Primer tiempo. Abril caminaba de manera única; nunca he vuelto a ver a alguien caminar así. Más que caminar, parecía flotar. Cuando atravesaba la explanada de la Facultad, era casi imposible no voltear a mirarla; todos parecían pendientes de su andar y lo seguían hasta que se perdía en algún pasillo, o descendía por las escalinatas que conducían al estacionamiento. Siempre sola, acompañada por esas miradas a las que ella parecía ajena. Yo también era presa del arrobamiento generado a su paso; no me empujaba el deseo o la envidia, que parecían ser el común de todos los demás mirones. A mí, ella me provocaba una sensación mezcla de fascinación e intriga. Y es que a decir verdad, en algo tenían razón las señoritas de la pasarela [un grupito de niñas que parecían mimetizadas unas con otras y que acostumbraban llegar a clase de siete de la mañana, vestidas y maquilladas como para sesión de modelaje], quienes no ocultaban su recelo y envidia hacia Abril: ella no era especialmente bella, ni tampoco poseedora de una figura espectacular. Pero era justamente eso, lo que la volvía más fascinante, al menos para mí. Me intrigaba y no podía dejar de preguntarme, qué era lo que hacía tan especial a una mujer de apariencia nada extraordinaria. No sé en qué cambiaría las cosas, el que yo supiera dónde radicaba la magia de Abril; pero eso no impedía que yo siguiera preguntándomelo. Supongo que a los 19 años, lo que en el fondo me interesaba, era averiguar si ese no sé qué de Abril... podía aprenderse. Y la respuesta la tuve de dónde menos la hubiera esperado: de parte del único hombre, al que nunca me tocó ver presa del embelesamiento Abrilino, Luis. El chico más brillante de mi generación, cuyas participaciones en clase de Teoría Social deslumbraban a todos, incluyendo al profesor. Sucedió una extraña mañana, en la que yo estaba tan absorta en la lectura de un libro, que ni cuenta me dí cuando Abril cruzó frente a mi y tampoco sentí cuando Luis se sentó a mi lado en la misma jardinera. Sólo me percaté de su presencia, al escuchar su voz diciéndome: "¿sabes qué es lo que la hace casi irresistible? Y sin esperar mi reacción, continuó: la cadencia; esa mujer camina con una cadencia pasmosa, su andar no es rápido, ni provocativo o forzado; es cadencioso y por eso resulta inevitable seguirlo con la mirada. ¿Eso era todo? Su explicación me dejó un poco decepcionada. Viniendo de él, yo me hubiera esperado un discurso casi filosófico, en torno a ese no sé qué poseído por ciertas mujeres, que las vuelve seductoras, pese a no encajar en esos caprichosos y estereotipados cánones de belleza, impuestos a golpe de publicidad. Pero no; solo eso dijo y cambiando por completo de tema, me hizo una inusitada oferta: "Si hay algo que no entiendas de La Fenomenología del Espíritu, tú nada más dímelo y yo con gusto te lo explico." Un envidiable ofrecimiento, pero en ese momento... a mi me interesaba más desentrañar los secretos de La Cadencia... que adentrarme en las profundidades de la Filosofía Hegeliana.
Segundo tiempo. Algunos abriles después, experimenté mi propio andar, más pasmoso que cadencioso; pero eso sí, sin perder el ritmo. Eran las siete de la mañana de un lunes y yo me dirija a una entrevista laboral en Toluca, por lo que debía tomar un autobús en la Terminal Poniente, ubicada en el metro Observatorio. Siguiendo las instrucciones de un amigo, de evitarme el peligroso cruce peatonal, salí de la estación del Metro por la planta alta, lo que implicaba bajar una larga escalinata, que no habría tenido mayor problema de no existir tres pequeños detalles: no tenía barandales, yo traía altos tacones y al pie de la escalera, se encontraba un nutrido grupo de hombres desempleados, quienes en espera de algún contratista, entretenían su tiempo revisando al personal que pasaba por ahí... y a esa hora, la única despistada que tuvo esa peregrina idea... fui yo. Los silbidos iniciaron nada más descender el primer escalón, por lo que los siguientes 49 los bajé bajo una atronadora silbatina, a la que trataba de no prestar atención para no perder el paso y caerme. Creo que nunca he bajado unas escaleras con tal parsimonia. Por fin llegué al último escalón, pero la cosa no mejoró, pues los hombres estaban sentados a ambos lados, como formando una valla, y yo tenía que cruzar forzosamente en medio de ellos para poder andar el trecho que me faltaba para la Terminal. Los silbidos continuaban, pero por algún milagro de la divinidad, yo no perdí la cadencia de mis pasos, no corrí, ni los miré a ellos e hice caso omiso de sus dichos; así seguí caminando los veinte metros más largos de mi vida, hasta que por fin llegué al mostrador de los autobuses ETN y compré un boleto para el primer camión con dirección a Toluca que saliera.
Por supuesto que mi andar cadencioso o parsimonioso de aquella mañana, nada tenía que ver con el de la embelesadora Abril. Lo mío fue mero instinto de supervivencia, pero mantener una pasmosa cadencia, me salvó de precipitarme escaleras abajo, en un vano intento por huir de los silbidos de... algo así como 100 hombres...
90 comentarios:
Oh si, la cadencia, la maravillosa cadencia... cuanta razón tenía. Esos andares hacen irresistibles a muchas mujeres. Es lo que vuelve a una chica realmente sexie.
Una mujer que tenga un cuerpo espectacular, pero que no sepa caminar como tal... nunca despertará las pasiones de una que sepa como moverse, entre lento/rápido y ese-no-se-que... maravilloso. Lo has descrito perfecta, fenomenalmente.
"Ser admirado,
ser admirable.
No tener idea...
tener paciencia.
Los requisitos de la cadencia, eso son,
ni la velocidad, ni el espacio,
sino la percepción."
(YO, aquí sin dar paso, a las casi 3)
Maravillosa visión de la cadencia. En los tiempos que vivimos, no es fácil ver caminar mujeres con cadencia, puesto que la gente camina apurada a todos lados, y para tener cadencia al andar, hay que hacerlo lentamente; obvio, algunas con mayor éxito que otras.
Mil gracias por tanto afecto.
BESOTES HERMOSA Y BUEN DOMINGO!
Kyuuketsuki
Y mira que en ciertas horas, más que centro escolar, aquello parecía la feria de las vanidades; una competencia por ver quien llevaba el atuendo más espectacular y los tacones más descomunales. Y frente a tanto adorno, Abril se destacaba sólo por su caminar.
Me gusta que un hombre aprecie estas cosas.
Exenio
¿Tú quieres ser admirable y admirado?
Tómate un thé de las siete flores, para poder dormir.
Stanley
Sí, ahora todo mundo camina como... si anduviera correteando una herencia. Pero nada tan sensual, como hacerlo cadenciosamente.
Gracias de nada
Un besote
Recordé a mi abuela que decía que caminar era una distinción, y en una mujer un toque de escencia de mujer. Tanto así que las piernas adornaban ese andar con un discreto tacón(taconeo suave, relajado sin sonar como caballos desbocados), y una línea recta, muy recta en las medías por la parte de atrás, que apenas asomaba la pantollilla.
Hoy nuestros jeans, nuestra prisa, y nuestro stress, no motivan ni un "piropo" de los albañiles, jajaja
P.D. Marichuy, por favor me podrías ayudar? Llevo 2 publicaciones en la semana, y en los enlaces de mis contactos les notifica un post muy antiguo de hace más de una semana. Qué puedo hacer para que les envíe las actualizacione? Gracias de antemano mon ami :)
Creo que es algo que tiene que ver con el aplomo... o con la aseveración de tu sexualidad, cualquiera que esta sea. Me lo enseñaron las cubanas, que caminan queriéndose tanto a sí mismas. Ellos son pueblo con alta autoestima, nosotros, no. En cuanto a los piropos... los de ese tipo se me figuran un tipo de abuso, una manifestación más del machismo, y los odio. Sólo tienen la connotación carnal, de quien mira una mercancía que ante sus primitivos ojos, exhibe la etiqueta de "úsese y tírese", pero creo que tu reacción fue la más inteligente; supongo que cuando te subiste al camión, temblabas como una hojita, pero no dejaste que los cromagnones se impusieran.
Caminémos como nos dé la gana, Marichuy, que para eso son las caderas.
Un beso.
y creo que la cadencia natural no se aprende, no es algo que se obtenga por osmosis, si lo aprendes o lo estudias no saldrá natural, mientras te leía yo pensaba en el nombre de Abril
es lindo que te dediquen miradas y que a veces sin percatarte llames la atención pero hay miradas que bueno, por muy mustias que sean causan cierta desilusión o mejor dicho aberración.
creo que me uno a Mara y apuesto que tu, esos piropos vulgares y soezes son los del tipo nefasto que mas vale tenerlos lejos, vaya que ni soltura, ni imaginación ni gracia.
hasta para eso hay que tener aplomo.
un beso
Pues el tema es conservar el estilo, digo yo, sea con el atuendo que sea, en las condiciones que sean, no reptar, sino caminar. Y vamos, en el caso de una chica siempre se agradece, aunuqe en ocasiones muchos le importunen con frases de cualquier tipo y silbidos inoportunos.
Cómo sigue el fresfriado?
Saludos!
hay mujeres espectaculares, que bien merecen veinte metros de cien silbidos, aunque comparto la incomodidad que la excesiva vulgaridad provoca, pero que también la indiferencia álgida puede llegar a causar -je-
tu texto me llevó a la película de "malena", donde la belleza y cadencia de la belluci era seguida por miradas carnívoras y lenguas ofidias, levantando la admiración morbosa y la envidia ríspida de todo un pueblo
...
¡Pucha!
Yo camino como espinada jejeje...
Ni idea que sea, si la cadencia o la cadera-encia.
Atraer miradas tiene algo de enigmático.
Un saludo de fin de semana.
Mafalda
Suzette
Me acordé de algo que se supone dijo María Féix: "hay mujeres hermosísimas que echan a perder todo, nomás por caminar como chenchas." Seguro algo de eso quería decir tu abue.
Y yo que, por andar en la calle a deshoras y sola, he aprendido a caminar tan rápido que pareciera... que correteo una herencia.
Saludos
PS No estuvo mal la aplicación de mi lógica primitiva; ya volví a ver tus feeds.
Mara
Tienes razón, somos un pueblo que tiene un muy pobre concepto sobre si mismo. Supongo que en eso radica, que aguantemos, casi sin chistar, tanta cosa nefasta a nuestro alrededor. Las cubanas caminan, según mi maestro de francés, con saoco.
Me subí al camión, entre enojada y sorprendida, pues en medio del nervio yo me daba ánimos: "que estos cretinos no se den cuanta, que me están haciendo sentir peor que chinche".
Caminemos, querida
Un beso
Jolie
Así es, en ninguna Academia de modelaje te lo ensañan; es como la cachondez: se tiene, no se adquiere.
Abril? A mí, se me hace medio "dulcecito" ese nombre, je.
Ay querida, las guarradas son el pan nuestro de cada día y en todos los estratos sociales; pero no por eso dejan de ser molestas.
Besos
Doctor Gurma
Deje usted el estilo, en ciertos casos... de lo que se trata es de mantener la ecuanimidad y el equilibrio.
Saludos
¿Pero te das cuenta de lo sugerente que fue tu descenso por la escalinata, con tantos operarios pendientes, y silbando arrobados? ¡A mí me hubiera encantado la experiencia, fuiste la protagonista absoluta, y además con un toque de suspense!
Me encanta la ocurrencia de tu amigo Luis, pero el concepto de cadencia quizá sí que se adentre de lleno en lo filosófico, es como desentrañar la Armonía, lo que mueve al mundo, las fuerzas que contraponen el Orden al Caos... ¿y no has vuelto a saber nada de Abril?
Un abrazo
Malbi
Ay querida, en mi caso no era ninguna espectacularidad; solo una mujer aterrada en medio de 100 hombres en ayunas. Lejos de sentirme "la guapa de la película", me sentí como en la isla de los hombres solos. Y ni modo de correr, con semejantes tacones y con esa faldita tan rabona.
Mi socia Moniquita Bellucci, puede caminar como se le pegue la gana y aún así, levantará algo más que silbidos.
Mi Mafis
Como espinada? Nomás cuando me calzo tacones altísimos, por eso no los uso.
Jajá ¿cadera-encia? Qué cosa es eso?
Salutis
Justo
Eres un amor¡! Lástima que estés a 10 mil km, si no... te besaba. De ser como dices, ni fue mi intención, ni lo gocé. Yo estaba pasmada nomás de imaginarme que al llegar al final de la escalera, me enfrentaría a esos hombres y además, ocupada en no perder el paso.
Ahora que lo mencionas, a lo mejor Luis me quería explicar a Hegel, para que yo entendiera lo de la cadencia y yo... en la babia.
No, ni de Abril ni de Luis volví a saber tras salir de la Universidad (ella iba dos años más adelantada que nosotros).
Un abrazo
jaja y ya que dices guarrradas .. creo que también hay niveles.
Justo ayer lo platicaba con un blogger hombre leyendo a otras personas... las guarradas se desbordan tan pesadamente en ciertas cosas que ni ir a buscarlas ya por morbo
que cosa. Abril.. si es medio dulce...
o muy dulce
ya me amelcoché.
je
Mi querida Marichuy:
más que caminar, volabas, a lo Girondo. ¿Quién puede resistirse a una mujer así? No sucumbiste al vértigo a lo Kundera.
Un abrazo paraterrenal.
Por cierto, la terminal poniente es también terminal de mis deseos rotos. Ah, hubiera querido precipitarme en la escalera, o quizá terminar despachurrada en el crucero peatonal... pero es mejor desaparecer en la paz de la casa, con los olores de toda una vida para recordarlos mejor en la muerte.
Saludos melancólicos.
Jolie
Pues como no sea en la subida de tono, para mi, que soy tan "delicadita", je, las guarradas son guarradas, punto. Pero tienes razón en que ahora, la blogósfera prohíja su libre circulación, en un pésimo homenaje al "laisser faire, laisser paser."
Besos
Querida Aurore
No sé si volaba a lo Girondo, pero te juro que ni el piso de los escalones sentía. Ay corazón, cuál irresistible? Si por dentro, me sentía entre fúrica y aterrada. Pero creo que lo disimulé bien.
Un abrazo volador
Aurore
Auch, me impresionó tu segundo comentario. No sabes cuánto, quizá más por la forma de plantearlo.
Me atrevo a decirte que ese lugar, querida mía, me parece de lo más anodino para terminar con una vida. Sobre todo, con la de alguien a quien, por lo poco que deja ver, percibo dueña de un espíritu exquisito y demasiado sensible. Alguien así, merece la paz del hogar... para el final de su escapada.
Un abrazo entrañable y sincero
Quizás una invocación más sutil que primitiva no convertiría ese andar en imán de las miradas. Más que cadencia, es (cuando sucede) reclamo: ese que todos los hombres (ociosos, ayunantes o simplemente alertas) reciben cuando pasa una mujer. Lo que hagan después de ese reclamo puede ser tan simple como un silbido, o tan insistente como un recuerdo. Pero siempre es señal de que ambos, hombre y mujer, están vivos.
Hay escenas muy parecidas. Una fotografía muy famosa. Ella camina como suspendida y viendo al frente, cruza la calle. Ellos, todos, la miran escrutadoramente. Es en algún lugar de Italia, me parece.
Faltó cerca de esa escalera un fotografo.
Que tengas una excelente semana.
Mi querida marichuy!!
Qué nervios, no sé, como sobreviviste a eso, yo en tu lugar, ni hablar de tacos. No los he usado. Sumado a eso, soy muy torpe, de seguro habría resbalado, pasando la peor vergüenza de mi vida.
El caminar de cierta forma, da segurida. Mis pasos son lentos, y siempre los acompaño con música en mis oídos. Así me evito oír cosas desagradables. Eso mentados piropos, horribles!!
De verdad te admiro...
Que tengas una excelente semana.
Un abrazo, a la distancia.
Hola Marichuy! como recuerdo con esto a mi abuelita materna... de niñas nos obligaba a caminar con libros en la cabeza y un pedazo de tela adhesiva pegado en el cuello ... en la parte de atras... como tu dices Auuch!
pobre abue! si me viera actualmente... tacones nunca jamás, falda menos...
pero el caminar con cadencia actualmente te puede originar una lamentable caida... con lo mal que estan nuestras banquetas y esos hoyos que nacen de un dia para otro en lugares donde antes no había.... necesariamente te obligan a mirar por donde caminas... más que caminar con cadencia tienes que andar con cuidado...
un último comentario, habrá hombres que te atraen por su forma de andar?
Perdon...
abrazos y que tengas un excelente inicio de semana
=D
-- marichuy, recorde como en la misma fac de polacas Teresa partia plaza, vestida de rojo y con unos tacones que mecian lo que solo dios le dio a pocas, duenia de todas las miradas sonreia con unos ojos realmente claros y puros, hasta que un dia no se volvio a presentar a clases, el chisme era que la chava mas fea de la fac se la habia ligado en una noche de farra y ella contrariada no se volvio a parar en la escuela, se fue al sistema abierto y un fin de semana me la encontre en los pasillos, como es que te ligo?, le pregunte al grano, no se, me dijo, solo recuerdo que me decia que estaba loca por mi, ya no tenia esa mirada pura, pero seguia teniendo su andar cadencioso
En las Facultades proliferan las aprendices de Paris Hilton, pero a éstas siempre les faltará el candor que desbordan chicas como Abril. Una gracia que atrae las miradas de una manera natural (como para tema de programa de Discovery Channel).
En cuanto a tu largo y sinuoso camino en la Terminal de Autobuses, pues fuiste testiga de la concepción sensual, de candor, de cachondería de aquellos aproximademente 100 hombres que te encontraste. En lo personal me chocan esas diatribas femenistoides que meten a los hombres en un mismo cajón: que todos son unos gañanes que cuando ver a una mujer se la comen con la mirada... Si y no. Hay maneras, formas, estilos. Vamos, hay toda una Fenomenología de la Atracción Visual.
Saludos!
PD. Bonita sandalia / Pensé que eras de Filosofía, pero por los datos que diste de la Facultad, creo que eres de Políticas, cierto?
Y hablando de chicas que cruzan por explanadas de Facultades, llegaste a presenciar los bramidos/aullidos/jadeos que suelen brotar por Ingeniería o Química cuando una beldad suele hacerlo?
Una compañera dice que si una mujer está con la autoestima baja lo mejor que puede hacer es pasar por todas las obras en construcción habidas y por haber de la ciudad, te asegura éxito rotundo sin tener que desembolsillar ningún kopek a psicólogo argentino con constestador automáticos. Sin embargo lo suyo no fue voluntario y debe de haber escuchado los versos más nutridos esa matina, por cierto, la falda era larga? sino peor.
Tiene toda la razón cuando habla de la cadencia, esencial para caminar, hablar, poetizar, amar, elucubrar,,,,
saludos
>:o
(agrega un silbido)
No sé qué es cadencia, he de buscarlo en el diccionario o preguntarle a Andreu. Caminaba como venada? como la de "El Amor en los tiempos de Cólera"?
Tienes los datos de Luis? Le das los míos?
Tengo una amiga, finesa, alta (tanto o más que Jens), rubia, como una cerveza Superior, o como una Barbi. Andreu decía que "parece una mantis", le coqueteó una vez (sin respuesta).
Íbamos los tres: Jens, ella y yo, en una tarde soleada en Altona, era su última semana antes de regresar a Helsinki. Un trío irregular, nosotros; y todos, hasta las chicas heterosexuales, interrumpían sus charlas en las mesitas de los cafés callejeros de Altona para mirarla.
Ivanius
Creo, a riesgo de estarte maliterpretando, que a veces dicho reclamo -el masculino- no es muy bien entendido por nosotras. Si te silba uno o dos, pas de probleme; pero si son como 100, júrote que lo último que te sientes es viva, je.
Pero tienes razón, tampoco es para traumarse.
Elonai
Si no me estoy confundiendo, la foto que dices se llama "Partiendo plaza" y como su nombre lo indica, se ubica en una plaza... de Roma.
Faltó un fotógrafo? Nooo¡¡
Saludos y gracias
Saqysay
Querida, fue como dices: mero instinto de supervivencia. Me preocupaba no caerme y no darles más motivos a esos hombres.
Normalmente camino de prisa; pero de vez en cuando, lo hago gozando cada paso... en ciertos lugares y a determinadas horas; las ciudades se han vuelto agresivas y un atentado contra la cadencia.
Un beso
Ana
¿De casualidad no te ponían el "Pequeño Larousse"? Creo que todas nuestras abuelas se parecen.
Tienes razón, como si la agresividad de las grandes ciudades no fuera suficiente, el asfalto... es otro obstáculo para el andar cadencioso.
Aunque siempre he asociado el andar cadenciosos, a lo femenino, una vez casi me tuerzo el cuello por voltear a ver a un hombre que caminaba como un Dios¡¡
Abrazos
Jota-pe
Wow¡ Tu historia de Teresa, la chica de rojo, me gustó para un mini relato.
Así pasa querido, a veces lo más codiciado... se lo lleva el menos esperado y los hombres en babia.
Abrazos
Blogger pechocho
Ja, a las "señoritas pasarela", las bautizaron así... unos chavos medio existencialistas.
Ay qué bonito se lee así "mi largo y sinuoso camino a la terminal Poniente." Cuando llegué a Toluca y le conté al amigo que me había citado, creo que se carcajeó media hora y al final confesó: "Ay Chuyita, discúlpame, se me olvidó que los lunes llegan estos hombres en busca de trabajo; te juro que se me olvidó". Yo, por supuesto que no le creí.
Me tocó con los de Ingeniería. Cuando estaba en el CELE, un final de semestre, Dominique -mi maestra de francés- se inventó una especie de comedia musical como trabajo de fin de curso y como quería público, nos mandó a invitar a los chavos de Ingeniería... son bravos¡¡¡ (aunque me dicen que ya están más civilizados, je... pues en los años 70's literalmente parecían bestias en celo).
Saludos
Hola, marichuy!
Es la foto de tu pie???
Mariano
Jajá, veo que es internacional. Lo mismo decía mi maestro de historia en el bachillerato; cuando alguna compañera llegaba llorando, a causa de alguna guarrada albañilesca, el profesor le decía: "Mi prima Josefa, cuando quiere levantarse la moral, se va a pasear por una zona de construcción".
Falda corta, Mariano; no me la recuerde, je.
La cadencia va con todo: la música, el baile y la poesía, desde luego.
Saludos
G. Neidisch
en general todas las definiciones son muy técnicas. Según la RAE:
"la proporcionada y grata distribución o combinación de los acentos y de los cortes o pausas, en la prosa o en el verso". Aplícale eso al andar.
Jajá, no tengo los datos de Luis. Qué... ¿quieres que te explique "La fenomenología del espíritu"?
Ever
No; no es mi pie.
Saludos
Claritito me imaginé el silbidito de "Adios Cuñado"! Jaja!!
Marichuy:
No sé por qué pero imagino que caminas candensiosamente...
Ayer, sentada en una plaza, mirando caminar a la gente, quise contar los caminares candensiosos y: ni uno... más bien eran parsimoniosos como de güeva. Tal vez el calor de estas tierras sea lo que cause tales andares...
Un abrazo.
Ay, perdón, es cadenciosamente.
Cadenciosos.
Besos
Yo no sé caminar con cadencia... a pesar de que también fui sometida a la cargadera de libros en la cabeza mientras caminaba por una línea imaginaria... nunca lo logré... soy "descuachalangada" por naturaleza...
Yo sí habría azotado y rodado por los 50 escalones cual avalancha... no soy fan de las miradas masculinas.... me ponen muy nerviosa... jajajaja
Besos
Excelente crónica y creo que de haber estado ahí, hubieran sido 101 hombres los que acompañarían con su música de viento su cadencioso peregrinar...
SAlu2
Ayy Marichuy!!!
Siempre generando choques eléctricos!!!
Ese pie es tuyo?
Saluditos con abrazo!!
Kix
Como diría Jairo Calixto Albarrán, más bien como silbido de chalán de vulcanizadora: "merezco", jajá.
Coro
Creo que antes si caminaba un poco así; pero últimamente, siento que he perdido el toque... para tantas cosas, querida... para tantas...
No te preocupes,
Besos
Aldergut
Ups, gracias por el piropo, je.
Saludos
Mi Workahólika
Creo que todas cargamos el "Pequeño Larousse", sobre nuestras testas, en un vano intento de nuestras madres o abuelas por hacer de nosotras: unas "señoritas bien femeninas", jajá.
O sea que caminas como Chencha (María Félix dixit)?
Besos
Mad Scientist
Jajá, cuáles choques eléctricos, tú?
No, no es mi pie,
Abrazos
A ver, a poco no, verdad que: ¿todos queremos a Marichuy?
Querida Mari:
Esa es tu patica de pollo? Que lindaaaaaaaaa!
ups!...creo que no!
Yo te veo caminando ronroneante, como una gatica melosa... así como rondas por los tejados de la blogosfera en las noches de lunas grandes o pequeñas, en la noche de estrellas y sin ellas, en la noche fria o cálida... Esas noches asentuan tu candente andar!
Ahora con creses desentrañas los secretos y resquicios de la cadencia, desde la introspectiva de una flamante escritora con corazón de pollo, alma de pavo real, y delicadeza de Flamenco.
Un abrazo Mari
ahhhhhh
Querido Mad Scientist: Clarooooooooo todos la amamos, pero yo más! y punto!
Lei alguna vez sobre la teoria fisica de las cuerdas, hermosa y sencilla, que cuenta -segun entendi- que unas pequeñitas cuerdas son la base del todo... y lo unico que hacen estas cuerdas es vibrar, pero no a lo loco, sino con un ritmo preciso, una cadencia determinada. A partir de esa cadencia se forma el universo...
La cadencia de unas caderas femeninas no deben tener menor poder, puedo apostarlo!
Besos, Marichuy!
Querida:
En lugar de caminar con cadencia, yo habría salido corriendo. Es lo bueno que no uso tacones. ;)
Un beso
Un día cuando era yo muy joven me dijo mi madre al verme atravesar por un pasillo de la casa "caminas como si lo tuvieras todo"
evidentemente no tenía todo, pero su comentario me hizo darme cuenta de lo importante que era caminar de cierta forma para moverse en el mundo
con el tiempo supe que mi andar era gustoso pero también algo estudiado, entendí que era mi forma de dominar mi timidez desde un principio y no darle oportunidad de aparecer a medio camino
poca gente camina bien... creo que tiene mucho que ver con gustarse a sí mismo.
Besos.
Mad Scientist
Cuándo nos vamos a Varsovia?
Abrazos
Pelusa
El origen del concepto cadencia, debe ser matemático o físico; quizá por eso la primera definición que uno encuentra, es la referida a la composición musical.
Es muy posible que ganaras tu apuesta, en cuanto al poder de unas caderas femeninas.
Un beso
Potter
¿Platica de Pollo? No sé; pero creo que no; esas son más cursis... en realidad, mucho más.
Me gustan las noches de luna, porque yo, como el hombre lobo, me transformo, je. Cuál alma de pavo-real, apenas corazón de pollo. Qué más quisiera yo que desentrañar algún secreto, mi rey... cualquiera... pero no; no se me da..
Yo también te quiero.
Besos
Strika
Querida, justo lo único que no podía hacer... era correr.
Un beso
Mau
En otras palabras, lo que tu mamá te estaba diciendo era que: "caminabas como un Dios." Y eso, no cualquiera.
Me parece que cuando ese andar es estudiado, pierde su verdadero encanto y hasta poder de seducción; estos nacen de la naturalidad y ningún afectado modismo los puede sustituir.
Y sí, algo debe tener que ver con gustarse a si mismo; como decía Mara.
Besos
la=proxima=vez=toma=un=chimeco=ETN=
transporte=fresa
esa=pata=es=de=jolie
lástima...
aunque de seguro tenés pies más lindos que esos...
escribes como una camaleona, marichuy, vas del enojo a la militancia, o de la ironía a la sensualidad, como este caso.
abril tiene pasos, como todo el mundo, pero la narradora tiene voz, y con su voz está creando abriles.
soy conciente de pifio los piropos.
saludos
Hola Marichuy: yo misma tengo una cancion que me canto cuando me quiero mover bien en un momento determinado y con eso sonando en mi cabeza, salvo muchas situaciones, como la que has descrito. Besitos.
Lo cierto es que los no-sé-qués más atractivos de la vida tienen explicaciones bastante prosaicas y poco enigmáticas. Empezando por el amor y sus reacciones bioquímicas de fondo. Lo importante es no hacerles caso, como hiceste con aquellos hombres, y seguir adelante, para sobrevivir anímica y sentimentalmente. Sin esos secretos, ¿qué nos quedaría por aprender y curiosear en la vida?
Pero confieso, confieso como hombre, que al leer línea tras línea ese andar contoneante de tus palabras, me entran ganas de silbar. Trato de contenerme, pero a veces caigo en la tentación ;)
Un abrazo.
Ja, ja no recuerdo mucho mi paso por la Universidad, no recuerdo porqué no fue especialmente algo que me gustará, pero recuerdo la clásica Abril, moviéndose cadenciosamente por todo el pasillo, y llegar tarde a clases, no muy bonita, pero eso si muy cadenciosa, y muy apretados los pantalones, en una época que yo ni me pintaba, y me vestía más bien un poco jeans con blusas de tianguis, y llegaba la reina, tarde a clases, mutis por parte de todos, hasta del maestro en turno, esa Abril sabedora de las miradas de los hombres, se mecía mas, y no se sentaba rápido, llevaba su ritmo, paso a paso, ella tenía su ritmo, 10 años después en una de las pocas reuniones que fui de mi generación, llego la cadencia, siempre tarde pero llego con 20 kilos de más…y yo seguía siendo casi la misma, tal vez un poco más arreglada pero sorpresivamente esa Abril se sentó a mi lado y me dijo aquí me tienes 20 kilos después y tu sigues igual, caray cómo le haces…ji, ji Querida me di cuenta que esta mujer que pasaba por la vida cadenciosamente se fijo en mi toda la universidad, tal vez mi cadencia no fuera tan sexi, pero la tenía, creo que todas las mujeres la tenemos aún con tenis, no importan los tacones, solo es saber que esta ahí, y bueno lo de los chiflidos ni como evitarlos a veces o a veces son bien recibidos o ¿No? Cuando te sientes rodeada de albañiles chiflando da miedo, pero si ves a uno que te dice: Ora que sean los reyes le pido una muñeca como tu...
Abrazos cadenciosos.
Chilly
Sorpresa¡ Ya te extrañábamos por aquí.
El ETN es más caro y lento, pero era el que salía más pronto. Nunca he viajado en un Chimeco
No sé de quien es el pie, querido
Ever
Yo los tengo más chiquitos, je.
Bueno no sé si camaleónica, pero escribo al son de mi cabecita... que, como habrás notado, nos es muy sensata que digamos.
Gracias a vos
Saludos
Waiting
Querida, tú no necesitas silbarte ninguna canción para ser cadenciosa; lo sé.
Besitos
Fernando
Las reacciones bioquímicas son fundamentales. En el caso de Abril, fue eso y no el amor, desde luego.
Tienes toda la razón, uno no hace caso a ciertas voces, críticas o silbidos, más por instinto de supervivencia que por otra cosa. Al menos, así fue aquella mañana.
No se contenga escritor, no se contenga, jajá
Un abrazo
Dilbertina
Querida, mi paso por le Preparatoria y la Universidad, es algo que no olvido. Fui feliz y aprendí mucho; no tanto en conocimientos científicos, como de la vida.
Bueno, también me ha tocado escuchar piropos lindos. Los italianos tienen mucho encanto para eso, te chulean los ojos o la sonrisa; pero acá... escuchas cada guarrada.
Abrazos iguales
La mujer esta mecanicamente diseñada para caminar asi, sin tener que pensarlo...ni desearlo
OH que maravilla
Besos ritmicos
A.
Querida A
Es la anatomía, la estructura ósea, pero también esa "otra cosita", como dice la Bamba; la música del alma, quizá. "Ese no sé qué"... que infortunadamente, no todas tenemos.
Besos cadenciosos
Mi Marichuy hermosa, tenias razón, la foto de la Jornada es lo mejor del día. Ya la puse!
tu paso de abril termino llamando la atencion de cualquier modo.. aunque no de la manera en que querias, supongo... Que dificil es ese andar en el democratico transporte y en tacones... de verdad una hazan~a que ni la mismisima Abril hubiera superado con tanto glamour, te lo apuesto.
Espero te haya ido bien en tu entrevista de trabajo =0D
saluditos!!
Lo curioso es que las mujeres "cadenciosas" a veces ni siquiera saben que lo son... Ahí arriba esta la prueba.
¿Tu también andas de "gonzo" como yo? ¿Con chanclas y todo? Jajaja
Sonia
Si eh? El andar, cadencioso o tipo "chencha", en el democrático transporte público es una cosa harto complicada.
La entrevista de aquella mañana fue muy buena, creo.
Un beso
Abraxas
Nooooo, yo no camino como chencha, ni como gonzo y además, odioooo andar en chanclas.
es que hay mujeres que su andar absorbe y embriaga los sentidos, a veces ese devaneo provoca sin intencion(quizas) suspiros y pasiones eso que ni que.
saludos marichuy desde san pancho california, bonito tu blog.
Payaxo
Es cierto, a veces no es la intención provocar esas reacciones.
Saludos hasta San Pancho California y gracias por su visita.
Mi queridísima Marichuy, con tu andar cadencioso y sabiendo qué deliciosas son tus letras, yo no solo te hubiera silvado...
Y también me pregunto lo del Sr. Potter, esa es tu foto?
Bueno, espero poderte encontrar un día de estos taconeando por una escalera empinada de un metro... Prometo no silvarte sino contemplarte calladamente...
Un abrazo!
Querido Gustavo
Eres un encanto.
Sabes?, me temo, que esos trabajadores en busca de empleo, no silbarían por mis letras, je.
No, no es mi pie.
Un abrazo
Muy bueno, es como pasar por la fac de ingenieria jajajaja
Recuerdo en un casting, como el evaluador me regaño y me mostró como debía de caminar con cadencia, haciendo él mismo los pasos, nada mal jajajaja.
Pensé soy basquetbolista, dificilmente me sentiré cómoda sobre unos taconsotes jajajaja
Cuentos bajo
Jajá, esos ingenieros... son tremendos.
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