"Verdad y mentira son indistinguibles, porque la primera es solo una mentira irrefutable". [Friedrich Nietzsche]
Su amigo le dijo: "él cree que eres justo lo que necesita, me rogó que te pidiera lo pensaras y que, de aceptar, acudieses al Centro para presentar los exámenes indispensables para ingresar". Y ella lo creyó. El sueldo era atractivo y el que ese enigmático hombre, a quien conoció en el cumpleaños de su amigo, hubiera quedado impresionado con su desaforada defensa de Nicolas Maquiavelo (demasiado apasionada, tras dos copas de vino), le pareció un halago. No muchos hombres apreciaban sus conversaciones de ese tipo. Y allá fue. Sólo cruzar la primera puerta, sintió como si estuviese en un congelador. Ubicado en lo alto de una pequeña loma al sur de la ciudad, el Centro estaba rodeado de gruesos muros de concreto, a los que ningún sol, por ardiente que fuera, podría penetrar. Y como si eso no bastara para enfriar a cualquiera, franquear la entrada requería pasar detectores de metales y un scanner de rayos x. Pero quizá lo menos cálido, fuesen los guardias militares apostados por todos lados; bastaba mirar -disimuladamente, no fueran a ofenderse- sus intimidantes armas, para sentir algo más que frío. Tras ese gélido inicio, un militar la condujo hacia el interior; después de caminar por pasillos laberínticos y cruzar puertas herméticamente cerradas, llegaron a una sala donde se encontró con los demás aspirantes. Faltaban quince minutos para las nueve de la mañana; cinco minutos más tarde, una mujer dio lectura a los nombres de los presentes y así fueron ingresando al aula donde los examinarían.
El primer examen inició a las nueve en punto; casi cinco horas más tarde, terminaba el último. Cuando salió, la blanca luz artificial la deslumbró y al mismo tiempo, su estómago emitió una enérgica protesta por la falta de alimento... a esas horas solo había tomado un café. Y aún faltaba la peor parte: la entrevista con la psicóloga. Pero estaba equivocada, la entrevista con la psicóloga resultó casi relajante; la dama parecía genuínamente impresionada con los resultados de sus exámenes: "fíjate que los de recursos humanos se equivocaron y en lugar de las pruebas para el puesto de Analista, te aplicaron las que califican para uno más elevado; pero saliste muy bien" -ahora resulta que mi cerebro funciona mejor cuando no lo alimento, se dijo ella. La entrevista duró una hora y la psicóloga no desaprovechó el tiempo, entre platica y platica, le aplicó otros exámenes para medir la rapidez de sus respuestas. Finalmente, tras palomear su expediente y firmar su valoración favorable, se despidió de ella con una gran sonrisa y una pequeña sorpresa: "ya nada más te falta cubrir un mero formalismo: el polígrafo."
En efecto estaba equivocada. Su entrevista con la psicóloga, no sería, ni de lejos, lo peor de esa agotadora sesión de exámenes. Entró en un pequeño cuarto sin ventanas, donde sólo había un escritorio, un sillón parecido al de los dentistas y una minúscula mesa llena de cables. Había también, una lámpara de luz blanca, la cual, una vez arriba del sillón, le daba directamente en la cara. Una policía la ayudó a encaramarse en el sillón y la fue conectando a un montón de cablecitos -conectados a su vez a un aparato parecido al utilizado en los electroencefalogramas-, adhiriéndolos a sus sienes, pecho y brazos.
Y llegó... la hora de la verdad. El responsable de aplicarle la prueba tendría unos 30 años, presencia arrogante y demasiado atractiva para estar en un sitio así; vestía de manera informal y caminaba con muletas, pues traía una pierna enyesada. "me la rompí jugando a ser Paolo Maldini", le dijo con una media sonrisa. Y así de guapo se ha de sentir este pesado, pensó ella. No le había causado buena impresión y menos, cuando empezó la prueba clavando sobre sus ojos, la intensa y penetrante mirada de los suyos y de ahí no la despegó... durante los siguientes noventa minutos. Una tras otra, fue disparándole las preguntas que ella debía contestar con un simple sí o no; las repetía dos y hasta tres veces, como dando por hecho que ella mentía, "¿estás segura que tú nunca...?" Si de lo que se trataba, era de hacerle perder la poca paciencia que aún le quedaba, el procedimiento estaba resultando totalmente exitoso. Iban a dar las cinco de la tarde, no había comido nada y el inquisidor Paolo Maldini región 4, no cejaba en su empeño de enviarla a la hoguera. Quizá por ello, cuando en lo que parecía una improvisación, pues no era factible que esa pregunta viniera en el test original, él le pidió: "dame la primera asociación visual de la cocaína, que venga tu mente", convencida de que ese examen hacia rato lo había reprobado, ella le contestó lo primero que se le ocurrió: "Al Pacino en Scarface, hundiendo su rostro en una montaña de polvo blanco, como quien emprende un viaje hacia la nada". Por supuesto que al Maldini inquisidor, no le hizo ninguna gracia su asociación fílmica. Pero ya no importaba; ella tenía razón: hacía rato que el polígrafo había dictaminado que no era apta para trabajar en ese Centro de Inteligencia. Gracias al cielo.
El primer examen inició a las nueve en punto; casi cinco horas más tarde, terminaba el último. Cuando salió, la blanca luz artificial la deslumbró y al mismo tiempo, su estómago emitió una enérgica protesta por la falta de alimento... a esas horas solo había tomado un café. Y aún faltaba la peor parte: la entrevista con la psicóloga. Pero estaba equivocada, la entrevista con la psicóloga resultó casi relajante; la dama parecía genuínamente impresionada con los resultados de sus exámenes: "fíjate que los de recursos humanos se equivocaron y en lugar de las pruebas para el puesto de Analista, te aplicaron las que califican para uno más elevado; pero saliste muy bien" -ahora resulta que mi cerebro funciona mejor cuando no lo alimento, se dijo ella. La entrevista duró una hora y la psicóloga no desaprovechó el tiempo, entre platica y platica, le aplicó otros exámenes para medir la rapidez de sus respuestas. Finalmente, tras palomear su expediente y firmar su valoración favorable, se despidió de ella con una gran sonrisa y una pequeña sorpresa: "ya nada más te falta cubrir un mero formalismo: el polígrafo."
En efecto estaba equivocada. Su entrevista con la psicóloga, no sería, ni de lejos, lo peor de esa agotadora sesión de exámenes. Entró en un pequeño cuarto sin ventanas, donde sólo había un escritorio, un sillón parecido al de los dentistas y una minúscula mesa llena de cables. Había también, una lámpara de luz blanca, la cual, una vez arriba del sillón, le daba directamente en la cara. Una policía la ayudó a encaramarse en el sillón y la fue conectando a un montón de cablecitos -conectados a su vez a un aparato parecido al utilizado en los electroencefalogramas-, adhiriéndolos a sus sienes, pecho y brazos.
Y llegó... la hora de la verdad. El responsable de aplicarle la prueba tendría unos 30 años, presencia arrogante y demasiado atractiva para estar en un sitio así; vestía de manera informal y caminaba con muletas, pues traía una pierna enyesada. "me la rompí jugando a ser Paolo Maldini", le dijo con una media sonrisa. Y así de guapo se ha de sentir este pesado, pensó ella. No le había causado buena impresión y menos, cuando empezó la prueba clavando sobre sus ojos, la intensa y penetrante mirada de los suyos y de ahí no la despegó... durante los siguientes noventa minutos. Una tras otra, fue disparándole las preguntas que ella debía contestar con un simple sí o no; las repetía dos y hasta tres veces, como dando por hecho que ella mentía, "¿estás segura que tú nunca...?" Si de lo que se trataba, era de hacerle perder la poca paciencia que aún le quedaba, el procedimiento estaba resultando totalmente exitoso. Iban a dar las cinco de la tarde, no había comido nada y el inquisidor Paolo Maldini región 4, no cejaba en su empeño de enviarla a la hoguera. Quizá por ello, cuando en lo que parecía una improvisación, pues no era factible que esa pregunta viniera en el test original, él le pidió: "dame la primera asociación visual de la cocaína, que venga tu mente", convencida de que ese examen hacia rato lo había reprobado, ella le contestó lo primero que se le ocurrió: "Al Pacino en Scarface, hundiendo su rostro en una montaña de polvo blanco, como quien emprende un viaje hacia la nada". Por supuesto que al Maldini inquisidor, no le hizo ninguna gracia su asociación fílmica. Pero ya no importaba; ella tenía razón: hacía rato que el polígrafo había dictaminado que no era apta para trabajar en ese Centro de Inteligencia. Gracias al cielo.
71 comentarios:
Cuando el cerebro miente se activa más, salvo en el caso de sicópatas. Mentir los relaja, porque su sistema límbico les envía la misma señal, de placer y desahogo, que el resto de los mortales experimentan al decir la verdad. Servicios de inteligencia de todos los países los emplean, y frecuentemente llegan a ser líderes como Vladimir Putin, Carlos Menem, Silvio Berlusconi y Carlos Salinas.
Saludos.
"Necesarias necesidades que no necesariamente se satisfacen a raudales".
Ni hablar, la chica en cuestión no tenía porque caer ahí... ¿obra de la casualidad? (o de la causalidad...).
Querida:
Gracias al cielo que no fue apta para trabajar en ese centro. Lo que no entiendo es por qué fue a la entrevista. Y eso del polígrafo, creo que yo nunca habría accedido...
Un beso,
Strika
Paolo Maldini inquisidor, me hizo mucha gracia eso, y conste que no miento!
Un abrazo!
Hola, Marichuy
seguí el relato como una película.
Experiencia personal?
Saludos
Fuera de lo sagaces que puedan lucir en un filme o lo adiestrados para perseguir a alguien, "los centros de inteligencia" están a cargo de orangutanes como Bush...
¡¿Qué dedir de nuestras oficinas de inteligencia!? En fin, seguro que por experimentar algo único en su vida la chica se habría sometido a cualqueira de esas pruebas
Y como de costumbre, se sugiere que sea una mujer brillante y por obvio motivo un aberrante, torpe e intimidante centro de inteligencia no era para ella, según yo
Saludines de Mr. Smith ;)
Uffff.... seguro no paso el polígrafo... a la primer pregunta, me ganaría la risa!!!! (sea verdad o mentira)
La verdad es una mentira bien simulada!!!
Canalla
Con razón, ella no aprobó el polígrafo. Dicen que el quid de éste, no es "no-mentir"... sino hacerlo con frialdad.
En tu cuarteto de impresentables, todos son iguales, pero unos más iguales que otros. Al Menem, yo jamás lo pondría al lado Putin. Y por lo que respecta a ese gran humanista Silvio Berlusconi, quizá sea igual que Carlos Salinas, pero para mi gusto, ha resultado bastante más cínico, en sus métodos gansteriles.
Saludos
Exenio
Obra de la casualidad, el haber conocido al tipo que la invitó atrabajar ahí; y obra de la causalidad, haber sido rechazada.
Saludos
Lolita
Querida, cuando no lindo el ateísmo, suelo afirmar que Paolo Maldini -el verdadero- es la prueba fehaciente de que Dios existe... esa piel tostada por el sol mediterráneo, esas piernas como esculpidas por Auguste Rodin -Miguel Ángel es demasiado delicado- y esos ojos del color del Mar Tirreno, solo pueden ser creación divina. Por Dios que sí.
En cuanto al inquisidor Maldini Región 4, hmmm, la verdad es que no estaba nada mal; claro que eso no le quitaba lo inquisidor.
Un abrazo
Strika
Querida, seguro que gracias al cielo fue rechazada. En cuanto al polígrafo, como dice mi querida A, cuando sea viejita, ella ya tendrá qué contar: "me reprobaron en el polígrafo cuando tenía veintipocos"
Besos
Ever
Espero que no haya sido como en una película de horror, je.
A veces las experiencias personales, se confunden con la ficción, o no?
Saludos
Doctor Gurma
No quiero contradecirlo, pero el orangután George Walker Bush... ni para dirigir la CIA servía. También entre miserables, hay niveles. Putin es más el estilo del "hombre apto para los servios de inteligencia"
A veces, la curiosidad nos lleva directo a las fauces del lobo y éste, aún revestido de una hermosa piel, no deja de ser una bestia carnicera.
Saludos
Workahólika
Querida, estando arriba de esa silla, con todo ese cablerío conectado y teniendo enfrente a un inquisidor -por muy galán que fuera-, lo menos que sientes son deseo de reír.
Besos
Mad Scientist
Y la verdad es también... un mito genial.
el arte de la mentira... Las mentiras... curioso tema, el que sufre de mentiritis, eventualmente necesitará una gran dosis de verdad para vivir consigo mismo?
nadie tiene tan buena memoria como para mentir y mentir
Hola Marichuy!
que relato!
me preguntaba mientras leía si eras tu la de los examenes... (ya vi por ahi lo que comentaste a e.r.)
que tan cierto sera eso que dicen de que al final todo cae por su propio peso...
y que las mentiras se vuelcan en contra de los que las dicen...
por que hay cada sueretudo!
me gusto mucho tu relato
un abrazo!
Marichuy:
L@s que escribimos somos grandes mentiros@s...
Un abrazo sincero
querida=marichuy=ya=no=se=escucha=
la=musiquita=de=manu=chao!=grrr
yo=siempre=he=dicho=que=quienes=
decimos=siempre=la=verdad=tenemos=
la=facultad=de=un=dia=poder=decir=
una=muy=buena=mentira=porque=nadie=
se=enterara=de=veras!
chale=tebdre=que=escuchar="l'adieu"
=fresa
-- la unica vez que un psicologo dejo de preguntarme babosadas para un trabajo, en la secretaria de comercio, fue cuando dijo: "mayor ambicion en la vida", mi respuesta: tener la coleccion completa de led zeppelin; aun asi pase todos los examenes menos tener la cartilla liberada, led zepellin espero pero ese anio me corte el pelo y marche en el campo militar numero uno
Querida Jolie
Bueno, aquí más que el arte de la mentira, es el arte de la imposición de la verdad. No hay una enferma de mentiritis aguditis, nada de eso.
Besos
Ana
El problema aquí, me parece, es que ella no entendió cuál era el quid: mostrar frialdad y falta de escrúpulos. Requisitos indispensables para un trabajo así.
Un abrazo
Coro
Eso dicen, querida... je.
Besos
Chilly
Querido no es mi culpa; si las canciones ya no están en el site, yo no puedo hacer nada.
Chilly
En todo caso será tu verdad, ¿no? Como dice Nietzsche, la verdad es sólo una mentira irrefutable.
..................
Y sobre tu último comentario; nadie te obliga a escuchar lo que no sea de tu agrado, querido. I'm sorry pero ni el rap ni la música punk me gustan. Yo soy fresa, creí que ya lo sabías
Querido Jota-pe
Seguro que el examinador... no sabía quién era Led Zepellin.
Besito
Pues yo prefiero pasar por poco inteligente, tambien. Besos.
Hijole... Ya me diste miedo. ¿Eres del GAFE? ¿Nos estas espiando? ¿Tienes perfiles psicológicos de todos nosotros bloggeros pervertidos reaccionarios y peligrosos?
Las palabras "inteligencia" y "militar" nunca deberían ir juntas.
Lo que me sorprendería del Paolo Maldini región 4 es que hubiera entendido completamente la referencia fílmica. A mi leal saber y entender (ja, siempre he querido decir eso) los inquisidores suelen ser personas muy leídas y conocedoras... pero éste era un inquisidor bastante guango.
En niños de 3 y 4 años, se incluye un 'detector de mentiras' para complementar el analisis de su inteligencia.
Yo no era mentirosa, solo muy fantasiosa.
Besos inocentes
A.
Contemplar la imaginación es todo un reto para los detectores de mentiras (y verdades), porque la impertinencia de una mente inquisitiva es difícil de codificar.
Poderoso relato, me encantó! Para mí la verdad no existe, es un estado de ánimo.
Muchas gracias por el comentario, sos un encanto!!
BESOTES PRECIOSA Y BUEN MIÉRCOLES!
Querida que suerte no pasar el examen, no imagino lo que pueda ser trabajar en un lugar así, hay una película, que no recuerdo ahora su nombre, es una película española, citan a los aspirantes a un puesto, entre ellos se deben de ir eliminando, al final no importa si es tu amigo, has tenido relaciones con alguien, la cosa es probar quien es el más apto para el puesto, puesto que por supuesto es ser un gerente en una trasnacional, muy buena película, te hace sufrir mucho.
Espero que haya valido la pena la experiencia.
Un abrazo
Dilbertina
PS No se nada del Polígrafo o si nuestra mente miente o no, pero hacer una prueba así debería empezar desde un candidato que se registra a un puesto de elección popular, je,je
Waiting for Godot
Ya somo dos...
Besos
Abraxas
Jajá... Estás viendo que no sé mentir.
Qué cosa es el GAFE, tú?
Kyuuketsuki
Bueno... en algunos países si hay verdadera Inteligencia Militar; como algo frío y maquinal, pero existe.
Cómo no querías que este Paolo Maldini Región IV, resultara un inquisidor guango? Si de Richeliu y Torquemada, pasamos a Ratzi... y de Putin en la KGB, a un hacedor de encuestas en el CISEN. En un país de gobernantes guangos, los inquisidores no podrían ser menos.
Querida A
¿En dónde pasa eso? Será el sereno, pero la idea del detector de mentiras sigue sin gustarme.
Besos crédulos
Ivanius
Es posible. Sabes? A veces creo que, por cursi que suene, la inocencia es aún más difícil de desentrañar.
Stanley
Celebro que te haya gustado este relato. La verdad es un mito, insisto, je.
Besos y gracias para vos
Dilbertina
Así es, qué suerte haber sido reprobada. Si vieras que hay quienes... se pelean por trabajar ahí.
Un abrazo
La mentira tiene patas cortas y el polígrafo cables largos, en resumen todo se reduce a una cuestión de tamaño y longitudes para sorprender a un macanero.
me gustó el relato, tiene algo de ciencia ficción y también le agregaste una fantasía con el jugador tano, don paolo y el otro muchacho duro, Al pacino.
saludos
Yo siempre la asocio con Sabina (Joaquin) con Jaime Bayly y con las rubias de los bares... no sé... quizas porque la cocaina es una certeza innegable en estos personajes, algunos retirados de ella.
Besitos desde mi lejana galaxia
Pd. Que bien que te guste mercedes... a mi me gustas tu! jejejejejeej
ah!, qué rica rolita de piazolla, y tu plantilla me gusta más, el azul es más íntimo
fíjate que yo soy bien mitómana, pero a fuerza de mentir uno acaba mintiéndose a sí mismo y las mentiras comienzan a ser creíbles hasta confundirse con la realidad, luego uno jura y perjura que sí, que si fue compañera de banco de julia roberts, que se estuvo presente en el asesinato de paco stanley y que se tuvo en las manos un billete ganador de la lotería, pero se dió de propina en un café de chinos
yo creo que un polígrafo sí lo paso -je-
yo=nunca=dije=que=no=me=gustara=
"l'adieu"=solo=dije=que=es=fresa=y=mi=verdad=es=absolutamente=cierta=
chale=en=bloguni=me=trataban=mejor
Diría Kurt Tucholsky: "La ventaja de ser inteligente es que así resulta más fácil pasar por tonto. Lo contrario es mucho más difícil".
Saludos mon ami :)
Hola Marichuy,
Esos examenes... y todos los demas, hasta los medicos o profesionales, etc. Todos los examenes generan un sindrome de estar bajo "la lente", asi que son enfadosisimos, por eso aunque sea profesora no me gustan, menos calificarlos.
Tengo una amiga que cuando miente parpadea diferente o medio tartamudea... jeje, me da mucha risa. No se habia dado cuenta ella. Me gustaria hacer un examen de parpadeo, algo asi como un parpadeo-grafo para medir la mentira... seria divertido para observarse, no para que lo anden a uno midiendo..
Besitos desde Bruselitas con sol
PD. Les catilinaires de Amelie Nothomb esta delicioso, en eso ando.
mariano
Ni tan largos los cables, eh? Son tan delgaditos.
Había que ponerle fantasía. Además, qué hay más irritante que un inquisidor arrogante y guapo?
Saludos
Dark Angel
No sé, para mi la coca es más una imagen literaria y cinematográfica. Siempre ha sido así. Y entre las rubias y Joaquín Sabina hay una gran distancia: en él se sentía un aire un tanto nihilista, en cambio en esas rubias que mencionas, es más la frivolidad.
Un beso
Malbicho
La música de Piazzola siempre es rica; me encanta. Bravo¡ je... hasta que alguien notó que había cambiado, again, de pantalla.
En serio eres mitónoma? Mira, tú. Yo nunca he podido serlo y vieras cuánta gente conozco que miente con una facilidad... pasmosa.
Si lo pasarías? Bueno dicen que el chiste es la frialdad... y saber engañar al polígrafo.
Salutis
Chilly
Jajá primero me dices que mi música es fresa y luego te sientes por qué te contesto? Y qué esperabas, mon cher, besos y abrazos? Ahora resulta que me saliste más "sentido" que yo... jajá
Besito
Suzette
Sapientísima frase de Don Kurt. Me la voy a robar, porque yo, seré "ratera", pero nunca mentirosa... jajá
Merci, chérie
Querida Ana
Bien cierto, dicen que en ciertas personas, cuando mienten hay tics nerviosos que los delatan. Parpadeo-grafo? Qué coas se te ocurren tú... pero igual ya hasta existe.
Besos... ah, no conozco ese libro de Mme. Nothomb
Hay personas que les cuesta repoco mentir, Es parte de su vida, A otras se les nota, un grado de intranquilidad. Yo personalmente, me río, con facilidad. De hecho mi madre ya me descubrió.
Hoy en día, frente a un trabajo. Todo es valido. Pese a los exámenes riguroso.
Cada vez, la mente humana, trabaja para salir sin problema de cada situación...
Después, de haber leído este articulo, me doy cuenta, que soy nerd. Y comenzaré a mentir, así estimulo otras áreas de mi cerebro.
Besitos, amiga!
Oeee, oeee oeee oeeee, Mariiiiii---chuuuuyyyyy
Saqysay
Es cierto, el desempleo es tal, que para ingresar a un trabajo, a veces, es menester sortear toda clase de pruebas casi indignas.
No creo que seas nerd
Un beso
Mad Scientist
Creí que ya andabas en Polska.
¿Y si no se me da eso de la mentira? Es que soy muy obvia... :(
Alguna vez mentí para probarme a mí mismo
y era muy bueno
después siempre he dicho la verdad para probarme a mí mismo
pero en eso, desgraciadamente, no soy tan bueno.
Besos.
Na..... me voy el 5 de Julio...
Me quedo hasta el 20 de Julio y luego pienso agarrarme unos 15 días por yurop de vagales!!!
lata
Querida, a las que no se nos da la mentira.. ni cómo ayudarnos, je.
Mau
Existen distintas formas de probarnos a nosotros mismos. Quizá mentir resulte, para una gran mayoría, la más fácil. No obstante, el ejercicio de la verdad, cualquiera que sea ésta, a la larga resultará una prueba más dura.
Besos
Mad Scientist
Ay, científico, no sabes las envidia que me das. Con las ganas que tengo yo de andar por aquellos lares. Si vas a Cracovia, te comes una pechuga de pato a mi salud, je.
Mi queridísima Marichuy, impresionado y fascinado con tus letras... La narración es exquisita.
A mi qué se me viene a la cabeza... El flagelo de todo lo que ha causado en mi país, triste y dolorosa sitúación...
Quería tomarme el atrevimiento de pedirte que leyeras uno de mis post. Me encantaría tener tu más sincero comentario:
http://miradacomplejagay.blogspot.com/2009/01/flores-muertas-tragos-vivos.html
Un abrazo y disculpa la molestia.
Querido Gustavo
Encantada y ruborizada por tus palabras.
Querido, lo que pasaba en tu país, ahora pasa en el mío y con mayor crudeza, me atrevería a decir.
Te dejo un abrazo fuerte; voy a leerte
Uf que nervios, son de esas purbas que si mientes, está mal, pero si dices la verdad también jajajaja
A veces no nos damos cuenta de lo afortunados que somos
Querida
Justo lo que se necesitaba, eran nervios de acero: algo que por supuesto yo no tengo.
Cuanto se aprende con este post!!
Gracias.
Opiüm
Jajá, tú crees?
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