escribir

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva; arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.[Georges Perec]

enero 29, 2010

aventuras imaginarias


Su llegada a este mundo no fue como en las películas, cuando el doctor coloca al recién nacido sobre el regazo de la madre y ésta lo mira llena de plácida felicidad y con lágrimas en los ojos. No; su nacimiento estuvo lejos de ser así de idílico, más bien podría decirse que fue una aventura producto de la tozudez: su madre tuvo un parto complicadísimo y ella estuvo a un tris de no salir con vida de semejante empresa. Después, a consecuencia de ese caótico alumbramiento, su progenitora debió permanecer en cama durante meses, por lo cual no pudo hacerse cargo de ella, menos que la amamantara. Gracias al cielo que los suizos ya habían inventado esas útiles formulas lácteas en polvo, que tan bien alimentan, aunque no enseña a gatear ni a caminar. No fue una niña llorona. La naturaleza es muy sabia y en compensación por no gatear ni caminar, o tan sólo para que alguien se acordara de su existencia, a falta de habilidad andante, desarrolló una temprana vocación parlanchina. Tanta, que en la adolescencia era objeto de constantes burlas por ser tan platicona, sobre todo con los mayores, quienes solían prestar mayor atención a sus desaforadas peroratas [siempre le gustó platicar con las abuelas y abuelos de sus amigas, a tal grado que más de uno "la adoptó"]. Y si no encontraba con quien platicar (cosa que ocurría a menudo) se dedicaba a leer o a platicar consigo misma. Cuando los cuentos infantiles o las aventuras de Robinson Crusoe ya no resultaron suficientes, decidió hurgar en el enorme librero ubicado en la habitación que nadie usaba y tras arrastrar una silla que fungió como su escalera, se encontró con una variedad tan desigual en temática como en estilo y calidad, pero lo suficientemente atrayente a sus curiosos ojos. Pudo acceder a mundos totalmente desconocidos, inimaginables en su joven vida. Incontables fueron las tardes que pasó encerrada en esa habitación, tumbada boca abajo sobre el piso hojeando enciclopedias, libros de diversa índole y hasta el Pequeño Larousse Ilustrado; cualquier libro despertaba su imaginación… las horas eran largas y su curiosidad vasta. Fue así que dio con una enciclopedia de arte, que no era ninguna maravilla, pero resultaba más que útil para dar rienda suelta a su imaginación. Ante sus ojos desfilaron las salas y galerías de los más famosos museos del mundo, todos le atrajeron pero ninguno la obsesionó tanto como ese edificio de color pistache que más parecía un dulce, que recordaba la irrupción de una Emperatriz brava y dominante, a quien llamaban la Grande, y en cuyo interior se alojaba, entre cientos de maravillas, un extraño reloj en forma de jaula de oro, con todo y canario dentro, el cual salía por la rejilla para marcar la hora exacta. A saber si todo lo que estaba escrito en la enciclopedia era cierto, pero como leyenda soñaba fantástica. Y esa jaulita-reloj, le despertaba una gran tentación. Pobre canario, muy de oro... pero encerrado, decía ella. Otro de los mayores encantos del museo, era el río que lo bordeaba otorgándole un aire aún más fantasioso, propicio para imaginar asombrosas historias de aventuras y escapes en barco; no en balde, el río desembocaba al mar. Si en esa época alguien le hubiese preguntado qué sueño fantasioso desearía vivir, lejos de responder que ser la bella durmiente despertada por el beso de amor del apuesto príncipe, ella habría contestado: robarme la jaulita-reloj del museo del Ermitage y luego huir en barco para perderme y al mismo tiempo encontrar la libertad en los confines del Mar Báltico.
Lástima que sólo fuese posible en su imaginación, pero aún así, lo disfrutaba como si lo viviera; esa y decenas de historias más en las que ella, por supuesto, era la actriz principal... tan tozuda como el día de su nacimiento e igual de platicona que en la vida real...

Años después de aquellas fantásticas aventuras, se encontró con que no quedaban barcos mágicos en los cuales escapar, ni historias peliculescas de las cuales emerger heroína. Aún así, en algún lugar olvidado de su recuerdo, guarda, por si acaso, una barca algo desvencijada pero entrañable, en la cual, se ha prometido, algún día habrá de escapar con rumbo a los confines del infinito y la libertad... sólo es cosa de aguardar a que las aguas sean más propicias para la navegación...


AVISO INOPORTUNO: hoy me toca publicar en el blog colectivo escribidores y literaturos; por si gustan y tienen chance de pasar: pesca en tres tiempos

63 comentarios:

QUANTUM dijo...

Buenos días !!

Esta lectura en esta mañana ha sido una invitación dulce y noble para leer y por supuesto, para imaginar.

Marichuy, Gracias.

Missx dijo...

pues bendita la hora del alumbramiento de esa niña no llorona pero si platicadora que ahora nos cuenta su historia y de esa barca que màs pronto que tarde tomarà hacia la anhelada libertad...


con un cafecito con canela èste escrito me encantò y me supo dulce y delicioso...

lindo dia

Ju dijo...

ahhhhhhhhhh el Pequeño Larousse Ilustrado!!!!!!!!!!!!!! jaja Durante mucho tiempo fue mi libro de cabecera. Cuando me iba a acostar x las noches, antes de dormirme me zambullía en sus páginas diccionarezcas, aliementando la curiosidad sin límites que tenía en ese momento (y aún ahora)...

¿Marichú vió la película "El arca rusa"?

saludos danzantes

Ivanius dijo...

Nada como descubrir un librero con múltiples historias desiguales. Y detrás, olvidada por todos, una vieja libreta llena de hojas semiblancas...

Abrazos caligráficos.

Kix dijo...

:-) ay me encantó me encantó, confieso que al inicio pensé que tendría un descenlace feo, con aquello que no tuvo cercanía con la mamá (esto de ser mamá lo lleva una a flor de piel), pero me encantó que es platicona y con gran imaginación y con gran gusto por la lectura :-)

malbicho dijo...

voy pa´llá

saqysay dijo...

Aaah!!, mi adoración son los libros, cuando era pequeña y aún no sabía leer, pasaba horas y horas revisando las imágenes de esas historietas de Disney... [Una pelotudes, pero Bueeno].

Luego de eso, descubrí todo un mundo, del cuál aún no acaba, ni quiero que finalicé.

si bien nací en otra ciudad, no tengo recuerdos hasta como los cinco años. De la leche materna, poco o nada de eso.

Cariños, eternos Marichuy!!!

PD: Pasaré a visitar el otro lugar!

Unknown dijo...

un mal alumbramiento y un bello resultado….y este es el de allá o como?

marichuy dijo...

Quantum

Gracias por su comentario y saludos

marichuy dijo...

Alma Rosa

Lo escribí sin haber tomado café (en la madrugada), quizá eso me faltó.

Un abrazo aún desde tierra firme

marichuy dijo...

Jules

No me diga que usted también era fan de ese diccionario? Jajá, qué cosas, verdad? Durante mucho tiempo me sentí como ñoña por leerlo, hasta que un día supe que a Borges, también le había gustado (en la juventud) leer los diccionarios.

"El Arca Rusa", o la inmersión en el Ermitage, es decir, en el corazón cultural de la Madre Rusia.

Abrazos

marichuy dijo...

Ivanius

Quizá el origen de ello, era un torpe y desaforado instinto de superviviencia.

Abrazos

marichuy dijo...

Kix

Je, ya veías venir un dramón? La cosa es que yo no tengo muy aguzado el instinto maternal, entonces, me cuesta no verme como un misántropo cuando toco estos temas.

marichuy dijo...

Bichito

Gracias

Saluditos

marichuy dijo...

Saqysay

Creo que en determinada etapa de nuestra vida, leemos de todo, más allá de la calidad o verdadero significado de las letras. Supongo que sólo así, podemos estar en posibilidad de desarrollar un cierto gusto, una cierta línea,

Un beso y gracias por ir a EyL

marichuy dijo...

Toño

Me parece que en términos generales, la vida nunca sigue un desarrollo lineal ni lógico.

Pues en ese link que puse: "pesca en tres tiempos"; se trata de una historia independiente a esta.

Ju dijo...

Soy RE fan del Pequeño Larousse Ilustrado. Mire no sé cual edición leería Ud., pero la que había en casa era una de 3 tomos; mientras los 2 primeros oficiaban de diccionarios comunes, el 3º era de Historia y Geografía. Este último, debo admitirlo constituía mi perdición...ajajajaj

La verdad es que siempre he sido bastante ñoña, pero no me aflige...

saludos ñoños!!

La abuela frescotona dijo...

HERMOSA NIÑA, CON ESE ESPÍRITU, SEGURO ENCONTRARÁ SU BARCA.
UN ABRAZO QUERIDA MARICHUY

marichuy dijo...

Jules

Había dos: uno en tres tomos, parecido a ese que comenta usted y otro en uno sólo, el original Pequeño Larousse ilustrado, que pesaba montones. A mi me perdía la sección que estaba después de las hojas rosas; es decir, la de ciencia, geografía e historia.

marichuy dijo...

Abuela

Ojalá<, sería genial que esa barca pudiera hacerse a la mar.

Un abrazo

Anónimo dijo...

El mataburro siempre camino conmigo

Maika dijo...

Hola mi querida Marichuy,
bendito el día que se te ocurrió "aterrizar" en mi blog y darme a conocer el tuyo.:)
Lo repito, siempre es un gusto pasarse por aquí.
Me suena la historia de "esconderse o refugiarse" en los libros.
Pienso que es el mejor escondite siempre.:)
Genial relato y muy agradable sorpresa descubrir que escribes en otro blog.
Y me alegro profundamente a que no hayas esperado otra vida para ser escritora.;)
Besosssssss

Champy dijo...

Las aguas ya no se aplacarán.... y para personajes como ella, es la muerte, y no precisamente literal.

Yo por eso pura madre que aterrizo!

Deja voy allá!

2046

marichuy dijo...

eltauromquico

El diccionario nomás los tumba (a los burros), milagros no hace, jeje

marichuy dijo...

Querida Maika

Los libros son, entre otras cosa, eso: un refugio y al mismo tiempo, una vía de escape para la imaginación.

Besotes y muchas gracias por tus palabras (y por irme a leer allá; ya vi tu comentario)

marichuy dijo...

Champy

¿Y quién dijo que las quería aplacadas, dice propicias para navegar. Quizá lo que ella busca es justo eso: un mar iracundo e indómito.

Besos

JP dijo...

-- si! siempre escapar de esta inmunda realidad, que el viaje a nuestros interiores es mucho mas satisfactorio que mil leguas de viaje subamrino, ahi voy!!!!!

mario skan dijo...

Hola Marichuy: las niñas conversadoras son un plato, las ocurrencias son una bomba uno nunca deja de sorprenderse con los arrebatos de lucides.
Conversación más lectura debe desencadenar inevitablemente en literatura, en escrituras de ficción.
Cuando era chico me gustaba mirar los tres tomos de la Reader´s digest sobre la segunda guerra mundial, miraba las fotos, me impresionaba sobremanera las de stalingrado especialmente la de un soldado que había quedado duro con el fusil.
saludos

La sonrisa de Hiperion dijo...

Eres una encantadora de serpientes... nos dejas enganchados con tus palabras... Un placer pasar por tu espacio.


Saludos y un abrazo enorme.

Champy dijo...

GULP!!!!!!

En la mar, se suele esperar a que las aguas se aplaquen para entrar en ella....con tu respuesta me recordaste a mi hermana la más sabía...

2046

Mafalda dijo...

...

Hola, hola mi Flaquis.

Esta historia se parece a algunas que he escuchado (de mis amigochas y amigochos).

Yo le entré a las letras (leer) más grande.
La imaginadera, esa, sí que me llegó desde escuiclilla (como a casí todos los chiquillos).

Te mando saludetes y abrazetes.
Ando ocupadilla en varias cosas, necesito terminarlas para seguir con mis visitas habituales y con mi blog.

Aquí andaré de vez en vez.

Muackkkk...

Mafalda

jess dijo...

Yo que tan pero tan callada fui de niña... ahora no paro de parlar un sólo instante!!!

Y antes que leía y leía tantos libros... ahora.... prefiero darle importancia a mi propia historia.

Para alimentar mi espíritu, benditos sean los blogs! ;)

Un abrazote Marichuy!
Lindo finde!

marichuy dijo...

Jota-pechocho

No creas, a veces el viaja al interior resulta duro de encarar. Pero de cualquier forma, las miles de leguas marinas que pueden recorrerse con la imaginación... pueden salvarnos del naufragio emocional

Besito

marichuy dijo...

Mario

Tú sí que has de saber de niñas conversadoras y ocurrentes. Justo a la edad de la tuya, es cuando más graciosas y ocurrentes solemos ser (ups)

A los niños –varones- les llama mucho ese tipo de publicaciones o testimonio bélicos; yo me reconozco cobarde para eso (ni el cine bélico, salvo contadísimas excepciones, me gusta)

Saludos

marichuy dijo...

La sonrisa de Hiperión

Nunca me habían llamado "encantadora de serpientes"… y creo que me gustó. Gracias.

Un abrazo

marichuy dijo...

Mi Champy

Los mares calmos nunca resultarán tan misteriosos y atrayentes, como los agrestes e indómitos…

No creo ser así de "sabia" como tu hermana, pero, aveces, solemos coincidir, aún sin conocernos.

Besitos indómitos

marichuy dijo...

Mafis

Je, será que tus amigos y amigas tienen algo en común: su afición a buscar refugios y escapes en la fantasía.

Un beso y gracias

marichuy dijo...

Jess

Ahora ya no soy taaan platicota, pero en compensación… aporreo el teclado con singular enjundia, jajá.

Un abrazo

marichuy dijo...

"Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.

Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.

Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear;
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar;
pensar que pudieran las frágiles barcas
hundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar...

Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar"

[Alfonsina Storni, Dolor]

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

yo también tengo problemas con mi imaginación, y a veces quisiera ser objetiva y concreta con la esperanza de sufrir menos con la realidad. Siempre fui platicona
saludos

Anónimo dijo...

algun dia Marichuy... ese mar ya no se antojara tan inalcanzable
abrazos

=)

marichuy dijo...

Cuentista

Cierto que entre más volamos con la imaginación (o más millas marítimas recorremos), más fuerte es el golpe de realidad cuando el viaje termina; no obstante, imaginar mundos fantásticos y desorbitados, permite sobrevivir.

marichuy dijo...

Ana

Sólo espero que ese día llegue, cuando aún tenga ganas de naufragar.

Abrazos

Fernando García Pañeda dijo...

Por eso escribe. Porque la escritura es un viaje inacabable hacia mundos interiores y exteriores; y cuando zarpe en su barca, sabrá con exactitud el rumbo, sabrá orientarse sin necesidad de compás ni carta náutica, sabrá cómo aprovechar los vientos y sabrá cuál es su destino en el que fondeará para dar forma a todos esos sentimientos.
Sólo (y quizás ni eso) necesitará algo de ayuda para robar la jaula del Ermitage. Y la encontrará.
Un abrazo.

marichuy dijo...

Fernando

Es oficial: te pude adorar con este poético comentario. Esperemos pues, que llegue el día de escribir la segunda parte de esta historia, para relatar los entre-telones de ese viaje. La mar, imprevisible e indómita, tengo Fe -yo que a veces pareciera no tenerla- será propicia algún día para zarpar. Hasta entonces, entretendremos la espera, tratando de dar con la mejor estrategia para robar esa jaulita.

Un abrazo

marichuy dijo...

“Aquella noche el mar no tuvo sueño.
Cansado de contar, siempre contar a tantas olas,
quiso vivir hacia lo lejos,
donde supiera alguien de su color amargo.

Con una voz insomne decía cosas vagas,
barcos entrelazados dulcemente
en un fondo de noche,
o cuerpos siempre pálidos, con su traje de olvido
viajando hacia nada.

Cantaba tempestades, estruendos desbocados
bajo cielos con sombra,
como la sombra misma,
como la sombra siempre
rencorosa de pájaros estrellas.

Su voz atravesando luces, lluvia, frío,
alcanzaba ciudades elevadas a nubes,
cielo Sereno, Colorado, Glaciar del infierno,
todas puras de nieve o de astros caídos
en sus manos de tierra.

Mas el mar se cansaba de esperar las ciudades.
Allí su amor tan sólo era un pretexto vago
con sonrisa de antaño,
ignorado de todos.

Y con sueño de nuevo se volvió lentamente
a donde nadie
sabe de nadie.
A donde acaba el mundo”

[Luis Cernuda]

Georgells dijo...

Hola Marichuy!

Compartir algo de nuestra intimidad siempre es un ejercicio a la vez riesgoso y gratificante. Lo primero pues nos exponemos. Lo segundo pues ganamos la posibilidad de examinarnos en perspectiva, quizá incluso de la mano de los demás lectores que, voyeuristas, nos asomamos a tu verdadera patria: la niñez.

Nadie verdaderamente misántropo podría ver su propio pasado con ternura. Su propio andar vacilante entre primeras lecturas (de las cuales, leer un diccionario o una enciclopedia es sencillamente delicioso).

Ya llegó a la segunda etapa, cuando ya no cree en barcos mágicos, ni ríos libres hacia el Báltico, cargados de jaulas de oro... ¿Y sabe ya cómo volver a creer en ellos? A veces me da la impresión de que sí, que lo sabe y bien. Pero se dice a sí misma que "son niñerías". Quizá tiene razón.

Quizá no.

Abrazo!

G.

Fernando García Pañeda dijo...

Preciosísimo Cernuda, Marichuy, mucho menos hermético de lo que acostumbraba. El mejor prólogo para esa segunda parte.

Anónimo dijo...

Ayyyy Mari, tus escritos siempre me dejan un lindo pensamiento y gran sabor!!! Estando tan lejos y hablando en idiomas que para nada se parecen al materno, encontrar semejante expresión,ahhh, tus letras son tan tangibles!!! En fin, mira lo qué ocasionas?, ya hasta escribo como gay, pfffffffffffffffff!!!

Ahaha, besos, abrazos y Kampai, con una gran taza con té verde!!!!

marichuy dijo...

Georgells

Para decirlo con todas sus letras: el verdadero misántropo, no compartiría nada. Pero, en este mundo "hollywoodisado" (sorry, pero la lectura del libro de Alessandro Baricco, da para muchos paralelismos) de relaciones por encimita y fingida cordialidad, cualquier ser humano medianamente solitario, abstraído, pasa por misántropo.

Uno sabe, por más miembro del “club de los optimistas” que sea –que no es mi caso-, que esas ilusiones sólo eso son… y quizá, a veces, para sobrevivir a la cruda realidad, no necesite más.

Un abrazo

marichuy dijo...

Fernando

Sí y además, un poema justo a la medida de mi imaginario marítimo. Este, junto con "Donde habite el olvido", mis poemas favoritos de Luis Cernuda.

marichuy dijo...

Estimado Astrofísico

Aguas mejor mide tu miedos, no vaya ser la de malas, jajá: ahora resulta que expresar con sensibilidad es cosa de mujeres o de gays (perdona, pero en estos días, las expresiones doblemoralinas, hipócritas y retrógradas de la Iglesia y la derecha católica que malgobierna este país, me tienen muy sensible y enojada).

Besos con café del Soconusco

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

Uy, qué recuerdos, querida. A mí también me encantaba mirar las enciclopedias y viajar mentalmente con ellas. Además mis papás tenían un atlás enciclópedico que era todo un viaje.

Besos nostálgicos

virgi dijo...

Con esa cabecita ya recorre muchos mundo sin necesidad de barcas, esquifes, yates, trasatlánticos...

Muchos besos, Marichuy, ya voy al otro blog

marichuy dijo...

Querida Strika

Dirías tú: qué vieja se siente una cuando recuerda este tipo de cosas.

Besos ídem

marichuy dijo...

Virgi

Querida, a falta de barcos y mares propicios, la cabeza será el vehículo para emprender los viajes.

Besos

Angeek dijo...

Marichuy, está linda la mar y el viento...
¡A por la barca!
¡Izad las velas!
El pavo real te está esperando.

marichuy dijo...

Angeek

Huy, siglos ha que no leía esas líneas. Gracias.

La abuela frescotona dijo...

MARICHUY, PASO A RE-LEERTE Y DEJAR UN CARIÑO PARA TI.

marichuy dijo...

Gracias, Abuela

Un abrazo para vos

Dan d'O dijo...

Es muy bella esta historia, Marichuy. Las aguas tarde o temprano se calman y las aventuras en esa barca serán dignas de ser escritas...

marichuy dijo...

Daniela

Es que robarme La Pietà allá en San Pedro, está más complicado... jeje

Un abrazo y gracias

Roulette Secrets dijo...

Bravo, seems to me, is a brilliant phrase