fin, quién sabe.
Saludos!
Ojaral
Gracias. pero de verdad que el libro es muy grato, no digo que sea una maravilla, pero me hizo pasar un grato momento.
Y bueno, Amélie no lava los sanitarios con una sonrisa; al principio se deprime. Lo que si, es que con una sonrisa se fue de ahí. Además, sucede que los empleados masculinos, hacen una especie de boicot -a su favor- y dejan de asistir a los sanitarios del piso 44. Mujeres solo estaba Fabuki, entonces, no era tanto trabajo.
Saludos
Como siempre, aunque no siempre te lo diga, me pillaste y no me soltaste durante toda la lectura. No tuve ninguna experiencia similar pero imagino, a tavés de tus palabras, lo desagradable hecho cotidianidad.
Leeré el libro y será el primero de Nothomb.
Un abrazo desde la lluvia que no cesa.
Una entrada muy sincera, muy real y entrñable.
Las similitudes ayudan a entender y sentirse consolada, viendo nuestro sufrimiento reflejado en otro ser humano.
Pienso, en verdad Marichuy, que lo de escribir un libro, en tu caso, sería toda una buena idea...¿por qué no puedes conseguir el éxito y reconocimiento, como la escritora belga?. Todo es intentarlo, talento no te falta!
Un abrazo:)
Violette
Querida, muchas gracias.
Creo que es más común de lo que uno quisiera, el que sucedan estas historias.
Por cierto, leí que a Nethomb estuvo hace poco en Barcelona, presentando su más reciente libro.
Un beso
Sibyla
Muchas gracias; me alegra que te lo parezca.
Y de tu buen deseo; uy querida, nada más lejano. Antes tendría que aprender a escribir, creo. Pero te lo agradezco.
Un beso
Cuando cumplí 30 años (hace 10) festejé como un loco porque anuncié que era la oficialización de mi locura... de que era un caso perdido
entre esas cosas perdidas está el hecho de que he sido feliz solamente en los trabajos donde he ganado poco. Cuando un trabajo me empieza a ahogar o deprimir termino renunciando sin que pese mucho el dinero porque sé que me voy a acabar muriendo si continuo... yo nomás no aprendí nunca.
Me entraron unas ganas tremendas de leer tu recomendación, yo al contrario de varios aquí soy un fanático incondicional de todo lo asiático, continente al que le debo muchos de los mejores recuerdos de mi vida y varios regalos profundos. Me apasiona su aproximación a la existencia y a su desarrollo diario. Su pensamiento y solución.
Todos somos un poco Amélie... y todos somos un poco Marichuy.
Todos.
Hola Marchuy!
Me gusta mucho nothomb; en dos ocasiones me afané en la traducción de metaphysique des tubes, pero nunca pasé de la mitad. la primera vez porque se me borró el archivo, la segunda porque perdí las ganas. me cuesta mucho hacer ese tipo de cosas, los traductores son gente muy talentosa, y las frases tan puntillosas de nothomb, su ritmo lento y preciso, a mí me salían como diatribas. quizá en otra ocasión. lo malo es que tampoco terminé de leer el libro. no me acuerdo cómo empezaba, creo que era algo como: al principio era el huevo, o una cosa así. encantadora. nunca agarré otro libro suyo porque son carísimos.
lo que sí quiero decirte es que aquí tenés un lector para tu autobiografía. buenísimo lo que ya salió. Saludos, Marichuy
Mau
Jaja ¿y a 10 años de oficializada, cómo va la locura?
Curioso, mi trabajo más gratificante, fue en el que peor paga recibí y no solo eso, sino que además me implicaba trasladarme todos los días a otra ciudad.
Amélie es belga pero nació en japón y pasó en lejano oriente los primeros 18 años de su vida. se nota que admira profundamente la cultura japonesa, pero eso no quita que sea muy puntillosa a la hora de hacer ciertos señalamientos. Y su libro se lee en una sentada: 145 paginas.
Besos
Ever
El jueves que anduve por Gandhi (mi librería de cabecera), vi “La metafísica de los tubos”, pero me conformé con “La radiografía del hambre”. Ergo, tienes razón: como recién se ha devaluado muchísimo el peso mexicano, los libros de Alfaguara se pusieron carísimos; fácil subieron un 35%-40%. Pese a que nunca me han gustado las ediciones Pocket, ahora, al menos en Alfagura, tendré que buscar su equivalente: Compactos, que son un 40% más baratos que las ediciones normales.
En “Estupor y temblores”, el lenguaje no podía ser más irónico, puntilloso como dices tú; algo que yo disfruto muchísimo.
Ja, gracias cuando decida escribir mi autobiografía, te avisaré. Es bueno saber que de antemano tengo un lector asegurado.
Saludos
Cherie Marie:
Me sigues sorprendienco como siempre.
Estaba considerando un post sobre Amélie Nothomb, leí "Biographie de la faim" y me gustó mucho, ahorita ando tras la edición en español de "Ácido Sulfúrico". Lo que no tenía en mente y que ahora has revelado son tus similitudes biográficas. ¿Qué otras lecturas recomendables tienes de de ella? Son muy caros sus libros cherie.
Abrazo desfalleciente por muchas causas.
Ojala las mejores lecturas tuvieran un comentarista como tu para que no pasaran desapercibidas por muchos como yo que no las alcanzan a encontrar.
hola
Comence a leerte quizas por un enlace, y leí fascinado el fragmento del libro... y alcance a leer un poco sobre Rogelio, pero no termine porque me has sembrado la semilla del deseo por este libro... quiero leerlo... quiero comprobar si es similar a mi, quien a mis veintitantos aun tengo sueños de ser Dios... aun creo poder lograrlo.
Besos desde una lejana galaxia
...
Autobiografía.
Mmmmm, me llama más la atención la tuya. Esta parte que compartes suena bien.
¿Sabes Marichuy? yo tengo la fortuna de hacer lo que me gusta, no tengo conflicto con eso.
En mi caso el conflicto radica en las reacciones humanas, la tensión a lo inesperado, el valor que se le da a los momentos y a las palabras.
Conocer la autobiografía de alguien, me resulta complicado. Tengo que aceptar que tengo mis reservas en ese tipo de lecturas. No las considero malas, pero no son las que más me jalan.
Hay vidas interesantes, no lo niego, pero creo que me gusta conocerlas desde la perspectiva de otros.
No conozco mucho de literatura japonesa, que por cierto está teniendo en estos tiempos mucho auge.
Saludos nocturnos desde el hospital del pi, pi,tu, tu, ...jejeje
Mafalda
Marichuy,
Definitivamente este es tu blog popular (jajaj).
No hay peor cosa que un jefe, ignorante, antisocial y pedante. Mi jefa así es y no sabes como me hace sufrir, la he aguantado por casi 10 años y todavía me pregunta cosas cómo: "¿tu sabes en donde queda Macondo?". ¡Dios, ¡¡¡¿porqué a mi?!!.
Marco
Mira que sintonizados andamos tu y yo. "Biografía del hambre" es el que compré y empecé a leer, pero como me compré otros, lo dejé para después. En Gandhi vi “Ácido sulfúrico”, creo que acaba de llegar y caro, pero no tanto como otros de Alfaguara.
Esta de “Estupor y temblores” es divertidísima, pese a lo que encierra, los comentarios puntillosos de la Mme. Nothomb la hacen muy agradable. Y me han recomendado Christa.
Un abrazo
Dark Angel
Esa cita es muy divertida, pero en realidad es una especie de resumen de los que fui leyendo; es el extracto de varios párrafos. Aunque la trama gira, más bien, en torno a la no realización de su sueño de ser Dios..
En cuanto a mi “Fabuki mexicano” (Rogelio), él es como supongo que son muchos jefes... espero que tu nunca topes con uno así.
Un abrazo y gracias por tus comentarios (¿he visto tu nick en el blog de Potter?)
Mafalda
Fíjate que no es una autobiografía. Es una novela con contenido autobiográfico, sí; pero lo realmente importante es la forma en que ella, con su cerebro y ojos occidentales, percibe al mundo laboral japonés. Y por el otro lado, cómo los nipones la perciben a ella. desde su "elevado" cerebro oriental. Es una novela sobre el no entendimiento y la frustración, pero sin ningún ataque de autovictimización.
Yo tampoco soy muy asidua a la literatura japonesa, ahora muy de moda como bien dices. Es más, odio leer a escritores... solo porque estén de "moda".
Y descuida querida, no pienso escribir mi autobiografía.
Ana A.
Jaja, bueno es que este es mi blog oficial, je.
Bueno tu si que eres aguantadora¡! Yo he llegado a resignarme; mi jefe es muy trabajador, pero fuera de los asuntos de trabajo, pareciera que nada más le importa.
Saludos
UUUFFF, yo también sufrí a un jefe, pero no fue mi primera experiencia laboral ni lavando retretes.
La neta estuvo fuerte y sólo duró 9 meses, pero fue un martirio...
Lindo texto :D
Linda historieta Mari. Da un poco de aire, de ilusiones perdidas. La eterna ambición pequeñita, de escribir un libro, de tener éxito, de ser feliz.
Abraxo.
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Ay pero qué guarrazo el tal Rogelio! Qué asco de persona... Y todavía al final te invita a salir el muy estúpido! Después de que por principio de cuentas minimiza tu paso por la Universidad... ¿el pendejo habrá pisado una?
yo=creo=que=piso=mas=de=tres=pero=
marichuy=no=le=hizo=caso
Latita
Esto bien podría llamrse “La historia que todos hemos padecido: un jefe mala onda”
Gracias y un abrazo
Xaj
Amélie-san tuvo esos sueños tan elevados. Yo nunca llegue a semejantes alturas; todo lo contrario, antes de querer salvar al mundo, de adolescente fantaseaba con ser una femme fatale… a lo Marlene Dietrich.
Abrazo para vos
Trabajar un verano en una librería se me hace algo muy agradable… mientras no sea en “La Librería de Cristal”, donde los vendedores nunca tienen idea de nada y algunos ni siquiera saben diferenciar entre Corín Tellado y Gabriel García Márquez.
Será que soy muy fresa como dices tu, pero soy enemiga de las películas espurias (es decir, piratas)
Kix
Lo que hay que pasar y aguantar mi Kix. El susodicho era Contador del IPN.
Abrazos
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zacatenco=jeje
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dos=legales=pero=que=tiene=el=comprar=
cds=piratas=si=
TENEMOS=UN=PESIDENTE=PIDATA?
la=peli=-referida=es=la=que=mostre=en=mi=
blog=como="la=verdad=espuria"=o=algo=asi=
(no=creo=encontrarla=en="sangron's")
"la=cruda=realidad"=jeje=dic=2008=
blogespurio=chilangoleon
Querida Marichuy:
Ya sé que siempre insisto con lo mismo, pero... ¿ya ves por qué decidí trabajar por mi cuenta? Es más inestable y a veces más esclavizante (te habrás dado cuenta de que otra vez ando en friega y sin poder actualizar el blog), pero al menos no tengo que lidiar con Fabukis. Tuve que lidiar con varios y fue lo que me hizo buscar otra alternativa laboral...
Por cierto, es muy bueno ese libro. Aunque no el mejor de la Nothomb.
Un beso
Chilly
Yo amo el cine y si compro un DVD es porque la película me gusta. Ergo, una película que me gusta, me gusta para mucho tiempo y no se merece un DVD pirata.
[Quizá México si se merezca un Presidente Pirata: somos un pueblo tan apático y dejado, dispuesto a la manipulación mediática]
Strika querida
Yo se mi querida, que usted tiene la boquita (y el teclado) atascada de razón.
Fabukis siempre habrá, eso es innegable... y lo peor es que siempre habremos Amélies.
Un beso y gracias por estar aquí ne medio de tu carga laboral.
Jejejejeje! Yo tampoco compro piratería!!!
Yo hago mi piratería, je!!. Siempre he tenido la fortuna de contar con red LAN III, sase, 3 MB/seg promedio, tons bajo cuál tlaconete con sal y pues redistribuyo mis pelis-series-juegos-videos-documentales, etc, etc, con un carácter netamente personal.
Pd. No creo que el Pueblo de México (en su mayoría) sea apático; más bien, es PENDEJO!. Creo que México SI es un País de Pendejos -en términos generales-. Nada más eche un vistazo y se dará cuenta, jijiji.
En fin, saludazos!!
Mad Scientist
Jaja, no me acabes de deprimir.
Anyway, creo que el filósofo de pueblo que dijo: "Los pueblos tienen los gobernantes (y los artistas) que se merecen", tenía razón.
Saludos
PS Pucha y mi largo choro posteado, ni medio comentario te mereció? Sniff
Interesante, ya hasta me dieron ganas de leer el libro. A mi la tal fumiko o como se llame la jefa, me recuerda la jefa que tengo actualmente, jejeje, también le tengo lástima (aunque de repente sea una despota) porque solo vive para trabajar, tiene una vida tan pobre, que si, es para dar lástima. A veces es un descanso que se te acabe el contrato, bien dicen que no hay mal que por bien no venga.
Oye y entonces este libro esta basado en la vida real de alguien??... muy graciosas las comparaciones con tu jefe mexicano, jajajaja, pero puede suceder, sin duda alguna, jejeje
Saludines y que tengas una buena semana
Lore
De la vida real; al menos eso afirma la autora, Amélie Nhothomb.
Mu grata la lectura de "Estupor y temblores"
Tu jefa como Fabuki? Mira, yo que pensaba que era todo lo contrarios.
Y de Rogelio, solo conté lo menos ingrato... el pobre, creo que debe ser difícil ir por la vida destilando tanta cosa fea.
Un beso
tiene=razon=el=cientifico=loco=pero=
desgraciadamente=tambien=se=cumple=que=
lo=doctor=no=quita=lo=pendejo=(como=se=
demostro=ampliamente=com=el=robozombie)
marichuy=se=dice="tenemos=un=pesidente=
pidata"=ese=es=su=apodo=de=aqui=a=que=
termine=el=sexenio=jeje
mi marichuy es ud insuperable, inmejorable, estoy de acuerdo con varios aqui... Mi primer trabajho fue divertidisimo lo suficiente para durar poco! y es que mi padre temia que me gustara el dinero...
no me arrepiento pero si creo que en parte se convirtio en mi sueño guajiro
debi seguir siendo bart tender o mesero... bua que recuerdos.
Chilangoleon, permítame corregirlo - es sólo que suena mejor-, jejeje:
El grado, NO quita lo TARADO!!, ahahaha, ó muchas veces, lo OGT.
Tiene usted razón, hay 2 clases de inteligencia (ó formas, etc): La académica y la de la vida misma.
En fin, yo he conocido cada bestia para razonar cuestiones sociales, a pesar de tener grados, que de verdad dan náuseas!!
Marichuy, a cambio de no comentar su tan explayado post, le tengo una propuesta:
Ponga el cachetito, o donde mejor le parezca, y le voy a dejar unos besitos, vale?
Querida,
A veces paso y te leo... pero esta dieta de lecturas de trabajo me deja con manos silenciosas y ojos fuera de pantalla. Todo para decir que ando ocupada y que soñe que te hable de Amelie Nothomb?
Es genial la jefa bella y malvada, la Fabuki, que en una de sus humillaciones a Amelie le dice: y todos en su pais son tan tontos como usted? Ah no, le dice Amelie, yo soy la unica... jeje. Yo solte la carcajada en el tren con esta frase.
La Nothomb es muy productiva pero totalmente incomprendida en su pais, o sea este de las frites. Yo compro sus libros de segunda mano a 2 euritos en Oxfam, el ultimo fue Anticrista y me rei muchisimo. No se cual se la traduccion para el libro de los nombres de Richard, pero es el de una anorexica...
Total todos tenemos una FABUKI, yo diria alguien que traiciona y como en la belleza se encuentra el demonio.
Besos desde una Bruselas despercudida por un sol radiante que la exorcisa de su fealdad milenaria.
ana
PD. Disculpa por mis criticas a la Buselitas, pero una de mis vocaciones es expresar mi desagrado el paisaje urbano y de baja biodiversidad
Entre la música de Mozart que llevas de fondo y la forma tan amena y sentida que tienes de escrbir, me has cautivado uno de los mejores momentos del día. Me pido la novela.
Un abrazo de otro superviviente.
Chilly
Como yo no soy Martita, no puedo decir así “pidata”
Jolie
¿Fuiste bar-tender? Que ocupación más atractiva; siempre he creído que ser bar tender, da para escribir buenas e interesantes historias.
Besitos y gracias
Mad Scientist
Estos científicos tan complicados, je
Gracias por los ósculos
Ana querida
Qué agradable sorpresa! Supuse que eras lectora de la Nothomb. Sí… ese diálogo entre Amélie y Fabuki es genial, divertidísimo.
Wow dos euros los libros de segunda mano. Bueno acá ya sabrás con la devaluación del peso, Anagrama que de suyo nunca ha sido barata, se puso más cara. Pero ya descubrí que también tiene edición compactos, más barata; lo malo es que no todos los autores que me interesan está editados en esa presentación.
¿Tu también has padecido a una Fabuki? Sorry.
Besitos
PS ¿Cómo que Bruselas es feo? Digo, nunca será como Brujas –ningún sitio será como Brujas- pero tampoco es una ciudad fea.
Bate
Pues la musiquita siempre ayuda, no? Al menos a mi me lo parece, aunque sé que no a todo mundo.
Libro sencillo, nada pretencioso, pero la verdad es muy agradable; la mujer no escatima acidez e ironía para este recuento de sus desventuras en la empresa japonés.
Un abrazo
Querida,
Tanta gente compra libros y luego los pone en un mercado de segunda, que podemos tener al alcance realmente muchas lecturas "baratas" en precio.
Esa es una de las ventajas de aqui, la otra es que el clima es tan horrible que no puedes pensar en pasar el tiempo con la naturaleza (hasta el verano), asiq ue leer en todos los trayectos posibles es mejor que ver el paisaje urbano deprimente.
Entonjces, la Fabuki es la Bruselitas: bellisima pero cruel y traicionera.. jeje. Todavia no se repone uno de sufrir una sombra dia y noche de nublados y lluvia invernales. Ese es el Karma de Bruselas, extraordinaria pero condenada a su negritud y sol a dosis extremadamente bajas.
Brujas es linda con todo y la grisacea atmosfera del clima insoportable de estos lugares, que los obliga a tomar vacaciones, para no terminar locos, suicidas, asesinos y de un look amarillentos-demacrados. No todos tienen la vida de Top model de revistas de alta costura...
Besos en una mañana otra vez con SOL!
PD. soy una criticona tropical
Querida Ana
Acá el mercado de libros de segunda mano se ha expandido; pero este tipo de escritores no llega.
Entiendo tu aversión al clima gris; tú tan amante del sol. Como yo soy lo contrario, viviría feliz en Brujas.
Un beso y gracias por estar aquí
¿Disculpas? ¿Por pasarlo tan bien leyendo?
Nada menos que una sobreviviente ¿Y te parece poco? Yo estoy en ello todavía.
(Ahora pido yo disculpas por ser tan respondón, je, je)
Fernando
Eres un amor de amigo imaginario. Gracias
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