photo: Quiet Flight, de Denis Grzetic
Dice Gilles Lipovetsky que vivimos en la Era del vacío donde lo que impera es lo efímero -y lo dijo antes de twitter-, nada dura en boga más allá de unos minutos. Nuestra vida discurre en medio del incesante barullo de información servida en exceso, desorden y no pocas veces poca seriedad. A tal punto padecemos un bombardeo informativo, que casi nunca nos enteramos de lo que en verdad importa -por lo general poco- sino de lo que vende. Lo mismo un asesinato adolescente en un colegio gringo, que la caída en desgracia del déspota hasta ayer apapachado por ser útil y hoy lanzado cual vil desecho a las profundidades del mar. La enésima barrabasada pronunciada por nuestros gobernantes, los pormenores de la caída en picada del hombre hallado en el lecho de una mujer que no era la suya… o de otro hombre que también tiene esposa. Con tal de vender, alimentar el morbo del público, hasta el periódico más serio y decente hará escarnio del caído, no teniendo empacho en adornar sus ocho columnas con la foto que le fue tomada justo en el momento en que una suerte de espada de Damocles mediática lo derribaba de su pedestal. Y así… todos los días. Como si de una droga se tratara, la interminable producción de chismes va creando la necesidad de dosis mayores de escándalos. Y mientras los escándalos mediáticos se suceden y alimentan nuestro morbo, las cosas que importan pasan desapercibidas pues su acontecer no salpica de sangre ni refulge amarillismo y, por ende, no vende periódicos ni ocupa la principal nota del noticiero estelar.
Pero si por alguna eventualidad, que siempre puede surgir, no hubiera un buen chisme sexual o sanguinario que explotar… siempre nos quedará anunciar el fin del mundo. Claro, nunca falta una terca y despistada (yo) que por andar quién sabe dónde por poco y no se entera que el fin del mundo se aproximaba, según lo anunciado por un gringo fundamentalista quien tuvo a bien asegurar que el final del mundo ocurriría el 21 de mayo (y no en el año 2012, como dice la profecía maya). Y con eso bastó para que el fanático religioso -y charlatán- contagiara de paranoia a buen número de personas. Uno lee una nota así y lo primero que se pregunta es ¿cómo es posible que haya gente que no sólo le crea, sino que hasta le dé dinero? [aquí pueden leer algo al respecto: y el fin del mundo nos dejó plantados]
Aun así, mientras la profecía daba para malos chistes, burlas y uno que otro magnífico tweet, uno jugaba mentalmente con las posibilidades de con quién, dónde y cómo pasar su último día... si pudiera saber la fecha y momento exacto del final-final. El fin del mundo tan cerca y uno sin haber hecho lo necesario. Sin haber conocido más lugares, leído más libros, visto más películas, amado más y mejor. Irse a de buenas a primeras antes de haber dicho, escrito y hecho tantas cosas que tenía planeadas; sin haber realizado tantos sueños.
Mientras escribo esto, leo notas de prensa que hablan de quienes se preparaban para esperar el inicio del fin del mundo como si de recibir el año nuevo se tratara. Las leo y pienso en mí que por andar algo desinformada me enteré del fin del mundo casi a la víspera y por tal motivo ni chance tuve de comprarme, ya no se diga una botella de Dom Pérignon… ni siquiera unas panties rojas para gozar el fin del mundo con harta pasión. Digo, amarillas que propician el dinero... ya para qué. Lo único que se me ocurrió fue un escenario deseable para el momento final: el mar… decir adiós mundo junto al mar…
El 18 de mayo del 50
se va a acabar el mundo.
se va a acabar el mundo.
Confiésate y comulga y encomienda tu alma
a la misericordia de Dios Padre
y pídele a la Virgen que ruegue por nosotros.
Todo esto me dijeron varias personas.
Todo esto me dijeron varias personas.
El 18 de mayo esperé el terremoto,
el diluvio de fuego, la bomba atómica.
Como es obvio, no pasó nada.
Hay otras fechas para el fin del mundo.
Fin de mundo
© José Emilio Pacheco
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17 comentarios:
conoces la serie 31 minutos?, es un programa infantil genial, tienen un capítulo sobre el fin del mundo y el charlatán que lo anuncia:
http://www.youtube.com/watch?v=1BLM1mWidpM
feliz dominguito
Como siempre, un placer leerte. Si estuvieras en mi país y te presentaras a elecciones te votaba, seguro!!! Elegante, concisa, clara, caustica y melancólica... Je t'adore!
Junto al mar y de noche. Así es más a gusto. ¿qué no?
Bichito
Ni idea, no sabía de la existencia del programa. Gracias por el tip.
Saludos
Violette, chérie... qué gusto saber de ti.
Gracias por la visita y tu amable comentario.
Un beso.
Pickpocket
Pues sí, eso digo yo: que sea de noche y frente al mar. Porque eso de que sea a plena luz y ardiente calor solar... sería doblemente infernal.
Je yo tampo me enteré pero pasé un fin de semana memorable afortunadamente, porqur todos los días hay que estar preparado no!
Por aquí podríamos decir que se acabó el mundo...según para quién...para otros está empezando su era...
¡Ay, Marichuy, qué azul se ha vuelto este país (me refiero al mío, claro)!
Y no de amanecer luminoso precisamente.
Besitos
No cabe duda que hasta las noticias de falsos profetas y notas alarmistas nos da para un titulo o para asegurarle a alguien quenos espere...
¿dije "nos" espere?
Magnánimo: la seducción continua y también, la muerte continua. El reino de lo intrascendente, lo vacuo. La relación entre Lipovetsky y Tweeter es brillante.
Un abrazo.
Ningún lugar (el mar) mejor para esperarlo...aunque más que esperar deberíamos sumergirnos en el disfrutarlo hasta que la vida nos deje...
Abrazos
Auque ya dijo el gran profeta que a tenido un error de calculo y que el verdadero fin del mundo va a ser en octubre, osea, aun hay tiempo de comprarse esas panties rojas.
Yo por lo pronto espero sentadito hasta octubre.
Pasando a saludar, cariños que tengas una buena semana!
Marichuy, yo me pregunto que tienen que decir las "autoridades" de los diversos credos que viven de la palabra, y la historia divina, por que no dan contención a los ilusos que creen.
cuantos fin del mundo hemos pasado?
pienso en esa pobre gente robada en sus bienes, y en su buena fe.
saludos querida Marichuy
Estupedas las líneas que nos has dejado. Como siempre un placer haberme pasado de nuevo por tu espacio.
Saludos y feliz sábado.
Creo que no estoy preparado para eso del fin del mundo, y tan no estoy preparado que ni lo estoy esperando, ya si me agarra descuidado pues a ver que hago, ya sé, besaré a quién se ponga enfrente.
Un placer leerte!
Saludos!
Sinceramente aún me cuesta creer la ingenuidad de alguna gente que se la creyó. Me divertí en la otra casa, pero nunca temí. El fin quizá ya lo llevamos adentro cada día, con este país, pero en el otro nivel, sólo Dios sabe nuestro destino.
Me gusta leerte amiga.
Abrazos.
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