"30 siglos de intolerancia se han desplomado a sus pies con el beso que se dieron". Dramaturga Sabina Berman al fungir como testigo de honor del registro de la primera unión legal homosexual, entre Antonio Medina y Jorge Cerpa, en la Ciudad de México.
Hoy vieres 16 de marzo de 2007 se registraron en la Ciudad de México las primeras uniones legales entre personas del mismo sexo; esto, una vez promulgada la Ley de Sociedades en Convivencia -aprobada por mayoría de votos en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal el 9 de noviembre de 2006. Hace 4 meses, cuando la citada Ley fue aprobada, el rotativo francés Le Monde destacó la noticia comentando (a través de su corresponsal en la Ciudad en México Joëlle Stolz) que esto representaba un gran avance, al tiempo que una contradicción, pues la legalización de uniones gay se daba en un país donde el aborto aún está tipificado como delito. Traigo a colación esto porque justo hoy que se celebra la diversidad y la pluralidad, en el mismo recinto legislativo que aprobó el marco normativo que le da sustento a dicha celebración (Asamblea Legislativa del DF), está a punto de naufragar –una vez más- la iniciativa de ley para despenalizar el aborto, por la cual han luchado desde hace muchos años diversos grupos y a la cual se han opuesto, como siempre, los grupos más conservadores. Hoy día, una vez más los grupos derechistas, yunquistas, providas y representantes eclesiásticos presionan con todo el poder de su sacrosanta impolutez y, en algunos casos, de su billetera.
Para manifestar su oposición hablan de moralidad, de respeto a la vida y… a la mujer; eso y algunos argumentos más. De todo, menos de salud pública. Para ellos el aborto es una cuestión de moral cristiana. Con toda la pureza moral que los caracteriza, personajes tan virtuosos como Jorge Serrano Limón, el Cardenal Norberto Rivera, jóvenes católicos ultraderechistas, miembros del fascistoide Yunque, militantes del PAN y voceros del Episcopado Mexicano, entre otros, se rasgan las vestidura y convocan a una megamarcha, más bien peregrinación, a la Basílica de Guadalupe.
Evidentemente, dicha discusión está muy polarizada, en el razonamiento de los opositores hay todo, menos respeto a la libertad de elección. Algunos de sus argumentos rayan en el fanatismo. El Episcopado Mexicano de plano nos regresó al oscurantismo de Monseñor Torquemada, el máximo órgano de la jerarquía católica mexicana amenazó con excomulgar a los legisladores que aprueben “semejante crimen”.
Como siempre ocurre, la derecha, los grupos ultra-conservadores y la propia jerarquía católica, ejercen sin pudor lo que mejor saben: la doble moral, el doble rasero para juzgar. Esos mismos defensores a ultranza de la moral y las buenas costumbres, de la vida y la infancia, nada han dicho en cuanto a la pederastia practicada en nuestro país, incluso al interior de la Iglesia Católica y por miembros de las más alta jerarquía (a Marcial Maciel, acusado de haber violado a varios niños, el Papa Benedicto XVI le impuso como cruel castigo... hacer oración, es decir, rezar muchos rosarios; el probo Norbertito Rivera enfrenta cargos por encubrimiento y protección a pederastas. En tanto, Televisa y la Secretaría de Gobernación, finjen demencia).
Es cierto que la cuestión de despenalización del aborto es controvertida; que involucra aspectos religiosos y culturales y que son muy respetables las creencias religiosas de cada quien. Pero, también es cierto que no podemos continuar cerrando los ojos ante una cruel realidad, el aborto es un problema de salud pública; en México anualmente se efectúan miles de abortos clandestinos, mal hechos por gente sin escrúpulos y en condiciones insalubres; a consecuencia de ello, miles de mujeres mueren. Es también, una cuestión de clases sociales, las mujeres con recursos pueden ir un fin de semana a Estados Unidos y hacerse un legrado sin mayor problema; las que no tiene esa posibilidad, caen en manos de charlatanes. Y el aborto es también, muchas veces, la última opción de una mujer; una consecuencia de la pésima educación sexual, de la falta de acceso a métodos anticonceptivos confiables (que la Iglesia prohíbe), de la falta de recursos. Pero no es solo la Iglesia la que tiene una visión oscurantista e hipócrita; que tolerancia y respecto a la elección femenina podemos esperar, si el mismísimo Secretario de Salud ha manifestado su oposición al uso del condón y a los métodos anticonceptivos (aunque después, debido al escándalo mediático, haya reculado), recomendando como método infalible... la abstinencia sexual.
Que bueno que se aprobó la Ley de Sociedades en Convivencia. Que bueno que hoy inicia la legalización de uniones civiles entre personas del mismo sexo. Que mal que la tolerancia y el respeto a la diversidad no sean aplicables a todo. Que mal, que una cuestión que concierne primeramente al derecho de toda mujer, para decidir libremente sobre su vida y su cuerpo, siga viéndose bajo la óptica del oscurantismo, el fundamentalismo y la intolerancia.
8 comentarios:
La posición del Secretario de Salud es preocupante; es aberrante y ridícula, considerando su alto cargo. Debería ser obvio para cualquiera que ese tipo no merece estar donde está.
Uno de tus posts más interesantes y mejor escritos.
Erat
El Secretario de Salud no parece expresarse en el ejercicio de su encargo público (es un médico con cierta trayectoria), sino como portavoz del más arcaico oscurantismo.
Hombre, gracias por el súper cebollazo.
Marichuy:
Me queda claro que esa "trayectoria" va de arriba a abajo y de izquierda a derecha.
Clarísimo, Erat
a eso iba, un derecho que le corresponde primeramente que nada a la mujer, decidir sobre su cuerpo y su vida, no existe tal, desde que la iglesia, el gobierno, la sociedad toma las desiciones por ella... no se vale...
Muy bien por el gobierno del DF, que ha promulgado esta ley de convivencia y que favorecerá al menos a los capitalinos, ojalá se siguiera el ejemplo en otras partes del país.
Le conté a mi marido sobre la prohibición del la ley del aborto y simplemente se quedó con la boca abierta... el único comentario fué: pensé que México era un pais mas avanzado en sus ideas, politica, leyes, etc... estamos peor, inclusive, que otros países latinoaméricanos, poco nos falta para ser como los drusos... y ya nisiquiera como esos... en fin...
De acuerdo con Erat este post te quedó muy bien, sin embargo, a mi me han gustado casi todos... siempre interesantes de leer... Gracias
saludos!
Creo que algo que deben considerar quienes legislan es que la iglesia católica y toda otras iglesias están "separadas" ( jeje) del estado gracias a Benito Juárez, de modo que las políticas deben ergirse por criterios laicos y no por moral religiosa de ninguna índole. Por otra parte, quien por derecho considere que no debe abortar, pues simplemente, que no lo haga.
Lore
Pues si es como para no creerse -tal como decía el corresponsal de Le Monde- que se apruebe la Ley de Sociedades en Convivencia en un país donde el aborto es considerado un delito grave.
Para la derecha, la iglesia, providos y demás hipócritas jilgueros de la TV, la interrupción del embarazo no se ve como cuestión de salud pública, sino como pecado mortal. Ayer, un vocero el Episcopado en el DF dijo en la radio "No solo vamos a excomulgar a los legisladores que aprueben esta ley, también a las mujeres católicas que se sometan a un aborto les vamos a quitar todos sus derechos religiosos".
Que tal eh!, ni el Santo Oficio lo hubiera dicho mejor.
Gracias por tus amables comments
Gabriela
Al PAN y a la derecha en general, así como a la Iglesia, Benito Juárez les purga el hígado; si por ellos fuera ya lo habrían borrado de los libros de historia.
Eso es justo lo que olvidan los prelados católicos y gente como el de PROVIDA (que cosa más repugnante de tipo): la interrupción del embarazo es cuestión de salud pública no de moral cristiana. Ah, y lo más importante: concierne a la mujer decidir en torno a ello, no las Iglesias, mucho menos a los representantes de la arcaica, casi oscurantista derecha mexicana.
Saludos
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