escribir

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva; arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.[Georges Perec]

diciembre 22, 2011

la venganza de santa...

México, D.F., diciembre 22 de 2011. La mañana de ayer en las inmediaciones de la Alameda Central, elementos de vigilancia de la Delegación Cuauhtémoc encontraron el cadáver de un hombre de aproximadamente 55 años. Quizá su edad fuese inferior, pero los estragos del tiempo habían sido magnificados por una vida de excesos, tal como lo demostró un examen toxicológico aplicado post-mortem. El hombre parecía haber sufrido mucho antes de exhalar su último suspiro. O al menos eso reflejaba la mueca de dolor que no alcanzó a borrarse de su cara con la muerte. La policía informó que el occiso sostenía en su mano derecha una carta de despedida dirigida…

A todos los grinch del mundo...

Primero que nada sepan que su odio estaba bien correspondido.
Y ahora sí… a lo que me truje:

Que les quede bien claro que esta chamba de Santa Claus era tan jodida como ridícula. O qué, ¿acaso piensan que a mí me gustaba usar ese ridículo e incómodo traje rojo? Pues claro que no. Lo odiaba casi tanto como a la navidad y a ustedes, pero ni modo… de algo tenía yo que medio vivir. Sepan también, bola de tontos, que yo fui quien se hartó de ser el viejito bonachón de mejillas rozadas y sonrisa beata, sosteniendo sobre sus piernas a escuincles latosos y malcriados posando para la foto del recuerdo. Me tenían hasta el gorro esos mocosos que parecían tener chinches y nunca paraban de revolotear. Si por lo menos hubiera ganado bien. Pero qué va: a cambio de enfriarme el trasero noche tras noche y de lidiar con chamacos latosos, apenas recibía una miseria. Tanto escuincle alharaquiento, más los ruidos de los coches y el pitar de los vigilantes uniformados terminaban por generarme dolores de cabeza insoportables y aun así, tenía que sonraír a esos bodoques necios que insistían en jalonearme la barba y picotearme la panza mientras se balanceaban una y otra vez sobre mis doloridas piernas… como si yo fuera un sube y baja de lo que hay en el parque. Cuántas veces me quedé con ganas de darles unas buenas nalgadas para que dejaran de fastidiarme. Y cómo no enfadarme, si con los pocos pesos que ganaba durante toda la temporada navideña apenas me alcanzaba para comer cualquier porquería y calentar mis huesos con un licor barato, en lugar de beberme completa la botella de buen coñac como siempre deseé. No saben qué sufrimiento el mío: tener que lidiar con esos niños chillones y moquientos, mientras frente a mí pasaban las antojables nenorras del table dance; a ellas bien que me las hubiera cargado… y sin cobrarles.

Y cómo si todas esas penurias no fueran suficientes, en los últimos años tuve que lidiar con una más: el desprecio. A veces estaba yo en el parque esperando que llegaran clientes y por ahí pasaban jóvenes estudiantes gritándome cosas horribles; diciendo que yo era una imitación barata de la cultura gringa; un ser nefasto que para lo único que servía era para alentar la adoración al consumismo. Pobres imbéciles, como si Santa Claus fuera la única cosa que han impuesto los gringos sobre las costumbres de este país. Ja. Me insultaban mientras se bebían una lata de Coca-Cola y fumaban un Malboro. Puras poses. Sólo porque ahora se mira cool odiarme es que todo mundo pretende hacerlo, pero ya me imagino a todos mis críticos en su infancia: seguro eran de los que junto a sus ridículas cartitas dejaban un vaso de leche con galletas [vaya ñoñez… si hubiesen acostumbrado dejar una botella de Courvoisier... hasta me hubiera alquilado para entregar juguetes a domicilio].

Todos me odiaban, gritándome su desprecio en la cara, demostrándomelo por medio de grafitis amenazantes y promoviéndolo a través de de la Web. Para colmo, este año ya no me contrataron para trabajar durante las mañanas en la juguetería de esa tiendota de Insurgentes Sur. Dijeron que yo estaba algo démodé y que además… ¡no combinaba con la temática de su nueva decoración decembrina! Habrase visto semejante memez. Ahora resulta que yo no combinaba con una decoración navideña. Seguro esos también están en crisis... y no precisamente existencial. En la calle me han insultado, jaloneado y hasta correteado mientras me gritaban "viejo panzón decadente" y me lanzaban latas vacías de Coca Cola. Como si yo no tuviera sentimientos. Pero si los tengo y desprecio me ha hecho sufrir muchísimo en estos últimos tiempos, creando en mí un gran complejo de inferioridad, a tal grado, que esta fría noche me siento como un pobre diablo al que más de uno quisiera ver muerto y al que otros tantos señalan como el máximo símbolo de la hipocresía, la ñoñez y el consumismo.

Querían matarme, borrarme del mapa, acabar con todo lo que represento y de paso, sepultar sus frustraciones infantiles. Pero no les iba a dar ese gusto, así que antes que soportar una humillación más… prefiero largarme yo. Ahí los dejo con sus amarguras y con el berrinche de no haber podido asesinarme: cuando lean esta carta, yo ya estaré bien muerto tras haber ingerido casi un litro de un coctelito preparado a base de metanol y mezclado con un poco de brandy barato... pero envasado en una botella de Courvoisier VSOP.


Al final me salí con la mía…

Que tengan una fría y muy aburrida noche de Navidad,
Santa Claus


***

Sólo por no dejar: desconozco —o no lo recuerdo— si una noticia así ha sido publicada en la prensa mexicana. Escribí esto como ejercicio lúdico. [bueno, también porque soy alguito grinch.]

***

15 comentarios:

Cache dijo...

Marichuy querida! El gusto es mío al saber que aún te das la vuelta por mi abandonadísimo blog. Desistí de mantenerlo a causa de mi poco talento con la pluma, y rara vez (como hoy) me dan ganas de soltarla para desahogar mis inquitudes y frustraciones; el trabajo mío me ha sumido en un letargo mental abominable!

Un abrazo de regreso

PS. Aquel Santa suicida hubiera sobrevivido mejor como redactor de una columna de opinión en La Jornada jeje

malbicho dijo...

alcancé a verlo el domingo pasado, cuando se asaba bajo el sol enfundado en ese abrigo de terciopelo rojo con manchas de grasa, creí ver que algunas gotas de sudor parecían salir de sus ojos, pero como en realidad yo prefiero a los reyes magos no reparé mucho en él, venía de la calle de madero, donde los niños preferían retratarse con el hombre araña o con un hombre de aluminio antes que con él, tal vez su vida hubiera tomado un giro interesante si hubiera colgado el saco rojo y se hubiera puesto una bata blanca, con una rasuradita ya pasaba por el dr. simi

Jo dijo...

buena me la hizo.... ahora si
no se si comparar un poco esto como con los payasos.. por fuera lucen de una manera pero por dentro sabra que es loque cargan...

:( reo que si siento pena por santa aunque yo no era muy de su clientela....

Darío dijo...

Algo de razón tiene. Queríamos matarlo, y sin embargo, nos quedamos con un sabor de amargura en la boca. Es así. Algo de ingenuidad hemos perdido en el camino, y de fe. Un abrazo, inmenso!

Georgells dijo...

Crudo, despiadado, al grano... como suele usted realizar sus textos.

Sin embargo, tiene algo de entrañable la visión de ese pobre hombre decidido a terminar sus miserias ahogado en metanol... Su imagen de la época decembrina a través de medios de consumo, jóvenes aletargados y niños malcriados es apocalíptico... apropiado para este año...

La Navidad se disfruta cuando eres niño o acaso, en algunas personas, cuando eres padre. En la parte intermedia, ya no la ves en futuro, sino en pasado y es entonces que su carga kitsch nos provoca desprecio, pero no nos damos cuenta que es justo al verla en pasado que hemos envejecido sin remedio y sin vuelta atrás. Más que navidad, hay que pensar en la ocasión de hacer un alto en la vida propia y mirar alrededor... para volver a caminar por un año más...

Un abrazo!

G

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

MMMM La Navidad son tantas cosas... este año cambió mucho para mi.

Xabo Martínez dijo...

Jo, y yo pensé que no querías al gordo de rojo. Ahora falta la de los santos reyes.

Un abrazo enormísimo

QUANTUM dijo...

Bienaventurados los locos, porque en su locura todo es posible.

A los seis años de edad veía como a los demás niños les traían juguetes y yo me quedaba mirando. Había escuchado hablar de Santa Clos y me preguntaba si yo era un niño bueno. Miraba en el cielo, sentía ganas de escuchar campanitas, yo sí quería ver a Santa Clos. Pero uno es niño y uno no sabe.

Pasa el tiempo; uno crece, y ahora uno procura no dejarse engañar por nadie, ahora uno aprende a engañarse así mismo.

¿Disfrutar el día? si acaso, una dulce mentira que nos sepa a verdad.

[El niño del tambor]

Hugo! dijo...

estaba mejor la otra foto!

virgi dijo...

Al fin descansa de tanto capricho de niño, de viajes estresantes y chimeneas estrechas.
Un abrazo fuerte, querida Marichuy, Feliz Navidad.

Angeek dijo...

Y Serrat y Sabina dicen que "Satanás es un capo llevando el compás
infiltrado en el supermercado de la navidad..."

Te dejo un abrazo y mis mejores deseos para 2012.

Rafael dijo...

Ja ja ja, que humor tan negro, aunque no se porqué en varias películas, que no son para niños obviamente sacan a personajes nada ejemplares (como delincuentes o borrachos) que se dedican en navidad a disfrazarse de santocloses, y al final acaban mal...

No lo sé, tal vez grinches vengativos que le traen ganas al imaginario barrigón, que seguirá siendo éxito de taquilla cada diciembre, sobre todo en el país de las barras y las estrellas, o séase Red White & Blue, como dijera Styx.

Anónimo dijo...

simplemente facinante la carta, no hay palabras para describir lo que podemos llegar a ser como sociedad, una sociedad carente de conciencia y epatia.. saludos :)

Lata dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJA...

Che gente, dejen de presionar a Santaaaaaaaaaa!!

saqysay dijo...

Sé que me he portado ingrata,reconozco que no los he visitado.Mi explicación la encontraran en mi blog.

Felicidades en éste nuevo año que pronto comienza.

Saludos Cordiales!!

PD: Que bella imagen de arriba, la de tu blog.