escribir

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva; arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.[Georges Perec]

marzo 06, 2013

el más controversial…


"(...) La muerte espera al más valiente, al más rico, al más bello. Pero los iguala al más cobarde, al más pobre, al más feo, no en el simple hecho de morir, ni siquiera en la conciencia de la muerte, sino en la ignorancia de la muerte. Sabemos que un día vendrá, pero nunca sabemos lo que es (…)"
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—Carlos Fuentes. Fragmento de Muerte (capítulo de En esto creo).

Mi opinión sobre Hugo Chávez es limitada y parcial, necesito leer más y mejores ensayos sobre sus logros, desvíos y yerros. A simple vista, creo, hace falta un análisis ponderado sobre lo que ha significado como político y gobernante. Tristemente, pese a ser el político latinoamericano más citado por los medios (quizá sólo igualado por Lula), son casi inexistentes los análisis serios sobre su figura y actuar. Lo que abunda, sí, son los textos de sus detractores, donde de manera irresponsable es comparado con impresentables de la calaña de Stalin. O bien, los análisis sesgados, cien por ciento favorables, en los que no se adivina mácula, yerro o desatino. Como si hubiera sido un gobernante perfecto. El caso es que pese a haber sido objeto de una atención mediática extrema, es la hora en que ningún intelectual, orgánico o inorgánico, analista o estudioso de los procesos sociales latinoamericanos ha publicado algo que nos permita acercarnos, sin prejuicios,  al hombre que gobernó Venezuela durante los últimos 14 años. Esto se hace más patente ahora que ha muerto. Morir en tiempos de twitter es saber que cuando la prensa escrita de cuenta de ello, la nota ya habrá sido trending topic mundial, habiendo generado cientos de miles de tweets en poco menos de dos horas. Y por ello escribo éstas líneas. Ayer, apenas conocida la noticia oficial de su muerte, twitter fue un hervidero, se publicaban tweets a una velocidad pocas veces vista en la red social. Si bien muchos eran de simple consternación y otros reflejo de esa retórica cursi que los latinoamericanos no hemos podido abandonar, la gran mayoría eran tweets plagados de odio, muestras de alegría por su deceso. Nunca fui fan del Comandante Chávez, pero tampoco su hater. Quizá porque nací en un país como México, donde desde que tengo memoria siempre nos han gobernado impresentables demagogos, ya sea priistas o panistas, populistas de ingratos recuerdos, me cuesta señalar a los populistas y demagogos de otras latitudes. No puede uno ver la paja en el ojo ajeno mientras tenga una viga en el propio. Aun así, como tantos otros, fui testigo de la controversia, la irritación que provocaba este hombre de maneras toscas y boca suelta.

En Latinoamérica, sobre todo en México, estamos acostumbrados a que nuestros gobernantes sean lamesuelas del gobierno estadounidense y hasta que se comporten, a estas alturas, como súbditos de la corona española. Tal vez porque arrastramos un complejo de inferioridad, hemos llegado a ver como algo normal que desde Washington nos dicten cómo ser democráticos, cómo combatir la narcodelincuencia (en buena medida generada por sus lindas y adictas naricitas) y hasta cómo votar en la ONU. En ese contexto, la formas porco ortodoxas de Chávez, su costumbre de ser respondón, casi siempre más visceral que razonable (mandaba a los yanquis al carajo sin ningún miramiento, llamó  al expresidente mexicano Vicente Fox cachorro del imperio, se burló del impresentable George W. Bush en el pleno de la Asamblea de la ONU) y su cercanía a Fidel Castro, más su atrevimiento de cerrar la llave del petróleo venezolano a estadounidenses y españoles, obvio, le generaron la animadversión casi unánime de una opinión pública altamente mediatizada pero poco analítica. Y en medio de tanto escándalo mediático, poco supimos —al menos yo— de lo que realmente pasaba y pasa en Venezuela. Y es una pena. Triste, que todo lo que se refiere a Hugo Chávez como gobernante, a su legado —malo o bueno—, sea extremista: una aprobación ciega, rayana en el fanatismo, o una desaprobación basada en el odio igual de ciego y fanático. No fue objeto de un análisis ponderado, sino de juicios parciales (favorables o condenatorios) o vómitos de odio. Ojalá su muerte sirva para reparar esta falta. Yo no me alegré por su cáncer, ni ahora por su muerte. Las lágrimas, a todas luces sinceras y doloridas, de los venezolanos me merecen un profundo respeto. Hugo Chávez, ese político tan controversial como odiado y amado...

***

19 comentarios:

elperroverde dijo...

Es un error enfocar su política hacia los colonialismos, pues muchos ya son casos de la historia y no quedan vestigios de ello, y el que más como el que menos los sufrimos en los diferentes países en otras épocas, no se puede ir siempre tirando de esa ira par arrastrar las masas y ocultar los problemas reales, hay que mirar en el interior del país y ver como lo dejo, “ese es su legado”, lo demás es puro marketing político que por desgracia te reitero lo hemos padecido en esta larga historia… si aun odiáramos aquí a los Romanos yo no comería pizza y mira que buenas están…..
Un abrazo
elperroverde

marichuy dijo...
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marichuy dijo...

Tienes razón, no pueden seguir arrastrandose resentimientos tras cientos de años. Tu comentario me hizo recordar algo que dice el escritor Juan Villoro:
”Los mexicanos no olvidamos agravios de hace 500 años, pero somos incapaces de recordar la cita que hicimos la semana anterior”.
En fin,

Por otra parte, no sólo el ex-colonizado guarda esos sentimientos absurdos, hay gobernantes de países ex-colonialistas que a veces se comportan como si aún lo fueran.

Dicho lo anterior, mi interés no era entablar polémica sobre sentimientos colonialistas o mentes colonizadas, sino comentar un poco las formas poco ortodoxas del recién fallecido Hugo Chávez, y sobre el odio enfermizo que le prodigaba buena parte de la opinión pública, a mi juicio, nomás porque sí.

Saludos y gracias por tu visita

Champy dijo...

Tienes una razón endemoniada, las reacciones hacía un lado ú otro lo único que provocan son ganas de quedarse callado.
Dios lo tenga donde merezca y al que sufre le de consuelo.

Total, llegará a todos y de ahí en adelante, sabrá Dios que siga...

2046

marichuy dijo...

Champy

Y es una lástima: para bien y para mal, Hugo Chávez ha sido uno de los gobernantes latinoamericanos más controvertidos, sí, pero también de los más significativos.

Beso

Champy dijo...

Juro que he vuelto por que en la morning con mis prisas ya ni leí una entrada sobre Cine, sé de mi locura, pero juro haberla visto y ya no la encuentro.

2046

Darío dijo...

Terrible, terrible. Yo sólo sé que la derecha manda en el mundo y puede a través de los medios, hacer aparecer cosas que no son así ni por las tapas.
Chávez fue tirano o fascista o demagogo o todo lo peor. Y la democracia ahora es, todo aquél que se amolda al imperio.
Y no sólo Chávez, sino todos los gobernantes de América latina que se enfrentaron (por ejemplo acabando con el Alca), todos dictadores, Cristina, Evo o el derrocado Lugo.
El mundo patas pa arriba. O el fin de la democracia. El fin.

marichuy dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
marichuy dijo...

marichuy dijo...
Darío

Así es: si uno se sale del molde, no cumple con las instrucciones o hasta no combina con el mobiliario, es tachado de lo peor. Lo triste es que la opinión publica tan “informada” sea tan imbécil como para tragarse todo lo que le dictan los medios,.

No le voy a contar todas las barbaridades que he leído estos días. Sólo le diré que son terribles. Me impresiona ver a tanta gente capaz de odiar a quien no le hizo nada, nomás porque sí o porque su personalidad no les cuadraba. Expresiones de odio plagadas de clasismo y hasta racismo. Y luego están los que se dicen “buenos cristianos”: primero vomitan odio, mientras se congratulan por la muerte de quien no les hizo daño, y después, el domingo quizá, irán a misa y hasta comulgarán. Esos son los peores.

Un abrazo

Maik Civeira dijo...

Marichuy: Palabras sensatas como las tuyas hacen falta en la blogósfera hispanoparlante.

malbicho dijo...

quién sabe cuál será el personaje que trascienda a la historia, si el dictador que limitó las libertades individuales o el segundo libertador de América, y tampoco sabremos bien a bien cuál fue el más cercano a la realidad, pero lo que tristemente sí sabemos es que la mayoría habla porque tiene boca y tuitea porque tiene red

...y piensa porque se lo dictan

marichuy dijo...

Maik

Gracias. No es que yo sea sensata, pero vamos, cuando ves esas opiniones tan polarizadas, fanatismos de uno y otro bando, es inevitable preguntarte ¿acaso no hay nadie capaz de hacer un análisis ponderado del Comandante?

Saludos

marichuy dijo...

Bichito

Tristemente, me temo que así será: tal vez nunca conoceremos la realidad, en su justa dimensión, de lo que fue Hugo Chávez.

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

Necesitamos buenos políticos, sea lo que sea que eso signifique
Saludos

virgi dijo...

Indudablemente, ha sido un gobernante con poderoso carisma y que hizo mucho por una gran cantidad de gente. Lo vemos desde este lado del mar con un mesianismo excesivo.
No sé, tal vez puedes decirme algo al respecto.
Besos besos

marichuy dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
marichuy dijo...

Virgi

Muy cierto es: él era mesiánico y la gente que lo apoyaba contribuyó aún más a eso. Sus exequias, creo, también han servido para comprobar, una vez más, una ley no escrita: el mesiánico, los “Mesías”, son como los corruptos:... para poder serlo, necesitan de otro (o de muchos otros).

Un abrazo

marichuy dijo...

Cuentista

Y no sólo necesitamos buenos políticos a secas, creo, lo que más nos urge son buenos gobernantes (y buenos congresistas.)

Saludos

Unknown dijo...

Marichuy

Estoy de acuerdo con Maik: Tus palabras son muy sensatas...
¿Cuál será la realidad?

Saludos