Dicen que en cierto grado los miedos son positivos, pues funcionan como mecanismo de protección, una reacción que nos permite adaptarnos a un medio ambiente desconocido y hostil.
No podría recordar con exactitud la primera vez que sentí miedo, pero debió ser en la infancia al escuchar alguna de las historias de aparecidos y brujerías que solía contar mi abuela. Seguro que mi primer miedo fue uno relacionado con esas “historias de espantos” y es que a los 6, 8 años esas historias causan casi tanto miedo, como una fascinación casi adictiva. Lo que ya no resulta tan fascinante ni funcional, es que crecemos con miedos, se nos inculcan miedos, nos enseñan a sentirlos, nos los imponen -temor a Dios dictan la religión católica, los sacerdotes y hasta nuestros padres. Miedos hay de todos tamaños e índoles; y se les analiza y clasifica desde el enfoque neurológico, bioquímico, psicológico, sociológico, histórico, cultural, de género y más... buscando explicar eso que casi todos hemos experimentado en alguna ocasión; explicarlos, encontrar su origen y procurar su desaparición.
Pero sucede que a medida que vamos creciendo, aprendiendo y “madurando” adquirimos otros miedos más complejos –no incluyo fobias a las alturas, oscuridad y demás, porque nunca las he sentido y no podría opinar. Los míos han sido variopintos: desde el típico miedo adolescente a decepcionar a mis padres por no ser la hija modelo que hubieran deseado, o a mi abuela por estar muy lejos de ser una nieta modosita, socialmente conveniente e incapaz de soltar “palabrotas”. A algún novio, por miedo a perderlo no dije lo que me molestaba [me duró poco ese miedo, merced al consejo de una amiga bastante mayor y experta en descalabros amorosos - “mira Chuyita si un hombre ha de irse, lo hará con o sin resguardos de tu parte”-, y a esta boquita que no sabe quedarse calladita… santo remedio y adiós miedo... y novio]
El miedo a lastimar a los demás; el miedo a ser lastimados -¿habrá quien nunca lo haya sentido?-, es terrible, porque para prevenirlo generalmente nos recubrirnos de una coraza infranqueable, nos damos al desapego; y aunque generalmente funciona, se corre el riesgo de volverse esquivo, huraño, de acallar la espontaneidad y suprimir el libre fluido de las emociones; volverse un autómata en perfecto control. Y otro, dejar de ser uno mismo por miedo a no “encajar” en un grupo social, volviéndose un ser amorfo e impostado. Y quizá el más generalizado sea el miedo a la soledad y al desamor; que es tanto como el miedo a amar: Miedo al rechazo y al abandono; a ser olvidados y... a olvidar.
Hay tantos miedos; conocidos y desconocidos; y si no los teníamos o no los conocíamos, o para nosotros ni existían, acabamos creándolos... Y de no superarlos o aprender a manejarlos, esos miedos acaban convirtiéndose en un lastre que dificulta e impide crecer, conocer, amar, ser. Y está la otra cara: buscando una salvaguarda, la coraza protectora que nos recubra termine aprisionándonos y cual Edmundo Dantes, condenándonos al encierro en un moderno Castillo de IF, ya no a causa de la injusticia y mezquindad social, como al héroe de Dumas, sino a causa de nuestro miedo a enfrentar los miedos. Y claro que lo deseable sería perder el miedo y decidirse a escapar, sin importar que el escape implique aventurarse a un mar picado como Dantés, a lo desconocido en nuestro caso, aún si contar con un abate Faria ni con el incentivo de un gran tesoro. Creo que es preferible, con el plus de que se aprende mucho más tomando riesgos, que en la comodidad de un “Castillo protector”.
No podría recordar con exactitud la primera vez que sentí miedo, pero debió ser en la infancia al escuchar alguna de las historias de aparecidos y brujerías que solía contar mi abuela. Seguro que mi primer miedo fue uno relacionado con esas “historias de espantos” y es que a los 6, 8 años esas historias causan casi tanto miedo, como una fascinación casi adictiva. Lo que ya no resulta tan fascinante ni funcional, es que crecemos con miedos, se nos inculcan miedos, nos enseñan a sentirlos, nos los imponen -temor a Dios dictan la religión católica, los sacerdotes y hasta nuestros padres. Miedos hay de todos tamaños e índoles; y se les analiza y clasifica desde el enfoque neurológico, bioquímico, psicológico, sociológico, histórico, cultural, de género y más... buscando explicar eso que casi todos hemos experimentado en alguna ocasión; explicarlos, encontrar su origen y procurar su desaparición.
Pero sucede que a medida que vamos creciendo, aprendiendo y “madurando” adquirimos otros miedos más complejos –no incluyo fobias a las alturas, oscuridad y demás, porque nunca las he sentido y no podría opinar. Los míos han sido variopintos: desde el típico miedo adolescente a decepcionar a mis padres por no ser la hija modelo que hubieran deseado, o a mi abuela por estar muy lejos de ser una nieta modosita, socialmente conveniente e incapaz de soltar “palabrotas”. A algún novio, por miedo a perderlo no dije lo que me molestaba [me duró poco ese miedo, merced al consejo de una amiga bastante mayor y experta en descalabros amorosos - “mira Chuyita si un hombre ha de irse, lo hará con o sin resguardos de tu parte”-, y a esta boquita que no sabe quedarse calladita… santo remedio y adiós miedo... y novio]
El miedo a lastimar a los demás; el miedo a ser lastimados -¿habrá quien nunca lo haya sentido?-, es terrible, porque para prevenirlo generalmente nos recubrirnos de una coraza infranqueable, nos damos al desapego; y aunque generalmente funciona, se corre el riesgo de volverse esquivo, huraño, de acallar la espontaneidad y suprimir el libre fluido de las emociones; volverse un autómata en perfecto control. Y otro, dejar de ser uno mismo por miedo a no “encajar” en un grupo social, volviéndose un ser amorfo e impostado. Y quizá el más generalizado sea el miedo a la soledad y al desamor; que es tanto como el miedo a amar: Miedo al rechazo y al abandono; a ser olvidados y... a olvidar.
Hay tantos miedos; conocidos y desconocidos; y si no los teníamos o no los conocíamos, o para nosotros ni existían, acabamos creándolos... Y de no superarlos o aprender a manejarlos, esos miedos acaban convirtiéndose en un lastre que dificulta e impide crecer, conocer, amar, ser. Y está la otra cara: buscando una salvaguarda, la coraza protectora que nos recubra termine aprisionándonos y cual Edmundo Dantes, condenándonos al encierro en un moderno Castillo de IF, ya no a causa de la injusticia y mezquindad social, como al héroe de Dumas, sino a causa de nuestro miedo a enfrentar los miedos. Y claro que lo deseable sería perder el miedo y decidirse a escapar, sin importar que el escape implique aventurarse a un mar picado como Dantés, a lo desconocido en nuestro caso, aún si contar con un abate Faria ni con el incentivo de un gran tesoro. Creo que es preferible, con el plus de que se aprende mucho más tomando riesgos, que en la comodidad de un “Castillo protector”.
Pero una cosa es decir y otra, muy distinta, decidirse y hacerlo… sin miedo.
50 comentarios:
Marichuy
El miedo, medo en portugues.
Lenine tiene una cancion del miedo que a Jorge le gusta cantar y que tiene un coro: "miedo, que da miedo del miedo que da".
Muy buen post, bien escrito querida.
Otra vez dia de lluvia, campo y lodo, saludos
Ana
Quizá miedo a sentir miedo; miedo a lo desconocido. Mencionas lluvias y recuerdo que de niña, sentía miedo no a la lluvia, pero si las tormentas eléctricas, cuando se iba la luz y yo estaba sola en casa de mi abuela.
No conozco la canción, la buscaré
Un beso
el miedo es un estigma que me colgo mi madre desde chica... a veces se que eso no es la verdad pero me incomoda cuando eso me hace sentir insegura... he ido creciendo y hay miedos que ahora me dan tanta gracia y que los tenia... otros se han ido acrecentando paradojicamente en proporcion a mi edad.
hay miedos de tantos colres y tantos sabores pero afortunadamente no los clasifico en una bitacora...
antes tenia miedo a dfecir lo que siento antes me dio miedo perder a alguien a causa de ello
el miedo es un riesgo que hay que afrontar.
Jolie
Es triste, pero los padres suelen inculcarnos ciertos miedos, tabúes.
Unos miedos los perdemos conforme crecemos; otros se acrecientan con la edad. Será porque con la edad también se acrecienta la inseguridad, esa que de adolescente no tenías; digo a esa edad, todos nos hemos querido comer el mundo a puños no? además de querer cambiarlo...
Como Edmundo Dantés, quizá habrá que escapar, aventarnos al mar, aunque esté picado y reinventarnos -al menos en parte-, para dejar atrás "la prisión" de los miedos.
Un beso
Para mí la medida de la valentía la da el miedo. Cuanto más miedo sentimos, más nos atenaza; y si somos capaces de actuar así tengamos tanto miedo, es porque somos valientes. Los otros, los que no sienten miedo jamás (si es que existen) son inconcientes.
Marcelo
Eso dicen, que si nunca has sentido miedo, es que nunca has intentado nada, nuca te has arriesgado por nada ni por nadie. También, que el miedo puede crear cierta adrenalina que te empuja a sobrevivir y seguir. Distintos enfoques, claro.
Saludos
Hola Marichuy,solo dejo una señal, un saludo, algo que testifique que te sigo, me gusta el enfoque, la música, en fin... todo, un abrazo.:)
Luis Eduardo
Gracias por dejar tu señal y por tus palabras
Saludos
Fijate COMADRE, es bien raro, a pesar que me la paso protegiendome de todo (mi cautela por la vida es prueba de ello), de manera conciente mi único miedo rela identificado es el futuro, , la incertidumbre de lo que viene, que es muy predecible por supuesto, pero me aterra.
No veo más.
Hablando de miedo y por estar en tu blog cinéfilo (y aunque me van a destrozar todos ustedes críticos de Cannes...) Pero a la película que mas miedo me ha dado es "The Blair Witch Project"... Tanto que todavía le tengo miedo a las brujas y sus aquelarres Jajaja.
pues el proyecto de la bruja de blair fue una gran decepción para mí
sin haberla visto, tuve la osadía de recomendarla a algunos conocidos (ya despues la ví)
y ya después cuando me encontraba a quienes se las había recomendado (y que también la habían ido a ver), me refrescaban la mauser, jaja
sin miedo a la vida, me gustó mucho. yo en lo personal tengo "con miedo a la vida"
Hola Marichuy!
La cultura del miedo es la que constantemente usa el gobierno (sobre todo el gringo) para tener el control sobre la gente y el favor en la opinion publica, de ahi que cualquier persona con pinta arabe ya es tachada de terrorista, cuando hay miedo es mas sencillo dominar y esta practica viene desde la santa inquisición, que es santa solo por nombre.
Saludos!
Algo así sucede en mi vida en estos momentos, y mi máxima es vencer el miedo, no tener miedo a arriesgarse y lograr que todos los que me rodean tampoco lo tengan, es difícil salir de ese castillo protector, pero una vez que lo haces, ya no hay vuelta atrás y eres más libre porque el miedo te hace preso, el no temer te hace libre.
Besos para ti mi Marichuy. A lo único que temo en esta vida es a perder mi capacidad de sorprenderme y ver cosas buenas siempre.
.........
El miedo es un obstáculo. En el transcurso de nuestra vida tenemos que ir cortando cabezas (obstáculos), barbechando de a poco lo que nuestros padres, abuelos, Tíos etc sembraron. Hay quien nunca lo logra.
Marichuy, existen otros miedos que son sembrados con la acción; ¿Alguna vez has experimentado un miedo que te hiela las ideas, que te arde por debajo de las uñas, que te perfora cada víscera interna? Yo sip.....ese día quise morir, desaparecer.... en un instante me despersonalice (como mecanismo de defensa) en las manos de alguien fui solo una muñeca de trapo. Cuando volví a ser yo, otra vez apareció el miedo, me devoraba y me miraba desafiante, entonces inconscientemente todo mi cuerpo temblaba, los latidos de mi corazón llegaban a un límite peligroso.
Tuvieron que pasar meses para que lograra salir a la calle sola, para mirar un bigote sin el terror asociado, meses para volver a vivir. Esa clase de miedos también se pueden superar, aunque sabes? día a día me encuentro con alguna ceniza (de ese día) que se quedo tirada, entonces de acuerdo a lo pegada y percudida, la limpio con jabón, la barro, o simplemente le soplo.
El miedo amputa la experiencia.
Mafalda
Champy
Miedo a la incertidumbre? Ese todos lo hemos sentido, sobre todo en los últimos tiempos, y más allá de nuestro entorno personal, creo que ese es un miedo globalizado.
Besitos sin miedos
Abraxas
Para que acabes de pensar que soy una snob, ni siquiera vi esa película y mira que la pasan seguido en la TV, pero francamente nunca se me ha antojado. Sería incapaz de criticarte y menos por algo que no he visto.
Mi top en miedo fílmico -¿y otro punto para mi snobismo, jaja?- es "Les diaboliques" (1955, de Henri-Georges Clouzot), ese terror me parece preciso y conciso, sin ningún atenuante.
Aquí no hay críticos de Cannes ni de ningún sitio, mi estimado Diablito, apenas una humilde criticona amante del cine.
Saludos
Koalbiter
Ese miedo que inculcan los gobiernos y que como bien dices quizá tenga su origen en la Santa Inquisición, es usado, no exclusivamente pero si con más enjundia, por los gobiernos fascistoides… disfrazados de demócratas (aquí en México la ultraderecha nos ha regalado varios spot's memorables, que homenajean y nada tienen que pedir... a Hitler).
Se controla (o se intenta) mediante el meido… ahora como en tiempos de la Santa Inquisición. Y ya lo dijiste, que de Santa... solo el nombre… y más dina de tenerle, no miedo, sino PAVOR.
Saludos cordiales,
Mafalda
No querida, creo que nunca he experiementado ese miedo que mencionas, así de de feroz. He sentido si, el miedo que provocan las acciones de otros, pero no a ese grado. Lamento mucho que tu si lo hayas padecido. Y me declaro incapaz para decirte algo coherente al respecto. Creo que mejor guardo silencio y me quedo casi igual que al leerte: muda.
Un abrazo
Yo tengo miedo a mis estados de animo... bueno a sentirme triste o deprimida...ah y a recibir mis Estados de Cuenta.
........................
Fijate que de esas historias de miedo que cuentas... podrás creer que me he vuelto la atracción de mis sobrinos en las reuniones familiares en el rancho de mis papas....
Sentados los pequeños y yo en la noche alrededor de una fogata y comiendo bombones quemados me piden que relate historias, las mismas que me contaba una tia abuela cuando era pequeña.. de lloronas, charros negros, aparecidos de panteón y brujas.....
son unos pequeños abusivos que no me dejan en paz...creo que soy su mayor diversión en esa casa.
Es una paradoja pues yo ni de chiste veo peliculas de terror.
Besos ora si me extendí
jaja entre brujas me vea. yo estoy huyendo de uno bien jodido... lo siento pero el cree que yo le tengo miedo pero para nada... con tod respeto marichuy pero ese jodido es mas hijo de la chingada que el que se aparece aqui... porque hay unos bloggers que me quieren amedrentar yo que les hice? siguen jorobando mi marichuy y ahora no tengo miedo de ventilar que ese esta muy lleno de si mismo, que solo se siente importante posteando pero no tiene huevitos ni pantalones. se llama Jhon Brando todo lo que diga sera al reves...
total asi le hacia cuando yo era niña con mis miedos... ahora si ya me proyecte. sigo siendo una niña
sorry pero bruja?
nada mas la de blair.
De acuerdo...
hay=que=tenerle=miedo=al=miedo=factor=
de=autocensura=humana=desarrollo=
incompleto
no seas zacatona, marichuy, jeje
la bruja de blair es un bodrio. te apuesto lo que quieras, ja
Waiting
No tengas miedo, dudo que pierdas esa increíble capacidad que tienes para sorprenderte, así como para encontrar la belleza y cosas buenas, donde otros, a veces, no podemos ver nada
Un beso
Jolie
Buuuuueno... a esos sujetos quizá haya que darles una espantada, jeje, para que dejen de estar fastidiando. O tal vez, solo debamos ignorarlos; creo que la indiferencia es mucho más dura
Y no problem, tu aquí puedes venir a quejarte cuanto y cuando quieras, todos sea por salvaguardar la salud de tu hígado.
Besito
Adri
A mi los estados de cuenta más que miedo, me producen depresión... solo de ver mi reducido poder adquisitivo en contraste con los crecientes porcentajes de intereses e impuestos.
Esas historias de aparecidos y brujerías son tan comunes en la provincia mexicana y suelen encantarnos en la niñez (aunque yo luego mee escondía bajo las cobijas; es que me las contaban antes de dormir)
Un besito
Exenio
T'a bueno, pero ¿con qué estas de acuerdo?
Saludos
Chilango De Bergerac
Pues si hay que tener miedo de tener miedo y hay que tenerle miedo al miedo.
La autocensura es peor que la censura a secas; y es terrible por ser castrante.
Saludos
En la concepción de "miedo" que has desplegado y, particularmente, en el corolario de tu entrada: "del dicho al hecho..."
:-/
Pez
No le saco, pero si no la he visto no puedo afirmar que es un bodrio -no dudo de tu palabra- pero me parecería medio falso no?
Y mira cero ganas de verla eh? y no porque piense que sea un bodrio -que he visto varios y hasta me han gustado.
Saluditos
Exenio
Es que así es, al menos así lo veo yo: una cosa es el discurso y otra muy distinta llevarlo a cabo.. perdiendo miedos.
Saludos
Y como dice el tango: en el miedo estamos juntos codo a codo...esa angustia sorda...
Ummmmmm... si
es que yo babeaba por Gaspard, siempre y cuando fuera Edward Cullen... pero ni por la petición firmada por miles fue posible que ese francesito tuviera ese rol.
=)
Aparte, más que él, me gusta mucho Manech
En cuanto al post:
"el miedo a ser lastimados -¿habrá quien nunca lo haya sentido?-, es terrible, porque para prevenirlo generalmente nos recubrirnos de una coraza infranqueable, nos damos al desapego; y aunque generalmente funciona, se corre el riesgo de volverse esquivo, huraño, de acallar la espontaneidad y suprimir el libre fluido de las emociones; volverse un autómata en perfecto control"
He ahi el mal que más me aqueja
Besos!
Angeek
A veces esa angustia es menos sorda, creo... pero igual... miedo es.
Saludos
Sabina
En perfecto cotrol, coraza de por medio...?
Algo así imagino.
Un beso
aww marichuy, ke bien te entiendo!!!!! kreeme! extrañaba venir y sabes ke, ya c mas y mas frances jeje
Hola, Marichuy.
El miedo es una cosa rara. Tu no puedes enfrentar la vida con el, pero tampoco puedes vivirla sin el, no es para ponerte limites, pero si para calcular tus pasos, sin el es como vivir al me vale madre, al no me importas, y no me importo. Mas bien el miedo es una montaña a la que todos los días tenemos que superar, nos guste o no, tenemos que enfrentar, por que si no, nos quedaremos a la falda de la montaña imaginando toda la vida que hay detrás de ese miedo. Y seguiremos mintiéndonos a nosotros mismos que no tenemos miedo.
Abrazos y besos miedosos
Manuel
Te creo... que me entiendes... te creo
pronnto ya podrás leer a Baudelaire en su idioma original
Un abrazo
Hugo
Yo, equivocadamente -ahora lo sé- creía que lo único a lo debía tener miedo... era a sentirlo...
hasta que alguien, tiempo ha ya de ello, me dijo: "cuando no seas capaz de sentir miedo ante nada... entonces deberás empezar a preocuparte; no se puede ir por la vida ignorando al miedo, haciendo como que no existe, mucho menos evadiéndolo"
Así que a enfrentarlo, aprender a vivir con él y a saltar de vez en cuando... al mar picado
Un fuerte abrazo y un beso
bruja=blair=churro=hollywoodense=pero=
muchos=mexicanos=se=la=creyeron=chale
Sí, he tenido miedo, en distintas épocas de mi vida. De chiquita, miedo a mis pesadillas. Ahora, miedo a que me pase algo y dejar desamparada a mi niña. Creo que la época en la que tuve menos miedo es en los early twenties, que hacía cosas de manera irresponsable, ahora todo ha cambiado.
mi unico miedo es perder a alguien que amo... ya sabes, jamás se nos ha inculcado ver la muerte como algo natural... y bueno, leí en los comments que a veces aún con miedo hacemos las cosas, coincido con eso!!!
saludos muchos...
el=unico=que=debe=tener=miedo=fecal=va=
acabar=entre=dos=fuegos=el=pueblo=y=sus=
amos=gallegos=como=a=mejia=miramon=
traidores
Chilango
Eso dicen, que le Bruja de Blair es es un bodrio, yo nunca he tenido ganas de verla y no a causa del mido, eh?
Kix
Normales y entendibles, tus miedos; a al menos eso me parece a mí
Saludos
Mati
Creo que el miedo a perder un ser querido, el miedo a enfrentar ese dolor; es también el miedo a la soledad.
Y si, aún con miedo hay que hacer cosas...
Saludos para ti y gracias por tu visita
Chilango
Me temo, que los cretinos, los pagados de si mismos y los inconscientes -acomoda al susodicho donde más te plazca-, ni siquiera sienten esos miedos; o en todo caso, los ocultan/resguardan, tras las "enaguas" castrenses...
y=que=enaguas=las=de=carstens!=
esas=son=crapas=circenses!=jaja!
Chilango
jaja, sipi... lástima que no sea milico... de serlo, imagínate que resguardo...
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