escribir

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva; arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.[Georges Perec]

febrero 06, 2014

escribidores…

fotograma de Her

Mientras me conmovía —y desesperaba— con las cuitas de Theodore, el protagonista del más reciente film de Spike Jonze, Her, no pude evitar pensar en una vieja tradición de la ciudad de México (a.k.a. el D.F.), tristemente a punto de desaparecer: la de los escritorios públicos. Resulta que Theodore (Joaquin Phoenix) ejerce una de las profesiones más antiguas y bellas que puede haber: escribir… aunque sea las cartas de otros. Theodore llega cada mañana a una moderna e impersonal oficina de escritores de ajeno, donde labora como "el escritor número 612", para dar forma a los encargos de su vasta clientela, que lo mismo requiere cartas de amor sin que medie pretexto, que por aniversario, para pedir perdón, decir adiós, etc. Por lo que respecta a la tradición de esta ciudad, la Plaza de Santo Domingo es el lugar donde escribidores anónimos ayudan a quien acude a ellos a comunicarse por medio de la palabra escrita. Sea porque sus clientes no tienen tiempo para escribir sus propias cartas, sea porque de plano no saben escribir (y no me refiero a que no tengan talento literario, sino a que literalmente no saben escribir, quizá ni leer). Sólo que a diferencia del taciturno Theodore, los escribanos defeños no sólo elaboran cartas de amor, amistad, o para dar noticias a familiares que viven lejos (a veces dictadas, la mayoría creadas por ellos, pues el cliente sólo les dice: quero decirle a mi mamá que estoy bien o no sé cómo decirle a mi novia que ya no la amo… y ellos deben dar forma a la historia). No. Los escribanos chilangos también hacen facturas, declaraciones de impuestos, cartas de recomendación, currículos, contratos, facturas y más. Lo que el cliente pida. Y todo —aunque suene anacrónico en el año 14 del siglo XXI— tecleado en viejas máquinas de escribir Olivetti o Remington. Para un habitante de España o Argentina debe sonar increíble, pero en este país tan desigual son miles los que se ven obligados a migrar al D.F. con la vana ilusión de buscar una mejor vida. Y, claro, muchos de esos migrantes apenas medio saben leer y mal escribir, por lo que no resulta extraño que manden noticias a sus familiares mediante una carta escrita por otro. Cartas que, por supuesto, son enviadas vía correo tradicional: en esos pueblos perdidos en las sierras de Guerrero, Oaxaca o Chiapas, la falta de internet es la menor de las carencias.

Seré cursi, pero ser escribidor al servicio de otros me parece un oficio no sólo hermoso, sino profundamente romántico, casi como salido de una novela decimonónica. Un romanticismo demodé que hermana a los envejecidos escribidores de la Plaza de Santo Domingo con el sofisticado Theodore, aun cuando ellos tengan que aporrear el teclado de viejas máquinas de escribir y él ni siquiera deba molestarse en tocar el de su supercomputadora, pues ésta sólo debe transcribir lo que él le va dictando con su voz algo tristona.


Una nota en el periódico español El Mundo sobre Los escribidores de Santo Domingo


PS Lo importante del film Her, desde luego, no es que Theodore sea escribano. Lo importante es su soledad y aislamiento en un mundo ultramoderno e híperconectado.

*** 

5 comentarios:

Karol Arcique dijo...

Vi el trailer el otro día, a simple vista, tierna, triste y se percibe la soledad del personaje...hay que ver la pelicula.

Supe de los escribanos por el personaje de una novela, creo Florentino Ariza, del Amor en los tiempos del cólera, si no me equivoco, escribiendo poemas, cartas, me pareció romántico.

Saludos

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

Ya se está perdiendo hasta la tradición de escribir. Al terminar una relación ya no hay nada que romper o quemar. Si bien te va darás delet

virgi dijo...

Me parece precioso el argumento y aún más maravilloso lo de los escritores de DF. Yo ví unos cuantos también en Marrakech hace años y me parecía algo fabuloso.
Tendré que apuntar la peli, porque además, J. Phoenix me encanta.
Un fuerte abrazo

Champy dijo...

De entrada, a los primeros minutos me hizo pensar en aquella fría y conmovedora Dora de la Estación Central de Salles, en la soledad de ambos, en su necesidad y deseo de servir...Cuando conocía viendo a Dora pensé en aquellos escribanos que ayudan a la desesperada y sensual Julia de Danzón a escribir las postales de lara y del malecón de Veracruz para sus soñadoras amigas...
Y que desdendenantes me enamoré de ese oficio, el oficio de escribir, aunque Florentino vivía su propia pasíón, su oficio de escribidor es quizá de los más bonitos...
Total, que Theodore me removió muchos recuerdos muy bellos, ya con eso me tenía de su lado...
Spike Jonze se posesiona bien.

2046

josef dijo...

Yo los vi en la ciudad de ïquitos en Perú y me quedé maravillado. Es una ciudad muy aislada. Se encuentra en medio de la selva Amazónica.
Luego, este fin de semana pasado vi Her y me produjo emociones muy diferentes. Me pareció una reflexión profunda sobre el amor que viene a decirnos, que puede florecer dónde sea y con quien sea; incluso en la ciudad más fría y tecnificada y con un Sistema Operativo...
Es realmente original. en cuanto a la actuación de Phoenix, sublime!

Un abrazo.