escribir

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva; arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.[Georges Perec]

noviembre 03, 2011

morir es nada: los fieles difuntos...

El regreso es imposible. Siempre se va. Uno va y va y va.
El regreso es una metáfora, un recurso literario.

[Eliseo Alberto]

Perder a un ser querido, aun cuando su muerte sea –por recurrir al cliché- lo más piadoso que pueda ocurrirle dado el sufrimiento en el que se encuentre, siempre dolerá. Nos duele que su vida se extinga, sí, pero sobre todo nos duele el hueco que su ausencia deja en nuestra vida, la irremediable orfandad en que su partida nos deja sumidos. Dicen que el dolor, el verdadero peso de la ausencia, sólo se aquilata con los años, cuando los gritos de impotencia y rabia inmediatos han sido silenciados y sólo queda su eco. He perdido a seres amados y cercanos, les lloré a lágrima viva sin pudor ni medida, después vino ese periodo en el cual el dolor me sumió en una especie de limbo: parecía un estar y no estar, sentir y no sentir, sufrir y no sufrir. Un poco como cuando se toma un antihistamínico que no alivia la gripe pero sí encapsula sus síntomas más molestos: la cabeza se siente algo volátil, todo se escucha como desde un eco lejano, está uno y no está. Algo así. No es una etapa de negación de la muerte del ser amado, tampoco de evasión. Más bien, es una especie de abducción del dolor. Extraña abducción merced a la cual uno sigue su vida casi en automático, sin detenerse mucho a pensar en nada, incluido el dolor de la ausencia, incluidos los ataques de llanto y de preguntas sin respuestas [reclamos ante lo que consideramos una injusticia de la vida o de Dios: habiendo tanto malnacido en el mundo, que la muerte se cargue a un ser que no dañaba a nadie nos parece una gran injusticia.] Dicen que el tiempo todo lo cura, tal vez, pero no lo borra y en algunos casos sólo consigue hacer más remarcable su añoranza, esa ausencia presente que nos recuerda lo que ya no está pero que nunca dejará de acompañarnos.  

No me detendré a explicar el significado del Día de Muertos (los fieles difuntos en santoral del calendario) en México. Bien a bien es algo que no trato de explicarme racionalmente, sólo sentirlo. Es normal que muchos extranjeros no entiendan esta festividad mexicana casi pagana, esta relación extraña de los mexicanos con la muerte, el sentido de la Ofrenda de Día de Muertos. La creencia ancestral de que una vez al año, en la noche-madrugada del 1º de noviembre al día 2, ellos vuelven y para celebrar su regreso preparamos altares, donde ofrendamos los alimentos y bebidas que gustaban en vida, disponemos las flores que sólo se cosechan en otoño (como el Cempasúchil) y alumbramos su noche con veladoras. Sólo diré que el ritual de preparación de la Ofrenda-Altar a los Fieles Difuntos acompañó mis días de infancia al lado de mi abuela, que ese rito forma parte de mis mejores recuerdos, que si bien ya no lloro a mi ausente abuela como durante los días, semanas, meses y años inmediatos a su muerte, no hay día que no piense en ella (últimamente la he soñado muy seguido) y en días como hoy su ausencia se hace más presente: ya no hay quien prepare camote y calabaza de castilla al horno, tejocotes en dulce, arroz con leche, exquisito pan de muerto y mole de guajolote, ni sirva caballitos de mezcal y encienda aromáticas veladoras o disponga discretos ramos de flores (no cempasúchil, a mi Abuela no le gustaban), como lo hacía ella teniéndome a mí de ayudante en jefe; niña ansiosa por ver el Altar terminado y más ansiosa porque llegara el día 3 de noviembre y así poder atacarlo sin culpas, es decir comerme las sobras que los muertitos nos habían dejado.

***

Finalmente un breve comentario: la ironía (cruel) de la vida ha querido que ese ritual mortuorio casi festivo haya devenido en algo un poco menos esotérico-pagano y sí más cruel. Cinco años y 51 mil muertos después de iniciada la (fallida) guerra contra el narco declarada por el gobierno mexicano, el día de muertos reviste un aura realista y cruel. Tristemente.

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9 comentarios:

Darío dijo...

Siempre te leo, y se de tu tormento por lo que ocurre en tu país. Cómo no estar atormentado?
Es una paradoja que, en el fondo, vivan la muerte desde una perspectiva un poco menos desestructurada y ésta, se empeñe en azotarlos de manera despiadada.
Se la quiere, sabe? No sé por qué se la quiere, pero es así. Le declaro mi amor. Un abrazo.

marichuy dijo...

Sip, Joven Cuervo, es una cruel paradoja. Aunque debo decir que la actual situación del país, no ha aminorado en nada la devoción por la "celebración" del Día de Muertos, sólo ha incorporado una connotaciön menos festiva, más en comunión la realidad pura y dura.

Ay, muchas gracias pr la querencia, plenamente correspondida y en micado adicionada por una sincera admiración hacia sus letras.

Un abrazo

Jo dijo...

los tintes "alegres" parece como si.. ya no nos entusiasmara. la muerte nosotros que tanto nos apeamos de humor para sonreir un poco y hasta la decoramos...
Es generalizado eso seguro... pero dejandome de nacionalismos me gusta este pais a pesar de todo y no estoy cayendo en ese "optimismo" bobo quetanto odio...

No se si es consuelo
tu tienes a tu abuela ... yo a la mia y a mi padre que se que en algun lado (sabemos) lo que les gusta y a donde acudir de repente hasta en el pensamiento...

en este pais
ya son tantos y algunos... ni siquiera se sabe quienes son...
tal vez ni una ofrenda les pusieron


*abrazo*

virgi dijo...

Justo ayer puse un comentario en otro blog relacionado con esta festividad mexicana. Decía que cada vez que veo o leo algo sobre ella recuerdo la deslumbrante Bajo el volcán. Un libro que me hechizó y del que creo ya te he comentado algo con anterioridad.
Un fuerte abrazo, Marichuy.

Sergio DS dijo...

Gracias por la extensa explicación. Realmente no llegaba a entender que motiva esta fiesta, esa devoción por la Santa Muerte, y he aclarado unas cuantas cosas.
Muy ilustrativo.

Eder dijo...

Apoyen las cruzadas, este tipo de actividades son las que no debemos dejar morir http://bit.ly/pONLqy

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

Ese legado de tu abuela, se lo dejó su abuela a mi madre y me madre a mí. Son esos lazos invisibles. Creo que el dolor por los muertos es totalemente egoista. Los queremos aquí, ahora, pero sobre todo los queremos sanos y con gozo. Extraño a mis seres queridos, aunque se que de una u otra manera están a diria. Pero como ya he dicho antes, NADA COMO LA CARNITA...
Un abrazo

La abuela frescotona dijo...

el hombre y sus misterios, el por que de la vida, y el cuando de la muerte,nacemos llorando, y según dicen la agonía es lucha y dolor, no festejamos la muerte, celebramos las creencias que nos dan la esperanza de otra vida, no se querida amiga Marichuy, pero algo de malo debe tener la muerte ya que es el peor castigo del hombre...

Mariana Gamez dijo...

Chequen esto! Unos chavos de 18 construyen casas en comunidades marginadas y sÛlo cuestan $4,000!" Chequen el rollo en youtube y aqui la liga http://bit.ly/tm0ESM