escribir

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva; arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.[Georges Perec]

noviembre 20, 2015

párrafos ajenos sobre el horror…

Distorsión # 60 (foto de André Kertèsz)

Por Jesús Silva-Herzog Márquez [17/nov./2015]

Dudo del sentido de estos párrafos. Hay momentos para callar. Soy incapaz de articular una idea sobre el horror de París. ¿Qué podría agregarse a los testimonios, las imágenes; al llanto?

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Releo un poema de Wislawa Szymborska y pienso en la incomprensible frialdad de los criminales, la planeación de su infierno, en el azar que reparte la muerte y la salvación. Es un poema sobre un criminal que observa, desde lo lejos, el bar donde estallará una bomba. Explotará a la 1:20 de la tarde. Faltan cuatro minutos y el terrorista observa a los que entran y los que salen. Una mujer con chamarra amarilla entra al bar, un hombre de anteojos sale. Dos minutos antes pasa una niña con una cinta verde en el pelo. De pronto, un camión la tapa. ¿Habrá entrado? ¿Habrá seguido su camino? Sólo se sabrá cuando vayan sacando los cuerpos. A la 1: 20, puntualmente, la bomba explota.

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Mato, luego existo. Ése es el cogito nihilista, decía André Glucksmann. Existencia a través de la muerte del otro-o la de uno mismo-. De todos los atributos de Dios, el fanático se queda con uno solo: la ira. A Glucksmann pudieron enterrarlo unas horas antes de los crímenes del viernes 13. Combatió el optimismo: quiso que viéramos el mal.

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El crimen que no se esconde:

"En el nombre de Alá, el Compasivo, el Misericordioso

El Todopoderoso dijo: "¡Y ellos pensaron que sus fortalezas iban a defenderlos de Allah! Pero Allah les llegó desde un lugar del cual no esperaban y arrojó el terror en sus corazones para que destruyeron sus viviendas con sus propias manos y las manos de los creyentes. Así que estén advertidos con sus propios ojos".

En un ataque bendito para el que Allah facilitó todas las causas para el éxito, un fiel grupo de soldados del Califato (que esperemos Allah dignifique y los lleve a la victoria) lanzaron un ataque, apuntando a la capital de la prostitución y la obscenidad, el portador de la bandera de la Cruz en Europa, París. Este grupo de jóvenes creyentes, que se divorciaron del mundo y avanzaron contra su enemigo esperando ser muertos por la causa de Allah, en apoyo de su religión y de su Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él y sus aliados). Ellos atacaron a sus enemigos y lo hicieron confiados en que Allah les permitirá salir victoriosos y con sus manos infundieran terror en los corazones de cruzados en su propia tierra, en donde ocho hermanos envueltos en cinturones con explosivos y armados con rifles de asalto, atacaron diversos sitios que fueron elegidos con precisión en el corazón de la capital de Francia, incluyendo el Estadio de Francia durante el partido de futbol entre los equipos de Francia y Alemania -ambas son naciones de la cruzada- y donde se encontraba el imbécil de Francia (Francois Hollande).

Ellos también atacaron el Centro de Conferencias Bataclan, donde cientos de paganos se habían reunido en una fiesta del vicio y la prostitución, así como otras áreas en los distritos 10, 11 y 18 de manera coordinada. Así París tembló bajo sus pies, y sus calles estaban constreñidas sobre ellos, y el resultado de los ataques fue la muerte de no menos de 100 cruzados y otros más heridos. Todas las alabanza y gratitud para Allah.

Dios ha otorgado a nuestros hermanos su deseo y les dio lo que querían, porque ellos detonaron sus cinturones en las reuniones de los incrédulos después de quedarse sin municiones, le pedimos a Alá que los acepte entre los mártires. (.) Este ataque es solo el principio de la tormenta y es una advertencia para aquellos que quieran prestar atención.

Alá es grande".


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Albert Camus veía en el terrorismo la aparición de un nuevo crimen: el crimen lógico. La filosofía (o la teología, agregaríamos hoy) es la coartada irrebatible. Para entender nuestro tiempo sugería Camus, había que comprender los resortes del crimen de doctrina. Los tiempos del fanatismo son los tiempos del asesinato. La ideología que niega al otro decreta su exterminio.***


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http://www.am.com.mx/opinion/leon/parrafos-ajenos-sobre-el-horror-19089.html

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2 comentarios:

La abuela frescotona dijo...

hola Marichuy, terribles los momentos y los escritos me quedo con la verdad del último...
que tengas una buena Navidad querida amiga te abrazo

virgi dijo...

Un abrazo, Marichuy. Ahora que vuelvo, te has ido tú.