“(...) Porque la nuestra será, por fortuna, una historia inconclusa. Por eso tenemos que seguir soñando, leyendo, escribiendo, la más eficaz manera que hayamos encontrado de aliviar nuestra condición perecedera, derrotar a la carcoma del tiempo y convertir en posible lo imposible”. Líneas finales del discurso de Mario Vargas Llosa, durante la ceremonia del Premio Nobel 2010. (el discurso completo aquí: Elogio de la lectura y la ficción).
El discurso pronunciado por Mario Vargas Llosa, sobre todo en su parte inicial y hacia el último párrafo (el arriba citado), me trajo de regreso a mi abuela. Esta afirmación me suena un tanto extraña, dado que Vargas Llosa no era de las preferencias de esa mujer más bien decimonónica. Y sin embargo, tras las evocaciones lectoras del Vargas Llosa niño (un párrafo que me resultó particularmente bello, nostálgico y conmovedor -y lo dice alguien que no siente simpatía por el escritor peruano-), recuperé mucho de mis inicios lectores junto a ella y hasta un fragmento de la niña que fui. Cuando mi abuela se sentía agobiada por el peso de alguna pena, en lugar de gritar, llorar o desquitarse con el de al lado (más bien la de al lado, yo), rezaba o leía novelas rusas. A mis pocos años, esto último me parecía algo rarísimo, contraproducente, casi como atizar el fuego. Y es que las novelas rusas, al menos las que ella leía, con las que crecí (de Gorki a Tolstoi), eran todo… menos un canto a la dicha. Pero ella las leía y gozaba mientras las sufría. Recuerdo con especial claridad su angustiosa lectura (la de ella y la mía) de La Madre. Novela dramática y por momentos realmente angustiosa pues uno teme que los revolucionarios en ciernes, entre ellos Pavel el hijo de la devota madre Pelagia Vlasor, sean descubiertos. Y a pesar de ello, o tal vez merced a ello, la leía, gozaba y padecía con especial dedicación. Y pese a no entenderlo del todo, yo era fiel acompañante en ese suplicio, a veces hasta con la lectura en voz alta. Sólo con el paso de los años y la llegada de mis primeras penas (cúlpese al otoño de semejante cursilería), entendí y aquilaté en toda su nobleza dicha práctica: al sumergirse en las enormes tragedias ficticias, ella olvidaba las propias; mezclaba su penar con el del personaje literario en turno y de alguna manera conseguía alivio. Hacía catarsis, pues. Qué esperanzas que la abuela leyera libros de autoayuda o supiera de psicólogos. Nada. Ella llevaba sus penas en forma casi estoica, o bien les echaba sal y limón para que dieran todo de sí. Un día descubrimos a Sor Juana y a Allan Poe y de las tragedias rusas pasamos a los estupores y miedos del cuentista estadounidense y a la inflamada poesía de la Décima Musa. Así crecí. Así enjugó ella más de una pena. Después de eso, ¿cómo no iba yo salir medio rara? ¿Cómo no iba yo a terminar repitiendo su patrón de cura? Sólo que en la actualidad, en lugar de leer tragedias rusas, cuando me gana la desazón, por lo general opto por los poetas intensos, fatalistas, suicidas; casi nunca ultra románticos. Y hago catarsis. Encuentro un poco de consuelo mediante el olvido temporal de esos inoportuno penares y descomposturas. Desarreglos caprichosos que tienen el mal gusto de apersonarse justo en el momento menos indicado… nomás por el placer inicuo de romper mi falaz serenidad.
Post Scriptum. Lo bueno es que siempre nos quedará el otoño. Su manto protector para arropar las más grandes cursilerías, su melancólica luz rojiza para camuflar nostalgias propias, sus helados vientos nocturnos para confundirlos con fríos venidos desde tiempos inmemoriales…
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42 comentarios:
Todo lo que cuentas de tu abuela me encanta. Personas fuertes, muy fuertes. Seguramente, tienes mucho de ella, herencias que se te han incrustado pasando las páginas de tantos libros.
En cuanto a V. Llosa, me gustaba de joven, los primeros libros que leí de él (Conversaciones en..., La ciudad y ..., Los perros, ...), pero hace tiempo que no me entusiasma. Incluso no me agrada su forma de hablar. No sé si aguantaría ver su discurso.
Prefiero releer "La maleta de mi padre" de Orham Pamuk
Un fuerte abrazo
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postiza
Entre más intento que me caiga bien me cae más gordo, el Vargas Llosa. Hay algo de sincera falsedad en él que no logra ocultar. En fin. Aquí lo importante es tu reflexión, muy cierta. ¿Qué haríamos algunos sin la lectura y su poderosa cura?. Los clásicos rusos, sin ir más lejos, Dostoyevski... aunque en mi caso sea más devoto de la literatura en inglés, francés y español, en ese orden. La vida sería infinitamente más aburrida y previsible sin la literatura, menos peligrosa sin los escritores, más absurda aún sin buenos lectores. Como un sancochado de carne sin sazón, una pasta sin salsa, o un vino sin amor. Saludos.
Y no, tampoco es santo de mi devoción el reciente premio Nobel, pero no me cabe la menor duda de que hasta el diablo es capaz de crear algo hermoso.
Bellos recuerdos y un gran homenaje a la Literatura, más grande cuanto más humilde es su lectura.
Mil gracias.
yo=nunca=pude=terminar=la=guerra=del=fin=
del=mundo=(y=tambien=me=cae=mal)
Concuerdo mucho con el comentario de Canalla: Vargas Llosa me cae bastante mal. Pero me quedo con tu reflexión: existimos quienes necesitamos de la literatura para sobrevivir. No me imagino siendo desprendido de mis personajes literarios consentidos. Sería una pérdida demasiado grande.
Así como tú (y yo) utilizamos la literatura, lo mismo sucede con la música. Parece que es echarle sal y limón a la herida abierta, pero no es así realmente. Y pocos lo entendemos.
Ya tenía mucho sin pasar por aquí. Un saludo enorme, espero ya no ausentarme tanto :)
BENDITA tu abuela. Bendita.
(y he llorado).
cómo no ibas a salir medio rara... y cómo no ibas a salir tan completamente subyugante con una abuela así
Virgi
Querida: Vargas Llosa ha tenido mejores días como escritor. Sus primeras novelas (esas que mencionas); buena parte de sus historias eróticas posteriores. Pero ciertamente, no es el hombre más simpático del planeta. Ni de lejos.
Pero debo admitir que su discurso del Nobel me gustó mucho.
Un beso
Chilly
Qué sorpresa.
Sabes que no he visto L'herison? Se me fue en el Tour de Cine Francés.
Todas las abuelas (o la mayoría) son así.
Abrazos
Canalla
No pues ahí sí, ni cómo ayudarle al peruano: simpático nunca será. Pero a veces escribe bien. Muy bien. Su discurso me encantó y mira que yo le tengo tirria al ciudadano que es.
Qué bien lo dices: la vida sin literatura sería como un vino sin amor. Me gustó.
Saludos
Gabriel
Cierto: el mejor homenaje a la literatura es leerla con humildad; con los ojos, físicos y metafóricos, bien abiertos.
Gracias a ti
"La Guerra del Fin del Mundo", es una novela excepcional. De lo mejor de Vargas Llosa, escrita en su mejor época.
Kyuuz
Qué milagro! Desde que eres twitstar, abandonaste la blogósfera.
Pues sí, el Nobel no es muy simpático, es arrogante y demás cositas, pero a veces escribe maravilloso.
Y sí, la literatura nos ayuda, como dice Canalla, a sobrevivir. Como esa famosa cita de Flaubert sobre la Orgía Perpetua.
Saludos Kyuuz, gusto de tenerte de regreso
PS Kyuuz
«El único medio de soportar la existencia es aturdirse en la literatura como en una orgía perpetua».
Gustave Flaubert, Correspondencia.
Clarice
Benditas las dos: la tuya y la mía.
Un beso
Bichi
Es oficial: creo que sí me estimas :)
Gracias
Jajaja, un comentario adicional: twitter nunca podrá sustituir las ideas que pueden plasmarse completas en un blog. Si no estuve fue por falta de tiempo... pero espero quedarme en los blogs un largo rato más.
Obvio que, si tengo que elegir entre tu abuela y Vargas Llosa, me quedo con tu abuela sin pensarlo.
Es increíble que Vargas Llosa haya dicho esto, tan apegado él, a las políticas que se traducen en números, y a la comprobación empírica de cada decisión. Que raro que lo haya dicho él, tipo tan alejado de las politicas de "sueños", "utópicas", de tornar "posible lo imposible". O es que pensará que eso sólo vale para los mundos posibles de la ficción
Un abrazo.
Ps: Literariamente, Vargas Llosa me gusta, si?
Kyuuz
Je, pues será por eso que yo jamás seré una twitstar: la brevedad no es lo mío. Eso es lo bendito de blogger: que no hay un número de caracteres limitado.
Curiyú
Yo también me quedo con ella, aunque no haya escrito ninguna novela ni sea Premio Nobel.
Sabes qué sentí en el discurso de Mario: que hablaba como un hombre muy mayor, como alguien que mira su vida hacia atrás y hace un recuento de lo que fue, y también asume lo que nunca será. Hay una parte en la que dice, literalmente, que de la izquierda se fue a la derecha… porque se sintió decepcionado. Bueno, no dice que se volvió de derecha, dice Liberal, pero vamos, los liberales que yo conozco se sitúan en la nada divine droite.
Pero fuera de mi antipatía hacia él, tengo que decir que su discurso me tocó fibras. Ni hablar:
I'm in the mood cursi-sensible..
Un abrazo
Fíjate Marichuy que hoy me has hecho meditar en algo que no había visto antes...
Judith Santopietro, una amiga mexicana, poeta, esta de visita en mi casa y yo pensé que esto me alegraría el invierno...
Pues bien al contrario, sus reflexiones sobre la triste luz parisina invernal, esa ausencia de sol en pleno día, y ese sopor lánguido en el que el invierno me sumerge me parecieron mas evidentes al ver su desesperación.
Ella soñaba con visitar la tumba de César Vallejo, y a causa de la nieve no ha podido hacerlo, quiso ir al cementerio Pere Lachaise a visitar a la de Jim Morrison y lo mismo. Ayer por la noche me preguntó si no sentía morir cada día del invierno y le respondí que desafortunadamente no, que ni ese placer me quedaba, ni el de desear visitar algún muerto querido jamás conocido, de esos que nos regalan historias y han escrito poemas en los que adivinamos nuestra existencia...
Y deduzco que es a causa de ellos que siempre espero el frío y gris día de mañana, solo para descubrir si no encuentro en una de esas paginas un rayo de luz que me diga "donde" o un poco de calor para saber "como"...
Así es, a veces unas lineas impresas en una hoja son lo mas cercano a la luz del sol en los grises y fríos días de invierno.
Siempre reconoceré tus escritos maravillosos, pero cuando veo el nombre del reciente premio Nobel, siento náuseas por el homofóbico declarado!!
Me alegro que te gustara Mappethorpe.
BESOTES GUAPA!
Ahora veo desde donde te viene lo buena lectora y escritora, no hay como compartir una lectura y sus efectos..un abrazo de otoño, abrigado en el.
Le Cid
Es cierto lo que comentas: muchos científicos atribuyen ese tipo de "cualidades" al invierno. Aunque aquí hablo de a literatura como conjuro para desarreglos emocionales o anímicos, pero no por causa del invierno. El título del post, sólo porque tengo frío. :P
Stanley
¿Homófobo? Mira, esa "cualidad" no se la conocía. Triste.
Un beso
Toño
Cuál buena, tú. Nomás aficionada.
Saludos
Siempre habrá formas de exorcisar los demonios, una de las mejores que conozco es a través del arte. Desde luego siempre será mejor darles la cara que evadirlos.
Hace unos años, en una tarde gris y solitaria escribí un texto que me ayudó a sacar esas penas, a decirles que se lárguen de mi vida y hoy quiero compartirlo contigo.
Un beso, amiga.
_._
"El bosque de los suicidas" - Nelson Varela 2008.
Armonizado por el Nocturno opus 9 nº 2 de F. Chopin hago un recuento de mis bosques...
Siempre he adorado los bosques, bosques de verdes intensos que me brindan la claridad y lucidéz para pensar, bosques rojizos de otoño que me brindan la fuerza necesaria para abrigar el alma y prepararla para el invierno, bosques habitados por seres despojados de deseos cuya felicidad es la propia existencia y es en ella misma que estriba su verdad absoluta.
Bosques que acallan para brindar remansos, bosques que reviven mi alma con neblina en la mañana que cuando toca mis mejillas se convierten en gotas que me hacen sentir tan feliz de estar vivo, que me brindan tantos motivos para no mirar hacia atras, para encontrar esa felicidad que tanto persigue incansable y voraz el ser humano.
Bosques obscuros llenos de estrellas vacilantes que cuando los ves te es imposible alejarte de ese olor a brasas incandescentes y olvidar que el sol aparecerá al día siguiente, para seguir quemando la piel, para asfixiar el aire y dar paso a ese ciclo serpenteante que encontramos apaciguado en el remanso de la cotidianeidad.
Y es en otros como hoy, que vienen a mi mente bosques que desconozco y que me aterran, pero que por ahora solo ellos brindan la esperanza de un amanecer donde la humanidad tiene sentido, donde Al Gore se equivoca, donde el amor si existe, donde mi costal de piedras se va al fondo del mar con una cuerda atada a un enorme "steinway & sons" negro, clásico, flamante; que nunca dejaré de amar.
Lecid, caro amico,
Me puse a googlear a tu amiga poeta, Judith Santopietro y es exquisita. ¿Cómo le haces para rodearte de gente tan interesante?.
Sin duda una ventaja de la helada que azota tu ciudad es entablar con ella charlas tomando un expreso, sin duda deben ser apasionantes.
Me tomo la libertad de copiar acá un poco de sus exquisitas líneas. Abrazos.
***
Nguixó
Bosque de silencio:
los clavos nocturnos de la remembranza
donde nace la yerba:
se escucha un grillo en el intervalo de los tiempos
y descubro la tristeza aún sonriente.
Por el surco del armadillo resbala su voz el hombre
con sus pómulos de muerte alegre,
miro la profundidad del ojo como una cañada de rocas,
de raíces duras,
de historia de brujos.
Me encuentro yerba,
nervadura de hoja,
mortero donde se tritura el llanto,
fermento que se bebe de alegría.
Sierra Mazateca, Oaxaca, México.
***
En la boca de los montes
Caemos lento
caemos
en las alas de una luciérnaga
que impregna su humo azulíneo
El braceo ilumina esta reunión de maíz
con el calor florido de las palmas de las manos
y el vientre del barro tibio,
regazo mancillado
donde estalla el almácigo de flores.
De cara al fogón
aprendí las primeras palabras del pueblo lejano
allí donde la ceniza escarbó para iniciar el mundo
en la boca de los montes que nos devoran
Años ha que la vereda parecía larga.
Pues tu abuela se ve que no a leido los tres libros que conforman su vida de Gorki, la de su niñez, su paso por la universidad y su vida adulta condensada en tres tomos llamado "haciendo camino" o algo parecido no lo recuerdo muy bien que para no es fatalista en absoluto,ni nada que se le paresca segun mi modesto modo de ver.
Por un largo tiempo leia solo literatura Rusa me fascinaba la lectura de Tolstoy, Gorky, Chejov, y por alli a Navocov. Pero de los libros que guardo mucho recuerdos es en definitiva el Dr Shivago. Que se gano su Nobel con este libro...
Saludos
Marichuy...
Solo para decirte que entendí perfectamente tu entrada, solo que no te imaginas lo melancólico que me pone este clima, sobre todo cuando uno se acurruca y le falta un cuerpo ajeno al lado...
Tessitore...
Mira hasta donde tengo que venir para encontrarte!
Si, Judith es una cajita de Olinalá llena de sorpresas... Yo conozco su poesía por su revista, iguanazul que se edita en náhuatl, español e inglés. Se ha ganado varios premios e innumerables becas, y es cierto que soy privilegiado, pues en el camino de vuelta de la India, a donde fue para dar una serie de lecturas invitada por la fundacion Rolex de Suiza y la UNESCO, se detuvo en Paris para visitarme diez dias, y justo hoy en la mañana la acompañé al aeropuerto para tomar su avión de vuelta a México. Te puedes hacer amigo de ella por Facebook, dile que eres mi amigo, porque tiene cientos de peticiones. Yo la conozco porque es amiga de uno de mis primos y desde hace diez años nos queremos mucho. Para terminar de decepcionarte, cuando estamos juntos, fuera de una o dos poesías que me suelta así como así, generalmente nos la pasamos con el tequila en la mano, deshaciendo el mundo, cantando canciones de amor y contra ellos y contando cuentos colorados, o anécdotas chuscas... No somos nada profundos, sino al contrario, superficiales y ligeros, que así debe ser la vida... LMis amigos, en general tienen la poesia en las venas y la ligereza en los labios, como tu, que recuerdo siempre con cariño aquella mandarina que me diste y cuya piel frotaste contra mi nariz.
Esa ligereza es la que da a la vida su profundidad.
Perdón Marichuy por venir a invadir tu espacio, pero no se porqué siempre me he sentido aquí como en casa...
Les mando sendos abrazos, tibios, pero con narices frías...
dicha la tuya haber crecido con tu abuela y más que te haya empapado de hojas de libros, de letras, que te haya enseñado a resolver los males con una buena lectura o por lo menos adentrarte a esos mundos en los que perder es buen antidoto y claro otoño es el mejor compañero que hay...abrazocálidopink hasta allá!
TU ABUELA, QUERIDA MARICHUY, ERA UNA ETERNA RESILIENTE, SE RECONSTRUÍA A SI MISMA CADA VEZ.
QUE BONITA HISTORIA, TE ABRAZO
Las abuelas son la neta.
-Cómo no iba a salir así de rara_
es verdaderamente importante de qué alimentan nuestro espíritu de chiquitos, que bueno que la abuela te alimentó de eso y no de Tv novelas, si no nunca nos hubieramos conicido je Felices fiestas!!!
A mi bisabuela le debo esto de compartir lo que escribo je
Tessitore querido
yo soy de la creencia que las palabras, que ka escritura, nos ayuda a exorcizar demonios y desazones.
Tu texto me lo confirma. Gracias por compartirlo.
Un beso
Luis
Pues no: ella leía sus novelas, Novelas rusas en general.
Yo también, muy chamaquita, leí puras tragedias rusas. Ahora ya casi no.
Le Cid
El otro día en twitter alguien subió una imágenes de Paría cubierto por la nieve: impresionantes. De sólo verlas me dio más frío... pero me gustaron mucho :P
Karenina
Pues sí, creo que fui afortunada. A veces las compensaciones de la vida son así de sencillas.
Abrazo
Querida Abuela
A veces tú me la recuerdas. Sobre todo, cuando cuentas historias de la provincia argentina.
Un abrazo
Cuentista
Ni más ni menos: las abuelas son la neta.
Abrazo
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