escribir

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva; arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.[Georges Perec]

septiembre 17, 2007

el amante de marguerite

Marguerite:

Qué difícil me es escribirte directamente a ti. Tal vez se deba a que tu, a diferencia de Emma Bovary, no eres un personaje de novela; o quizá me turbe un poco saber que fuiste tantas cosas: novelista, guionista, directora de cine y activista política; que estudiaste lo mismo derecho, que matemáticas y ciencias políticas; que tu vida fue como una novela, o como una película, dura, contradictoria, polémica y sin final feliz. Posiblemente no sea tanto eso lo que me pesa, sino el pensar en tu perenne tristeza, tus soledades; recordar tu alcoholismo, o el cáncer de garganta que finalmente acalló tu pluma a los 82 años. Eso me abruma y me entristece, pues no merecías tanto sufrimiento. Pienso que alguien que se sobrepuso a un devenir tan duro y accidentado como el tuyo y fue capaz de escribir páginas tan bellas, merecía un final mejor. Pero ya lo dijo François Truffaut: las películas no pueden tener siempre un final feliz, simplemente porque la vida no lo tiene.

Por ello Marguerite, he decidido dirigirme a ti a través de El amante, creo que me cohíbe menos escribirle a una adolescente de 15 años, que a la mujer adulta que fuiste después. ¿Sabes? Cuando leí por primera vez tu apasionada historia de amor al lado de aquel hombre chino, me quedé impactada; no podía creer que a tu edad una mujer fuese tan audaz.

A mí, criada en el conservadurismo casi aldeano de las clases medias mexicanas, me resultaba sorprendente que una niña de 15 años pudiera convertirse en amante de un hombre que le doblaba la edad. Más increíble aún, que lo hiciese así, con la mayor naturalidad, sin el sentimiento de culpa y los temores propios de alguien que descubre el sexo por primera vez.

Años más tarde, una segunda lectura hizo que tu historia me gustara más, que me apasionara, aunque también, me dejara una sensación de desconsuelo.

En esa segunda mirada puede percibir con más claridad tu tristeza, tu dolor por saber que tu madre no te quería; debió ser muy duro escucharlo de sus labios; mucho más, sentir día tras día, su frialdad, su lejanía. Quizá por eso y por tu orfandad de padre, es que no tuviste ningún reparo en entregar tu joven cuerpo al hombre chino de 32 años. Pero lo que más me impresionó fue tu afirmación de que a los 18 años habías envejecido. Cuando lo leí me pareció terrible, ¿cómo era posible que una jovencita que ha sido amada de la forma en que el hombre de Fu-Chuen te amó, pudiera sentirse envejecida a esa edad? ¿Qué tanto cargabas Marguerite? Cuánto dolor, desamor y soledad albergabas en tu corazón, en tu alma, en todo tu ser, para sentir que a los 18 ya eras una vieja.

Al principio de esa misiva te decía que tu no eras como Emma Bovary, no obstante debo rectificar un poco, pues tienes un punto en común con ella: con todo y que el hombre de la China del Norte te amó apasionadamente, él también se comportó como un cobarde. Te dejó para casarse con una mujer a quien no amaba; abiertamente admitió ante ti su falta de valor para oponerse a los designios de su padre, a las tradiciones y a los convencionalismos sociales. Tendría que casarse con una mujer que ni siquiera le gustaba, pero que estaba “forrada en oro, diamantes y jade”. Qué duro debió ser escucharlo de sus labios, más doloroso aún, que faltara a la prometida última cita, después de su boda. Imagino tu desolación, allí en el vacío departamento de sus amores esperándolo por horas, hasta el anochecer, para que él nunca se apareciera.

Ahora, voy a hablar brevemente de una tercera mirada a tu novele, ésta, a través del cine. De la película El amante, quiero decirte que contrario a lo que la “crítica especializada” expresó en su momento, a mi me gustó mucho. Tengo la impresión de que esos críticos, por enfatizar el contenido sexual de la película –“drama amoroso, con alto contenido erótico, vivido entre una adolescente francesa y un apuesto comerciante chino, durante los años de la colonización francesa en la Indochina”-, soslayaron aspectos fundamentales de la misma.

Por ejemplo, nadie menciona la violencia familiar en la que vive esa adolescente, ni que su madre admite no amarla, o que su hermano mayor (Pierre) la golpea a ella y a su hermano menor (Paul), a quien ella ama profusamente; tampoco hacen referencia a que esa niña a los 15 años desea ser escritora para cambiar su realidad, para contar su historia de otra forma y así hacer sufrir a Pierre y al mismo tiempo, reivindicar y salvar a Paul. Si de eso no dicen nada, mucho menos parecen haber reparado en los pequeños detalles, en cómo el rostro de la adolescente va reflejando el surgimiento del deseo por ese hombre desconocido; de cómo ella, pese a su eterna tristeza no puede derramar lágrimas, aunque esté llorando; de cómo él la ama hasta el límite de sus fuerzas, pero es incapaz de luchar por ella; de cómo los besos que el amante le da en el cuerpo le consuelan el alma. Y tampoco parecen haber escuchado el Chopin más triste del mundo, el cual tiene la virtud de provocar que ella por fin pueda desahogarse, derramando lágrimas no por el abandono, sino por el amor perdido; por saberlo perdido… tanto como lo está ella en esa historia.

¿Sabes? Creo que las últimas líneas de tu libro, y de la película, repararon un poco la melancolía, pese a que condensaron imposibilidad de esa historia de amor.

“Años después de la guerra, después de las bodas, de los hijos, de los divorcios, de los libros, llegó a París con su mujer. Él le telefoneó […] Estaba intimidado, tenía miedo como antes. […]. Y después se lo dijo. Le dijo que era como antes, que todavía la amaba, que nunca podría dejar de amarla, que la amaría hasta la muerte”.

Aún me parece escuchar la voz de Jeanne Moreau, mientras una fría y gris vista de París se va perdiendo en la imagen del celuloide.

Marguerite, después de este largo escrito, sólo me resta darte las gracias por haber sido quien fuiste, por haber sido como fuiste, por haber escrito todo lo que escribiste, por compartir parte de tu historia.

Marichuy


La locura es como la inteligencia, sabes. No se puede explicar. Igual que la inteligencia. Nos llega, nos inunda y entonces la comprendemos.Pero cuando nos abandona,ya no la comprendemos en absoluto. Marguerite Duras



Bibliografía mínima. El amante Marguertite Duras. Tusquets Editores, México, 1990

Para ver: L´Amant. Año: 1992/Francia-Reino Unido. Reparto: Jane March, Tony Leung Arnaud Giovaninetti, Frédérique Meininger Melvil Poupaud
Dirección:
Jean-Jacques Annaud, Productor: Claude Berri,
Guión:
Gérard Brach, Jean-Jacques Annaud, Música: Gabriel Yared, Fotografía: Robert Fraisse, Montaje: Noëlle Boisson, Dirección artística: Olivier Radot,


CINERSIS: EL AMANTE



18 comentarios:

Paxton Hernandez dijo...

Caray, siempre es genial leer estas cartas, Marichuy. ¿Entonces la novela sí es autobiográfica?

Yo recuerdo, a El amante, la película, por esas escenas candentes en las que era imposible apartar la vista, pero tendré que revisarla de nuevo para ver todo eso que mencionas. Es que estaba chavito la primera vez que la ví.

Jane March, aquí en confianza, es de esas mujeres que bien merecen el calificativo de poseer una sensualidad explosiva. Compré El color de la noche sólo por ella.

Un beso,

marichuy dijo...

Paxton
Pues así parece. Resulta que pocos años antes de morir Marguerite, supo del fallecimiento del hombre de Fu-Chuen, por lo que decidió hacer una especie de revisión de su libro original editado en 1984 y publicó “L'Amant de la Chine du Nord” en 1991.

Pienso que el atractivo de Jane March reside en que es la antítesis del arquetipo de sex-symbol. Para mi, hay una escena que deja ver eso en forma particular: cuando está recargada en la barandilla del ferry y la cámara va enfocándola lentamente de abajo hacia arriba, desde el zapato de lamé dorado, hasta su aniñado peinado de trencitas, para culminar en el sombrero masculino. En verdad que la niña resulta inquietante. Cabe decir que en esta película, música y fotografía juegan un papel relevante en la transmisión de las emociones

Beso

David Moreno dijo...

A mí me parece que es uno de los mejores trabajos Annaund. Recuerdo haber visto el filme en mi época de universitario y ser sorprendido gratamente por su ambiente intimista, por la exploración que hace de la relación sui géneris que hace de las relaciones de pareja y sobre todo por su genial diseño de arte (Annaund siempre ha sido muy meticuloso en la recreación contextual de sus filmes)...

La novela la leí motivado igual por el filme...en esa época no la aprecié del todo...después de leerte, la tomaré de nuevo...

Saludos ...

Gerardo de Jesús Monroy dijo...

Tan sólo esa frase de Duras que antecede a tu escrito, me impide agregar nada. Me paraliza, me deja con una sorpresa de haber dado en el centro de un túnel muy profundo, y si yo hablara mi ruido podría provocar la caída de la flecha, hacerla salir de donde está --pero yo quiero que se mantenga en ese centro. Tú, afortunadamente, decidiste decir algo, sin miedo. En cierto lado leí que no hemos leído realmente hasta que podemos "contestar" con nuestras propias palabras a lo que leímos. Es una manera de demostrar que atendimos a las letras y una manera de que el libro siga viviendo más allá de sus páginas.

marichuy dijo...

David

Yo pienso igual que tu, Annaud es especialista en la cuidadosa recreación de épocas y ambientaciones. Aspecto logrado también en “El nombre de la rosa”, film que me fascinó, pese a que Sean Connery se me hacía demasiado sexi para hacerla de monje… investigador, pero monje al fin y a que, en mi opinión, Christian Slater no era el idóneo para interpretar a Adso de Melk.

“El amante”, en verdad me gustó y sorprendió, no obstante que ya había leído el libro dos veces.

Saludos

marichuy dijo...

Erat
Esta frase de Marguerite la dijo durante una entrevista y a mi me dejó casi como a ti, así que no podía dejar de asentirla.

No se que mas decirte sobre el resto de tu comentario, debo confesar que me dejaste pensando en mis propios callejones inexplorados… por temor a lo que de ahí pueda salir.

Un abrazo,

Ana Valenzuela dijo...

Marichuy,

Gracias por la carta, intuía que nos darías la sorpresa.

No hay nada mas que decir, que quedarnos con la reflexión de que existen los ¿amantes cobardes? o peor aun ¿el desamor de madre con todas sus consecuencias?

El ser humano, es capaz de tantas cosas.

Bonne journée

marichuy dijo...

Ana

1. Gracias de nada.

2. Ambas son posibles, aunque no necesariamente incluyentes. Quiero creer que no todos los amantes cobardes habrán padecido desamor materno. No obstante, está difícil discernirlo, a lo mejor fue su extremo opuesto, un amor materno absorbente y castrante, tan o más dañino que la propia ausencia del sentimiento amoroso.

Merci beaucoup, le même pour toi

Champy dijo...

Ay comadre...te la sacaste te la manga, y es obvio dada tu admiración por la Duras.
Si, efectivamente hay similitudes...paralelismos entre su vida y Emma, aqui la trasendencia de Marguerite es admirable por la transgresión real a todo un sistema... y lo mas envidiable es la vida que le quedó, mira si yo lo sabré, que nomas con el recuerdo se puede sobrevivir, a pesar de todo.
De la pelicula, recuerdo mi fascinación ante la recreación perfecta de la obra.... en esa epoca mi adoración por Tony era creciente y todo lo veia perfecto en él, hoy me parece que era algo joven para el personaje.....pero ya me fascinaba, de Jane, me parecia enigmatica, su magneto era en verdad poderoso, mira que la odie por las revolcadas que se dió con mi Tony y con mi Bruce verdad, pero debo reconocerle que sus labios eran preciosos...
Y de Annaud no hay nada que decir, mi admiración por su obra me hace mas imparcial todavia que en los casos anteriores..... aun me pierdo en sus espacios estrechos oscuros, asifixiantes, pero adictivos.....
Y adoro ademas TWO BROTHERS, mi locura por los gatos él en parte la ha fomentado.
Un besote comadre, ya mañana regreso a la chamba.

marichuy dijo...

Cherisisísimo (válgame el horrorismo)

De lo que conozco, pienso que la similitud entre Emma y Marguerite es solo en ese aspecto. Marguerite fue una mujer muy diferente, aunque los efectos del abandono amoroso se reflejen en otros aspectos (como la sensación de ser vieja a los 18, su adulto alcoholismo y el buen número de amantes que tuvo).

Como le decía a Paxton comentarios arriba, el atractivo de esa niña radica justo en su aparente carencia de sex appeal, que combina a la perfección con sui imagen aniñada.

Del film de Annaud “Dos hermanos”, me pasó algo curioso, normalmente a mi las pelis de animalitos me chocan, por decirlo elegantemente; pero cosa curiosa, casualmente la exhibieron en el avión que yo viajaba (la seleccioné de entre unos cuantos churritos hollywoodenses), empecé a verla con reticencias, pero cuando me di cuenta ya estaba completamente absorta. Me encantó tanto, que en la madrugada la volví a programar y me la eché completita otra vez.

Que bueno que ya regresas (malo porque tendrás que reincorporarte al trabajo).

Besitos, ya te extrañaba.

Sabina dijo...

No he podido leer "El amante", pero la película me gustó harto...

marichuy dijo...

Hola
Creo que la película es fiel al espíritu de la novela.

Lorena dijo...

Si, esa pelicula la vi, me fascinó...ciertamente mucho sufrimiento en la vida de la duras, pero sin embargo, tal vez fue necesario para que ella pudiera escribir como lo hizo...en un artista detras del sufrimiento tambien hay disfrute, creo que son las unicas personas capaces de vivir la vida con toda su intencidad y colores, asi que no creo que sea tan mala la historia de ninguno de estos personajes, para mi mas un buen ejemplo...
creo que ella era muy joven cuando lo del chino, estuvo bien que al final ella solo viviera esa aventura y siguiera con su vida...asi son las cosas, no podemos prolongar cosas cuando tu vida apenas comienza... me encanto esa peli, a ver si la vuelvo a ver...Muy bien escrito este post Marichuy!!!

marichuy dijo...

Tienes razón, Mme. Duras, después del amante de la China del Norte, no solo evitó sentarse a llorarlo, sino que se avocó a lo que siempre quiso: escribir; además, elaboró guiones de cine y dirigió filmes. Y también amó, pues, amén de esposo, tuvo una respetable colección de amantes. Es decir vivió la vida a plenitud, aunque no sin dolor y claroscuros. Sin duda, una gran mujer.

Saludos y gracias

Maika dijo...

Hola Marichuy,
Madre mía, me has dejado...
Siempre me dices que es un placer leerme, que escribo genial, pero tú con esta entrada, me has dejado...sin palabras.
Adoro a Marguerite Duras, la adoro. Si hay algún libro que no me canso de leer una y otra vez es "Escribir".
Sabía de su dura vida. Lo que no sabía era que "El amante" era un libro autobiográfico.
Y como amante de recopilar citas y frases célebres, debo decirte que te "robo" la que encabeza la frase, de Marguerite Duras. No son pocas las que tengo de ella, pero nunca me parecen suficientes.
Como siempre, un placer pasarme por tu blog.
¡Un besazo fuerte!

marichuy dijo...

Maika
Querida, no soy merecedora de semejantes halagos, pero igual te los agradezco muchísimo.

Un beso y...
Maika, tu puedes “robarte” de este sitio lo que gustes.

libelulosa dijo...

Me encanta esta película y no sabía que era ella misma..
Interesante..

marichuy dijo...

Libe
Pues si tal parece que fue real, de hecho, cuando ese hombre murió, ella publicó una especie de revisión-corregida de su libro original “El amante”, llamada “El amante de la China del Norte”.

Saludos