Llevaba días sin dormir; el cansancio y las ojeras ya eran inocultables. Por más litros de infusión de 12 flores que bebía y no obstante que de tarde en tarde pudiera sentir que sus ojos se cerraban, llegada la hora de ir a la cama –diez de la noche-, era cosa de poner su cabeza en la almohada para que el ansiado sueño se esfumase. Si en esos días se le hubiese aparecido Aladino el de la lámpara mágica y le ofreciese la consecución de un solo deseo, sin dudarlo ella habría cambiado riquezas o docenas de amantes vigorosos, por una sola y larga noche de sueños. Obviamente Aladino nunca se le apareció, así que después dos semanas sin pegar ojo, decidió que tendría que entretener sus desvelos en algo más que dar vueltas y vueltas en la cama: a la quinceava noche sin dormir fue al armario y sacó aquellas bolas de hilaza que permanecían refundidas en el último rincón desde hacía meses, tomó un gancho y se dispuso a tejer. En principio la pensó como mera terapia para acompañar sus noches en vela por lo que solo se dedicó a dar vueltas de cadenitas, la puntada más simple. Pero a medida que el tejido crecía y el sueño parecía algo lejano, ella se animaba más y empezaba a tejer con puntadas más elaboradas y hasta con pequeños diseños que iban brotando espontáneamente de su mente. Después de un primer cubrecama, más bien sencillo, empezó un mantel para una inexistente mesa de comedor de 12 sillas, al cual fue incorporando diseños un poquito más elaborados, surgidos en desorden al calor de la labor tejedora. Una semana más tarde, el enorme mantel estaba terminado, por lo que se decidió a confeccionar otro cubrecama pero en tamaño king size... para cubrir una cama que tampoco tenía.
Tejía con ansiedad, precisión y un despliegue de creatividad que jamás creyó poseer; ella que pasaba de las labores de tejidos y corte y confección impartidas en la escuela secundaria. Pero ahora encontraba en esa actividad tan de mujeres sumisas, una fuente de inspiración, un campo fértil para desarrollar su inventiva y dar rienda suelta a su desbocada imaginación. Tejía y tejía sin necesidad de destejer ni una sola línea y eso que ya ni siquiera miraba la labor para verificar que no hubiese errores. Noche tras noche, como si una fuerza extraña y con vida propia la impulsara, fue creando colchas, manteles, mantillas y un sinfín de labores cada vez más complejas y llenas de figuras que, de haber sido apreciadas por un experto en arte habrían semejado a los lienzos de Kandinsky; pero que juzgadas por su madre parecían producto de una mente extraviada. Pero para ella no eran ni lo uno ni lo otro, ahora -un año después- lo entendía: en los tejidos plasmaba los incontables sueños que su mente había ido elaborando y acumulando en compensación por todos los que no había tenido... por no poder dormir. Un año sin dormir(¡!), ya si acordaba como era eso; hacía mese que ya ni lo intentaba y hasta había cambiado la infusión de 12 flores por jarras de café bien fuerte.
Y de pronto una sensación empezó a apoderarse de ella, cada vez con más fuerza: ya eran tres noches en las que los ojos se le cerraban sobre el tejido; de solo pensar que el insomnio terminara, sintió un gran temor: le aterraba la sola idea de noches enteras durmiendo en lugar de esas que ahora vivía y que tanto disfrutaba. Esas alucinantes jornadas nocturnas en las que gracias al insomnio descubrió imágenes, fuerzas y sensaciones hasta ahora desconocidas, se habían convertido en lo mejor de su existir. No, no quería que el insomnio la abandonara.
Tejía con ansiedad, precisión y un despliegue de creatividad que jamás creyó poseer; ella que pasaba de las labores de tejidos y corte y confección impartidas en la escuela secundaria. Pero ahora encontraba en esa actividad tan de mujeres sumisas, una fuente de inspiración, un campo fértil para desarrollar su inventiva y dar rienda suelta a su desbocada imaginación. Tejía y tejía sin necesidad de destejer ni una sola línea y eso que ya ni siquiera miraba la labor para verificar que no hubiese errores. Noche tras noche, como si una fuerza extraña y con vida propia la impulsara, fue creando colchas, manteles, mantillas y un sinfín de labores cada vez más complejas y llenas de figuras que, de haber sido apreciadas por un experto en arte habrían semejado a los lienzos de Kandinsky; pero que juzgadas por su madre parecían producto de una mente extraviada. Pero para ella no eran ni lo uno ni lo otro, ahora -un año después- lo entendía: en los tejidos plasmaba los incontables sueños que su mente había ido elaborando y acumulando en compensación por todos los que no había tenido... por no poder dormir. Un año sin dormir(¡!), ya si acordaba como era eso; hacía mese que ya ni lo intentaba y hasta había cambiado la infusión de 12 flores por jarras de café bien fuerte.
Y de pronto una sensación empezó a apoderarse de ella, cada vez con más fuerza: ya eran tres noches en las que los ojos se le cerraban sobre el tejido; de solo pensar que el insomnio terminara, sintió un gran temor: le aterraba la sola idea de noches enteras durmiendo en lugar de esas que ahora vivía y que tanto disfrutaba. Esas alucinantes jornadas nocturnas en las que gracias al insomnio descubrió imágenes, fuerzas y sensaciones hasta ahora desconocidas, se habían convertido en lo mejor de su existir. No, no quería que el insomnio la abandonara.
56 comentarios:
Genial! Así es el miedo: no tememos, hasta que pensamos en lo que podemos perder. Cuando empezó a disfrutar de su insomnio, temió perderlo!
Genial
Dicen que mientras más apapaches al insomnio, más lo quieres.
El insomnio es al principio un mal consejero, después es tu mejor peor enemigo, nos vuelve codependientes de él, llegamos a disfrutarlo, llegamos a quererlo, pero nos hace tanto daño.
En las noches, en una cama sola, puedes construir a los peores monstruos, puedes tejer o coser las peores pesadillas, cuando te acostumbras a él, ya lo extrañas y lo quieres más que a un hombre en tu casa….corre a una clínica de sueño, sácalo de tu vida, es como una droga.
Gracias por el texto, yo la que sufre por el insomnio, la que prefiere tomar una pastilla para dormir para alejar los demonios que salen por la noche. Debo de confesar que conozco adictos al insomnio y es parte de su vida diaria, pero no dejan roncar con placer.
Dilbertina
Querida Marichuy:
La cama y dormir son de los placeres que más disfruto.
Cuando el insomnio "me visita" (no es frecuente, o depende) le saco provecho: me pongo a analizar el porqué y el cómo de lo que no me deja dormir, dejo mis pensamientos libres, que se alboroten, que salten de uno a otro, y salen cosas interesantes que una vez analizadas me llevan al más profundo sueño.
En pocas palabras, aprovecho el tiempo y me ahorrro al analista.
Lo malo es cuando al día siguiente te tienes que levantar tempranito para trabajar... andas las primeras horas como zombie (cosa que se arregla con un par de cafés cargados).
¡Buen tema!
Que tus sueños sean siempre buenos.
O, en su defecto, que no te abandone lo que deseas.
Abrazos soñadores
BRR !!! (no sé si me dió miedo o tengo frio)
me siento identificado con este cuento; generalmente es en mis noches en vela cuando he sido más productivo o incluso creativo; aunque claro, después de un tiempo, el cansancio nos hace sus víctimas.
Todo lo relativo al sueño es un fenómeno bastante interesante y complejo. Esa maraña de ideas que tenemos durante el sueño, ese incesante pulsar de las neuronas, es fascinante.
Saludos
Alo Marichuy
Me hiciste recordar una pequeña historia del escritor Hakuri Murakami le haz leido?
El libro se llama "The elephant vanishes" (la verdad ignoro el titulo en español, siempre hacen traducciones muy distintas al titulo original. El libro es muy bueno, me encanta la forma de escribir y describir. El cuento se llama "SLEEP" y trata tambien sobre una mujer con insomnio, todo empezo una noche cuando despierta de un sueño y ve a un tipo vestido de negro a los pies de su cama luego de un rato y despues de vaciar una jarra con agua en sus pies el hombre desaparece; ella logra despertar pero no vuelve a dormir. Ojala pudieses conseguirlo.
Un abrazo, me encanta visitar tu blog.
Kafka también tejía en sus noches de insomnio, con palabras en lugar de lana. Y por suerte, nunca se curó. Entiendo tu entrada como una metáfora de la escritura, y la verdad que me encantó.
Saludos!
Después de varias noche de un cansancio extremo, un sueño profundo sin recuerdos al amanecer. Ayer tuve una noche de insomnio. Así que lave 20 prendas de ropa, barrí y trape la casa, lave los baños, acomodé varios pendientes, doblé la ropa, me bañé y me fui a la cama en la madrugada dispuesta a tomar un libro pues me sentía un llena de energía.
A penas pude apagar la luz antes de quedar cuajada…
Gracias por la lectura
Puede que el insomnio te haga creativo, o bien te permita usar aquella creatividad que tampoco durmio.
Yo no sufro de insomnio, ya quisiera!
Besos relativos
A.
Jamás he sufrido insomnio, de hecho se me conoce como somnolia que no solo duermo y duermo sino contagio de un delicioso sueño xD
Por otro lado aunque hace ya como uno o dos años que no lo hago disfruto mucho tejer, lo sé nadie se imaginaría a Alletta tejiendo, pero en verdad el enredar estambres desenreda ideas, sueños y relaja la mente.
Marcelo
Y en la vida real, los hay quienes son felices padeciéndolo; no sólo han aprendido a lidiar con el insomnio, sino que también saben utilizarlo en su favor y hasta a sacarle provecho. Seguro que ellos lamentarían mucho perderlo.
Saludos
Dilbertina
Este pequeño relato... es producto de un sueño que tuve anoche: soñé que me volvía insomne y entonces me puse a imaginar cómo sería vivir así.
Yo casi nunca sufro de no poder dormir (excepto en aviones y autobuses) y eso que tomo café... hasta en la noche. Lo que si lamento es soñar poco (dormida, se entiende), es por ello que el sueño de esta madrugada… me provocó cierta inquietud.
Un abrazo
Coro
Querida, hace mucho tiempo leí que la cama es el sitio donde pasamos el mayor tiempo de nuestra existencia; lo que no significa que lo pasemos haciendo el amor. Bueno fuera. Pero en la cama, además de dormir y hacer el amor, soñamos, leemos, escribimos, disfrutamos del arte cinematográfico, comemos y bebemos, etc. y algunos… viven sus insomnios. Pero no es mi caso querida, como le digo aquí arriba a Dilbertina, mi pesar es no tener muchos sueños mientras duermo.
Abrazos acá hace frío y llueve¡!
Exenio
Será el frío...
Luis
El mundo de los sueños siempre me ha parecido fascinante, pero también me ha intrigado saber de personas que llevan meses sin dormir.
Y pues bueno, si ya de plano no duermes... en algo habrá que entretener esas horas.
Saludos.
Hola I
En realidad he leído poco de Murakami; algunos de sus cuentos y todos me han parecido geniales, pero ese no lo conocía; me acuerdo de "Pay de Miel. Y luego de Tokyo Blues, que me prestaron hace como un año y en donde encontré –igual solo son ideas mías-, un cierto paralelismo con el cine de Won Kar Wai, en especial con su film "2046":
"Si pensaba que habían ocurrido de verdad, me parecía que habían ocurrido de verdad; pero si pensaba que eran una fantasía, entonces me parecía que habían sido una fantasía. Para ser una ilusión, los detalles eran demasiado precisos; para ser reales, éstos eran demasiado hermosos." Tokio blues
Un abrazo y muchas gracias
Ojaral
Leyendo a Kfka no es difícil imaginarlo en sus noches de insomnio, tejiendo historias. Dicen que Charles Baudelaires también padecía insomnio.
Mi relato sería un poco una metáfora de la escritura, de la imaginación en libertad.
Saludos y gracias
Cuentos bajo pedido
Wow, tú si que te pusiste activa en tu noche de insomnio: yo que casi nunca lo padezco, no sería capaz de semejante cosa. A lo más que llego es a leer o a ver una película; pero levantarme a lavar, jamás¡! y menos con el frío de estas noches (ese sí que me ha despertado esta madrugada, interrumpiendo el sueño que dio origen a este relato)
Gracias a ti.
Querida A
Pues no sé si el insomnio pueda transformarnos en seres creativos; lo que si, es que habrá quienes empleen sus noches en vela de manera más imaginativa.
Besos friolentos (está helando)
Alletta
Para una gran mayoría, tu eres alguien muy afortunado por dormir tan bien; deberías escribir tus sueños.
PS Yo también tejo, pero con agujas.
Querida Marichuy:
Yo sufro de un insomnio cíclico que en algunas temporadas me ataca casi diario, y en otras nunca. No sé de qué depende, pero supongo que de estrés. Antes, cuando era mucho más joven, me angustiaba tremendamente cuando me daba insomnio. Me ponía a dar vueltas en la cama y a contar las horas que me quedaban de sueño si es que lograba conciliarlo. Súper angustiante. Hoy, ya no me angustio. He aprendido a sacar provecho del insomnio. Me pongo a leer o a escribir, o simplemente a navegar por Internet.
Lo que me llama la atención de tu relato es también el que nunca estamos satisfechos con lo que tenemos, o más bien que no nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos. Por eso, como dice mi maestro de meditación, hay que aprovechar cada periodo de nuestra vida, incluso los que puedan parecernos horribles (como noches de insomnio, periodos de desempleo, etc.) porque no van a durar toda la vida y luego los extrañaremos. Lo único que no cambia es que todo cambia, es la ley de la impermanencia.
Besos,
Strika
si=morir=es=dormir=no=dormir=es=vivir
Chilly
Últimamente andas de un lacónico, impensable en ti.
Querida Strika
Qué cosas, jamás hubiera imaginado que padecieras insomnio; lo bueno es que has aprendido a vivir con él y también, a sacarle provecho.
Sobre tu comentario en torno a nuestra eterna inconformidad, es muy cierto. Yo digo que por alguna extraña razón, el platillo que come el vecino de la mesa de al lado, siempre luce más apetitoso que el nuestro... aunque se trate del mismo.
Besos sin desvelo
Definitivamente el dormir es uno de los mayores placeres para mí, y afortunadamente puedo presumir que duermo super bien, no tengo insomnio ni quiero tenerlo, aunque sí me ha pasado que de madrugada cuando estoy muy stressada me despierto y ya no puedo dormir, pero afortunadamente no es muy seguido.
Y lo de la tejedera, pues en alguna ocasión tejí: le hice una bufanda a mi novio de juventud, misma que me quedó espantosa y el pobre nunca se quiso poner! Jaja...
Kix
Pues al igual que Alletta, para la mayoría de las personas... tu eres muy afortunada.
Jaja, ya me imagino a tu novio... y la bufanda, je.
Yo no tengo insomnio jamás, siempre estoy tan cansado que no se de él. Por otro lado te puedo decir que el dormir es uno de los mayores placeres que tengo en la vida, es, digamos, casi erótico y lo estoy calificando bien, por otro lado la oportunidad de voltear la cara a la realidad por un rato es algo que agradezco todos los días... sin embargo...
sin embargo... la figura literaria de tu relato en la cual los sueños no soñados se convierten en la obra creativa de tu personaje me parece hermoso. Deberías explotarlo en más textos. Es como una presión del subconciente y la fantasía que toma una bella forma en las manos de esa mujer.
Te mando un beso y sí, me voy a dormir.
Cinco? Diez? Quince? Veinte?
No le voy a coger carinyo al insomnio. Ni se lo deseo a nadie.
Anoche en casa de Cristina los primeros en marcharse usaban el util pretexto "manyana debo trabajar". Con el fin de hacerlo menos excusa y mas razon, uno me pregunto "tu no trabajas manyana?". Le dije que si, pero no tiene chiste ir a casa a intentar por enesima vez dormir. Lo de Martes a Miercoles fue espantoso, a punto de llorar y gritar.
Odio ser de repente el centro de una charla, tal vez despues de todo el tipo no queria sonar menos banal con su pretexto al preguntarme, sino que esperaba tambien mi banal respuesta "si, debo trabajar manyana, tambien me marcho", y tengo la culpa de ser honesto. Una hora despues, al marcharme, iba en el metro junto a Luis y le pregunte que que tal. Que porque tan tarde y no antes. Es que ahora suena mas honesto.
Ni sexo, ni te, ni deporte, ni libros/pelis aburrido/as.
Mau
Es cierto; el sueño no solo es reparador, un camino hacia la evasión; también es una vía al erotismo. Alguna vez tuve sueños eróticos tan vívidos, por decirlo de algún modo, que casi los sentía reales.
Espero que hayas dormido muy bien
Un beso y gracias
G. neidisch
Querido, no imaginaba que lo padecieras; lo lamento. ¿Ni la TV más aburrida te funciona como somnífero?
Quizá debieras, como Kafka y Baudelaire, encontrar en esas horas de vela una inspiración y tratar de escribir relatos... para no dormir.
Un beso y buen viaje a las tierras del Mayab
(by the way, para que Jens no se sienta fuera de ambiente, la Ciudad de México lo recibirá con un frío bastante bueno)
Pues yo confieso que de insomnio sufro pero por gusto, no se sime quede acostumbrada en la carreraque hasta entrada la madrugada yo tenia que tejer y destejer ideas soble la plancha del restirador.
je, hoy en dia le agarro mas gusto a lo que hago, aun con todo y aunque digan que me puedo arrugar mas pronto.. jejeje aunque suene a canción "a mi me gusta vivir de noche" y no, no temo perder nunca ese gusto
siempre se halla que hacer ^^
You know what I mean... je
besos congeladosss!
uy los dedos los tengocongelados.. puse letras por otras y otras las junte
(culpo al teclado mas que a mi dislexia jaja)
¡Este post es de los más padres! Me hace pensar que lo que aquí ocurre con el insomnio, ocurre también con otras "enfermedades": cuando ya no las tienes, las añoras.
no=es=laconico=es="lacanico"=jeje
esque=estioy=armando=una=nueva=
organizacion=de=resistencia="JAMAS"=
"Juventudes=Anti=Mentiras=y=Anti=
Sionistas"=(aunque=todavia=no=estoy=
seguro=del=nombre)=y=como=soy=el=
fundador=presidente=secretario=tesorero=
golpeador=y=miembro=unico=honorario=
ando=ocupado=jeje
coincido con strika y con kix (¿nuevamente? chispas, se está haciendo costumbre. ¿querrá algo el pexipato?) en que muchas veces el insomnio es de puritito estrés
a veces lo tengo, a veces no, a veces duermo más no descanso
Jolie
Los diseñadores (y los arquitectos) crean, inventan, sueñan y tejen nuevas imágenes... siempre con la complicidad de las noches en vela. Lo sé de cerca.
Y hablando de climas, a esta hora sigue haciendo un frío durísimo
Besos friolentos
Erat
Gracias. Como dice Strika, al final de cuentas nunca estamos contentos con lo que tenemos.
O será que somos "hijos de la mala vida", como decía mi abuela.
Saludos
Chilly
¿Eres discípulo del Maestro Lacan?
Juventudes=Anti=Mentiras=y=Anti Manipulación=AntiOdio, etc. A como está el mundo, tendrían que ser muchas organizaciones.
Pez
Será que tu, cuando logras dormir bien, ¿lo haces -diría un amigo- como si no debieras ni un solo peso?
...
¡Super!
Me encanto. La metáfora que yo le encuentro es el conocimiento. Mantenerte despierto= obtener conocimiento.
Por supuesto aquel que ya logro "conocer", se niega a la oscuridad.
Este texto lo puedes extender más mi Marichuy, incluso transformar a tu personaje de manera interesante.
¡Vale! está chido.
Mafalda
si=soy=discipulo=de=lacan=
de=la=canija=vida=espuria=jeje
Mafalda
Gracias por leerme y entender mis locuras.
Creo que la historia de esta tejedora insomne es un poco la metáfora de todo eso que ustedes han mencionado: la escritura, la imaginación y creatividad, el conocimiento; así como la apertura de la mente hacia horizontes más amplios...
Un saludo
Marichuy
Chilly
Creo que si estás como para Lacan... pero para Jacques-Marie Émile Lacan.
No podía resistirme a entrar aquí después de coincidir en los blogs de varias amigas (y libros) comunes.
Y me encuentro con un enriquecedor desvelo. Ahora entiendo a mis hijos cuando quieren dejar de dormir a toda costa, aún muertos de sueño.
Mis respetos.
A bientôt!
Marichuy,
Tantos datos para el insomnio, pero es mejor el post d ela tejedora. Una amiguita de mi mama tiene el mismo problema (o gusto?). A decir de los que trabajan con alteraciones del sueño (biologia), es el mejor remedio para envejecer pues el cuerpo no se repone de su sistema inmunologico. Las madres primerizas, con la alteracion del sueño y el cambio hormonal,pueden llegara al suicidio.
Pero este post de la tejedora, es la oportunidad de la creatividad nocturna.
Para desvelarme busco solamente placeres o caminar en la oscuridad... nada de trabajar.
Muy interesantes los comentarios de todos!!!
besos
Hola Marichuy!!! de vuelta y con el placer de leer lo que escrbís! El sueño podría verse como un derrame a situaciones incontrolable, experiencias nuevas e intensas, lo cual implica una desventaja cuando uno se teje un red de protección con el crochet. La lucidez del insomnio es, sin embargo, un ilusión. Uno termina por disparar imagenes a mansalva y proyectarlas como si fueran relaes. Y el tedio, qué cosa más horrible, durante el insomnio. En fin, el cuento salió buenísimo. Ahora le haré una recorrida a los otros. Saludos
Me llama la atención las metáforas que encuentran en tu relato. Escribir es tejer historias, sí. Pero a mí me gusta la historia de la tejedora como tal, y me pregunto ¿por qué el tejido es tan menospreciado entre los intelectuales? Yo soy malísima, pero admiro a quienes logran crear hermosas y útiles cobijas, bolsas, bufandas. Cómo me gustaría sacarle partido a mis días de insomnio. Lástima que sólo me da por cosas tan improductivas como hacer sudokus, leer o ver videos en You Tube.
Fernando
Gracias por tu visita y tu comentario. Pues sí, a veces el desvelo puede resultar muy enriquecedor.
Un saludo
Ana
Eso dicen: que los desvelados envejecen antes de tiempo. Pero también los hay quienes, con la complicidad de la noche, encuentran una vía para desarrollar su creatividad y ampliar su campo de miras.
Besos sin desvelos
Ever
No le había visto esta cara a la labor del crochet: una especie de red de protección contra el miedo, el tedio, el abandono o la soledad.
Creo que la lucidez, sea la del insomnio o del día, casi siempre acaba siendo una ilusión.
Un saludo
Mónica
Creo que el menosprecio a labores como el tejido o el bordado, tiene mucho que ver con la vida de tedio y falta de horizontes, a que se asocia. Uno piensa en una bordadora o tejedora y la imaginación le trae a Emma Bovary, o alguna de las mujeres que pueblan la novelística inglesa de la época victoriana.
Mi abuela me insistía mucho en que yo tejiera; decía que era una labor creativa y femenina, pero sobre todo, un arma muy útil para ahuyentar la tristeza y... los malos pensamientos.
Un saludo y gracias por tu visita.
Doña Marichuy, que buen relato!
Me recordó algún cuento relatado por un amigo iraquí, Al Mussa (que no se enteren los vecinos de mis amistades), en dicho cuento la insomne, al igual que Penelope, se deica a tejer, creando con sus tejidos las galaxias, al final, cuando admira su obra, el celoso dios la castiga-premia y la convierte en el soplo de vida que habitara el recien creado universo. Quiza como una version de la judia Eva o bien como una metafora del imaginado big bang.
Sin embargo en los bajos mundos de la ciencia y la medicina, se sabe que el sueño es un proceso reparador de todas las funciones vitales. Se han documentado casos en los que el insomnio, ya sea como sintoma o como enfermedad, llega a ser letal.
En fin, tanto rollo para felicitarte por tus lineas.
Axel
Me hiciste reír con eso de tus "amistadas non gratas" para nuestros vecinos del norte, ja,ja [aunque ahora que llega el Mesías Hawaiano, chance y se dejen de tanta estupidez y paranoia ¿o estaré soñando?]
Que un gusto tenerte por aquí; fui a buscar tu blog y no lo encontré, Doctor. Tu eres como de película de suspenso: desapareces y de pronto, cuando uno ya ha perdido toda esperanza... reapareces.
Me gustó la historia de tu amigo iraquí, como sacada de Las mil y una noches".
Un saludo y nuevamente gracias
Esto es difícil (nótese la hora a la que llegó el presente)
Yo solo sé tejer recuerdos y siempre equivoco el camino… sobre todo en noches como éstas donde el frio me hace recordar que lo que más importa es olvidar.
Besos friolentos
Juan
Imagino que tu poesía la construyes de noche, casi siempre ésta es el mejor cómplice.
Un beso
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