escribir

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva; arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.[Georges Perec]

mayo 22, 2010

amargo despertar

«Mientras aguarda por su thé negro latte, Ximena observa el panorama del lobby bar del hotel donde se aloja. El Metropol presume cinco estrellas (y el costo de hospedaje lo confirma), pero esa noche su servicio es tan diligente como el de un changarro sin ninguna estrella; así que tiene tiempo de sobra para observar a los ocupantes de las mesas cercanas. Como es lógico tratándose de un hotel, todos lucen como turistas; sin embargo, ella insiste afanosamente en buscar algún ocupante nacional. Hasta que una mesa frente a la suya la distrae de su empeño: sus seis ocupantes, hombres jóvenes, hacen gala de conocido acento chilango mientras departen alegremente al son de una botella de Russian Standard. Todos lucen exultantes, aún cuando el ambiente del lugar dista de semejar al de un antro chilango la noche de un sábado. Algo le dice que tanta algarabía no es a causa del vodka, sino de las ocupantes de la mesa contigua, un grupo de bellas veinteañeras que conversan alegremente en voz muy alta… y en ruso. Por fin, se dice ella, alguien que no es turista. Ahora sí me voy a divertir de lo lindo -goza por anticipado, imaginado a sus paisanos en pos de ligarse a las bellas rusitas-. Su thé llega casi al mismo tiempo que el más aventado de los ellos se levanta para dirigirse a la mesa de las chicas y sin mayores titubeos dirigirse a la más bonita –dejaría de ser mexicano- y preguntarle si alguna habla inglés; sí, todas afirman hacerlo. No sólo eso, la chica a la que se dirigió (trigueña, de delicadas facciones y hermosos ojos acerados) abunda en su respuesta informándole que también habla francés y alemán... por si lo prefiere y de paso le comenta que ni ella ni sus amigas apetecen tomar el vodka, thé o café que ellos pretenden invitarles, pues ella está a la espera de un amigo griego y sus amigas sólo vinieron para hacerle compañía en tanto el susodicho llega. Pero él no se da por vencido; ante tanta inasistencia, Irina, que es como dice llamarse la trigueña, responde que en todo caso le apetecería tomar una copa de Dom Pérignon… su bebida favorita (Ximena piensa que para ser tan joven, la niña tiene gustos de gente mayor). Al escucharla, la sonrisa del aprendiz de Don Juan queda congelada, pero ni así ceja en su intento de conquista. Una hora más tarde, el amigo de Irina no ha hecho acto de presencia y quizá para no aburrirse, ella y sus amigas se han animado a platicar con sus pretensos, pero lejos de mostrar mayor interés en ellos se dedican a enumerar lo que parecen ser sus preferencias. De las esmeraldas hasta los autos italianos, pasando por los viajes al extranjero, las chicas denotan un gran conocimiento de marcas, rutas y estilos. Si los galanes mexicanos no se habían desanimado por completo, al saber de los nada baratos gustitos de las rusitas, seguro habrán terminado de hacerlo. Un poco decepcionada ante la poco exitosa aventura donjuanesca de sus paisanos, Ximena decide irse a dormir pues a la mañana siguiente deberá salir muy temprano de viaje; justo cuando se dispone a abandonar el lugar, un hombre atractivo y bien vestido, pero algo mayor, pasa junto a ella con dirección de la mesa de las chicas… al parecer el amigo griego de Irina por fin ha llegado. 

Horas más tarde, el cruel despertador obliga a Ximena a levantarse de la cama, lo que no necesariamente significa haberla despertado completamente y todavía está medio dormida cuando las primeras gotas de la regadera caen sobre su espalda. Minutos más tarde, abrigada como si fuera a adentrarse en el corazón de Siberia, sale de su habitación con la idea de tomarse un café antes de emprender su mini viaje. Pese a la temprana hora, el elevador demora su llegada como si de horas pico se tratara. Finalmente llega y las puertas se abren frente a la somnolienta Ximena, quien entra con desgano en la creencia de que estará vacío... y casi lo está, de no ser por una solitaria ocupante proveniente del piso superior -donde se ubican las suites principales-... Irina. Con un cigarro a medio fumar en la mano derecha y un vestido de cóctel cubierto por un guardapolvos transparente sujetado por encima del hombro izquierdo, el pálido rostro de la chica muestra los estragos de una noche ajetreada acentuados por una inocultable expresión de fastidio; a esta hora cruel del amanecer, la desvelada trigueña parece muy lejana de la luminosa y exultante jovencita de la noche anterior...»

El trabajo nocturno opaca la piel y aminora el brillo de la mirada -dicen- y con el paso del tiempo, quizá hasta con las ilusiones y los sueños primerizos ha de terminar...

Tal vez la expresión sin vida en el hermoso rostro de Irina aquel frío amanecer, sea una metáfora del amargo despertar de su país, el cual enterró los sueños de opio comunista en pos de quimeras que hoy yacen sepultadas bajo las alucinaciones del capitalismo salvaje y mafioso...

Porque quizá sí exista,
haya sucedido de verdad
bajo una de las pueblerinas estrellas.
A su modo, dinámico y movido.
Para ser una miserable degeneración del cristal,
bastante sorprendido.
Para haber tenido una difícil infancia en la obligatoriedad
de la manada,
no está mal como individuo.
¡Vaya, vaya!


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37 comentarios:

marichuy dijo...

Mil disculpas. Por andar modificando el último párrafo de esta entrada, el blogger -quizá harto de tanto cambio- la dejó bloqueada y ahora, al darle click en el listado para editarla-publicarla, me sale una notificación de "lo sentimos pero blogger no ha podido llevar a cabo su petición" o un lacónico "error de publicación" y de ahí no pasa). Pero aquí están sus comentarios.

Jo dijo...

La vida nocturna de esa latitud o de algún story board artificial es sumamente arrebatador, dispuesto y tan fascinante como destapar una botella de champagne. Es esa efervescencia equívoca la que más de una vez he mirado (ya sin asombro) ver treintañeras o antes de llegar a ellos comportarce como pubertas.(incluso hablando o bailando)

La efervescencia de la vida nocturna es relativa porque dura muy poco, hay ciertas bebidas que sosteniéndolas tanto en una mano se calientan, se amargan o se oxidan

:S
y el maquillaje sobre la cara en un amargo amanecer parece cruel porque el halo que ofrece no tiene tanto poder.

julio e. dijo...

por aca dicen las viejas "a que noches alegres mañanas tristes"
la actitud de arrojo de estos caballeritos mexicanos se repite casi de forma identica en grupos de otras zonas de latinoamerica...es que las turistas tienen ese no se que. nos seguiremos cruzando en blogs por ahi, un abrazo

emilio dijo...

Pues sí... salieron de una para meterse en otra... no voy a decir peor... pero casi. Soy un poco rojo yo... jajajajj.
Buen relato.

Un abrazo.

Canalla dijo...

... O_o
Sí caray, qué tristeza. Hace algunos años constaté en Moscú que los ahora tataranietos de la Revolución, viven la realidad del tráfico de drogas, y la prostitución de menores, al nivel en que el Bronx parece Disneyland y, eso sí, carentes de las mismas cosas de antes. Su pesadillezco socialismo real, se desdobló en una película de Tarantino, donde Putin hace de negro padrote. Un beso

Pau Llanes dijo...

Querida Marichuy… qué historia tan bien contada, por dios, por dios… Eres una maestra en describir el neorrealismo ruso post soviético… Qué no habrán visto tus ojos que tus manos no sepan contar con todos sus dedos…

Me recordaste mis temporaditas en Moscú en 2003-2004… qué frío del carajo… qué ojos tan hermosos las de esas rusas, tan grises ––acerados, dices, sí–– y sus cuellos de cisne… y tantas noches de vodka y cangrejo de mar entre los dientes… También hubo una Irina en mi vida, cómo no…

Por supuesto me recordaste una mañana de diciembre muy especial… Mi avión había llegado tarde a Moscú a causa de una grandísima nevada que llevaba dos días cayendo sobre Moscú. De camino al hotel nos cruzamos o nos adelantaron decenas de ambulancias y coches de policía. No nos dejaron pasar con el coche desde la Avenida Gorki, así que tuvimos que cargar con las maletas y caminar ––es un decir–– unos centenares de metros hasta el Hotel Nacional… Nos acababan de decir que hacía poco había habido un atentado terrorista en mi hotel…

Tras pasar varios controles ya en el interior, un amable recepcionista nos atendió en la zona de la cafetería. En nombre del hotel nos pidió disculpas por la situación y me dijo que se alegraba de que mi avión hubiera llegado tarde —qué majo, ¿verdad?— La habitación que me habían adjudicado se hallaba en la parte trasera; la que tenía reservada en la tercera planta, frente al Kremlin, estaba prácticamente destruida por el atentado… ¡Joder! ¡Joder! ¡Joder!... ¿Y qué se le dice a un tipo cuándo te comunica amablemente que tu habitación está jodidamente hecha añicos por las bombas de unas jodidas chechenas suicidas que no se les ha ocurrido otra jodida idea que atentar hoy en este jodido hotel al que debería haber llegado tres jodidas horas antes y ahora estaría jodidamente muerto o malherido? ¿A ver qué le dices a la vida, a la muerte, Marichuy? Vomité silencio… Era media mañana en Moscú. El reloj del Kremlin, marxista y marcial, siempre puntual, me regaló una docena de campanadas de bienvenida y desagravio… Una vez en mi habitación seguí vomitando silencio, qué si no. Olía a muerte…

Aquella tarde no dormí la siesta…

Ay, querida, gracias por ese fragmento de Wislawa Szymborska… De paso te regalo yo otro poema de la gran poeta polaca, una de mis favoritas… Feliz week end, te lo mereces…

LAS TRES PALABRAS MÁS EXTRAÑAS

Cuando pronuncio la palabra Futuro,
la primera sílaba pertenece ya al pasado./ Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo./ Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no—existencia.

marichuy dijo...

Jolie

Justo eso duran las dichas compradas: lo mismo que la efervescencia de una botella de champaña recién abierta, la cual si no se toma bien helada -como la venganza, pero en el sentido contrario al tiempo de espera- pierde toda su gracia.

marichuy dijo...

Julio

Casi siempre la luz del despertar, resulta cruel; con mayor razón, cuando la noche ha sido demasiado ajetreada.

Jeje, no dudo; pero en serio que los turistas mexicanos (sobre todo los menores de 35) en seguida se dan a notar.

Saludos

marichuy dijo...

Emilio

En ciertos aspectos, sí creo que estén peor. Platicaba con una una chica (Lic. en Historia y con tres idiomas en dominio), quien me comentaba que el actual Gobierno ya ni en Ciencia suele invertir lo que antes se acostumbraba (ella andaba de Guía en el Ermitage).

Un abrazo

marichuy dijo...

Canalla

Como de película de Tarantino, bien ejemplificado. Los jefes de seguridad en ese tipo de hoteles, dan la impresión de ser los intermediarios entre las chavitas y los clientes, por lo general empresarios provenientes de Europa Occidental, y que uno no sabe si viajan a Moscú a realizar negocios... o hacer turismo sexual.

Y lo que supongo nunca imaginaron los rusos, que hasta la cultura -que antes mal que bien siempre la tuvieron- se les volvería prohibitiva; que la comida seria carísima y que Moscú se convertiría en una de las cuidadas más caras del mundo.

Y lo más terrible: la ostentación de la supremacía mafiosa, que puedes ver exhibida casi sin el menor disimulo. Triste.

Un beso

malbicho dijo...

veinte años y ya con el fastidio por la vida al hombro

-será que me acabo de enterar que pac man cumple hoy treinta años, y de repente me siento más vieja-

La abuela frescotona dijo...

QUERIDA MARICHUY, LAS IDEOLOGÍAS MUERTAS, LOS ÚNICOS CADÁVERES QUE DEJAN SON LOS DE LOS JÓVENES, DEAMBULANDO POR EL MUNDO, BUSCANDO UNA IDENTIDAD QUE LES QUITARON.
ES TRISTE, Y REAL.
DEJO UN ABRAZO PARA TI

marichuy dijo...

Querido Pau

Gracias por las inmerecidas flores.

Debo hacer una confesión de parte: cuando era niña me gustaba ver las exhibiciones de gimnastas, bailarines y patinadores rusos (todavía me gusta, pero ahora ya no hay tantos rusos extraordinarios como antaño). De ese tiempo, aún guardo en mi memoria el brillo de los acerados ojos de un gimnasta de origen ucraniano; su rostro tan viril, tan hermoso. Así que cuando, ya adulta, pude viajar a la la ex Madre Rusia, imaginaba que por las calles de Moscú y de San Petersburgo, me encontraría decenas de hombres parecidos a mi gimnasta. Pero nada; ni uno. En cambio, lo que vi en abundancia fue a hermosas mujeres, que en su físico denotaban la mezcla de razas heredada de la anterior Unión de Repúblicas tan distintas y distantes como Uzbekistán y Bielorrusia. Qué mujeres más bellas y ni siquiera un ejemplar masculino tan bello como aquel gimnasta. Ya con la decepción a cuestas, me dediqué a observarlas a ellas y a constatar que el capitalismo salvajemente mafioso, había pegado con tubo en el otrora reino del sueño de opio de la igualdad comunista. Por fortuna no me tocó ningún atentado terrorista, sólo sufrí uno que otro batacazo por pretender caminar en la nieve. Y junto con la prostitución de jovencitas, me toco atestiguar la ostentación, sin disimulos, del poder mafioso. El neorrealismo post soviético... en todo su esplendor. Tal cual, querido Pau.

Qué bueno que te gusta la gran poeta polaca; aunque sus letras suelen ser un tanto desencantadas, son de lo mejor.

Un beso y buen finde para vos

marichuy dijo...

Bichi

Imagínate a una hermosa chica que a lo mucho tendría 21 años, frente a ti pero mirando sin mirar, mientras el fastidio y el desgano cubren su rostro y ella sólo espera poder dormir unas horas en tanto llega la noche, para, si tiene suerte, repetir la hazaña.

Jajá, qué cosas se te ocurren a ti, con eso del envejecimiento.

marichuy dijo...

Querida Abuela

Y lo peor viene cuando al resultar insostenible el peso de la orfandad de utopías, se busca llenar el vacío con las más peregrinas ideologías.

Un abrazo

/ dijo...

Lamentablemente la gripe derivó en neumonía, pero estoy mucho mejor. Gracias por tanto cariño.

BESOTES.

Tessitore di Sogno dijo...

Tengo una amiga (muy culta y "viajada" ella), que su casa parece un museo. Recuerdo que de entre su basta colección de libros uno que me llamó desde siempre la atención es su catálogo del Hermitage, una pasada. Pensar en Rusia es inevitablemente también recordar en esas pinturas que Rivera (influenciado por Trotsky) plasmó en sus viajes a ese lejano país. Últimamente lo que lees en los diarios es el lujo y esplendor de una ciudad llena de millonarios y consumismo, una pena que la cultura, la ciencia, han dejado de ser prioridad para el clan Putin-Medvedev. Gracias por traer todas estas imágenes, querida Marichuy. A mi esta chica Irina se me hizo la alegoría de la Rusia actual. Besazo dominguero.

marichuy dijo...

Stanley

Es bueno saber que vas de salida

Un beso

marichuy dijo...

Querido Tessitore

El Hermitage o Ermitage (el libro del museo que compré en la tienda del mismo, aparece como "Ermitage"), es la mejor síntesis que puede haber del esplendor de la Madre Rusia en el siglo XIX. Digamos que San Petersburgo sigue siendo esplendorosa (Moscú un poco menos, lo cual no quita que el Kremlin sea uno de los conjuntos arquitectónicos más asombroso e imponentes del mundo). Pero como país, no obstante la abundancia de millonarios emergentes, es la imagen misma de la desigualdad y polarización social –como la mexicana-. Los megamillonarios rusos -muchos con fortunas de dudoso origen- son quienes controlan la economía y especulan con ella. Veinte años atrás, nadie habría imaginado que Moscú llegaría ser una de las ciudades más caras del mundo. Y lo que dice Canalla es bien cierto, tal parece que la prostitución se ha convertido en una considerable fuente de ingresos para el país (y que al Gobierno lejos de molestarle, le interesa): de pronto, los ricos de occidente descubrieron la increíble belleza de las mujeres rusas y hacia su compra fueron. Muy triste.

Y sí, Irina es un poco la imagen de Rusia, que tras el esplendor de los megamillonarios y la belleza de su arquitectura, guarda amargura y desencanto.

Besitos

virgi dijo...

Querida Marichuy, te dejé un comentario pero no lo veo...¿será aún cosa de la guerra fría y el espionaje ruso?

marichuy dijo...

Querida Virgi

Qué pena, pero no he recibido ningún comentario tuyo, amén de este aviso. Más que culpar al espionaje ruso, je, habrá que hacerlo con Blogger. Un beso apenado

MauVenom dijo...

Aunque creo que los cambios son aire fresco

los humanos bien podemos ahogarnos con ese aire que pretendía darnos vida... o mejor vida

nadie puede negar los logros (en ciertas áreas) que tuvo el sistema socialesta en su momento, grandiosos algunos... pero los entregaron a cambio de modernidad e integración y el precio de eso es sumamente alto y nada fácil de pagar

hoy son un país más lleno de conflicto y contradicción, de mercadeo y competencia... de sus alcances anteriores poco queda y lo que habrán ganado con su 'apertura' creo que sigue en discusión

pero así va el mundo y no nos podemos salir ni bajar, me temo.

Beso

marichuy dijo...

Mau

Creo que nadie niega que un cambio para el pueblo ruso, que tanto ha sufrido, era justo y necesario. El problema es que la "modernidad" y sinfín de mejorías prometidas por el libre mercado, no han llegado; que la inversión en ciencia y educación ha venido a menos; que hoy el país se encuentra sumido en un caos de corrupción, mafia y terrorismo nunca imaginado. Pues quienes se han beneficiado con los cambios, han sido -como acá- los grandes empresarios, los amigos del gobierno y la mafia, sobre todo ésta.

Un beso

PS Rusia se parece a México: donde de las promesas "del cambio" en el año 2000, diez años después nos encontramos inmersos en el peor de los mundos imaginados… muy lejos de estar mejor que en tiempos del PRIcámbrico

Champy dijo...

No se.... Te leí desde el viernes, y sigo sin saber.

Tu relato-experiencia-texto, se sitúa en la Madre Rusia....Moscú para ser exactos....pero si lo hubieras desarrollado en Paris, NY, Beijing, Monterrey o Barcelona, en cualquiera te lo hubiera creído igual, bajo un contexto socio-político diferente, pero a fin de cuentas, los motivos de las partes serían muy parecidos.

Con una pequeñita diferencia.

Quizá en Moscú, Irina lo hace impulsada por un "Amanecer", por entrar a un nuevo estilo de vida, cegada e impulsada por su pasado...si hubiera sido en NY, Irina seguramente debería hasta el esmalte con que adornos sus uñas, y de un modo u otro hay que pagar el maravillosos "Crédito" que de este lado nos sustenta.

Cambiando de tema.... CANNES se reapartió y el Tim sorprende.... al menos no me jalé los pelos y si me dió mucho gusto por Año Bisiesto y por Juliette.... tambien por Bardem, nada me hago reconociendolo.

2046

Fernando García Pañeda dijo...

Supongo que cuanto más edulcorado (que no dulce) es el sueño, más amargo es el despertar..
Las metáforas reflejan la realidad, y actúan como espejos más que como imágenes ilusorias.
Lástima de quimeras, cada vez más devaluadas (como nuestras monedas).
Un abrazo en plena vigilia.

marichuy dijo...

Fernando

Siempre ¿verdad? Entre más elevadas son las quimeras, como dice la canción, ("cuando más alto volamos) nos duele más la caída. Pero ni modo de no soñar y volar... de vez en cuando, por lo menos.

Un abrazo

marichuy dijo...

Champy

Vamos a dejarlo en claro: si esto lo hubiera presenciado en cualquier sitio de los que mencionas, incluida la Ciudad de México, ni me habría tomado la molestia en relatarlo. El interés en la historia de Irina radica justo en su lugar de residencia, en el crash de las quimeras alimentadas durante décadas de restricciones, frente a las rudezas del capitalismo salvaje y mafioso. Y lo de las deudas, no creo que no las tengan… ni ella ni sus compatriotas.

Y sobre CANNES, de lejos se mira bien el Palmarés.

El premio al filme mexicano, quiero pensar que no estuvo favorecido por la presencia de Gael.

El único premio discutible, creo, es el de mi adorado Mathieu Amalric, a quien como actor le concedo todos los premios que haga falta; pero como Director tendría serias dudas. Sin embargo, debo decir que ayer me llevé una sorpresota al saber que su filme -contra todas las expectativas- ganó el Premio FIPRESCI (el año pasado lo ganó "Des weisse band" y en 2008 "Gomorra"; así que tal vez, con perdón de Leonardo, "Tourné no sea tan mal film -ya vi dos trailers y se me antojó verla-). Y Juliette Binoche me ganó, todavía más, cuando dedicó el premio a “Todos los hombres que me han amado y han sabido aguantarme”
Eso es ser agradecida y no pedazos, jajá.

Besitos

Ivanius dijo...

La realidad es lo único obligado a ser verosímil... y por eso generalmente se convierte en sátira. Después de padecerla, en muchos queda la esperanza (única) de sobrevivirla. Casi siempre, sin voces de aliento siquiera imaginarias.

"Una mujer recoge caracoles
insuficientes como cuello de botella
y cuelga en su cadena una angustia amarilla.
Disfraza cuanto puede su estirpe de ermitaño
pidiendo a gritos una desbandada
y el corazón se vuelve un rótulo impreciso
que dice ya no puedo."
(Odette Alonso, "Historia breve de una mujer de lejos")

Darío dijo...

fUE CASI COMO ESTAR MIRANDO UNA PELÍCULA. iMAGINÉ LOS GESTOS PRESUNTUOSOS DE LOS MEXICANOS Y EL ROSTRO FRIO RUSO. FUE UN ENCANTO LEERTE.

marichuy dijo...

Ivanius

Así es, después de pdecerla ya sólo queda la "esperanza" de sobrevivirla.

Saludos y gracias por el poema

marichuy dijo...

Pulgarcito

Tendrías que haberlos visto. Creo que los hombres cuando andan en plan de conquistadores, aún con los matices propios del caso, se parecen tanto entre unos a otros.

Saludos y gracias

mario skan dijo...

Hola Marichuy, me gustó mucho tu relato, lo vi todo como se dice. En cuanto a las correcciones que haces de último momento están fantásticas, uno siempre intenta corregir el texto, hasta el último momento.
saludos

marichuy dijo...

Mario

Gracias porque te gustó el relato

Y sobre las correcciones, al menos en eso... ya soy como Vila-Matas, jajá

Saludos

Ju dijo...

Qué tristes todas las Irinas del Mundo...

marichuy dijo...

Jules

Muy triste, sí, la vida y depsertar de todas las Irinas del mundo.

jess dijo...

Antes que nada, una disculpa que las ocupaciones laborales me han traído del tingo al tango.... en sentido figurado nomás, snif.

Por otra parte!
Oyeeee! ja "de noche todos los gatos son pardos" ah?

Alguna vez en que Fmi y yo platicábamos sobre el horario que preferiríamos para casarnos, yo le decía que yo preferiría una linda mañana de Abril, y él me dijo que por las noches, los defectos físicos se ocultan mucho mejor, ja!!!

Las nenas rusas siempre son codiciadas ah?
Mi primo me dijo que cuando él visitó ese país, eran contadas las niñas atractivas, que eso sí, cuando una era atractiva, uff y recontra ufff... pero que él se quedaba con las húngaras... que ahí todas, TODAS derraman sex appeal.

¿Te adelanto un secretito?
Ya aparté, nomás me están por confirmar tour y vuelo, peeeero.... el siguiente 23 de Julio, Fmi y yo estaremos aterrizando en el viejo mundo.
Por fin, por fin podré conocer la Ciudad de la Luz, Brujas... y...... mi soñadísima Praga!! Ella es de quien yo hablaba en uno de mis últimos post.
Quiero hacerla mía y sólo mía.
He visto tantas fotos, que cuento los días y segundos que nos separan.... he oído que los nenes checos... uff y recontra ufff :P
jijiji a ver qué tal.

Un abrazote nena!!!

marichuy dijo...

Jess

Las rusas sí son bellas (no todas, claro; en ningún sitio son todos hermosos); pero la mezcla de razas hace que tengan una belleza muy especial, además de que las niñas que se dedican a "la profesión más antigua del mundo" por fuerza deben ser muy guapas.

Hablando de cosas más agradables… qué gusto que te vas a las Europas.

Será porque el calor me da fiaca para caminar (yo soy muy caminadora), Praga –como París- me parece aún más hermosa, especialmente hermosa, en otoño: la luz rojiza propia de esa temporada embellece y dota de un toque de melancolía único a esas piedras centenarias. Y en Praga te vas a dar vuelo a ti que te gusta la cerveza: debes tomarte una cerveza Pilsner Urquell –eso es cerveza y no pedazos, aunque las de Bélgica también son oootra cosa, hasta yo que no acostumbro esa bebida me tomé alguna y me gustó- frente a su maravilloso y famosísimo reloj; ir al Castillo de San Vito, recorrer el Barrio Bohemio de Malá Strana con sus techos rojos. Eso como mínimo; si puedes asistir a una función de Teatro Negro. Pero sobre todo caminar y caminar, patear esas increíbles calles.

Brujas es una Ciudad pequeñita, de Cuento... literalmente de cuento; hermosísima en verdad y lugar de origen de los mejores chocolates del mundo (yo prefiero los Leónidas a los Lady Godiva, pero estos son más reputados).

Y coincido con quien te habló de la belleza de los magiares -los húngaros y húngaras-, en efecto tienen un señorío muy especial; quizá sean los más apolíneos de Europa oriental y además, Budapest te va a fascinar: es una ciudad hermosísima, muy señorial y sus habitantes son, para mi gusto, los más simpáticos del Este de Europa (aunque yo suspiro por los coquetos italianos: qué bellos hombres hay en la tierra de Dante).

Y de París no te hablo, porque soy cero objetiva. Ya tú verás, pero para mí, la ciudad es única en otoño: octubre es el mes más bello en París (jeje igual lo digo porque yo nací en ese mes)

Un abrazo