escribir

Escribir: tratar de retener algo meticulosamente, de conseguir que algo sobreviva; arrancar unas migajas precisas al vacío que se excava continuamente, dejar en alguna parte un surco, un rastro, una marca o algunos signos.[Georges Perec]

agosto 14, 2010

vecinos distantes




Tengo un vecino abogado. Nada de particular habría en tener un vecino abogado, de no ser porque el hombre, a juzgar por sus maneras de conducirse, debe ser importante en su campo profesional. Vivimos en la misma calle y sin embargo, las distancias que nos separan me parecen infranqueables. A primera vista, su casa no pareciera tener nada de extraordinario: tamaño mediano circundada por barda alta pero no en demasía y pintada de discreto color beige, ventanas recubiertas con protectores de hierro similares a los de las casas vecinas. En su garaje se acomodan tres vehículos, un par de sedanes medianos y un tercero bastante más llamativo, una de esas camionetas que uno creería más apropiadas para adentrarse en alguna zona minada en Bagdad, que para circular por las concurridas calles de la ciudad de México.

Mi casa, un departamento mediano, se ubica justo frente a la casa de él, en un edificio de apenas cuatro plantas, todos los departamentos habitados, la mayoría, por jóvenes parejas que están todo el día fuera. Y hasta no hace mucho tiempo yo me sentía bien segura viviendo ahí, aún cuando sea consciente de que en la actualidad la seguridad al cien por ciento es más una aspiración que una realidad. Pero de unos meses a la fecha, he perdido esa sensación de seguridad... justo desde la llegada de mi vecino el abogado. Primero fueron los protectores de sus ventanas, que bien mirados difieren bastante de los existentes a su alrededor, pues más semejan a los barrotes de una prisión; después, fue la electrificación de su barda con su constante ruidito, como el zumbido de abeja; más tarde, el emplazamiento de un par de visores eléctricos empotrados en ambas esquinas de la primera planta; después, darme cuenta de que la camioneta con aires belicistas está recubierta de blindajes, como si el hombre temiese ser ametrallado en cualquier momento. Y como era de esperarse, la cereza en el pastel son sus cuatro escoltas, quienes no pueden disimular su condición de tal, ni tampoco hacer el menor esfuerzo por ocultar la cacha sus armas.

Sin duda mi vecino sólo busca protegerse, proveerse de los mayores medios posibles para sentirse seguro. Pero entre más parece alcanzar su objetivo y cada día estar más protegido, yo me voy sintiendo un poco más indefensa. Debe ser la paranoia de estos tiempos, pero en mi cabecita imaginativa no deja de girar la idea de que si el abogado necesita recubrir su casa con barda eléctrica, poner cámaras de vigilancia, andar en hummer blindada y tener cuatro guaruras bien armados, es porque algún (o algunos) enemigo de cuidado se ha granjeado en el ejercicio de sus funciones litigantes. Quisiera creer que todo se debe a tantas películas policiacas vistas y al sinfín de noticias violentas leídas, pero no puedo y cada mañana que lo veo salir a bordo de su camioneta, mientras en los extremos del zaguán dos de sus guaruras permanecen expectantes, como lobos o coyotes oteando el ambiente, atisbando con mirada escrutadora a quienes crucen por ahí, no puedo evitar una sensación de escalofrío de sólo imaginar que en cualquier momento, los temores que el hombre intenta mantener alejados bajo tanta capa protectora… se materialicen frente a mí...

Post Scriptum: Agosto me alcanzó en un mar de trabajo y confusión y justo hoy me toca mi publicación mensual en el blog colectivo Escribidores y literaturos. Si gustan, los invito (no sin un poco de pena por el abuso) a leer mi confusa divagación de este mes: imagen distorsionada




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49 comentarios:

marichuy dijo...

Apenas en la entrada de ayer, Stanley me preguntaba que si lo dicho en ella significaba que dejaría de bloguear por un tiempo. Y la respuesta es No. Ya regresé a despejarles la duda, terca en no dejarlos descansar de mis divagaciones. Harta pena de confirmar que por el momento no me retiro; que aquí estoy.

La abuela frescotona dijo...

YO ME CAMBIO DE CASA, YA¡¡¡
ABRAZOS AMIGA

jess dijo...

Huy el tema de la seguridad....

Hace cuánto tiempo dejó de ser una garantía constitucional para convertirse en la venta al mejor postor.

Qué pena caray.

Un abrazote mi estimadísima Marichuy!

Paluchax dijo...

La sensación es horrible...mientras este hombre se recubre de ¨seguridades¨ los demás(en este caso vos) se hacen más débiles pareciera ser la palabra.

Paciencia y
Saludos

Canalla dijo...

El que algo teme, algo debe. Lo malo de personajes así es la paranoia que contagian a su paso, y confirmar que la total indefensión que padece éste país es democráticamente incluyente.

Un beso que nada debe.

marichuy dijo...

Abuela

Lo peor es que dejando de lado al vecino abogado, en este departamento me siento muy bien: nadie te molesta, los demás condóminos no se meten contigo (una bendición), me desplazo fácil hacia otros puntos de la ciudad, mi laburo me queda relativamente cerca, etc.
En fin, yo hago votos porque sea él quien se mude.

Un abrazo

marichuy dijo...

Jess

Y ni así; ni porque le pagues (un altísimo precio) al mejor proveedor, la tienes garantizada. Terrible.

Un abrazo y bienvenida de regreso a la cruda realidad mexicana

marichuy dijo...

Paluchax

Tal cual, mientras él se recubre cada día un poco más, yo me voy sintiendo más descubierta.

Saludos y gracias por tu visita

marichuy dijo...

Canalla

Pues sí, eso s justo lo que pasa la paranoia del abogado (quizá justificada) resulta contagiosa.

Si no fuera por lo terrible que es, enmarcaría tu frase " la total indefensión que padece éste país es democráticamente incluyente.". Y vamos in crescendo… aunque no lo parezca.

Un beso (¿ya terminó su libro?)

virgi dijo...

Hola Marichuy, lo de la seguridad se va convirtiendo ya en algo a pensar, esté donde estés. También en estas islas casi perdidas. No sé cómo me sentiría yo, si como una ingenua feliz o como una ignorante preocupada. Digo frente a esa ostentación.
Lo del hummer me parece tremendamente tonto, ya ves.
Muchos besos, he leído ahora tus posts anteriores, estuve fuera unos días, desconectada total.
Besos otra vez.

Pau Llanes dijo...

Menudo tema pones delante de la pantallita para este fin de semana, Marichuy...

Desde luego el problema, las sensaciones y sentimientos, son algo distintos si me refiero a la Europa en la que vivo parte del año, cada vez menos aunque allí esté mi casa, o a México… en donde he decidido vivir cada vez más tiempo, ojalá, pese a todos sus riesgos y alarmas sociales frente a la violencia.

Seguramente aún me siento dividido y confuso al vivir estas dos realidades tan dispares, sus propias particularidades, sucesivamente y sin solución de continuidad… A lo peor por eso mi reflexión peca de “europeísta”, de complejos europeos ante la violencia y la inseguridad, con motivos que aquí todavía parecen ajenos… No obstante me atrevo a dejar algunas ideas a vuela pluma en esta madrugada profunda, desvelado, a ver si sirven para algo...

Lo que es evidente es que existe cierta necesidad indefinible de seguridad, unida a la conciencia de conservar, proteger y preservar. Se trata de sentimientos generalizados en nuestras sociedades, casi diría que son sus (nuestros) sentimientos más fuertes, porque esencialmente tienen que ver con el instinto de supervivencia... Y aunque parezca que siempre ha sido así, esta necesidad ha alcanzado ahora su justificación más categórica… Se quiere conservar lo que se posee, poco o mucho, porque se posee, ni más ni menos... Hay que protegerse en múltiples sentidos: a nuestras propiedades y a nosotros mismos en cuanto propietarios... pero también se necesita estar seguro de su seguridad jurídica o estatuaria. No hablo sólo de propiedades materiales, sino también del estatuto social, de sus convenciones ––cierto tipo de libertades públicas, por ejemplo, “statutos tradicionales” como el respeto por la edad, por la titulación académica, etc., tantos otros, y algunas de nuestras costumbres y esos aspectos que genéricamente se denominan cultura e identidad propias.

¿Pero la inseguridad es real o es un conjunto de sensaciones subjetivas amplificadas por los media y el rumor social, su alarma?

En Europa y en las clases “europeizadas” mexicanas creo que la sensación de inseguridad proviene, indistintamente, tanto de la conciencia y satisfacción de “poseer” (y por lo tanto del miedo a ser robado) como de la conciencia de identidad, de “pertenecer” y sentirse formando parte de una colectividad que ha definido su estatuto de convivencia, el cual hay que asumir para asegurar la supervivencia en el grupo y frente al resto, “lo extranjero”, interior o exterior, en todo caso diferente. La angustia de nuestras sociedades, su inseguridad, las provocan tanto nuestro miedo a “perder” como por la precaución ante todo aquello que sentimos como ajeno ––“lo otro”, los “otros”–– que pueden erosionar y disgregar la convencional cohesión social que sostiene y cementa nuestra relativa seguridad… Las fronteras existen por el miedo de los hombres. Hay que mantener pues una cierta distancia de seguridad, por si acaso... Así piensan las sociedades que tienen más miedo de perder que de ganar, en uno u otro sentido ––bien sus excedentes materiales, bien sus excedentes de identidad... En Europa y en USA ya han comenzado a poner freno a las debilidades que generó el “pseudo humanismo universalista” nacido de la esperanza del fin de la “guerra fría”, hasta cierto punto producto de un sentimiento de vergonzosa culpabilidad por todas las atrocidades y efectos desastrosos de aquella guerra sorda planetaria. Me refiero a esa tendencia reciente a cuestionar las minorías étnicas, religiosas, culturales o lingüísticas que viven y se desarrollan enquistadas en nuestras sociedades avanzadas, en la invitación permanente ––o presión dolorosa–– a integrarse, a negar con mayor énfasis el “statu quo” hasta ahora vigente basado en el respeto de lo plurinacional y multicultural, es decir en el desarrollo autónomo y diferenciado de distintas comunidades: una, venida de fuera y suburbial, dentro de otra, autóctona, central, hegemónica.

Mañana te escribo más si vale la pena...

Buen despertart, Marichuy. Besos de Pau Llanes...

Anónimo dijo...

Ese paisaje que tan bien describís, para nosotros es lo más normal del mundo, y todos los vecinos no son abogados. Además de darme una profunda envidia que ustedes pueden electrificar, aquí no es legal.
Imaginate al alto grado de inseguridad en la que vivimos.

BESOTES PRECIOSA!

Jo dijo...

... pues a veces no sé si un tiene que rodearse de todo eso y el de a lado o el vecino nos mirarà asi.

hace tiempo me sucedió en Monterrey
que entraron sin aviso y autorización con lujo de violencia
revisaron
y registraron
amederentaron
y cuestionaron a familia y amigos
en su propia casa

y todo porque poseen una Durango del año.

:S si...
adivina quien

la propia policia

:(

marichuy dijo...

Querida Virgi

Es el signo de nuestros tiempos; en todas partes pasa (ahora mismo, un amigo que anda en tu país, comentaba en twitter que recién llegando a Barcelona -desde el sur de Francia- le robaron su billetera), no obstante en México un poco por lo que comentaba canalla: vivimos en la paranoia.

Muchas gracias por pasar aquí e irme a leer a EyL, te lo agradezco mucho.

Un besote

marichuy dijo...

Pau

En un país tan clasista y desigual como lo es México, todo, hasta la inseguridad adquiere "clases"; no obstante, al final del día (para estar a tono con el lenguaje neoliberal) la indefensión de la ciudadanía, toda, sin importar estrato social, es total y esta, sí, democráticamente incluyente. Claro, esto no quita que no sea lo mismo sentirte indefensa al caminar a las 11 de la noche en un barrio jodido que hacerlo a bordo de tu hummer blindada por la Av. Palmas y sin embargo, la probabilidad de que te asalten puede ser mayor en Av. Palmas, por la simple razón de que ahí hay más que robar. Pero este es sólo una manifestación de la inseguridad, distinta de la que hablo aquí (en el post). Olvidemos por un momento los asaltos (que los robos en Europa también pasan y no poco), lo que hoy vivimos los ciudadanos es una situación de paranoia: uno ya no sabe si el vecino de enfrente que de la noche a la mañana cambia su vocho por una camioneta BMW, será un comerciante exitoso o si lo suyo es el lavado de dinero y entonces lo que temes, de ser cierta la segunda opción, el día menos pensado lleguen a cobrarle alguna cuenta los verdaderos dueños del dinero que lava. Esa paranoia, que siempre ha existido pero sin duda acentuada desde que el Presidente de la república inició “la guerra contra el narco”, es la que nos permea a todos… casi 30 mil muertos (más de 5 mil, ajenos al narco, simples “daños colaterales como los llamó el Presidente) y contando. Y esto en un país donde (las leyes no son malas, siempre y cuando se cumplieran), el mayor problema no es la corrupción sino la impunidad, esta NO democráticamente incluyente. Nunca: la impunidad es directamente proporcional al poder económico y político de quien la detenta. Aquí no hay democracia simulada que valga.

Un beso

marichuy dijo...

Stanley

No creas que la electrificación de bardas es garantía. Al final de cuentas, nuestra indefensión va mucho más allá y no hay medida de “seguridad” que alcance.

Un beso

marichuy dijo...

Jolie

Eso que describes, típica actitud de los mandos policíacos mexicanos, tiene terribles implicaciones: mientras que en otros países, la policía mal que bien te genera sensación de protección... en México te provoca casi tanto pavor como la delincuencia. Terrible.

Anónimo dijo...

You are not right. I am assured. I can prove it.

Champy dijo...

Como están ahora las cosas ve tu a saber la verdad verdadera (diría mi abuela).... pero en estso días de paranoías de estado, a todo le damos conotación oscura, y creemos que el que viene atrás de nosotros es el sucesor de Pablo Escobar...

Hace ya.... cuanto? 3 años de mi magnatito??? o 2???? ps sabe, pero yo por perverso, que aunado a las malditas psicosis autodestructivas, hacía de esos encuentros verdaderas histroias dignas de Apollinaire....sabes que? Y no es mamada...mi Magnatito se parece a Thierry...... hace mucho que no pensaba en él.

Tu tienes la culpa!

Extraño a Amaral.

2046

marichuy dijo...

Anónimo
(¿o SPAM? De ser así, sería la primera persona en contestarle a un SPAM; jajá)

¿En qué no tengo razón, en afirmar la indefensión generalizada de los mexicanos?

Ojalá fuera así; me encantaría estar equivocada en este tema.

marichuy dijo...

Champy

Pues sí; igual y sólo es un Abogado decente, que no un Abogánster. Pero para una que ya se hizo a la paranoia y al sospechosismo, el ver a alguien como él viviendo en una colonia que no es Polanco ni nada parecido, de inmediato elucubra que el hombre se fue a vivir a mi casi pueblo para esconderse. Lo malo es que con tan aparatosa envoltura que se ha creado, menos desapercibido pasa. Y mientras yo, ya sólo me espero que un día lleguen y ametrallen su casa.

¿Cómo que tu magnate región 4 se parecía a Thierry? ¿Pues no que era rubio?

Nomás me vienes a alborotar.
Besos

Justo dijo...

Es espeluznante, esa forma de vivir. Aquí están ahora poniéndose de moda en determinadas zonas las urbanizaciones privadas con portero y piscina, gimnasio, etc. dentro, que dan la idea de una especie de mundo aparte y de casta protegido de la contaminación del exterior.

A mí me gusta vivir en el centro de la ciudad, rodeado de la gente, con vecinos de toda la vida enfrente y al lado, con el ruido de la calle colándose por la ventana. Tengo una amiga que ni cierra su puerta con llave al salir, dice que se niega. Yo no llego a tanto, pero prefiero eso a lo que cuentas de tu vecino.

Un abrazo

Nash dijo...

Qué miedo. Yo tampoco me sentiría segura, y entiendo lo que dices. Alla en Cuernavaca, tengo muchos amigos que viven en lugares bonitos, cerca de casas grandes y bardeadas. Antes era como para presumir, ahora nadie se quiere acercar ahi, desde que los militares se la pasan dando sus rondines por dichas casas y las mismas se llenan de alambrados, cámaras y cosas raras.

La verdad, que miedo, pero tú estás en tu casita, mientras más distante sea tu vecino, mejor.

Saludos!

marichuy dijo...

"(urbanizaciones) que dan la idea de una especie de mundo aparte y de casta protegido de la contaminación del exterior."

Justo

Exactamente, esa es la idea: protegerte no sólo de los embates del crimen y la violencia moderna, sino también de la "contaminación” de la jodidez externa: si no veo la desigualdad social, no existe.

Qué bonito que haya quienes puedan salir de su casa, dejarla sola sin necesidad de ponerle cuatro candados. Me temo que eso en México hace años dejó de existir.

Un abrazo

marichuy dijo...

Cuetzpalllin

Pues sí, la verdad es que muy a mi pesar empiezo a contagiarme de tanta paranoia. Yo también tengo familia en Cuernavaca (cerca del Hotel Camino Real Sumiya) y la verdad es que sí me da miedito ir por sus rumbos.

Saludos

Pelusa dijo...

Te aconsejaria que te cambiaras de casa, pero se que en todo Mex es mas o menos lo mismo.
En su lugar, te diria que te cambiaras de pais, pero no sabria decirte a cual en especifico. Incluso en los mas seguros el tema violencia va creciendo.
No me queda otra que sugerirte que te cambies de planeta, pues. Si encuentras como, dime cual escoges, para seguir leyendote!
Besos

Sandra Strikovsky (Strika) dijo...

Querida:

Hace unos meses, un comando armado de la AFI irrumpió con violencia en mi edificio a altas horas de la noche en busca de un vecino mío. Días después vi en YouTube un extracto del noticiero de Loret de Mola en el que aparecía mi vecino como uno de los miembros de un cartel del norte que fueron detenidos por lavado de dinero. No son películas policiacas: la situación del país ya nos superó. Sin embargo, deseo que en tu caso no sea más que pura paranoia.

Un beso

QUANTUM dijo...

Marichuy

Pues en tu vecino se aplica lo de: "aunque la jalula sea de oro..."

QUANTUM dijo...

Anónimo

Por la forma de expresarse (toda), creo que su seguridad se debe a la protección que le ha de brindar su tío sam.

Le recuerdo que no es lo mismo que lo mesmo.

Procure disfrutar el día !!

malbicho dijo...

pues mejor ya deja de espiarlo o capaz que te confunden con una francotiradora estilo nikita -je-

ya pasé a leerte y quiero decirte que es genial tu texto

La sonrisa de Hiperion dijo...

Pasé a echar un ratito de lectura en tu espacio, y como siempre, amiga, me voy encantado.


Saludos y un abrazo.

marichuy dijo...

Queridas Strika

Uff, eso sí que está para asustarse. Ya sabes que soy negada a ver noticieros de tv, entonces ni idea de eso que comentas, pero de sólo leerte sentí pavor. Este país¡! Y eso que acá en el DF no sufrimos ni la décima parte de lo que les acontece allá en el Norte.

Un beso

PS Con razón te veo pocas ganas de regresarte... y ya hasta aprendiste a jugar petanca¡! (te lo leí en twitter).

marichuy dijo...

Quatum

Deja de lo de la jaula de oro, a juzgar por la situación del país, no hay jaula, por segura que se pretenda, que alcance.

marichuy dijo...

Pelusa

Veo que tú eres más fatalista que yo. Creo que lo de mudarme de planeta es mi opción preferida desde hace tiempo... lástima que no me alcance ni para el pago del pasaje.

Un beso

marichuy dijo...

Bichito

Júrote que no lo espío (afortunadamente mi depa no da a la calle), pero como soy madrugadora y él también, no pocas mañanas nos hemos topado al salir a nuestros respectivos laburos.

Gracias mil por leerme allá (y en el blog del Champignon).

Un abrazo

marichuy dijo...

La sonrisa de Hiperión

Gracias por tu visita

Un abrazo

emilio dijo...

Por aquí la gente anda igual, todas las casas con sus alarmas y el cartelito en la puerta de sus casas advirtiendo a los cacos de que no se les ocurra entrar.
Estoy rodeado de varias casas de éstas y se que en alguna de ellas han entrado a robar. Yo paso de esas agencias de seguridad, para qué, es una forma de decir a los ladrones que tienes algo que les interesa.
Comprendo que si hay motivos de seguridad personal es otra cosa y todas las medidas parecen pocas.

Un abrazo amiga.

Unknown dijo...

uy! eso es feo, porque si, bien lo dices todas esa medidas de protección son por algo, esperemos solo se exceso de paranoia y un una real necesidad de seguridad que pueda afectar a los vecinos..abrazos.

marichuy dijo...

Toño

En mi paranoia -contagiada por el vecino- a veces creo que él, como Diego Fernández de Cevallos, ha defendido a toda clase de personajes de dudosa reputación.

marichuy dijo...

Emilio

Eso digo: entre más blindaje te pones encima, más llamas la atención. Lo único que yo quisiera es dejar la paranoia atrás; es un tormento.

Un abrazo

mario skan dijo...

Abogado paranoico que le dicen. Bueno, debe ser que le gustan las máquinas, porque la verdad, es una camioneta copada para andar tirando arbustos en un descampado. "Quisiera creer que todo se debe a tantas películas policiacas vistas y al sinfín de noticias violentas leídas"... y quien le dice Marichuy si ese abogado no es un quijote leguleyo trastornado por la crónica policíaca.
saludos

marichuy dijo...

Mario

Ojalá que mi vecino sea sólo un Abogado paranoico y no un Abogánster (abogado en tratos y líos con los capos del narco, por ejemplo).

Esa camioneta está bien para los soldados yanquis en Irak o Afganistán, digo yo.

Saludos

Kyuuketsuki dijo...

La seguridad, en un mundo de "libre mercado" es sólo un producto más que vender, a quien pueda permitírselo... y en detrimento de la calidad de vida de los demás. Sé como te sientes, es horrible tener un vecino así...

marichuy dijo...

Kyuuketzuki

Exacto: un producto cuyo precio siempre va a la alza, pero en relación indirectamente proporcional a la calidad del servicio prestado.

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

woooo yo por eso dejé de ver las noticias. en todo momento me imaginaba algo horroroso

ahora sólo veo al vecino, bueno lo escucho, que buena salsa pone, me dan ganas de pedirle unas rolas jajaja

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

woooo yo por eso dejé de ver las noticias. en todo momento me imaginaba algo horroroso

ahora sólo veo al vecino, bueno lo escucho, que buena salsa pone, me dan ganas de pedirle unas rolas jajaja

marichuy dijo...

Cuentista

Hace años que no veo noticias en Tv, cuatro años y contando. Y ni los extraño.

Buuu mi único vecino apetecible está felizmente emparejado.

Cuentos Bajo Pedido ¿Y tu nieve de qué la quieres? dijo...

Vecino apetecible jajajajjaa

marichuy dijo...

Cuentista

Sipi, muy apetecible... dicho sea con el debido respeto (jajá)